REVISTA
DE LIBROS
ÁGUILA
Gabriela, GARAÑO, Santiago y SCATIZZA Pablo, coordinadores. Represión estatal violencia paraestatal en
la historia reciente argentina. Nuevos abordajes a 40 años del golpe de Estado.
La Plata: Universidad Nacional de La Plata. Facultad de Humanidades y Ciencias
de la Educación, 2016. 484 pp.
Disponible
en: http://www.libros.fahce.unlp.edu.ar/index.php/libros/catalog/book/63.
El
libro que se pretende reseñar presenta una mixtura de distintos autores, los que
aportan nuevas miradas y perspectivas al abordaje del contexto argentino previo
a la última dictadura militar. Así se
hizo énfasis en el aparato represor utilizado por las agencias e instituciones
estatales como por las organizaciones paraestatales detallando modalidades
regionales de la represión y la violencia.
Esta
compilación viene ampliar las diferentes miradas y perspectivas de análisis
sobre el periodo 1966-1983, lo cual resulta importante, ya que hasta la
reapertura de las causas judiciales contra los militares y civiles por delitos
de lesa humanidad, los trabajos académicos sobre el pasado reciente argentino
eran escasos. Así lo demuestran las investigaciones sobre el tercer gobierno
peronista y el Proceso de Reorganización Nacional realizadas mayormente por periodistas.
Este
trabajo pone en el tapete una nueva conceptualización que jaquea la
bibliografía que sale a la luz con el gobierno pos-dictatorial del Dr. Raúl
Alfonsín como fue el libro Nunca Más, haciendo hincapié en las prácticas y
dispositivos represivos empleados en la Argentina durante el periodo antes
citado.
El
libro consta de una introducción y tres partes, en la parte introductoria los
compiladores se detienen en la importancia de realizar trabajos
historiográficos que focalicen sobre la violencia política de los años ‘70 en
nuestro país, un territorio apenas explorado. El desarrollo de la primera parte
aborda la represión que tuvo lugar antes del golpe de 1976, posteriormente se
trabajan las prácticas y dispositivos de represión y su impacto en la sociedad el
cierre lo hace referencia a las formas y escalas de violencia que adopta la
represión.
Si
bien las distintas temáticas contienen un hilo conductor, éstas pueden leerse
de forma independientes.
En
La represión antes del golpe: orígenes y
condiciones de posibilidad, los distintos autores recorren y profundizan
temas que remiten a los orígenes y al uso de la violencia en los años
anteriores al ’76 develando rupturas y continuidades en las formas que tomó el
aparato represor y proveyendo un marco donde inscribir el terrorismo de Estado
dentro de la represión sociopolítica vivida durante el siglo XX.
Este
capítulo comienza con un texto de Marina Franco que indaga sobre la represión
estatal y paraestatal que tuvo lugar en los años que van desde 1955-1976,
enfatizando la intrincada relación entre política y Fuerzas Armadas y cómo
estas últimas comienzan a considerarse y a ser consideradas una herramienta
para restaurar el orden y la seguridad interna contra aquellos elementos
desestabilizadores -conflictos obreros, movilización social, surgimiento de la
guerrilla- dando lugar a un estado de excepción.
Tanto
Esteban Portoriero como María Alicia Divizenso focalizan en uno de los más
importantes actores sociales del periodo, el Ejército. El primero se encarga de
descomponer las bases de las doctrinas contrainsurgentes que permean las
Fuerzas Armadas, especialmente el Ejército Argentino entre 1955-1976, y cómo
van transformándose entre el vaivén de gobiernos constitucionales y de factos y
la creciente inestabilidad social. La última se ocupa de develar una faceta
poco conocida del Ejército: las tareas de acción cívica que tenían como objeto
relacionarse con los diversos sectores sociales.
Por
su parte Hernán Merele y Santiago Garaño se indagan sobre los problemas
relacionados con la violencia estatal y paraestatal en el tercer peronismo.
Merele lo hace desde el proceso de “depuración” del movimiento y el lugar que
ocupan las organizaciones paraestatales dentro del mismo. Garaño propone
visualizar las formas de represión en el llamado Operativo Independencia
(1975-1977), que tuvo lugar en la provincia de Tucumán, para describir cómo el
monte tucumano se fue configurando como un “Teatro de Operaciones” donde
ejercer la acción represiva del poder militar.
