La lucha obrera en el noreste del Chubut. Un ejercicio de periodización 1990 - 1997

 

Gonzalo Pérez Alvarez(*)

 

Introducción

 

Buscamos avanzar en el conocimiento sobre el proceso de luchas sociales, aportando desde el caso del noreste de la provincia del Chubut. La intención es poder relacionar los procesos de luchas con los cambios en la estructura económica, considerando que la estructura de una sociedad esta en constante movimiento y que lo que debemos investigar es el movimiento de la sociedad en su conjunto.

En esta zona se encuentran tres ciudades, Trelew, Madryn y Rawson, que fueron parte central del modelo de polos de desarrollo mediante la promoción industrial a las empresas que se instalaran al sur del paralelo 42.

En estas estructuras se produjeron importantes cambios a partir de la imposición de la hegemonía del capital financiero, que dejo de lado este tipo de planificación estatal propio del capital industrial. El crecimiento del capitalismo en extensión ya había alcanzado sus límites en el país y ahora necesitaba desarrollarse en profundidad.

En general se tiende a pensar que en la zona no hubo resistencias ni luchas de importancia contra este proceso. Si bien es claro que no tuvieron la contundencia de las protestas producidas en otras ciudades del país, la clase obrera de esta región realizó huelgas, marchas, tomas y cortes de ruta para intentar resistir la pauperización de su vida. Por la extensión del trabajo realizaremos una breve narración de los hechos centrales para luego avanzar en algunos resultados.

Como el nombre del trabajo lo indica una tarea que intentamos realizar es la de periodizar el proceso histórico en esta región, observando la articulación o no con el proceso que se daba a nivel nacional. La periodización no es un hecho menor, marca la selección y el tratamiento de los hechos históricos y la concepción que tiene un historiador sobre las causas del movimiento de la sociedad. Es fundamental entender cuales son los puntos de quiebre, los cortes y, dado que es la lucha de clases la que explica fundamentalmente los procesos de cambio social, se deben buscar esos momentos de cambio en el marco del enfrentamiento social.

 

Avanza el enemigo

 

Desde su inicio en 1990 se vive un marco de fuerte conflicto por la deuda salarial que el gobierno de la provincia arrastraba con los empleados estatales.

La promoción industrial se había suspendido y el parque industrial empieza a acelerar su crisis. AOT[1] y SETIA advierten sobre suspensiones y cierre de fábricas. Los sindicatos piden una audiencia al gobernador Perl junto a las entidades empresarias FITA (cámaras empresarias de la rama textil), la UIP y el Consorcio del Parque Industrial. El 90% de las plantas registran una caída vertical de su producción, con despido y suspensión de personal.

La CGT regional decide convocar un paro para el día 2 de marzo exigiendo un “cambio de rumbo a la política económica que tenga en cuenta a la provincia”.[2]

La protesta tuvo una gran manifestación en el centro de Trelew y varios incidentes. El titular de la CGT fue abucheado, y no logró hacer uso de la palabra. Tampoco pudo hacerlo el intendente de la ciudad (del PJ). Hubo roturas de vidrios de supermercados, de hoteles de lujo y algunos destrozos en una fábrica. La cúpula de la CGT se reúne por la noche con el gobernador Perl.

El 21 de marzo se produce una nueva y masiva movilización a Rawson de los estatales, el mismo día en que se produce la primera gran movilización contra el plan económico de Menem a nivel nacional. La división entre trabajadores estatales y privados se expresa en el pedido de la UOCRA de que “se termine con los privilegiados”[3] y no se destine dinero a salarios sino a la construcción de viviendas. A principios de julio, por la falta de pago, declaran el paro ATE, ATECH y Judiciales.

En septiembre, en el marco de la continuidad del paro, se produce una marcha de trabajadores estatales que culmina con incidentes. El 18 se queman cubiertas frente a la Casa de Gobierno y los manifestantes arrojan piedras contra vidrios y puertas. La situación termina de estallar al día siguiente con un incendio en el interior de la gobernación y más de 40 detenidos. Se empieza a hablar de un "chubutazo".

Cosentino, vice gobernador de la provincia, solicita públicamente la renuncia de Perl. Es una clara expresión de la fuerte disputa interburguesa que se estaba desarrollando en el marco del proceso de luchas.[4] Octubre se inicia con otra denuncia de la AOT sobre despidos. Según los dirigentes intentaron generar protestas pero los trabajadores se niegan por el temor a ser despedidos y a no ser reincorporados “cuando pase la crisis”.[5] Si bien esto podía ser una excusa de los dirigentes sindicales aparece como real que aún no había conciencia del carácter estructural de los cambios que se estaban viviendo. El temor en definitiva expresaba la situación de debilidad y aislamiento de la clase, reforzada por la imposibilidad de comprender las características de la transformación social que estaban sufriendo.

En Trelew más de 2 mil personas cortan la ruta N°3 el 11 de octubre, después de haber ocupado las instalaciones de ENTEL. Al día siguiente 8 mil personas se movilizan a Rawson. Parte de los manifestantes exigen medidas más fuertes contra el gobierno. Se proponen fuertes medidas como cortes de ruta, corte del gasoducto o frenar los embarques de petróleo. Se precipita la resolución de la crisis desde la institucionalidad burguesa con la renuncia de Perl y el relevo por parte del vicegobernador, quién es apoyado por el gobierno nacional.

La CGT propone una tregua ante el nuevo gobierno mientras Cosentino anuncia que se descontarán los días no trabajados a los estatales. La Multisectorial convoca una marcha para el 15 de noviembre, en el marco de la jornada nacional llamada por la CGT Azopardo.

La movilización es muy escasa si tenemos en cuenta el marco que se vivía en la provincia y la falta de soluciones de fondo a los problemas. Son menos de 500 personas con escasas adhesiones sociales. Podemos decir que aquí se marca el cierre del proceso que se denomina popularmente como "chubutazo", hecho que marca el cierre definitivo de la fase de dominio del capital industrial en la región. Es la última batalla que dan algunos sectores de trabajadores (en especial estatales) y de la pequeña burguesía por mantener la mejor situación que el modelo de “polos de desarrollo” les garantizaba.

En 1991 continúa la ofensiva del “nuevo” gobierno que impulsa decididamente el proyecto neoliberal. Se anuncia la disponibilidad de la administración pública para cesantear al personal “excedente” (en especial de la educación). El congreso de ATECH decide no ir a la huelga, según sus dirigentes debido al miedo que se había logrado imponer en los docentes.

En marzo la AOT anuncia la adhesión al paro nacional textil en reclamo de aumento salarial. Nada se dice de los despidos, solo se pide aumento para los que aún trabajan. La huelga apenas se expresa con paros de 30 minutos cada dos horas y el otro sindicato textil, SETIA, ni siquiera adhirió a esa medida. Los sindicatos actuaban divididos y como si el antiguo marco social siguiera en curso: casi no se enfrentaban a los despidos pero seguían reclamando mejores salarios. Expresaban así su nivel de conciencia sólo como vendedores de fuerza de trabajo y su incapacidad para articular sus intereses como grupo social y defenderse como expropiados de sus condiciones materiales de existencia.

A mediados de año se lanza la campaña para las elecciones de septiembre. Esto quita fuerza al proceso de lucha, que ya venía en caída desde el cierre del “chubutazo”. La disputa por los salarios se desplaza de las calles hacia el terreno de la institucionalidad burguesa.

En ese marco la conducción de AOT afirma que los textiles "están bien" y que "la cosa no es tan grave como la pintan".[6] Salían a tratar de frenar el descontento tras un par de semanas en que había aparecido en primera plana la crisis fabril.

Las elecciones culminan con la victoria del candidato radical, Carlos Maestro. Esto constituye en apariencia un duro revés para Menem, ya que es la primera provincia que el PJ pierde tras su asunción. A los pocos días la UCR prorroga la ley de emergencia económica, la misma ley a la cual habían calificado de "totalitaria" cuando fue votada por el PJ. Los gestos iniciales muestran que Maestro rápidamente se encolumna en el proyecto económico-político que impulsa Menem.

