La relación entre historia regional y enseñanza en la provincia de Santa Fe. Una agenda para la discusión

 

Mariela Coudannes Aguirre(*)

 

¿Qué historia regional?

 

Comenzamos con algunas aclaraciones sobre el concepto de región del que partimos. En una época de fragmentación del objeto de estudio de la historia o historia en migajas, según la conocida expresión de F. Dosse, se renueva el riesgo de identificar la historia regional con una historia localista. Por otra parte, los aportes de distintas disciplinas sociales proporcionan nuevas perspectivas para una crítica eficaz a la construcción de la idea de región en la historiografía. Es el caso por ejemplo de la geografía que provee “…un camino a explorar en el que las regiones son entendidas como procesos, construcciones y agentes sociales y que presta especial atención a las identidades, los imaginarios y las narrativas territoriales que se le asocian.”[1]

Concebimos a la región como un todo complejo y contradictorio, un espacio de relaciones sociales que definen una trama particular y unas fronteras de carácter dinámico, susceptible de cambios en el tiempo. Como tal, involucra aspectos materiales, sociales y simbólicos. Ya no puede entenderse la región desgajada de marcos más amplios como la nación o el mundo, y viceversa.[2]

La reforma educativa de la década del noventa en Argentina propuso articular la enseñanza de la historia nacional con la regional y latinoamericana. Manejó un concepto de región en dos acepciones diferentes: una primera asociada a lo local y una segunda para ser aplicada al espacio definido por el Mercosur.[3] En la segunda acepción, justificó su lugar en el currículo planteando que la enseñanza debía servir para promover en los jóvenes actitudes y competencias favorables a la integración regional. Planteó desterrar los prejuicios nacionalistas que impiden reconocer los puntos de contacto en las historias de los respectivos países, en pos de una identidad regional que no pierda de vista los particularismos culturales.[4] También se planteo contextualizar, y de este modo ampliar las posibilidades de comprensión, de las problemáticas presentes en su realidad inmediata.[5] No obstante, a finales de la década sus impulsores reconocían la dificultad de la tarea de llevar a la enseñanza lo que se venía trabajando en tal sentido en el ámbito historiográfico, por cierto, también incipiente.

 

La reforma educativa en Argentina

 y los contenidos de historia regional

 

El sistema educativo argentino se ha estructurado en los siguientes niveles: Inicial, Educación General Básica, Polimodal y Superior (universitario y no universitario)[6]. La Educación General Básica (en adelante EGB) se compuso de tres ciclos donde los contenidos de historia formaron parte de un área de Ciencias Sociales. A pesar de la promocionada búsqueda de la colaboración entre las disciplinas que sustentó la definición de áreas, los Contenidos Básicos Comunes definidos por el Ministerio de Educación de la Nación proporcionaron una visión remozada de las antiguas divisiones disciplinares. Se agruparon en torno a los siguientes ejes: “organización de los espacios geográficos”, “las sociedades a través del tiempo” y “las actividades humanas y la organización social”.[7]

Analicemos los Núcleos de Aprendizaje Prioritarios (NAP) para la EGB, aprobados por el Ministerio de Educación de la Nación con el objetivo de paliar la fragmentación que produjo o acentuó la Reforma.[8] El abordaje de las problemáticas locales y su relación con otros espacios (nacional, regional y mundial) se considera propio de los contenidos geográficos y tiene muy escasa presencia en los históricos. Sólo especifica tratar las “particularidades regionales” de las formas de vida aborigen y de la organización de la sociedad colonial (4º año), “el impacto del modelo agroexportador en las distintas realidades regionales” (6º año).

En los NAP no existen sugerencias para tratar aspectos regionales en los contenidos del tercer ciclo de EGB (7º, 8º y 9º años). Veamos qué plantea el Diseño Curricular Jurisdiccional de la Provincia de Santa Fe[9]. En octavo año se prescribe tratar la “participación de Santa Fe” en el proceso revolucionario de Mayo; para el período posterior a 1853 se sugiere hacer “especial referencia a Santa Fe” pero sus posibles contenidos no se hallan discriminados en la formulación. En noveno año: inmigración y colonización en Santa Fe entre 1850 y 1914; para el período siguiente se indica de nuevo hacer “especial referencia a Santa Fe”, otra vez sin especificar contenidos.

En la estructura curricular de Polimodal[10], las disciplinas ya no se agruparon en un Área de Ciencias Sociales. Sin embargo, la situación no es muy diferente y aparece un solo tema referido a Santa Fe: la colonización agrícola.