En
la segunda parte del libro, cuya temporalidad se fija entre los años ’50 hasta
los ‘80, los trabajos presentados se centran en prácticas y dispositivos
represivos -exilio y cárcel- y sus efectos colectivos e individuales, además,
de analizar el accionar de agencias e instituciones estatales en contexto de
violencia. Aquí Silvina Jensen y Soledad Lastra se concentran en el problema de
los exiliados durante el periodo dictatorial como en el de los sucesivos
gobiernos democráticos. En el primero debido a los exilios forzosos y de
necesidad, en los segundos por la lenta regularización de los regresos y a la
posibilidad de ser sometidos a juicio por tener condenas previas emitidas
durante el Proceso de Reorganización Nacional debido a sus actividades políticas
o subversivas.
Débora
D´Antonio se encarga de articular la cárcel -como institución clave para la
represión “legal”- con la sexualidad y la condición de género través del
análisis de dos casos: el del penal de Devoto -destinado a mujeres- y la cárcel
de Rawson ocupada por hombres. Aquí se develan las características particulares
de cada uno y se evidencian las particulares formas de resistencias llevadas
adelante pos presos/as en ambos penales.
Marianela
Scocco, por su parte, pretende determinar la génesis de los consejos de guerra
a civiles y analizar si fueron una característica exclusiva de la última
dictadura. Para ello, analiza leyes, disposiciones y reglamentos que circularon
en el Ejército argentino en el periodo.
En
esta misma sección se encuentra trabajos que se centran en las distintas víctimas
de la represión y persecución: trabajadores, niños apropiados y judíos.
Entre
éstos trabajos se encuentra el que realizaron Victoria Basualdo y Alejandro
Jasinsky sobre el movimiento sindical y la clase obrera. Los dispositivos
represivos que se utilizaron contra ambos y cómo afectó la conflictividad y las
demandas obreras. Éste se encuentra dividido en tres partes que permiten un
recorrido histórico por los años ’70 tomando como ejes centrales la movilidad,
conflictividad y demandas del sector obrero y el proyecto de normalización del
movimiento obrero que pretendió llevar adelante el Proceso de Reorganización
Nacional.
El
estudio de caso sobre la configuración a principios de los años ’70 del “Camarón”
o fuero antisubversivo de la Cámara Federal en lo Penal está en manos de María
José Sarrabayrouse Oliveira. La autora busca desentrañar cómo se conformaron
los grupos y las redes de relaciones al interior del Poder Judicial y que
perduraron más allá de la última dictadura.
Carla
Villalta examina los circuitos y procedimientos propios del secuestro y la
apropiación de niños/as, hijos/as de detenidos políticos y desaparecidos que
caracterizaron algunos de los casos, además, de la tramas sociales, institucionales
y burocráticas que permitieron la apropiación de bebés en nuestro país.
Entre
los trabajos que conforman la tercera parte del libro se encuentra el de Emmanuel
Kahan, quien busca develar -por medio del estudio del caso de Jacobo Timmerman
y el análisis de documentos de la Dirección de Inteligencia de la Policía de la
Provincia de Buenos Aires- si el régimen dictatorial dispensó un trato especial
a los judíos.
Gabriela
Águila indaga sobre los circuitos y las tramas represivas que tuvieron lugar en
la ciudad de Rosario donde tenía sede el Comando del II Cuerpo de Ejército.
De
exponer el rol que tuvieron los organismos de inteligencia de Bahía Blanca
entre los años ’75 y ’77 y las prácticas de persecución ideológica que
emplearon se encarga Lorena Montero.
Pablo
Scatizza aborda cómo funcionó el aparato represivo en aquellas zonas que no
fueron consideradas “calientes” por la normativa castrense como lo fueron la Norpatagonia
y la región del “Comahue”. Por su parte, Luciano Alonso caracteriza las diversas
formas de violencia física que emplearon agentes tantos estatales como
paraestatales en la ciudad de Santa Fe, localidad en la que el autor considera
que la acción de las agrupaciones político-militares era acotada, también se
ocupa de las prácticas de resistencia que allí se llevaron a cabo.
Para
concluir, Melissa Slatman, al vincular escalas de análisis transnacional con lo
estrictamente nacional, estudia las particularidades del Plan Cóndor y las
redes de coordinación represiva que llevaron adelante las diversas dictaduras
del Cono Sur.
Represión estatal y violencia
paraestatal en la historia reciente argentina constituye una lectura obligada para indagar sobre
nuevos trabajos académicos que permiten revisar y analizar viejas y nuevas
conceptualizaciones ya que cada autor se ocupa de plantear interrogantes que
permiten examinar hipótesis y explicaciones consagradas aportando nuevas vías
de análisis.
