Escuela
Normal de Salta: una escuela, una ciudad
María Elina Tejerina(*)
Resumen
El
artículo refiere a
Palabras
clave: Escuela Normal; maestras; identidad institucional.
Escuela
Normal de Maestros of Salta: one school,
one city
The article refers to the Escuela Normal de Maestros of Salta, from its
founding in 1881 to the first Peronist stage. It analyses the characteristics
of this institution in three historical moments: foundational stage, period of
the centenaries and Peronist phase. The studies referred to the subjects matters of Escuela Normal and normalism
history are numerous and they tackle diverse fields. This article recovers
several of these contributions, which support the field of inquiry and
interpretation of this topic. There are not available works that develop the normalism as field of study in Salta province. The article
aims to analyse and to relate the history of the
school institution referred to Salta political and social processes, between
1881 to 1955. It pretends to understand the identity features of Escuela Normal
Salta, and to point out changes and continuities of the historical process in
relation to the institutional identity, to teachers, and to students. We think
this work it will be of great utility to understand the social image that
Institutions carry.
Key
words: Escuela Normal; primary school teachers; institutional
identity.
Escuela Normal de Salta: una escuela, una ciudad
I. Consideraciones generales
La
creación de las escuelas normales, destinadas a formación de maestros
-especialmente desde el último tercio del siglo XIX y gran parte del siglo XX-
fue de gran importancia para el sistema educativo argentino. En la ciudad de
Salta,
Nos proponemos considerar las
características de esta institución educativa desde el momento fundacional
-fines del siglo XIX- hasta mediados del XX, coincidente con los gobiernos del
primer peronismo. Examinamos su relación con la sociedad, la política, la
economía y las características que adquiere el espacio urbano de nuestra ciudad
en ese período. Señalamos los cambios y continuidades con relación a la
identidad institucional, profesoral y de los estudiantes lo que es de gran
utilidad para comprender la imagen social que porta
Los
estudios referidos a las Escuelas Normales y a la historia del normalismo en
nuestro país son numerosos y abordan campos diversos. El artículo recupera
varios de esos aportes, que abonan el campo de indagación y de interpretación
de nuestro objeto análisis. Ahora bien, las producciones locales vinculadas
son, en su mayoría, reseñas generales realizadas con motivo del primer
centenario y otras, escasas, aluden tangencialmente a la Escuela Normal y la
educación durante el peronismo.
La
Escuela Normal General Manuel Belgrano -junto con otros colegios religiosos
adscriptos a ella-, fue la institución formadora de maestros por excelencia.
Para conocer el origen y proceso de crecimiento de la escuela Normal apelamos a
la documentación existente en el archivo de la institución: Correspondencia
oficial, Resoluciones internas y
actuaciones de los Inspectores. Otro punto de apoyo, para el desarrollo del
trabajo, fue el rastreo de diarios de época los que proveen de información que
orienta y permite enmarcar la investigación en las problemáticas locales y su
relación con la política nacional.
II.
Las primeras décadas de
La
ciudad de Salta, a fines del siglo XIX contaba con una población que superaba
los 20.000 habitantes[1].
El plano de la ciudad, confeccionado en 1.888[2],
después de la epidemia del cólera, nos informa que contaba con 138 manzanas y 4
barrios claramente determinados como “el central”, “la banda”, el barrio de
abajo” y “el barrio de arriba”.[3]
El centro de la ciudad tenía como límites al norte
La
ciudad, en los inicios del siglo XX, creció en su estructura urbana la que
triplicó el número de manzanas, extendiéndose fuera de los límites antes
señalado. Así en 1901 se inaugura la casa gobierno sobre la actual calle Mitre
al 500[4]
y no obstante haberse rellenado algunos tagaretes, se
conservaban terrenos pantanosos que exigieron desarrollar políticas sanitarias
y la construcción de cloacas.