En enero del 92’ la UOM lanza un paro nacional por aumento salarial con la adhesión de Madryn y Trelew. Nada se dice en este paro de los despidos de Hipasam y Somisa. La AOT realiza varias reuniones con Maestro, solicitando una mesa de concertación por la crisis textil.

Durante este año son continuos los conflictos en la pesca en Rawson y Madryn: quiebras de varias empresas, despido de trabajadores, formación de cooperativas "truchas" para precarizar aún más las condiciones de los obreros, etc. Hay varios paros, pero especialmente por el atraso en los sueldos. El personal contratado casi en ningún caso adhiere a las medidas, según los testimonios por el temor a ser despedidos. Hay una movilización en Rawson por la situación de crisis de la actividad pesquera. Es muy pequeña (unos 100 manifestantes), según el dirigente de SOIPRA "hoy por hoy los trabajadores están descreídos, desmovilizados...".[7]

En mayo, ante otra ola de despidos, por primera vez la AOT declara que le preocupa que los nuevos desocupados "difícilmente puedan conseguir ahora otro empleo".[8] La desocupación se empezaba a sentir como algo que había llegado para quedarse. Poco a poco se comienza a expresar una mayor conciencia de que se está ante una nueva situación estructural que no se modificaría en poco tiempo. Se empieza a hacer común la expresión: "vamos a terminar como Sierra Grande", en el sentido del proceso de emigración masiva que había sufrido esa ciudad tras el cierre de HIPASAM.[9]

En los meses finales de 1992 solo se habla de crisis, cierres de empresas, caída de la producción, despidos, éxodo, etc, etc. Se suceden las reuniones de funcionarios provinciales, sindicatos y cámaras empresarias para "buscar soluciones concertadas", en especial al tema pesquero y textil. Los resultados de estos espacios nunca superan las declaraciones en la prensa sobre la preocupación de todos los sectores ante la crisis. Mientras tanto los trabajadores empiezan a vivir la angustia de la desocupación estructural, del no poder llevar el pan a sus casas. Es significativo ver como iban quedando despedidos de las pesqueras o textiles muchas personas cuyos rostros y nombres luego veremos repetidos entre las organizaciones de desocupados que para mediados de la década empiezan a surgir en la región.

El 4 de septiembre se produce en Trelew un nuevo corte de ruta, ahora por los obreros textiles. Son unos 200, casi todos despedidos, que frenan el tránsito durante dos horas quemando cubiertas. Hay enfrentamientos con los automovilistas y están presentes en el hecho dirigentes de AOT, Setia y concejales de Trelew. La dirigencia exige que el corte se levante rápidamente.

La CGT convoca la primera huelga general contra el gobierno de Menem, para el 9 de noviembre. Los dirigentes de la CGT regional hacen un llamado a las entidades empresarias de la región para que se sumen al paro. La huelga tiene un fuerte impacto en los sectores privados, mientras que los estatales adhirieron en menor medida. Hay críticas a la flexibilización laboral, a la represión contra los jubilados y al constante cierre de industrias. En la zona empezaba una mayor crítica desde abajo y a nivel nacional la clase obrera empezaba a resistir más fuertemente el ataque. El hecho de mayor peso en la región es el corte de ruta promovido por la AOT sobre la ruta provincial N° 25. Este corte se transforma de hecho en el centro de la medida.

Los obreros despedidos de Polysur toman la planta en enero de 1993. La debilidad de la clase se muestra nuevamente: son 21 los trabajadores despedidos que deben enfrentarse con los que volverían a trabajar en la planta al culminar la suspensión de un mes. Los suspendidos que son "aceptados" para continuar nada reclaman y los despedidos sólo piden que se les pague la indemnización según la ley.

Tras varios meses de profundo aislamiento de las luchas, se genera un marco de unidad de los sindicatos estatales. En abril del 93’ se convoca una marcha hacia Rawson, repudiando la política salarial del gobierno y exigiendo el pago en término. Se solicita el apoyo de los gremios privados, pero ninguno se pronuncia sobre la medida. En las reivindicaciones planteadas no figuraba ninguna que tuviera relación directa con las necesidades de estos sectores. La debilidad de la clase en esta fase se muestra claramente en este quiebre permanente entre su propio activo.

Los dueños de Polysur reclaman un préstamo de alrededor de 4 millones para pagar los sueldos y comprar materias primas. Los obreros apoyan el pedido de los patrones, solicitando a la AOT que exija ese préstamo a la brevedad y sin poder expresar una salida alternativa al conflicto.

Trabajadores de Conarpesa reclaman el pago de la deuda que la empresa tiene con sus 700 empleados. Ante la falta de respuestas, el 9 de agosto deciden tomar la planta. Tras 15 días de permanencia, y en una dura lucha interna con la conducción de su sindicato (Stia), logran que la empresa pague lo adeudado.

En septiembre se produce un paro docente a nivel nacional al que adhieren Atech y la UDA en Chubut. Se coincide en señalar que es el primer paro estatal con importante repercusión en la provincia desde los hechos del chubutazo.

La UICh le reclama al gobernador que la provincia firme el Pacto Fiscal propuesto por la Nación. El mismo día la UOCRA inicia un paro reclamando el pago de un ajuste salarial aprobado por ley. Las empresas van acordando hasta lograr el pago total.

Se empieza a hacer más común que ante nuevos despidos y suspensiones en el parque textil los delegados de fábricas denuncien el papel cómplice o pasivo de la AOT. Los trabajadores ya venían dando muestras de que muchos de ellos buscaban otra estrategia para resistir al proceso intentando superar la situación de debilidad, pero sus dirigentes no parecían dispuestos a asumir esos niveles de confrontación.

Los trabajadores de Conarpesa vuelven a tomar la planta ante la falta de cumplimiento de los acuerdos. La toma se mantiene durante todo el mes siguiente, en un marco complejo por no contar con el apoyo de otro grupo que sí esta trabajando bajo la forma de una "cooperativa", forma en que se encubre la precarización laboral para aumentar las ganancias empresarias.

Octubre se inicia con nuevos despidos en el parque textil de Trelew. Son alrededor de 50, que recaen en los operarios de mayor edad. Se empieza a hacer patente el avance de los empresarios buscando una mayor explotación de su mano de obra ocupada.

El conflicto en Conarpesa toma características de mayor confrontación con la movilización de unos 400 obreros y enfrentamientos entre los trabajadores en conflicto y los de la cooperativa. Se ocupa otra planta, “Marejada”, que según los trabajadores pertenece a la misma firma.

En noviembre la UOM realiza una "batucada de protesta" contra el ajuste presentado por ALUAR, que incluye la rebaja de sueldos desde enero. Según la empresa su propuesta es la única posibilidad de resolución sin que haya despidos. Se movilizan unos 500 trabajadores, con una importante repercusión social. Maestro y el dirigente de la UOM local plantean una posición que corre el eje hacia la supuesta disputa Buenos Aires-Patagonia, al concentrar los reclamos en el pedido de políticas diferenciales que achiquen las diferencias de costos. Aluar reclama la firma del Pacto Fiscal y dice que ha perdido 8 millones en el último ejercicio. La dirigencia de la UOM frena las protestas, según ellos se debía esperar el trámite legal en la Subsecretaria de Trabajo.

El 10 de diciembre comienzan a tomar más fuerza los reclamos en La Rioja y Santiago del Estero. Es el preámbulo del histórico motín del 16, con el repudio popular contra las sedes de los tres poderes del estado: la casa de gobierno, la legislatura y la sede del poder judicial. Es calificado por la prensa como un "estallido social contra el ajuste".[10] La policía tiene que retirarse del combate contra la masa popular y el gobernador deja la ciudad en una autobomba. Mientras esto sucedía en Santiago, La Rioja vive un clima de conflicto similar.