María
de los Ángeles Rosso
Instituto
Superior del Profesorado N° 3 “Eduardo Lafferriere”, Argentina
(maritarosso@hotmail.com)
DALLA
CORTE, Gabriela; ULLOQUE, Marcelo y VACA, Rosana; La mano que da. 160 años de
la Sociedad de Beneficencia de Rosario,
Rosario, Prohistoria, 2014, 324 pp.
DALLA
CORTE, Gabriela, ULLOQUE, Marcelo y VACA, Rosana; En defensa del Hospital Madre.
Mujeres de la Sociedad de Beneficencia de Rosario, Rosario. Prohistoria, 2015, 246 pp.
En
estos dos libros las autoras y el autor han investigado y dieron a conocer el
recorrido de una entidad de mujeres rosarinas, el primer volumen presentado en
2014, fue titulado La mano que da.160 años de la Sociedad de Beneficencia de
Rosario y el objetivo era ofrecer una historia de la institución desde su
fundación en 1854 hasta 1943. Mientras que, en el segundo volumen la historia
continúa partiendo de este año hasta la actualidad.
Así
en el primer volumen del trabajo constituye
un nuevo aporte a los estudios de las actividades femeninas. En este caso están
vinculadas a las instituciones dedicadas a la salud y al cuidado de los
marginados; tarea en la que asumieron la responsabilidad de “cuidar al otro”.
Como lo demuestran a lo largo de toda la obra, la presencia de las mujeres en
el trabajo solidario fue significativa.
El
libro traza un panorama de las actividades realizadas por las presidentas de
las comisiones de la Sociedad de Beneficencia de Rosario desde 1854, año de la
fundación de dicha institución hasta 1942. Para ello realizan un examen de las
gestiones de todas las comisiones de esta organización. Fue inaugurada con el
objetivo de edificar un hospital de caridad. Esta asociación rosarina fue
creada y sostenida por mujeres de la “Villa de Rosario” que en ese tiempo era
un núcleo urbano que tenía unos tres mil habitantes. Los esfuerzos permitieron
que el 4 de octubre de 1855 se inaugure el Hospital de Caridad, situado entre
las actuales calles: Leandro N. Alem, 9 de Julio, 3 de Febrero y 1º de Mayo de
esta ciudad.
La
obra está estructurada de la manera siguiente: con un prólogo. Luego una
Introducción que presentan y describen las características de la Sociedad de
Beneficencia y su trayectoria en Rosario. A partir de aquí se despliegan los
treinta capítulos, con un eje central que hace visibles las actividades
constantes y dedicadas que realizaron las presidentas de la Sociedad de
Beneficencia de Rosario. Este recorrido propuesto deja como resultado un
abanico casi ilimitado de problemas que atravesaron la vida institucional. Por
último, para visualizar las tareas de estas damas de la caridad se despliegan
una serie de fotografías, de planos de los edificios, como también los
homenajes: las placas y los bustos de quienes participaron en esta asociación
filantrópica.
Las
fundadoras de la Sociedad de Beneficencia de Señoras de Rosario fueron: Eusebia
Rodríguez de Rosas y Laureana Correa de Benegas. Esta institución, es una
asociación sostenida por mujeres que asumieron el compromiso de realizar tareas
solidarias para quienes carecían de los medios de acceso a la salud. En estos
160 años lograron la construcción del hospital y de la capilla, dedicada a San
José, como vemos se preocuparon tanto por la salud física y como la espiritual.
Con
el trabajo lograron recursos varios de la población de Rosario, recibieron contribuciones
del Estado Nacional, del Provincial y del Municipal. La gestión de esta
institución estaba guiada conforme a un reglamento, pero lo interesante es que
se fue modificando con el tiempo de acuerdo a las diferentes necesidades y
situaciones. Estas dirigentes se organizaron en comisiones, designando a cada
cual con sus responsabilidades, así continuaron construyendo el edificio del
Hospital de Caridad. Años más tarde emprendieron la edificación del Asilo de Mendigos,
ubicado entre las calles Ayolas (hoy Uruguay), Necochea, Colón y Saavedra,
fundado en 1888.