La
llegada del ferrocarril (1891) fue visto por los habitantes de entonces como la
panacea, sin embargo “…la provincia de Salta se convirtió, en forma paradójica,
en una región aislada del boom expansivo, aunque integrada de manera plena al
grupo que dirigió los destinos de
En
esta época -fines del siglo XIX y primeros años del siglo XX- el estado
provincial trabajaba en relación con el estado nacional en busca de su
consolidación y definió políticas educativas siguiendo los lineamientos de los
hombres de la generación del 80. En este sentido, los presupuestos provinciales
dan cuenta del apoyo recibido del estado nacional para satisfacer los sueldos
destinados a educación, y a la creación de las oficinas del registro civil,
entre otros. Desde el punto de vista político, un rasgo característico del
estado fue el predominio de familias que ejercieron el control del gobierno a
través de los vínculos de parentesco.[6]
Otro
rasgo de la sociedad de salteña está claramente definido con la frase: “Salta:
una sociedad dual”.[7] Las
distintas perspectivas historiográficas señalan las diferencias sociales, por
un lado estaban los autodenominados aristócratas, los blancos, los cultos, la
gente decente que ocupaba los espacios privilegiados de la ciudad. Por otro
lado, el pueblo, “la clase baja”[8], los otros que se ocupaban en diferentes
oficios, peones, tenderos y en los cuales el color de la piel también marcaba
las diferencias. En síntesis, el contexto histórico en el que se enmarca la
creación de
Las primeras referencias oficiales
sobre
Los
primeros años de vida de la institución están marcados por la precariedad del
edificio que retardó su habilitación, por eso la escuela comenzó a funcionar al
año siguiente. La directora Pilar Sarriera informó a
las autoridades nacionales que: “…las obras de la escuela están paradas y que
el constructor don Francisco Riguetti, a pesar de su
buena voluntad, no continúa con la obra”.[10]
La mala condición edilicia hizo que la autoridad de la escuela solicitara
alquilar otro inmueble mientras se realizaban los arreglos correspondientes.
Recién hacia 1886 la escuela pudo mejorar -parcialmente- la condición del
edificio lo que permitió que funcionara la escuela de aplicación.[11]
Otra razón por la que la escuela no pudo acceder a otro edificio fue -de
acuerdo lo manifestado por la entonces directora- porque “…en Salta hay pocas
casa en alquiler…”[12]
Sus inicios están signados por
diferentes hechos: el cambio de directora y la designación de María del Pilar
Sarriera[13] como
directora provisoria, en septiembre de 1882, esta se propuso organizar la
escuela de aplicación, lo que logró tempranamente.
En sus escritos e informes explicitaba la concepción de escuela, sus ideas de
educación y formación y lo expresaba así:
“Al encargarme de ella mi primera idea fue la de formar una Escuela de
Aplicación en la que se pueda complementar la instrucción y ensayarse en el
arte de la enseñanza, primero por la observación y más tarde por la práctica en
la escuela de aplicación”.[14]
En esta primera etapa se afrontaron
problemas relacionados con: la designación del personal docente y
administrativo, el atraso en el pago de los sueldos, las becas
recibidas del gobierno nacional y la heterogeneidad del grupo de alumnas. La
institución, en general, contaba con escaso número de personal administrativo,
docente y de limpieza.
La Escuela de
Aplicación no disponía de maestros preparados para enseñar, a tal punto que se
propuso traer maestras egresadas de Catamarca. Tampoco había profesores para
cubrir el segundo curso normal por lo que se tuvo que recurrir a los profesores
que trabajaban en el Colegio Nacional.
El rasgo común de las escuelas
normales desde su fundación –Salta no escapa a ello- fue la falta de maestros y
profesores adecuadamente formados. Igualmente, los estudios magisteriales se
desarrollaban siguiendo los lineamientos de los planes de estudios nacionales y
su duración fue variando. En los primeros años se aplicó un plan de tres y a
partir de 1887 se comenzó a implementar -a nivel nacional- un plan de cuatro
años. En realidad las primeras egresadas –como consta en la correspondencia que
la directora mantiene con el ministro de Instrucción Pública- fueron formadas
con el “…programa que se impartió en esta escuela es el mismo que el de la
capital por lo que solicita el diploma de profesoras…”.[15]
En este primer trayecto
constitutivo los cursos de Normal tenían asistencia “casi perfecta” aunque no
sucedía lo mismo en
El cuadro siguiente refleja el
número de alumnos que asistió, en esta etapa.