El año se cierra con la firma del Pacto Fiscal por parte de Chubut. El gobierno pronostica una gran recuperación del parque industrial de Trelew y de la economía de la región. La UIP, la UICh y la FECH aplauden el hecho, anunciando que es un paso decisivo para el sector productivo.

 

Superando el miedo va creciendo la resistencia

 

Tras el santiagazo la resistencia contra el proyecto del capital financiero empieza a ser mayor.[11] Al comenzar 1994 la UOM informa que resolvió rechazar el descuento salarial. Ante eso Aluar anuncia el despido de 41 obreros y más de 500 personas marchan desde la fábrica hasta la plaza de Madryn. La medida tuvo repercusión nacional. Hay críticas de los trabajadores a la CGT nacional, en especial a Lorenzo Miguel, quién había salido en TV jugando al golf con Menem. El mismo Menem se pronuncia sobre el tema afirmando que es un conflicto privado por lo cual el gobierno no se involucraría. El gobernador de Santa Cruz, Néstor Kirchner exige a los empresarios que haya solidaridad y que, si bien acuerda con bajar el “costo argentino”, ello debería darse sin despidos ni descuentos salariales.

Son importantes las declaraciones de los dirigentes sindicales, quienes desde un inicio dan por hecho el despido de los trabajadores, afirmando que "defenderemos la dignidad de un salario intacto pese al costo alto de los despidos"[12]. También es significativo que uno de los despedidos era un ex dirigente sindical muy crítico a la conducción quién afirma en declaraciones que "el gremio no hizo absolutamente nada", y que "Aluar no esta en crisis, esta diseñada para elaborar 140000 toneladas anuales y actualmente esta sacando 180000”[13].

Tras varias marchas y paros, a fines de enero se producen nuevos despidos en Aluar. Finalmente son 32 más los que se quedan sin trabajo (se hablaba de alrededor de 150, pero la empresa había arreglado retiros "voluntarios"). Para la UOM es el final del ajuste, reivindicando que lograron frenar el plan de rebaja salarial.

En marzo se presenta la primera agrupación de desocupados en Madryn, denominada MTD de Puerto Madryn. La comisión esta integrada por ex obreros de los sectores pesqueros, textil, metalúrgico y portuario, un real muestrario de la decadencia económica de Madryn. Según una encuesta la desocupación en la ciudad supera el 30% y se habla de un "paro estructural".

La UICh denuncia en junio la situación de "crisis general" de la industria patagónica. Aseguran que "la continuidad del plan económico conspira seriamente contra la Patagonia sur"[14]. Son los mismos empresarios que pocos meses atrás aplaudían la firma del pacto fiscal.

Desde Chubut parten unas 300 personas a la marcha federal contra el plan económico, representando especialmente a sindicatos estatales, estudiantes y el Frepaso. El Frente Estatal convoca a un paro en la provincia para ese 6 de Julio, cuando se realiza la mayor protesta nacional contra el gobierno de Menem hasta ese momento.

A los pocos días se admite oficialmente que la desocupación seguía sin bajar en el país y se anuncia un programa de planes para desocupados. Es una respuesta a la marcha federal y a la escalada de luchas que podía preverse; se trata, en definitiva, de una conquista de la movilización popular que a través de las luchas en todo el país iba desarrollando su experiencia para poder enfrentarse de mejor manera al proyecto del capital financiero.

Se realiza en Trelew una asamblea de desocupados en un teatro de la ciudad. En la misma se intenta "buscar alternativas para generar empleos", con la presencia de funcionarios y dirigentes gremiales. Se reclama la continuidad de los Programas Intensivos de Trabajo (PIT) y la creación de fuentes de trabajo, cosa que se lograría a través del consenso y el diálogo. Un grupo plantea que no se debe permitir la presencia de los funcionarios ya que son los que llevan adelante este proyecto político. Esta posición es minoritaria, la mayoría solo es consciente del problema de la desocupación al nivel individual, como un problema a solucionar mediante la capacitación o la generación de "buenas ideas", y no como una problemática social que sólo podía solucionarse de forma colectiva.

Los trabajadores del PIT de Madryn muestran algo de esa otra interpretación y el 20 de julio se movilizan al municipio y realizan una olla popular en la plaza. Son apoyados por ATE y recibidos por el intendente, pero no consiguen respuestas. Deciden realizar un campamento en la plaza central.

Por el paro nacional del 2 de agosto, se convoca a una concentración en la Ruta 3 y un acto en la plaza de Trelew. Además del CTA y el MTA adhieren el Frente Grande, la Democracia Cristiana, las comisiones de desocupados, la FUP y la mayoría de los centros de estudiantes universitarios. El paro tuvo gran repercusión, realizándose un corte de ruta por una hora y luego un acto y marcha en el centro de la ciudad.

En septiembre ya se ingresa plenamente en el ambiente pre electoral. Maestro comienza su campaña para la reelección. Gran parte de las luchas se desplazan a este marco de disputa. La lucha hacia el interior del peronismo ocupa a la mayoría de los cuadros sindicales. También en la UCR hay internas por la postura de Maestro de no apoyar al candidato presidencial de la UCR, lo cual era indirectamente un apoyo a Menem.

Luego de varias marchas y cortes de calle en enero del 95’, los "ex Procopa" (otro tipo de plan informal de empleo) logran un acuerdo con el gobierno por el cual mantenían el plan con un adicional de $50 para los que tuvieran hasta dos hijos y de $100 para los de tres y más. Fue una pequeña victoria para esta transitoria forma de organización de un sector de los desocupados.

Obreros de la vial Berkoff, acompañados por la UOCRA, cortaron la ruta nacional N° 3 con quema de cubiertas hasta conseguir el compromiso de que se pagaría lo adeudado. Esta aparente victoria se transforma tras unos días en una derrota. A mediados de febrero se informa que todo el personal queda en la calle ya que se suspenden las obras.

Luego de que en los últimos meses la dirigencia de SETIA y AOT destacaban la recuperación del parque y la solución de los conflictos, la AOT debe salir en abril a denunciar nuevas suspensiones y despidos que ya involucran a 300 obreros. Casi todas las fábricas avanzan con suspensiones, descuentos y quita de derechos laborales. Según el sindicato los empresarios especulan presionando con posibles cierres para obtener préstamos del gobierno.

El 10 de abril hay una serie de conflictos en varias provincias del país. En Chaco, Tierra del Fuego, Jujuy, La Rioja, Córdoba, Río Negro, Santiago del Estero y Entre Ríos, se producen movilizaciones, paros, toma de fábricas y ollas populares por diversas demandas, todas atravesadas por los cambios estructurales que generaba la hegemonía del capital financiero. Se expresaba el crecimiento de la resistencia popular al proyecto hegemónico.

La concentración de la economía seguía su curso con la adjudicación por parte de Aluar del complejo hidroeléctrico Futaleufú. Esta represa fue construida de hecho para alimentar a esa planta y ahora Aluar tomaba dominio directo sobre ella. Los grandes capitales iban tomando posesión directa de los recursos que antes usufructuaban de modo indirecto.

En Ushuaia se produce un duro choque entre trabajadores y fuerzas represivas, dejando el primer asesinado en una manifestación desde la vuelta al régimen constitucional. La CTA, el MTA y la UOM convocan a un paro nacional en repudio a la represión. En Trelew y Madryn adhieren varios gremios.

A los pocos días en Trelew se produce un hecho significativo en torno a la conciencia de los trabajadores y las prácticas de la patronal contra sus organizaciones. La textil Windsor acepta reincorporar a 19 obreros que había suspendido en marzo tras una huelga. Pero exige a cambio la renuncia de dos delegados de la AOT. Los obreros apoyan esto ya que "son 19 familias contra dos" y porque "los delegados nunca nos asesoraron bien".[15] La AOT acepta el acuerdo, lamentando el hecho, al cual califica como una derrota de los trabajadores. Días después trabajadores textiles reparten panfletos que acusan a la conducción de la AOT de haber “arreglado” estos despidos.