En cuanto a los temas referidos al Mercosur no existe una mirada desde la historia, sí desde el abordaje geográfico y de la organización social actual en los contenidos del 3º Ciclo de EGB. En el Diseño de Polimodal, se reconoce que existen problemas, circunstancias comunes y mutuas influencias entre los países latinoamericanos pero la comparación es opcional. Para los que cursan la modalidad de Humanidades y Ciencias Sociales (aproximadamente un quinto de la población escolar en el nivel Polimodal), se consigna un punto que profundiza en la inserción de Argentina en el Mercosur.

Los historiadores que han opinado sobre los contenidos de la reforma, han sido en su mayor parte cautelosos con la incorporación de contenidos de historia regional/local. Para Luis Alberto Romero, ésta debe encuadrarse previamente en contenidos de historia nacional/ americana/ occidental -“… el estudio de lo local es más un punto de llegada que de partida…”- y no hay fundamentos psicológicos para afirmar que un niño o adolescente puede comprender mejor lo cercano que lo lejano. Más aún, para Romero los contenidos de historia local deben ser incluidos recién en el nivel Polimodal.[11] Por otra parte, Carlos Segreti –miembro de la Academia Nacional de la Historia- planteó que atender a las historias regionales o provinciales enriquece la explicación de la historia argentina y permite una mejor comprensión de los procesos.[12]

Hoy resulta necesario replantear esta relación, ya se alzan las voces críticas al hecho de que se relegan las contribuciones de las historias provinciales a la historia argentina. Esto se debería en parte a la concepción de historia regional que sigue sustentando muchos trabajos donde “… varía la dimensión y composición… del universo de análisis pero… responde igualmente a un constructo que como tal contiene un fuerte componente ideológico y legitimador de las clases dirigentes locales (…) como espacio de interacción política, económica y social previa a la nación… el pasado es estudiado en función de los resultados: la consolidación del estado nacional…”[13] Pero también se debería al predominio de los científicos sociales ubicados en el litoral y la pampa húmeda, en particular en Buenos Aires, donde se encuentran los principales centros de investigación o editoriales del país. Hoy existen propuestas para repensar periodizaciones, pluralizar y complejizar el discurso histórico, rescribir la historia nacional.[14]

Por último, las Juntas Provinciales de Estudios Históricos han venido solicitando a los ministerios de educación la restitución de la enseñanza de la historia como disciplina autónoma y la inclusión de la historia de las provincias. Sin embargo, su propuesta manifiesta una escasa apertura a las novedades historiográficas de las últimas décadas.[15] Desde esta posición, volver a ciertas prácticas superadas en el campo historiográfico se vuelve un asunto vital para la divulgación y la enseñanza.

 

La historiografía regional santafesina.

 

Un estado de la cuestión reconoce la falta de historias generales de la provincia ya que abundan los estudios acotados espacialmente, en su gran mayoría meras crónicas de los pueblos y ciudades, con un lugar especial para los creados por la colonización agrícola. La historiografía provincial atraviesa por un lento proceso de renovación que a todas luces resulta insuficiente. Si bien la investigación universitaria intenta poner en conexión los temas provinciales con los temas nacionales, predominan las perspectivas locales.[16]

La historia tradicional, de gran peso y difusión en la ciudad capital, busca reafirmar memorias que niegan la diversidad y dinámica de los procesos sociales, así como su impacto en la construcción de identidades. Pretende que la realidad de la capital es de la provincia toda. Exalta el papel jugado por la dirigencia local en la conformación política y territorial de la nación. [17] Analicemos este enfoque en una publicación de divulgación editada por el diario El Litoral, una colección de fascículos titulada Santa Fe, rastros y memorias[18]:

- Si bien la obra pretendía dar cuenta de una pluralidad de memorias recuperadas, no hay una mirada sobre los sectores populares o bien permanecen anónimos. El pretendido público masivo no es otro que los sectores medios cuya historia se recupera tan minuciosamente. Se destacan los aportes migratorios europeos en la conformación de la identidad santafesina y se ignoran las migraciones del norte del país en las últimas décadas. [19]

- En general no se incorporan miradas nuevas sobre los temas, se recurre a las obras generales escritas en la primera mitad del siglo XX. [20] Así se recupera la justificación del rol de los “grandes hombres” santafesinos, la imagen armónica de las relaciones interétnicas y de los valores que se pretende tienen continuidad en la historia de Santa Fe, independientemente del partido que gobierne. Se insiste en que las diferencias con Buenos Aires refuerzan el sentimiento autonómico y federal como componentes originales de la identidad santafesina en tanto Santa Fe fue portadora de un “destino histórico”.