Cuadro
I. Cantidad de alumnos período 1882-1886
AÑOS |
Cursos
Normal |
Escuela
Aplicación |
Total
de Alumnos |
1882 |
- |
- |
127 |
1883 |
35 |
242 |
277 |
1884 |
30 |
125 |
155 |
1885 |
40 |
146 |
186 |
1886 |
32 |
121 |
153 |
La epidemia del cólera que atacó la ciudad afectó a
Para llevar adelante su labor, la escuela contaba
con muy escasos y precarios bienes, algunos de mala calidad
por lo que se solicitaba reiteradamente materiales y objetos muebles para
cubrir las necesidades. La llegada del ferrocarril alentó la idea de satisfacer
la rapidez de los envíos y la directora lo expresaba así: “…Con la terminación
de las vías férreas a esta ciudad se allanarán muchas dificultades, llegando
pronto y en buen estado todos los objetos que el ministerio se sirva dar orden
de remisión para esta escuela.”[18]
Las nuevas leyes
que se aplicaban a nivel nacional también repercutieron en
En síntesis, los logros de esta
primera etapa constitutiva de
III.
En esta etapa la ciudad transitó
tiempos de centenarios; se celebró el centenario de la batalla de Salta y el
centenario de la muerte del general Martín Miguel de Güemes. Para el desarrollo
de este apartado extendemos el período de análisis hasta la década del 30. La
población de provincia, de acuerdo con el censo de 1914 era 142.156 habitantes
y Salta capital tenía 33.636, siendo el departamento más poblado. La estructura
urbana se había extendidos considerablemente, incorporando terrenos hacia la
zona oeste y sur. El plano del año 1931 realizado por el topógrafo Rodolfo Llimós nos presentaba una Salta conectada por las vías
férreas con Bolivia a través de Jujuy-La Quiaca y por Salta – Salvador Maza.
También, se activa el primer tramo del ferrocarril a Chile-Antofagasta.
En este período los sectores
conservadores mantienen predominio político aunque accede al gobierno el Dr.
Joaquín Castellanos (1919-1921) y otros enrolados en el Radicalismo.[21]
No obstante, el golpe del 30 hizo colapsar la continuidad constitucional. La
preponderancia en el gobierno de representantes de los sectores tradicionales
es una característica del período y una figura clave fue Robustiano
Patrón Costas, dueño del Ingenio azucarero San Martín del Tabacal y fundador
del partido conservador Unión Provincial. Por otra parte, la plaza continuó
siendo el corazón de esta ciudad: la figura del Gral. Arenales[22]
la presidía desde el centro de la misma y frente a ella se inauguró el nuevo
edificio del Club 20 febrero.[23]
En
referencia a la escuela hemos considerado como fuentes documentales para el
desarrollo de este período el Libro de Inspección de la escuela,
La
categoría de gramática escolar de D. Tyack y L.
Cuban, posibilita comprender cómo era la escuela en esta etapa. Los autores
hacen referencia a aquellas estructuras profundas, a las normas escritas o no,
a las costumbres que le dan sentido al trabajo escolar. Las escuelas tienen
unas maneras de dividir el tiempo, de separar el espacio, clasificar a los
alumnos, fragmentar el conocimiento y otorgar calificaciones que las han
marcado y que perduran a pesar de los intentos de introducción de cambios en
diferentes momentos históricos. En este sentido se habían establecido criterios
para organizar los programas de las diferentes materias de los distintos
colegios nacionales. Vinculados con la escuela Normal se establecieron precisas
instrucciones para los programas de matemáticas- comprendía aritmética y
álgebra y geometría- geografía, lenguaje, instrucción cívica.