En Ushuaia los trabajadores de Noblex realizan una huelga de más de 15 días, oponiéndose al acuerdo de la empresa y la UOM de que se volviera a trabajar a cambio de la expulsión de un delegado. Es una situación parecida a la de Windsor, la diferencia la plantea la distinta postura de los trabajadores.

Se realizan las elecciones de 1995 y en Chubut Maestro logra su reelección al igual que Menem a nivel nacional. Es masivo el corte de boletas en la provincia, que muestra la inocultable alianza Menem-Maestro.

Un plenario sindical local decide adherir al paro nacional convocado para el día 6 de septiembre. ATE decide "realizar" el paro asistiendo a los lugares de trabajo. Es un reconocimiento de la debilidad ante la escasa movilización de los estatales. La Comisión de Lucha contra la Desocupación realiza una asamblea en la AOT y convoca una movilización para el 8. Es llamativo que no se discuta la participación en la jornada del 6 y que ninguno de los sindicatos articule con esta comisión que era un grupo que se reunía en un local de la CGT.

La CICECH solicita a sus afiliados que no descuenten el día a los trabajadores que adhieran al paro. La FUP convoca a una toma de la Universidad en adhesión a la medida. Durante el paro no se realiza ninguna medida en las calles. Los gremios de la zona admiten que la adhesión fue escasa.

Ese mes la AOT realiza un plenario de delegados para analizar la situación del parque. Concluyen que hay serios problemas pero que no se puede realizar una medida única porque "los comportamientos de cada fábrica ante la crisis varían mucho".[16] Para el sindicato hay quienes se comprometen con la región y quienes no y promover medidas colectivas sería una injusticia. Es claro en el informe por fábrica que se plantea como una estrategia de la patronal la búsqueda de una mayor explotación de la fuerza de trabajo. La coyuntura favorable para algunas fábricas permite la incorporación de nuevo personal que ya entra bajo modalidades precarizadas. Además se impulsa el reemplazo de viejo personal por nuevo, en especial para las horas extras y los trabajos mejor remunerados.

Aluar informa que durante este año consiguió una ganancia superior a los 100 millones de dólares, exportando el 70% de su producción y que ampliará en un 40% su capacidad de producción. Atrás quedó el déficit de principios de los 90’, recomponiendo la rentabilidad con la reducción del 30% de personal y el aumento de la productividad. Fueron 400 los empleados que se quedaron sin trabajo durante 1994, entre despidos y retiros voluntarios. Pocos días después del anuncio se produce una explosión que causa heridas a seis obreros, todos de empresas contratistas pero que estaban trabajando en uno de los hornos. Son resultados del aumento en la explotación del trabajo y de las menores condiciones de seguridad.

Un conflicto en la empresa de transportes Don Otto sale a la luz en diciembre al no cumplirse el acuerdo al que se había llegado. Se realiza una huelga con piquete frente a la entrada, y el paro se extiende al personal en Bahía Blanca, Esquel y Comodoro. En su cuarto día ya han instalado en la calle varias carpas, una olla popular, sillas, mesas y hasta un árbol de navidad. Gestos que demostraban una voluntad de lucha que no se encuentra en general al inicio del período.

El 26 de diciembre, manteniendo la práctica de Maestro de imponer las medidas más duras en esta época del año, se vota un nuevo ajuste. Los estatales son reprimidos y desalojados de la legislatura. El nuevo año comienza con una demostración clara de la unidad de criterios en torno al proyecto político general que existía entre los distintos cuadros del sistema. Das Neves critica al gobierno de Maestro porque "el ajuste en Chubut debió realizarse hace tres años"[17]. A mediados de enero finaliza la huelga de Don Otto, consiguiendo el pago de lo que se les adeuda y manteniendo sus puestos. La empresa había logrado un crédito de 72 mil pesos del gobierno provincial y se habría negociado con la UTA el retiro “voluntario” de uno de los delegados.[18]

Supersil continúa con su crisis y reclama un préstamo al gobierno provincial. Los trabajadores avalan este pedido que aparece como la única posibilidad de que se mantenga su fuente de trabajo. En marzo suspenden a 70 obreros por dos semanas y ratifican que de no recibir el crédito no podrán reactivar la fábrica.

A los tres días SETIA y AOT anuncian la ocupación de la fábrica para preservar las fuentes de trabajo. El temor de los trabajadores era a que los empresarios se lleven las máquinas, algo que ya había ocurrido en suspensiones anteriores en otras fábricas. Un grupo se moviliza hasta el Municipio reclamando el crédito para la empresa. Para fin de mes los obreros deciden cortar la ruta provincial 25 para interceptar el paso del gobernador cuando debía asistir a una exposición agropecuaria. Ni Setia ni AOT ni los trabajadores, en todos los días de duración del conflicto, son capaces de expresar alguna posibilidad de resolución que no sea apoyar el pedido de los empresarios, mientras la patronal no aseguraba siquiera el pago de lo ya trabajado.

Las entidades representantes de la patronal empresaria (Consorcio del parque industrial), de la burguesía y pequeña burguesía acomodada de la zona (CICECH) y de los sindicatos textiles (SETIA y AOT) firman el 26 de abril un plan de acción común para reclamar la extensión y ampliación de la promoción industrial. Se firma una tregua social por 90 días.

El conflicto de Supersil culmina en una derrota para los obreros, decidiendo levantar la toma el 8 de mayo ante el acuerdo de la AOT con el municipio de Trelew de que este controlaría que no se lleven las máquinas. El único camino que deja la estructura sindical es el judicial, planteando que la continuidad del reclamo pasaría por la presentación de recursos contra la empresa. Así funcionaban las "treguas sociales" firmadas por los sindicatos y la patronal.

Se plantea desde el gobierno el proyecto de instalación del polo textil lanero en Trelew como forma de reconvertir el polo textil sintético. El gobierno y las entidades empresarias afirman que este proyecto, si se consiguen subsidios y fuentes de financiamiento, es viable para garantizar el desarrollo de la ciudad. O sea se sigue pensando en la lógica de la promoción que ya había mostrado sus límites para pensar un desarrollo viable a largo plazo de la región, un desarrollo que rompiera la estructura de enclave.

Los sucesos en Cutral Có y Plaza Huincul marcan un nuevo quiebre en el proceso nacional. Estos hechos superaron al corte de ruta y se transformaron en una toma de posición con barricada que culminó en la ocupación de las ciudades por parte de las masas durante el proceso de lucha (Klachko, 2006). La articulación de este proceso con la continuidad de huelgas y cortes en 1996 y 1997 hace frenar el avance del proyecto global del capital financiero. Varias medidas del proyecto original quedarían sin poder llevarse adelante, esas a las que los neoliberales denominan “las tareas pendientes”.

Los sindicatos anuncian la adhesión a la huelga general llamada por la CGT para el 8 de agosto. La movilización convocada en Trelew fue masiva, con más de dos mil trabajadores. El parque industrial directamente no abrió sus puertas, así como casi todos los comercios de la ciudad. En Madryn el paro no fue tan fuerte, aunque sí se concreto en forma total en los sectores más concentrados de la producción, como Aluar, las pesqueras, la construcción y las textiles. A nivel nacional el paro tiene un alto acatamiento.

Maestro muestra su reposicionamiento con respecto al proyecto menemista. Afirma que "Menem deberá hacer cambios porque no se puede gobernar con un pueblo en contra"[19]. Es una muestra clara de la contundencia de la huelga general. En ese marco el gobierno firma un nuevo "pacto social" con los sindicatos textiles. El pacto sólo dura dos días ya que el 12 Arcoplus (ex Modecraft) suspende a 110 trabajadores. La estrategia de conciliación con el gobierno y los empresarios se seguía mostrando como un camino seguro hacia la derrota de los obreros. No hay denuncias de la ruptura del pacto y los suspendidos firman un acuerdo aceptando la suspensión con la promesa de ser reincorporados en septiembre. El acuerdo es apoyado por los sindicatos. Dos días después AOT firma un convenio con Britalco aceptando la suspensión de su personal dos días por semana, lo que significa una rebaja salarial del 20%.