- En la mayor parte de los fascículos no se abordan problemáticas del presente y no se proporcionan datos sobre el “funcionamiento” de esos aspectos en la realidad actual del santafesino. Ciertos temas ofrecen postales congeladas. El congelamiento se puede situar en los comienzos del siglo XX: es muy fuerte la representación de que hubo ciertos períodos donde Santa Fe ocupó un lugar importante que es necesario recuperar. Los temas que aparecen son recurrentes: época del puerto preciso, lucha por la autonomía y enfrentamiento con Buenos Aires, inmigración y progreso.[21]

- La intención de que la historia de la ciudad valga para la provincia toda supone negar particularidades, divisiones y conflictos hacia el interior de la provincia (por ejemplo, las siempre actuales disputas por los recursos provinciales entre las zonas centro norte/ sur). Por medio de estos relatos se pretende justificar la supervivencia de ciertos grupos tradicionales que han visto mermado su poder ante la emergencia política de un más desarrollado sur provincial. La recuperación del pasado en relación con lo que se define que es importante recordar, niega sistemáticamente los cambios de las últimas décadas.

Vale destacar que este tipo de publicación tiene la pretensión de ofrecer al docente un material válido para la enseñanza. Así lo expresa cuando precisa sus destinatarios: “La serie versa sobre la ciudad de Santa Fe, pero sus contenidos valen para la provincia toda; para grandes y chicos, la casa y la escuela.”[22]

Por otra parte, la investigación sobre historia regional en la universidad ha comenzado a desarrollarse y divulgarse pero todavía no tiene influencia significativa sobre la formación del profesorado, ni sobre la elaboración de materiales didácticos.

En las Jornadas de Historia de la Provincia de Santa Fe llevadas a cabo en San Lorenzo en 2001 se puso de manifiesto la dispersión temática y la diversidad de perspectivas teóricas. Fueron organizadas por el Museo de Historia Regional y participaron numerosos profesores con desempeño en el nivel superior universitario y no universitario.[23] Resulta positivo destacar que los trabajos presentados permitieron romper con la idea de una historia provincial homogénea. Esto plantea el interrogante de si es posible y deseable construir una nueva historia general para la provincia.

Esta es la pretensión de una reciente publicación, la colección Nueva Historia de Santa Fe[24] editada por el grupo Prohistoria de la ciudad de Rosario en doce tomos. Los textos son de la autoría de docentes e investigadores de la Universidad Nacional de Rosario, del Centro de Estudios Sociales Regionales, de la Universidad Nacional del Litoral y del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet). Nació con la marca de origen de un propósito de divulgación masiva (fue vendido junto con el principal periódico de la ciudad de Rosario) y apuntó específicamente al mercado de profesores. El lanzamiento se realizó en una conferencia para los docentes de las escuelas, ávidos de materiales de divulgación científica.[25]

En varias entrevistas periodísticas, el coordinador de la colección explicó la necesidad de tratar los grandes procesos al mismo tiempo que las cuestiones de la vida cotidiana, así como problematizar la historia aprendida.[26] Más allá de la diversidad de perspectivas adoptadas por los autores, se combinan equilibradamente la narrativa disciplinar, citas de historiadores y recursos expresivos propios de un lenguaje de divulgación. También aparece un tratamiento equilibrado de la cuestión regional, sin caer en localismos.

En cuanto al tratamiento de las identidades marcamos como relevantes las siguientes cuestiones:

- El concepto de identidad aparece vinculado a una reflexión explícita sobre su contracara –la alteridad- y la presencia del conflicto en la sociedad. En el tomo sobre el período 1860- 1930, se relatan historias de vida que comparan las vidas de sujetos pertenecientes a diversos sectores sociales. Ya no es el transcurrir de los grandes hombres sino de los personajes “comunes” que salen por fin del anonimato donde los ubicó la historia tradicional.

- Si la historiografía producida en la capital santafesina pretende unificar y homogeneizar, la historiografía de Rosario opone la necesidad de diferenciarse del mismo modo que ocurre en el plano de la política provincial. Aquí se repiten argumentos ya conocidos: la ciudad capital estuvo apegada a la tradición, a las costumbres coloniales y a la burocracia estatal… Rosario, en cambio, fue construida por “hombres nuevos”, por el aporte de la inmigración europea, por una mirada hacia el futuro más que hacia el pasado. Si bien se marcan las líneas de fractura social, perdura una valoración fuertemente positiva de lo que significó el modelo agroexportador como vía de “progreso” para el sur provincial. [27]

- Por último, hay una mirada que privilegia el análisis de las luchas de los trabajadores, como hilo conductor para entender también un presente cuyo abordaje no se elude[28]. Estaría ausente un análisis profundo de formas de vida y dinámica de los sectores desocupados y marginados de la sociedad.

 

Una agenda para la discusión.

 

Por estos días, se ha instalado un nuevo proceso de reforma educativa. Cabe preguntarse si nos hallamos frente a la posibilidad de debatir y modificar los contenidos curriculares. A lo largo de una década, los análisis críticos han proliferado pero no han tenido recepción por parte de los encargados de ejecutar las políticas educativas.