Las
recomendaciones con respecto a la enseñanza estaban destinas a las distintas
materias, así se señalaba con respecto a geografía: “los profesores tendrán
cuidado de secundar esta acción,
desestimando la tendencia de repetir textualmente la lección. …La memoria es
necesaria sin duda… pero no en aquello que enmascara la ausencia de raciocinio....” “Recomiendo que se evite pasar toda la hora
de clase tomando lección a uno o más alumno.....”.[27]
La
enseñanza que se impartía -desde fines de la década del 20- en los distintos
grados se caracterizaba por la utilización de manera experimental del Plan
Dalton. Además las futuras maestras también podían
trabajar con este plan. A propósito el informe del inspector dice: “…no se
excluye que se ensaye el método en determinadas materias de los grados
superiores a fin de que, los practicantes lo conozcan y las maestras adquieran
experiencias...”.[28]
El
otro referente documental que nos permite re-significar la escuela en el marco
de la formación y la acción cultural fue
En
síntesis, la escuela a fines del período contaba con aproximadamente 1000[29]
alumnos, 16 grados, 8 divisiones normales, gabinete de física y química,
biblioteca –la que fue denominada Dr. Joaquín Castellanos-, la carrera tenía
una duración de 4 años. Era una institución reconocida por la sociedad de
Salta, estuvo presente en hechos importantes de la etapa[30] y
realizó labores culturales -destacamos “
IV. La escuela Normal en tiempos
del primer peronismo.
El
contexto histórico provincial a mediados del siglo XX está ligado y hasta condicionado
por el proceso político social que se desarrollaba a nivel nacional: la
emergencia de nuevos sectores sociales y predominio del peronismo. Este, fue
por primer vez gobierno en Salta en 1946, gobernó el estado provincial en
reiterados períodos constitucionales y desde entonces persiste como partido
mayoritario.
Salta, según el censo de 1947 tenía una
población de 290.826 habitantes sobre 15.893.825 que conformaban la población
total del país. Sólo representaba el 1,8 % del total y la población rural
(60,4%) superaba ampliamente a la urbana (39,6%), tendencia que permanece hasta
la década de los 60. El departamento Capital de Salta albergaba la mayor
población urbana. El censo agropecuario provincial de 1952 nos informa que la
ciudad de Salta contaba con el 13% de obreros industriales nucleados en
fábricas y talleres dedicados a la producción de alimentos.[32]
La industria azucarera –Ingenio San Martín[33]-,
los aserraderos y las empresas petroleras radicadas en el departamento de Orán
concentraban el 55,3% de obreros.
Desde el golpe del 1943, la política
desplegada por Perón –desde
El 17 de octubre tuvo escasa repercusión
en el ámbito provincial, sin embargo marca el inicio
de una nueva etapa. Como consecuencia, en Salta también se conformó el partido
Laborista (noviembre de 1945) y posteriormente el Peronista (1947) como de garantía de los cambios sociales y políticos
logrados. Las elecciones de febrero del 1946 dieron un amplio triunfo a Lucio
Cornejo Linares[35].
En
síntesis, el mapa político provincial después de las presidenciales de 1946
mostró: el impacto de los nuevos estratos sociales, el predominio del nuevo
signo político y la casi nula representación de las minorías. Si bien, los
sectores oligárquicos mantenían presencia en cargos claves, también aparecieron
apellidos desconocidos, sin tradición política, provenían de las filas obreras
que adhirieron a la nueva fuerza de gobierno. En el período que nos interesa,
1946-1955, gobernaron la provincia el Dr. Lucio Cornejo 1950-1951), el Sr.
Carlos Xamena (1951-1952) y Dr. Ricardo Joaquín
Durand (1952-1955).
En
estos tiempos la ciudad incorporó varios barrios obreros -como Barrio Evita,
Barrio Ferroviario, Barrio Postal- ubicados distantes del centro, asimismo el
asfalto se extendía por cientos de cuadras.