Las últimas resoluciones de la conducción de la AOT aceptando suspensiones sin protestas, provoca una crisis en el sindicato. Se exige la renuncia del secretario general Miguel Llouful. El 21 de septiembre se suspende a los trabajadores de Mulco Sur (tintorería industrial de la ciudad de Rawson). Ahora los sindicatos, respetando la decisión de la asamblea, deciden rechazar la medida de la empresa.

Es muy importante la movilización producida en Trelew por la huelga nacional del 26 y 27, con más de 4 mil trabajadores. El acto es la movilización más importante en la zona desde el chubutazo. En Madryn se decide el corte de ruta de acceso al parque pesquero por parte de los trabajadores del STIA. Coincide así la importancia que toma el hecho en la región con su peso a nivel nacional, donde la protesta es masiva, con más de 100 mil personas en Plaza de Mayo. Está toda la oposición política a Menem y sectores sindicales que históricamente eran su apoyo y que ahora salían a confrontar. Esta huelga aparece como la más importante contra Menem, expresando el mayor grado de unidad de los cuadros sindicales y del pueblo en general. Aquí definitivamente el proyecto del capital financiero debe frenar su avance ante la profundización de la lucha social. El gobierno de Menem entra en crisis y la burguesía comienza a buscar qué cuadros pueden llevar adelante las medidas que Menem ya no logra impulsar.

En octubre se declara la quiebra de Mulco Sur. Los obreros se enteran al mantener una guardia en la puerta de la fábrica e interceptar a unos camiones que intentaban llevarse telas ya procesadas. Se realiza una asamblea en la cual deciden la toma de la fábrica, "a partir de ahora nosotros estamos a cargo de todo, tenemos la llave y tenemos el control de todo"[20] dice el delegado de la planta. Esta fábrica era la textil más importante de Rawson que se comenzó a construir en 1972 y empezó a producir en 1975. En los últimos años del 80’ fue perdiendo clientes del parque industrial de Trelew, cayendo su producción. Solicitó un préstamo de 600 mil pesos en 1995 que le fue otorgado por el gobierno provincial. Pese a esto igual pidió la quiebra un año después, siendo otro caso de las estafas del empresariado con la complicidad del personal político.

Los obreros afirmaban que estaban asombrados y desesperados. Una de ellas dice "se nos heló la sangre cuando nos enteramos de esto"[21]. Muchos hombres lloran, afirmando que ya nunca podrían trabajar. El delegado dice que si el gobierno les da un préstamo como el que le otorgó a los empresarios la fábrica se puede autogestionar. Es llamativa la diferencia en las reacciones y en la voluntad para expresar posibles salidas ante el cierre, actitud muy distinta a la pasividad con la que se solían tomar los primeros cierres de fábricas en el parque de Trelew. Ya estaba claro que la nueva situación de desocupado no sería algo transitorio o de corta duración sino parte de un continuo proceso de pauperización del cual sería muy difícil poder salir.

 

Los cortes de rutas abren nuevos caminos

 

Al comenzar 1997 las trabajadoras contratadas temporalmente por Confecciones Patagónicas, que no están bajo convenio, reclaman el pago de la deuda que mantiene la patronal. Este grupo empresarial es el mismo que dirigía Matepa, donde se ratifican 21 despidos definitivos.

Los obreros de Matepa y Confecciones se movilizan a Rawson. La noticia es la aparente venta de Matepa a una firma uruguaya, violando todas las condiciones de la promoción y dejando impagas deudas con los trabajadores y la provincia. No hay respuestas claras para los trabajadores sobre su continuidad laboral.

Un informe supuestamente reservado del gobierno provincial, realizado a fines del 96’ y que se publica en febrero de 1997, muestra la caída en picada de las fábricas textiles. Los datos más impresionantes se presentan en Trelew, donde de las 46 fábricas que se instalaron hacia mediados de los 70’ hoy solo quedaban 21, pero aún peor era que de 5400 trabajadores en ese momento ahora solo sumaban 1764. El cuadro por ciudades es el siguiente:

 

Localidad

Plantas Iniciales

Cerradas

Personal ocupado

a fines de 1996

Trelew

46

25

1764

Puerto Madryn

4

3

80

Dolavon

1

--

30

Gaiman

2

1

20

Comod. Rivadavia

8

6

750

Rawson

1

1

0

Esquel

1

0

240

Totales

63

36

2644

 

Cuadro N°1: resumen de fábricas cerradas y personal ocupado a fines de 1996 por localidad. Fuente: publicación del informe en Diario Jornada, 16/2/1997, pág. 6 y 7.[22]

 

Por su parte la Sociedad Rural denuncia el proceso de despoblamiento rural. Según sus datos unas 10 mil personas abandonaron las explotaciones y se trasladaron a los barrios pobres de las grandes ciudades. Reclaman auxilio del estado para su producción, exigiendo que las promociones dejen de ser solo industriales. Hay una caída de las cabezas ovinas de 6.400.000 en 1977 a 5.200.000 en 1988 y solo 3.200.000 en 1996. Es un agudo proceso de descapitalización del campo chubutense ante el cual no aparecen demasiadas alternativas.

En febrero el reclamo de las trabajadoras de Confecciones Patagónicas tomaba mayor fuerza con la toma de la planta de Matepa. Al otro día se retira de la toma el personal de Setia y hasta tienen un altercado con uno de los delegados que pretendía entrar a trabajar. Para el 20 los obreros despedidos de Matepa toman la sede de la AOT, desalojan al delegado normalizador, Sergio Cardoso, y reinstalan al anterior secretario general. Estos trabajadores se desempeñaban en la planta ahora tomada y acusan a Cardoso de haber generado la toma que les habría impedido cobrar las indemnizaciones acordadas.

Delegados de la AOT de varias plantas del parque apoyan a los obreros que toman la AOT, exigiendo la renuncia de Cardoso y reafirmando que el gremio solo debe "bregar pura y exclusivamente por sus representados legalmente"[23]. Se impugna así que el sindicato haya apoyado a esas trabajadoras que no eran parte "legal" del mismo por no estar bajo convenio. La toma de las trabajadoras de Confecciones queda aislada socialmente (sólo se realiza el 1º de mayo un acto de la FUP y ATE en solidaridad con ellas). A fines de mayo son desalojadas las pocas obreras que aún ocupaban la planta. No se expresa solidaridad con las trabajadoras ni repudios al desalojo de casi ningún sector.

La crisis pesquera se agrava en marzo con la quita de permisos de pesca por parte de la nación. Se producen varias movilizaciones de pesqueros en Rawson, exigiendo frente al Ministerio de la Producción respuestas al cumplirse varios días sin poder trabajar.

En Neuquén las fuerzas represivas atacan en abril a los manifestantes que, por segunda vez, inscriben un hito fundamental de la lucha popular en los 90’: los cortes de rutas que se transforman en ocupación de ciudades. La gendarmería y la policía provincial reprimen con armas de fuego y es asesinada Teresa Rodríguez, que se transforma en la segunda muerte en una manifestación en democracia (aunque en verdad no era una persona que estuviera participando del corte sino que pasaba por la zona al dirigirse a su trabajo).

Allí comienza la negociación que culmina con la entrega de puestos de trabajo temporal y varias medidas de promoción. Es nuevamente un hecho de gran importancia ya que se logra quebrar el brazo al gobierno nacional, obligándolo a generar respuestas (planes sociales y demás recursos asistenciales) que se le arrancaron a un modelo que no tenía pensado presentar alternativas para estos sectores, directamente condenados al olvido y a la desocupación estructural.