Cada
presidenta presentaba la memoria correspondiente a su gestión. Así consta que
en las reuniones las socias elegían democráticamente a la presidenta y a la
comisión de la asociación. A través de esta documentación, se vislumbraban en
su seno conflictos entre las integrantes, además se discutía la organización
interna del centro sanitario: los salarios de los médicos y el trabajo de las
monjas - las Hermanas de la Caridad Hijas de María-, quienes se dedicaban al
cuidado de los enfermos y a la escritura de una prolija estadística de los
pacientes.
Sus
actividades fueron y son de caridad hacia el prójimo, por lo que en diversas
oportunidades son defensoras de la vida y sus voces se alzan pidiendo clemencia
por reos condenados a muerte o perseguidos políticos y además para el rescate
de las y los cautivos en manos de los indígenas.
A
partir de algunas divergencias entre las socias surgió una nueva institución de
caridad, una fracción de estas mujeres organizó en 1879 el Hospicio del
Huérfano de Rosario.
Es
necesario destacar que esta investigación ahonda en los estudios sobre las
instituciones de beneficencia y el papel que han cumplido (y cumplen) las
mujeres, en este caso pertenecientes a la sociedad rosarina, así como también
los varones que acompañaron en la ardua tarea del ayuda al prójimo.
Por
lo que este volumen constituye un acercamiento atractivo al campo del estudio
de historia de mujeres. Así nos invita a reflexionar sobre este fenómeno
histórico y a la vez, plantea los enormes desafíos en el tratamiento de esta
problemática. Rescata del olvido el trabajo y la participación política
invisibilizada de estas pioneras de la sociedad rosarina desde los años 50 del
siglo XIX.
Mientras
que el segundo volumen presenta a las mujeres y sus actividades caritativas. De
esta manera es la continuidad en el estudio de la historia de las mujeres en
una ciudad que había incrementado su población con la llegada de inmigrantes
europeos y de los países vecinos. Esta línea de investigación reconstruye en
toda su extensión temporal la historia de la asociación de mujeres y de sus
hospitales, definida por las/el autor como una entidad benéfica que se
constituye como parte de la feminización de la filantropía.
En
los cuatro capítulos que componen la obra, tiene cincuenta y cuatro fotografías
que cubren la historia desde 1943 hasta el 2014. En el Capítulo I se despliega
el proceso inaugurado en 1943, cuando un golpe de Estado dio lugar al ascenso del
General J. D. Perón en la Dirección de la Secretaría de Trabajo y Previsión
Social. Una nueva política sanitaria- ahora controlada desde el Estado- provocó
a la Sociedad de Beneficencia conflictos con las autoridades que modificaron el
rol del Estado. La sociedad benéfica eligió su comisión directiva cada dos años
cumpliendo con los estatutos durante 1942/44. Los conflictos se iniciaron con
presentaciones de parte de las autoridades en los Tribunales Provinciales de
Rosario por diferentes causas. La respuesta de la Sociedad de Beneficencia fue
enviar protestas al Ministerio de Gobierno e Instrucción Pública de Santa Fe y
al de la Nación. El modelo sanitario implementado por estas mujeres entró en
coalición con el propuesto desde el gobierno central. La comisión de la
Sociedad de Beneficencia de Rosario propuso y votaron un nuevo reglamento para
organizar sus hospitales. Así las tareas de esta institución fueron sostenidas
sin subsidios de las autoridades provinciales y nacionales. Finalmente el 28 de
mayo de 1950 la asociación fue intervenida y el hospital se llamó Hospital Ma.
Eva Duarte de Perón. En contrapartida la Comisión Directiva de la Sociedad se
reunió y decidieron no transferir sus inmuebles al Estado.
En
el capítulo II analizan el proceso de defensa de la sociedad de caridad
retomando los principios del jurista Rafael Bielsa, su propuesta fue clave para
la defensa de las propiedades de la institución. A partir de 1955 con el golpe
militar comenzó una política para reapropiarse de los bienes, reparar los
edificios y cubrir las necesidades de los distintos servicios.
La
temática del Capítulo III presenta los trabajos de la comisión para reorganizar
el hospital. Con las nuevas autoridades provinciales, se firmó un convenio con el
gobierno de Santa Fe. Volvieron a las actividades de ayuda, cubriéndose las
necesidades del hospital. Además se agregó a esta institución el pabellón de
docencia.