Ahora
bien, para adentrarnos en el conocimiento de la Escuela Normal en este período
consideramos diferentes fuentes documentales: Libro de Inspección, Libro de
Resoluciones de
Los
libros citados evidenciaron las formas de accionar del partido gobernante y
cómo empezó a tener presencia en la institución; en este sentido, los
inspectores se constituyeron los engranajes claves para el disciplinamiento
social a la política del Ejecutivo Nacional.[36]
En 1949, el Dr. Francisco Estrella Gutiérrez, Inspector Técnico de Enseñanza,
tomó “juramento de fidelidad a
Los
inspectores, en sus escritos y recomendaciones invocaban la cuestión política
partidaria, además de aludir a los aspectos docentes y de enseñanza. Así,
manifestaban que se debía “…exaltar en la docencia las formas cultas dentro de
su desempeño como educadores,… y dedicación a sus
cátedras… enseñar con el ejemplo”. También dejaban claro que el profesorado “… actuará con fervorosa devoción a las
obras de recuperación nacional del gobierno de la nación.[40]
La
aplicación del Segundo Plan Quinquenal, en el campo educativo se dejó sentir y
se plasmó en contundentes reformas. Fueron los inspectores quienes reforzaron
su difusión; a partir de abril de 1953, las circulares informaban de manera
directa a las autoridades educativas la "aplicación de los nuevos
programas en concordancia con el 2º plan quinquenal”. A propósito, en la
educación secundaria se incorporaron nuevos planes de estudios, programas y
materias, entre ellas Cultura Ciudadana. Asimismo, hacían responsables a las
autoridades escolares de su aplicación.[41]
La
fuente documental el Libro de Resoluciones de
Los
apellidos pertenecientes a las auto-consideradas familias tradicionales no
desaparecen durante la etapa peronista. El cargo de directora estuvo ocupado
por Ana María Usandivaras de Méndez y como
vice-directora Lía Figueroa de Mera. El cuerpo docente de la Escuela de
Aplicación y los cursos Normal eran heterogéneos, la mayoría maestros, abogados
y médicos y pocos tenían título docente.[43]
Hacia final del período se incorporaron profesores titulados.[44] Sobre
41 docentes que son designados ese año 28 poseían títulos específicos. Ello
significó una renovación para la escuela[45],
no obstante conservó un cuerpo de profesores anclado en la elite local.
En
octubre 1952, asumió como director Francisco Solano Quiroga (hijo)[46]
que fortaleció la relación entre el gobierno peronista y la institución
educativa, en consonancia con el Segundo Plan Quinquenal. El interior de la
escuela fue el lugar elegido “… para hacer más efectiva la campaña de difusión
del mismo y su mayor comprensión para el pueblo para quien está destinado…”.[47]
Toda la ritualidad, la práctica y la liturgia peronista impregnaron y se
apropiaron del espacio escolar. Otro tópico central fue la exaltación de la
vida y obra de Eva Perón.
En
esta etapa la relación gobierno e iglesia llegó a un clima de máxima tensión[48]
(1954/55). En Salta los diarios de época comentaban la huelga de estudiantes
que logró adhesión de los colegios públicos, como
Las
fuentes documentales revisadas en la Escuela Normal nos permiten reflexionar
sobre las relaciones del peronismo con la educación y considerar las
estrategias desplegadas por el partido gobernante en la institución educativa
para lograr el control y disciplinamiento. Sin embargo, esta socialización
política desde arriba, aparentemente, no habría logrado los efectos esperados y
en ciertos colectivos como el de estudiantes.
Bibliografía
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Natalio, El orden conservador,
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CORREA,
Rubén, FRUTOS, María, ABRAHN Carlos, TORINO, Ester, “Tendencia de la formación
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salteños, Eucasa,
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FRÍAS, Bernardo; Tradiciones Históricas de Salta,
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María Fernanda, Entramados del poder.
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Ernest S., DOMÍNGUEZ BENAVIDES, Alejandro, Robustiano Patrón Costas, Emece
editores, Buenos Aires, 1998.