Por el asesinato de Teresa Rodríguez fue convocada a nivel regional por casi la totalidad de los sindicatos una movilización a la Plaza Independencia de Trelew. La marcha es importante, con casi dos mil personas y una alta adhesión al paro entre los docentes y más bajo en otros sectores estatales. También a nivel nacional se producen movilizaciones y es muy fuerte la huelga docente. La CGT debe reaccionar ante la contundencia de la huelga y decide una tibia medida: llaman a una hora de paro por turno.

En mayo se producen varios cortes de la ruta 34 en Salta y Jujuy. Las luchas iban generando experiencias al pueblo sobre como organizarse y como avanzar. Y eso impactaba también aquí. En junio se forma un espacio amplio de habitantes de los barrios pobres de Trelew, denominado "Red de Vecinos Solidarios". Allí conviven por pocos días militantes del PJ, de izquierda, miembros de diversos grupos de desocupados, asociaciones vecinales, etc. El 7 convocan a una movilización de más de 700 personas con un acto para exigir "pan y trabajo" donde asisten los concejales del PJ. Hay críticas a la UCR y se dividen dos posturas entre los desocupados: los que pretenden encarar el reclamo por vías institucionales realizando un proyecto de ley que es entregado a los concejales y otro grupo que plantea tomar medidas de lucha más contundentes.

Este grupo se retira del acto denunciando su carácter "político" ("nos mintieron, lo único que faltó fue que nos hagan cantar la marchita"[24]) y al otro día cortan la ruta nacional N°3. Esto marca un cambio importante en la dinámica social de la zona, ya que por primera vez en Chubut un grupo de desocupados decide cortar una ruta pero ya con la decisión de tomar la posición y defenderla, aún ante el avance de las fuerzas represivas. Es un corte de ruta distinto a los anteriores ya que aquí el corte no es una forma transitoria de expresar una demanda sino que la posición de mantenerse cortando la ruta, impidiendo la circulación de mercancías, se instituye como la medida que podría garantizar la demanda de trabajo. Ya no es un medio de expresar la protesta, de "hacerla visible", sino una forma de intentar ganar la demanda, obligando a tener en cuenta las necesidades de este sector desplazado de la actividad productiva por las transformaciones económicas.

El hecho se inscribe como parte del proceso nacional de acumulación, surge de la experiencia que iba realizando la clase a través de la lucha que los trabajadores desocupados desarrollaban a lo largo del país. Tienen importantes roles antiguos delegados textiles y de plantas pesqueras. La experiencia de esos trabajadores que habían sido despedidos se ponía en función de organizar a los sectores de la clase desplazados de la relación asalariada y se perdía para los que seguían ocupados en las fábricas.

El gobernador y sus ministros Lorenzo y Lizurume, acuden al corte y comienzan a encuestar a los participantes prometiendo la creación de puestos de trabajo. Las negociaciones se hacen en forma individual, ya que no hay organización que dirija el conflicto. Algunos de los manifestantes consiguieron trabajo pero el destino de las encuestas fue dar información para iniciar una causa contra 12 piqueteros. Se realiza una fuerte campaña para desacreditar el reclamo, creando distintas versiones (así se suceden la supuesta presencia de militantes del MTP, de Quebracho, un negociado con empresas privadas para conseguir terrenos, una conspiración de dirigentes sindicales y hasta maniobras de los servicios de inteligencia chilenos a través de “infiltrados” de esa nacionalidad). El 9 se anuncia el levantamiento del corte de ruta por 72 horas, amenazando con volver a cortar si no se cumplía con los puestos prometidos.

La Red de Vecinos Solidarios repudia esta medida y, sosteniendo su estrategia de presentar un petitorio al intendente, se movilizan el 10 al municipio.

Se conforma una nueva Comisión de Desocupados y Subocupados en Puerto Madryn, que tiene como vocero a Miguel Ibarra, un conocido militante del PJ. El dirigente muestra su postura ideológica al acusar como uno de los culpables de la desocupación al dirigente de la Uocra local (de origen boliviano) porque según él "tiene preferencias por los desocupados de su país (…) hay demasiados bolivianos, muchos de ellos indocumentados"[25].

La crisis económica y la concentración de la riqueza y de la propiedad se mostraba en la estructura social de Trelew en el dato de que en un año habían cerrado 212 comercios minoristas de la ciudad. A nivel nacional se producía la segunda marcha federal que muestra el grado de debilitamiento del gobierno de Menem. Al acto asisten, además de los organizadores MTA, CCC, CTA y FUA, casi todos los partidos políticos de oposición, grupos de la iglesia y las 62 organizaciones junto a la UOM, encabezadas por Lorenzo Miguel.

La huelga nacional de agosto tiene una importante adhesión en la UTA, la UOM y algunos otros gremios privados pero es muy bajo en el sector estatal. Se realiza la "Caravana de la Dignidad" que parte desde Puerto Madryn, pasando por Trelew, realizan un acto en la intersección de la ruta 7 y 25 y luego siguen hacia Rawson. Allí se producen algunos inconvenientes al negársele a los desocupados que se movilizaron desde Madryn la entrada a la Casa de Gobierno y la posibilidad de hablar en el acto final.

Al otro día se inicia un corte de la ruta 3 en Puerto Madryn. El conflicto culminaba en esta acción que aparece como más organizada que lo ocurrido en Trelew y Comodoro (donde también se produjo un corte de ruta, allí el 20 de julio). Aquí sí hay dirección de un grupo que esta organizado más allá del hecho en sí mismo. Esto no quita que este grupo dirigente expresa un discurso discriminatorio y de oposición a los inmigrantes. Son unos 90 desocupados, que exigen trabajo y reconexión de servicios. El corte dura unas veinte horas, se amenaza con reprimir pero finalmente se llega a una salida negociada con el gobernador, que promete soluciones y la creación de planes municipales. Al otro día se anuncia el procesamiento del dirigente del movimiento.

Septiembre se inicia con la continuidad del conflicto de los despedidos de Matepa. Realizan un campamento frente a la empresa, planteando que se quedarían allí hasta conseguir una respuesta. El gobierno no acuerda con la empresaria el precio de la mercadería en stock, siendo ese dinero el que cubriría la deuda con los trabajadores. Ya el reclamo se centra solamente en el pedido del pago completo de la indemnización.

El 10 se produce un conflicto en Alpesca, cuando los trabajadores reclaman guantes y otros elementos de trabajo y ante esto la patronal decide frenar el proceso de fileteado. Esto implica una baja en lo que cobrarían los obreros por productividad. Ante este lock-out los trabajadores deciden una toma "pacífica" de la empresa que se levanta a los pocos días.

Sobre fin de mes se anuncia la suspensión de los trabajadores de Alpesca. No se sabe si tendrán algún porcentaje del sueldo. La empresa se escuda en el procedimiento de crisis. El Stia manifiesta su "sorpresa" pero no da ninguna alternativa de acción.

Las elecciones de diputados nacionales muestran una importante victoria de la UCR sobre el PJ en Chubut. A nivel nacional es un duro golpe para el menemismo y para todo el PJ, especialmente por la derrota en Buenos Aires y en todo el país donde la Alianza (sumando los votos del Frepaso y la UCR en los distritos donde fueron divididos) llega al 43% de los votos contra un 36% del PJ. Es importante especialmente la fuerte caída de este partido en casi todos los distritos del país.

 

Algunos resultados

 

Aparecen en este resumen varios elementos de interés para profundizar el conocimiento sobre el movimiento de la sociedad en esta región. Se muestra la caída del antiguo modelo de desarrollo vinculado a la producción industrial, al desarrollo en expansión del capitalismo y al papel del estado como actor central en el proceso productivo.

Lo que se produjo es una manifestación local del cambio que se dio en todo el país al pasar de la hegemonía del capital industrial a la hegemonía del capital financiero. Con ello se configuró un nuevo tipo de clase dominante mucho más centralizada y una serie de nuevas condiciones en la forma de explotación de la fuerza de trabajo.