Finalmente
en el Capítulo IV se presenta el detalle de las actividades entre 1980 y 2014. Las
socias eligieron las comisiones llevando un registro de las integrantes y las
socias nuevas. Por la complejidad de la atención médica su labor aumenta, en
los años 1980 -1990, por la existencia de una grave crisis económica que
generaron grandes desafíos. Ampliaron sus esfuerzos colaborando con comedores
escolares, comunitarios, hogares maternales y centros de jubilados. La Sociedad
de Beneficencia en 1999 integró la Federación Rosarina de Organizaciones No
Gubernamentales (FROG) ya que ahora era una ONG. El 10 de marzo de 2014 los
años dedicados a la comunidad fueron reconocidos: la Municipalidad de Rosario
declaró de interés público (Decreto 41011) reconociéndola como la institución más
antigua al servicio comunitario con los hospitales: Provincial de Rosario y
Hospital Geriátrico Provincial de Rosario. Como dicen sus autor/as: “Este libro
esta volcado a la defensa que hicieron las mujeres para sostener a su Hospital,
espera contribuir no sólo a la historia de esta organización benéfica, sino
también a los estudios generales sobre la ciudad de Rosario… también mantener
vivo el reconocimiento de la labor ejercida por las mujeres en la historia de
nuestra ciudad de Rosario”.
Vilma
E. Bidut
vbidut@yahoo.com.ar
Centro
de Estudios Interdisciplinarios sobre las Mujeres.
Universidad
Nacional de Rosario
En
el marco de los festejos por los 30 años de la carrera de Ciencias de la
Educación de la Universidad Nacional de Rosario, que se cumplieron durante el
año 2015, se llevaron a cabo las Jornadas tituladas “Diálogos, debates y
perspectivas en el Campo de la Educación”. Estas se desarrollaron los días 12 y
13 de mayo de 2016 en la Facultad de Humanidades y Artes de la ciudad de
Rosario. La organización y programación estuvieron a cargo de la Dirección de
la Escuela de Ciencias de la Educación, conjuntamente con la las autoridades de
la Facultad de Humanidades y Artes y la Asociación de Graduados en Ciencias de
la Educación de Rosario (AGCER), además del aporte de los estudiantes de las
distintas agrupaciones que participaron durante todo el desarrollo de los
actos.
Cabe
destacar que el jueves 12, día de la inauguración del evento, se desarrollaba
en el mismo momento en Capital Federal una multitudinaria movilización que, en
defensa de la educación pública, tenía como protagonistas entre otros actores
de la comunidad educativa, a Decanos y Rectores de Universidades Nacionales del
país, entre ellos el Decano de la Facultad de Humanidades y Artes, Prof. José
Goity. Por este motivo, su lugar en el discurso inaugural lo ocupó la
Vicedecana de la Facultad, Prof. Marta Varela, quien hizo hincapié en el rol
preponderante que ocupa la educación en
la sociedad y en la importancia que reviste tener en la Facultad una carrera
“madre” como lo es Ciencias de la Educación. En el mismo sentido, la Prof.
María Verónica Zamudio, Directora de la Escuela agasajada, hizo referencia a la
intención de las Jornadas de poner en discusión y reflexión colectiva las
diversas trayectorias y perspectivas en el campo de las Ciencias de la
Educación, en un momento propicio para generar lazos en defensa de la educación
pública. La incertidumbre que aquejaba a la comunidad educativa en aquellos
días se puso de manifiesto con la lectura, durante la inauguración, del
documento confeccionado por la Comisión Asesora de la Escuela, el cual resalta
la necesidad de reafirmación de los derechos de acceso a la educación.
El
primer panel estuvo a cargo de la Prof. Norma Placci, el Lic. Gustavo Brufman y
el Dr. Estanislao Antelo y tomó como
tema de reflexión “Lecturas, recorridos y sentidos a 30 años de la carrera de
Ciencias de la Educación”. El panel transitó este período desde una mirada
retrospectiva, analizando profundamente el rumbo de la educación, los cambios
en las demandas educativas que hacen emerger nuevos actores y nuevos roles en
este ámbito. Señalaron además la importancia, en la estructura del discurso
pedagógico, de “deconstruir el concepto de crisis del
sistema educativo” teniendo en cuenta una dislocación para pensar las
contradicciones, para crear una nueva hegemonía en la que el conocimiento deje
de ser un commodity. Al respecto, el
Lic. Brufman planteó la idea de elaboración de un curriculum emancipador,
tomando tres puntos de análisis fundamentales: desmercantilización del
conocimiento; pensamiento decolonial y epistemología del Sur, para crear otro
tipo de relación educativa.