WEBER, Max Economía y Sociedad, Fondo de Cultura Económica, México,
1980.
Recibido:
13/09/2016
Evaluado:
13/11/2016
Versión
final: 03/12/2016
(*) Escuela de Historia e Instituto de Estudio
e Investigación Histórica (I.E.I.His).
Universidad Nacional de Salta (UNSa). Profesora de
Historia, Especialista en Didáctica. Profesora Titular de Didáctica de
[1] Consideramos la población existente entre los dos censo nacionales 1869 y 1895. Censo de 1895 informa 20.391 habitantes.
[2] Se confecciona con el relevamiento realizado por el ingeniero civil Fernando Sola.
[3] FRÍAS, Bernardo; Tradiciones Históricas de Salta, Fundación Michel Torino, Salta, s/f, p. 32.
[4] Actualmente en ese
edificio funciona la legislatura de
[5] JUSTINIANO, María Fernanda, Entramados del poder. Salta y la nación en el siglo XIX, Universidad Nacional de Quilmes, Buenos Aires, 2010, p.30.
[6] Las familias predominantes Güemes, Uriburu, Solá, los Ortiz. BOTANA, Natalio, El orden conservador, Sudamericana, Buenos Aires, 1977, pp. 106/7.
[7] JUSTINIANO, María Fernanda, op. cit., p.105.
[8] Según la memoria descriptiva de Woodbine Parish, citado por JUSTINIANO, María Fernanda, op. cit., p. 105.
[9] Exiliada su
familia en Bolivia como consecuencia de las luchas civiles, Benigna Saravia
regresa recién en
[10] Escuela Normal de Maestras (ENM); Correspondencia oficial 1882-1887, p. 4, Archivo Escuela Normal.
[11] Idem, p. 70.
[12] Ibidem.
[13] En sus escritos enviados al ministro de Instrucción Pública de
[14] Idem, p. 11.
[15] Idem, p. 53, 22 de marzo de 1886. En realidad la directora solicita el diploma de profesora y espera que la escuela sea calificada en esa categoría.
[16] La primera regente
de
[17] En el informe elevado a ministro, la directora, cuando se refiere a las becas, sostiene que hay personas influyentes que hacen otorgar becas a quienes después no responden a las exigencias de la escuela. Confía en el ministro que tiene poder para terminar con esta situación perjudicial a la institución. ENM; Correspondencia…, op. cit., p. 106.
[18] Ibidem.
[19] Idem, p. 102.
[20] Las primeras maestras egresadas fueron Rosa Niño, Carmen Niño, Julia Sosa, Carmen Isasmendi, Manuela Alderete, Teodolinda Figueroa, Antonia Guell. Idem, p. 51.
[21] Gobernador Adolfo Güemes (1922/25), Joaquín Corbalán (1925/18) y Julio Cornejo (1928/30).
[22] Esta escultura monumental fue inaugurada en 1919, durante el Gobierno de J. Castellanos.
[23] En 1913, en el año del centenario de
[24] Fue una revista, de edición mensual, contenía artículos culturales. Participaban de ella poetas, escritores, docentes y alumnos de la escuela.
[25] Corresponde a la década del 1920 y se continúa.
[26]“
[27] Idem, pp. 73/4.
[28] Idem, p.70.
[29] En 1934 la escuela contabilizaba 911 alumnos.
[30] Al inaugurarse el monumento al Gral. Arenales la escuela organizó, en sus salón, una velada literario musical de reconocido nivel. La Voz del Norte, Salta, 25 de octubre de 1919.