Los sindicatos aparecen como el principal sujeto de los conflictos, como los que impulsan y desarrollan la gran mayoría de las acciones. Sin embargo parecen encontrar un límite muy fuerte en su accionar: el no saber como oponerse a los nuevos hechos. Para pensar este tema es significativo observar que se dan varios reclamos de aumento salarial en los mismos momentos en que en esos sectores se producían despidos masivos sin que se desarrollaran mayores protestas.

En nuestra hipótesis esta aparente contradicción tiene dos explicaciones: por un lado la más directa es el papel de algunos cuadros sindicales como cuadros directos del capitalismo, ya sea defendiendo al anterior modelo industrial o procurando los cambios planteados por el capital financiero.[26] Esta sería la interpretación más clásica, la que aparece como "traición" de algunos dirigentes a los intereses de sus compañeros.

Pero además otro elemento que se observa es que la experiencia de los trabajadores no estaba preparada para luchar contra los despidos y las suspensiones. Su modelo de organización y sus cuadros dirigentes no sabían como luchar en el marco de las nuevas condiciones que les imponía esta fase del capitalismo.

Podían luchar en el marco de un capitalismo en desarrollo, sabían reclamar salarios y lo seguían haciendo. Pero quedaron desorientados cuando los empresarios simplemente cerraban porque les era más negocio invertir en acciones o en campos. Es así que aparece el "miedo", el miedo a no saber como luchar, como organizarse; el miedo que es una forma de la conciencia, es la conciencia de la debilidad. Debilidad por la correlación de fuerzas y por no entender lo que estaba pasando, por no poder tomar conciencia de la nueva situación que vivían.

El ejemplo de la lucha de Aluar en 1994 es claro. Desde los trabajadores se impide con gran fortaleza el descuento salarial pero no hay reacciones importantes frente a los despidos. Hay conciencia clara de su situación de vendedores de fuerza de trabajo y se organizan para venderla al mejor precio posible, pero no saben qué hacer cuando no les compran esa fuerza de trabajo.

Al comenzar el periodo la desocupación se veía como un problema transitorio e individual. En parte esto explica que el reclamo ante los despidos fuera centralmente el pago de la indemnización y no tanto la defensa del puesto de trabajo. Recién para el 93’ la desocupación empieza a verse como una realidad que llegó para quedarse. Allí los trabajadores comienzan a tomar conciencia de la nueva correlación de fuerzas, y empiezan a buscar los medios para resistir el avance.

Y poco a poco construyen esa experiencia, muchas veces desde la autoconvocatoria, muchas veces en contra de los mismos sindicatos que habían sido su principal ámbito de contención. Se organizan los grupos de desocupados y realizan algunas acciones. Ya para el 97 aparecen los primeros cortes de ruta en la provincia, sucediéndose en fechas muy cercanas entre sí en las principales ciudades de Chubut. Nuestros datos nos muestran que no hubo coordinación entre los participantes en cada corte, sino que la cercanía de los hechos tenía que ver directamente con el ejemplo de las luchas que se venían desarrollando en otros lugares del país.

Hay enfrentamientos al interior de los sindicatos, en especial en las ramas más castigadas, como la textil y la pesca. Los sindicatos y sus representantes son muy cuestionados, en general desde posturas más combativas pero muchas veces esta división le hace el juego a los planes de las patronales que aprovechan e incentivan la división de los trabajadores por los intereses más inmediatos a corto plazo (como en el caso de Windsor o en el de Matepa).

Especialmente hay dos divisiones en la clase que no logran ser superadas: la de los estatales con los privados y la de ambos grupos de ocupados con los desocupados. La primera es usada especialmente para enfrentar los reclamos de los estatales. Prima el hecho de que los trabajadores sólo desarrollan una conciencia corporativa de los intereses de cada sector, en una situación en que lo que aparecía como beneficioso para un sector era negativo para el otro (por ejemplo si el presupuesto se daba para mejores salarios en lugar de obra pública o créditos a los empresarios). La mayoría de los cuadros sindicales refuerza e impulsa este tipo de conciencia limitada que fragmenta a los trabajadores y les impide tomar una conciencia más completa de su condición común de expropiados de sus condiciones materiales de existencia.

La segunda división hace también al nivel de conciencia. En la mayoría no se logra quebrar el identificar a la desocupación como un problema individual, impidiendo así que se lo entienda como un problema colectivo de toda la clase. Recién para fines del periodo se empieza a hacer claro que la desocupación era un problema colectivo de todo el grupo social, pero aún no se encontraba consenso sobre cual era la forma de superarlo.

Para culminar vemos dos periodos en estos años. El primero lo planteamos desde 1990 hasta fines de 1993. Tras la imposición de la hegemonía del capital financiero en la región, (entendiendo al chubutazo como el hecho que marca el final del antiguo modelo de desarrollo) se impone una estrategia del movimiento obrero centrada en la alianza con la burguesía que tenía intereses en la región, como forma de intentar oponerse al avance del capital financiero. El discurso y la práctica se centran en la defensa de la "legalidad" y en dirigir los reclamos en términos de la supuesta lucha contra "el poder central". La contradicción no se expresa con el patrón, sino con Buenos Aires, con el plan económico, con el olvido de la región, etc.

Desde fines del año 93’ se configura un nuevo escenario, caracterizado porque la clase obrera empieza a resistir en mayor medida el avance de la burguesía. Esto no quiere decir que cambia el sentido general del proceso, pero sí que va encontrando cada vez mayor resistencia que le hace frenar algunos aspectos del proyecto global o ralentar otros.

Para ese año hay sectores de la clase que ya expresan una mayor conciencia sobre la nueva fase y sobre la necesidad de organizarse contra los cambios que aún pretendían imponerse. La alianza con la burguesía con intereses en la región se disuelve en gran medida. Ya no aparece como la estrategia fundamental de la clase, aunque sigue muy presente en el discurso de los dirigentes sindicales. Las estrategias de conciliación duran cada vez menos, ya sea porque lo rompen los empresarios o los trabajadores en lucha por sus derechos. Los conflictos ahora se expresan casi siempre contra los patrones y ya no hay una referencia constante al "miedo".

También hay importantes cambios en la burguesía. Los sectores que se resistían al comenzar el período, ya para fines de 1993 se subordinan claramente al dominio del capital hegemónico, con la firma del pacto fiscal como ejemplo claro al respecto. De hecho quizás son ellos los que primero rompen la alianza con el movimiento obrero, ya que la estrategia de los que siguen en pie deja de ser sólo el cierre y los despidos, sino también la mayor explotación de la fuerza de trabajo ya ocupada. Se acentúa el proceso de precarización del trabajo de los obreros. Tras la caída de un sector de la burguesía y la concentración de la propiedad, el capitalismo crece en profundidad con la mayor explotación de los obreros ocupados.

Los trabajadores desocupados son parte central del proceso de luchas y ya para el año 94-95 estructuran las primeras formas sistemáticas de organización que no logran subsistir por periodos importantes. La aparición del hecho nuevo de los cortes de ruta del 97’, entendidos como toma y defensa con barricada de una posición[27] y la decisión de resistir ante la amenaza del avance represivo marcan un cambio en el proceso de organización. Tras estos cortes surgen los primeros grupos que realizaran acciones en forma sistemática durante los últimos años de la década del 90’ y los primeros años del nuevo siglo.