El
cierre de la primera jornada estuvo a cargo de la Dra. Adriana Puiggrós, quien
brindó una conferencia bajo el título “Historia de la Educación Argentina. El
rol social y político de los/las educadores/as”. La destacada investigadora
comenzó su alocución diciendo que en los festejos, en los “cumpleaños”, es
importante recordar el pasado para poder reconocer las posibles salidas hacia
el futuro. Expresó que en estos últimos 10 años en nuestro país se produjo la
más grande reforma educativa desde la época de Perón, “… pero el pulpo estaba
vivo y seguía avanzando” dijo Puiggrós refiriéndose al poder de las
corporaciones y el papel que juegan en el sistema educativo. En el mismo
sentido, analizó el proceso que vive la educación superior, en el que se ve con
preocupación un cambio organizativo, que tiene como financiador al mercado en
detrimento de la autonomía de las universidades, avalado por los defensores de la meritocracia que ven
a la Universidad como su propia empresa privada. La Dra. Puiggrós -de reconocida
trayectoria nacional como internacional- reflexionó que aunque hay momentos de
derrumbe siempre existe un hilo conductor que permite seguir en la
continuidad de lo que se ha logrado.
En
la segunda jornada, el programa se estructuró en torno a mesas temáticas. La
denominada “El lugar de los/as Cientistas de la Educación en las instituciones
educativas: compromiso, construcción y complejidades del rol”, coordinada por
las Prof. Mariana Caballero y Mg. Elisa Welti, contó con el aporte de trabajos
entre los que destacaban los temas relacionados con el lugar, funciones y roles
que tienen los Cientistas de la Educación en las instituciones educativas de
los diferentes niveles del sistema educativo y sus distintas modalidades. El
rol docente en los márgenes de las prácticas educativas, posicionamientos, compromisos; escuchar y
conocer las distintas experiencias.
Otra
de las mesas, esta vez coordinada por el Lic. Emilio Abecasis, la Prof. Alicia
Alderete y la Lic. Julia Cerutti, trató el tema
"Implicaciones y aportes en espacios alternativos de trabajo del
Cientistas de la educación”. Las experiencias presentadas en esta mesa pusieron
en relieve, de acuerdo al análisis de los coordinadores, los distintos espacios en los que se
desempeñan los graduados de la carrera incluyendo otros escenarios educativos
no formales y algunos que no son estrictamente escolares.
Asimismo,
el tema “Investigación: soporte, tensiones y desarrollo en la producción de
conocimiento de las Ciencias de la Educación” fue tratado en la mesa coordinada
por las Dras. Ma. Isabel Pozzo y Natalia Forlini. Se expusieron trabajos de
temáticas variadas pero caracterizados todos por abordajes tendientes a
construir conocimiento y a problematizar saberes. Son aportes que necesitan ser
visibilizados para conocer qué problemáticas y temáticas aparecen como sustento
e insumo en el campo de las Ciencias de la Educación.
Las
jornadas incluyeron en su programación la presentación de la Biblioteca de la
Escuela de Ciencias de la Educación “Prof. Carlos Fuentealba”, a cargo de su
coordinadora, la Dra. Paula Caldo y equipo de trabajo, y del Número 11 de la Revista de la Escuela, a cargo de su
Directora, la Mg. Susana Copertari, y del Dr. Adrián Ascolani.
Las Jornadas concluyeron con un homenaje al Dr.
Ovide Menin y a la Prof. Leonor Bella de Paz, fundadores de la carrera de
Ciencias de la Educación ya fallecidos, y un reconocimiento por parte del
Decano de la Facultad de Humanidades y Artes y de la Directora de la Escuela
a las Exdirectoras de la carrera y docentes de mayor antigüedad.
Con
un cierre musical a cargo de la Orquesta Típica del Sur, el tango puso el
broche de oro a estas jornadas para el reencuentro y la reflexión.
Durante
las dos jornadas, el salón de actos de la Facultad de Humanidades Artes se vio
colmado de estudiantes, profesores y distintos actores de la comunidad
educativa dispuestos a escuchar atentamente y a debatir los temas puestos a
consideración en cada tramo de la programación.
Adriana
Ahumada
aabeadri70@gmail.com
Escuela de Ciencias de la Educación.
Universidad Nacional de Rosario.
Noelia
Cortesi
cortesi.noelia@gmail.com
Escuela de Ciencias de la Educación. Universidad
Nacional de Rosario.
María
Isabel Pozzo
pozzo@irice-conicet.gov.ar
Consejo
Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas
/ Escuela de Ciencias de la Educación. Universidad
Nacional de Rosario.