[31] Las directoras del período fueron: María López Gazcón,
Isaura Robles Madariaga, Florentino M. Serrey, José
E. Alderete y desde 1918 María Ernestina Gutiérrez, graduada en
[32] A propósito de las
características económicas y sociales de la provincia, entre 1947 y 1955,
podemos señalar que “En términos generales la participación de Salta en el
proceso de proletarización nacional, había levemente avanzado en relación a los
parciales de 1935…”. CORREA, Rubén, FRUTOS, María, ABRAHN; Carlos, TORINO,
María, “Tendencia de la formación económico-social durante el primer peronismo
en Salta, 1946-
[33] Robustiano Patrón Costas, dueño de este ingenio azucarero,
era una figura política vinculada a los conservadores, ocupó cargos de diputado
y senador provincial y nacional respectivamente, fue gobernador de la provincia
(1913/16) y candidato a presidente de
[34] Fassio se desempeñaba, en Salta, como Presidente de
[35] Salido del Radicalismo Yrigoyenista; brindó estructura partidaria, experiencia política y los hombres que el nuevo partido necesitaba. Y por sobre todas las cosas contó con la aprobación de Perón.
[36] Por disciplina (Disziplin) debe entenderse la probabilidad de encontrar obediencia para un mandato por parte de un conjunto de personas que, en virtud de actitudes arraigadas, sea pronta, simple y automática. WEBER, Max; Economía y Sociedad, Fondo de Cultura Económica, México, 1980, p. 43.
[37] ENM, Libro de Inspección, 18 de abril de
1949, p. 93. Del acto participan “ Directora de
[38] Esta medida oficial fue de cumplimiento obligatorio se apoyó en diversas resoluciones coercitivas. Se advertía que “quedaría cesante de inmediato todo maestro que se negara a jurar la constitución de 1949.
[39] En sus hojas quedó
plasmada la toma de juramento de fidelidad a
[40] ENM, Libro de Inspección, 25 de noviembre de 1952, p. 107.
[41] Idem, 1 de abril
de 1953, pp. 117/119. Las instrucciones fueron dadas por el Inspector Técnico
de enseñanza Secundaria del ministerio de educación profesor Regis Campalbert a todos los directivos de los colegios
secundarios dependientes del ministerio de la nación. A la vez que les daban
instrucciones como “elegir adecuadamente a los profesores que tendrán a su
cargo Cultura Ciudadana, que sean
personas preparadas e identificadas con la materia...” También se los mandaba a
confeccionar el reajuste de personal docente y elevar lo actuado a
[42] En términos de D. Tyack y L. Cuban estas fuentes nos acercan a la gramática escolar, que debe ser entendida como conjunto de normas en que la escuela divide el tiempo y el espacio, clasifican a los estudiantes y los asignan a clase conforme al saber, citado por DUSSEL Inés, BRITO Andrea, NÚÑEZ; Pedro, Más allá de la crisis, Santillana, Buenos Aires, 2007, p. 13.
[43] En este avance no analizaremos la composición social del cuerpo docente de la escuela normal.
[44] Profesor de literatura Albeza, de filosofía Sara San martín de Dávalos, de pedagogía V. Savoy Uriburu, entre otros, A. M. González, de matemáticas Juana Santis de González, de geografía Inés Saiz, de química Sara de Sastre.
[45] ENM, Libro de Resoluciones…, op. cit., pp.
[46] Fue designado por Decreto Nº 6742.
[47] ENM; Libro de Resoluciones…, op. cit., p. 35.
[48] Se expresa en la
quema de iglesias, la ley de divorcio, la supresión de la enseñanza religiosa,
entre otras. En la escuela la suspensión de las materia
de Religión y Moral, dispuesta por el Ministerio se hizo efectiva en
[49] Así, las
comunicaciones de los inspectores tenían frases como la siguiente: “…en el
cumplimiento del 2º Plan Quinquenal no hay lugar para espectadores, todos somos
actores que debemos cumplir con alguna obligación para obtener que el éxito
corone la obra para beneficio y felicidad de la nación. [49] Así,
las comunicaciones de los inspectores tenían frases como la siguiente: “…en el
cumplimiento del 2º Plan Quinquenal no hay lugar para espectadores, todos somos
actores que debemos cumplir con alguna obligación para obtener que el éxito
corone la obra para beneficio y felicidad de la nación. ENM; Libro de Inspección, 14 de octubre de
1953, pp.