Claramente la distinta situación de los obreros ocupados y desocupados en la región tiene relación con el proceso nacional. Vemos una ruptura alrededor de 1993, coincidiendo con lo planteado por Cotarelo, Iñigo Carrera y otros sobre la importancia del santiagazo de diciembre del 93’ como punto de inflexión. Este hecho es importante porque no es algo aislado, sino que forma parte de un proceso de enfrentamientos sociales. El motín de Santiago marca el inicio de un ciclo ascendente en las luchas que tiene su expresión más evidente en la huelga del 26 y 27 de septiembre de 1996. Esto se refleja en la zona estudiada, siendo ese acto la movilización más importante del periodo tras el chubutazo y continuando el proceso con los cortes de ruta del 97’. La huelga de agosto del 97’ presenta la fractura de los cuadros sindicales y el quiebre de algunas alianzas sociales. Parte de la lucha contra la hegemonía del capital financiero se traslada al plano electoral con el fortalecimiento de la aparente alternativa que representaba la Alianza. Allí se inicia una fase descendente en las luchas que no llegamos a observar por el período tomado en este trabajo. La continuidad de nuestra investigación nos permitirá seguir avanzando en la comprensión del proceso de luchas a nivel regional y sus articulaciones con el proceso nacional y con el movimiento de la sociedad en su conjunto.

Glosario de siglas:

 

AOT: Asociación Obrera Textil

ATE: Asociación Trabajadores del Estado

ATECH: Asociación Trabajadores de la Educación del Chubut

CCC: Corriente Clasista y Combativa

CGT: Confederación General del Trabajo

CICECH: Cámara de Industrias y Comercios del Este del Chubut

CTA: Central de los Trabajadores Argentinos

Ctera: Confederación de Trabajadores de la Educación República Argentina

ENTEL: Empresa Nacional de Telefonía

FECH: Federación Empresaria Chubutense

FITA: Federación Industrias Textiles Argentinas

FUP: Federación Universitaria Patagónica

MTA: Movimiento de Trabajadores Argentinos

MTD: Movimiento de Trabajadores Desocupados

PACH: Partido Acción Chubutense

PIT: Programa Intensivo de Trabajo

PJ: Partido Justicialista

Procopa: Programa Coparticipativo de trabajo

SAON: Sindicato Argentino de Obreros Navales.

SETIA: Sindicato Empleados Textiles de la Industria y Afines

SOIPRA: Sindicato de Obreros Industria Pesquera de la República Argentina.

SOMU: Sindicato de Obreros Marítimos Unidos

STIA: Sindicato de Trabajadores de Industrias de la Alimentación

UCR: Unión Cívica Radical

UDA: Unión de Docentes Argentinos

UICh: Unión Industrial de Chubut

UIP: Unión Industrial Patagónica

UNP: Universidad Nacional de la Patagonia

UOCRA: Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina

UOM: Unión Obrera Metalúrgica

 

 

RESUMEN

 

La lucha obrera en el noreste del Chubut. Un ejercicio de periodización 1990 - 1997

 

Entre 1990 y 1997, considerado como un período que comienza con la imposición de la hegemonía del capital financiero y caracterizado por el avance del conjunto del proyecto neoliberal, los trabajadores del noreste del Chubut fueron realizando diversas experiencias acerca de cómo resistir este proceso de pauperización y expulsión de sus territorios sociales. En esta aproximación intentamos un abordaje que muestre la relación de este proceso de luchas a nivel local con los acontecimientos que se daban a nivel nacional. Durante estos años se produjeron cambios en la lucha de la clase obrera y en sus formas de organización y también en la burguesía, que iba realizando diversas partes de su proyecto a través de la creación de la desocupación estructural, el disciplinamiento de la mano de obra, etc. La descripción de algunos de los principales conflictos permitirá observar el desarrollo de este proceso.

 

Palabras clave: clase – cambios – conflicto – estructura - Chubut

 

 

ABSTRACT

 

The worker’s struggle in the northeast of Chubut. An exercise of timing 1990-1997

 

Between 1990 and 1997, considerated like a period who start with the imposition of the hegemony of financial capital and characterized for the advance of the conjunct of the neoliberal project, the workers of northeast Chubut carried out many experiences about how to resist to this project of pauperization and expulsion of their social territories. In this approximation we attempt an approach that shows the relationship between this local struggle process with the national’s events. Trough these years many changes occurred in the working class struggle and in their organization forms and so in the bourgeois, who were realizing different parts of their project through the creation of structural unemployment, the disciplination of the labour force, etc. The description of some of the most important conflicts will allow to observe the development of the process.

 

Key Words: class - changes - conflict- structure - Chubut

 

 

Recibido: 30/04/07

Aceptado: 15/05/08

Versión final: 06/06/07

 

 

Notas



(*) Licenciado en Historia. Universidad Nacional de la Patagonia. Doctorando en Historia en la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la UNLP. Becario CONICET. E-mail: gonzaloperezalvarez@yahoo.com

[1] Por significado de las siglas solicitamos remitirse al glosario de siglas.

[2] Diario Jornada, 1/3/90, declaración de Gutierrez, secretario general de la CGT y de la UOCRA.

[3] Diario Jornada, 26/6/90, declaración de Gutierrez.

[4] Ver: PEREZ ALVAREZ, Gonzalo, “Organizaciones y propuestas políticas en el conflicto social del noreste de Chubut 1990 – 1991”, 7° Jornadas Hacer La Historia - U. N. La Pampa, 2006.

[5] Diario Jornada, 2/10/1990, declaración de Opazo, secretario adjunto AOT.

[6] Diario Jornada, 9/7/91, declaración de la AOT.

[7] Diario Jornada, 10/6/92, declaración de Laborda, secretario gremial SOIPRA.

[8] Diario Jornada, 9/5/92, declaración de González, secretario general AOT.

[9] Que pasa de 16 mil habitantes antes del cierre de la mina a unos 6 mil habitantes en la actualidad, sin presentar perspectivas de futuro desarrollo para su actividad productiva. Ver: FAVARO, Orietta e IUORNO Graciela; “La Patagonia protesta”, Realidad Económica 217, Bs. As., 2006, p. 82.

[10] Diario Jornada y El Chubut, 17/12/93.

[11] Ver IÑIGO CARRERA, Nicolás y COTARELO, María Celia, "Algunos rasgos de la rebelión en Argentina 1993-2001", PIMSA DT Nº 49, Buenos Aires, 2004.

[12] Diario Jornada, 20/1/94, declaración de Jara, secretario general UOM.

[13] Diario Jornada, 20/1/94, declaraciones de Oscar Castro, ex dirigente de la UOM local, p. 9. Una investigación en curso que estamos realizando sobre este conflicto en particular nos ha permitido observar que la gran mayoría de estos despedidos eran parte de la lista “Rafael Uribe”, que con un perfil combativo había derrotado a Jara, de la línea de Lorenzo Miguel, en las elecciones de 1983 y dirigido la seccional hasta 1987.

[14] Diario Jornada, 11/6/94, documento UICh.

[15] Diario Jornada, 19/4/94, declaraciones de obreros de Windsor.

[16] Diario Jornada, 30/9/95, documento AOT.

[17] Diario Jornada, 5/1/96, declaración de Mario Das Neves, diputado nacional por el PJ.

[18] Testimonio oral de Mario, delegado UTA, 25/6/2006.

[19] Diario Jornada, 9/8/96, declaración de Carlos Maestro.

[20] Diario Jornada, 6/10/96, declaración de Carlos Aguilera, delegado de Mulcosur.

[21] Diario Jornada, 6/10/96, declaración de una obrera de Mulcosur.

[22] También citado en IBARRA, Horacio “Estado, Economía y Sociedad. Trelew y su hinterland: 1989-1999”, Informe de Investigación, UNPSJB, Chubut, 2005.

[23] Diario Jornada, 24/02/97, documento delegados de AOT, entre otros firman Arenas, Cárdenas y Etchepareborda.

[24] Diario Jornada, 9/6/96, declaración de un manifestante.

[25] Diario El Chubut, 24/6/97, declaraciones de Miguel Ibarra.

[26] Se observa esto en las declaraciones políticas de estos dirigentes (no pudimos citar a la mayoría de ellas por la extensión del trabajo) y en su papel como funcionarios de distintos gobiernos, ya sean justicialistas o radicales.

[27] Ver IÑIGO CARRERA, Nicolás y COTARELO, María Celia, op. cit.