En el presente trabajo asumimos la posición de defender la inclusión de contenidos de historia regional en el diseño jurisdiccional, pero esto significa repensar su lugar en una historia nacional, latinoamericana y mundial. Tarea difícil ya que el discurso dominante en la comunidad de historiadores no es favorable a su inclusión o bien lo visualiza como un apéndice.

La otra cuestión a discutir es la dificultad que se le plantea al docente al querer reunir los “pedazos” de algo que todavía no tiene una construcción sólida en el ámbito de la investigación disciplinar. También se enfrenta a la dificultad de no contar con materiales didácticos acordes a las nuevas perspectivas.

Los libros de texto destinados a EGB 3 y Polimodal no incursionan en las historias regionales. El Ministerio de Educación envía periódicamente a las escuelas los manuales producidos por las grandes editoriales, que actualmente contratan a profesores universitarios para su elaboración. Esto representa un gran avance con respecto a décadas anteriores pero la tendencia que se observa en las aulas es la adopción de los libros de texto como única guía del docente, incluso reemplazando al diseño curricular. Las condiciones laborales y el escaso tiempo disponible contribuye a una temprana renuncia a la autonomía en la búsqueda y selección de materiales.

¿Región o regiones? La provincia no puede ser tratada como un conjunto homogéneo que olvide los ritmos desiguales de desarrollo y el conflicto social. Merece un esfuerzo especial de problematización en el aula, para poder comprender cómo a lo largo del tiempo los intereses políticos y sociales influyeron en la conformación de identidades diferenciadas. También aprender a leer críticamente estos procesos en el presente de la provincia.

 

 

RESUMEN

 

La relación entre historia regional y enseñanza en la provincia de Santa Fe. Una agenda para la discusión

 

En el presente artículo se analiza la relación entre historia regional santafesina y enseñanza. Se propone un recorrido que abarca los contenidos curriculares, la investigación y la producción de textos de divulgación. Se sugiere una agenda de discusión cuyos puntos fundamentales son: la concepción de historia regional y su difícil relación con la historia nacional; la superación del localismo y la construcción de identidades; el análisis crítico de algunos de los materiales que se utilizan en la enseñanza.

 

Palabras clave: historia regional – enseñanza – identidades

 

 

ABSTRACT

 

The relation between regional history and teaching in the province of Santa Fe. An agenda for the discussion

 

In the present article the relation between teaching and regional history of Santa Fe is analyzed. It is proposed a traveled through that covers the curriculum contents, the investigation and the disclosure texts production. An agenda of whose discussion is suggested fundamental points are: the conception of regional history and their difficult relation with the national history; the beating of the provincialism and the construction of identities; the critical analysis of some of the materials that are utilized in the teaching.

 

Key words: regional history - teaching - identities

 

Recibido: 23/04/07

Aceptado: 10/07/07

Versión final: 10/08/07

 

Notas



(*) Profesora de Historia egresada de la Universidad Nacional del Litoral. Jefe de Trabajos Prácticos Ordinaria en las cátedras Didáctica de la Historia y Práctica Docente de la misma Universidad. E-mail: macoudan@fhuc.unl.edu.ar

[1] MEGÍAS, Alicia, “Santa Fe: estado y región en el S. XIX”, ponencia en las X Jornadas Interescuelas/ Departamentos de Historia, Rosario, 20 al 23 de septiembre de 2005, p. 3.

[2] ARECES, Nidia, “Regiones y fronteras. Apuntes desde la historia”, en Revista Andes, CEPIHA, Universidad Nacional de Salta, 1999, Nº 10. Se ha consultado la versión digital en http://www.educ.ar/educar/servlet/Downloads/S_BD_ANDES/ANDES1001.PDF

[3] Ver EUJANIÁN, Alejandro, “Diálogo y contactos entre la historiografía de los países americanos. Una visión desde la perspectiva argentina”, en La enseñanza de Historia y Geografía en el contexto del Mercosur, Buenos Aires, Ministerio de Cultura y Educación de la República Argentina, 1999. Se ha consultado la versión digital disponible en http://www.biblioteca.org.ar/zip2.asp?texto=7268, p. 55. Véase en la misma obra la propuesta de análisis de una “región platina” (Argentina, Brasil, Uruguay), de Jochims Reichel, Heloisa, “Producción historiográfica en el Mercosur: abordajes y tendencias”, p. 70 y ss.

[4] Ministerio de Cultura y Educación de la República Argentina, Ob. cit. pp. 5 y 6.

[5] Sombra Saraiva, Jose, “El papel de los campos histórico y geográfico en la reforma educativa en los países del Mercosur”, en Ministerio…, Ob. cit., p. 29.

[6] La nueva Ley de Educación Nacional prevé la vuelta a la estructura de niveles inicial, primaria, secundaria y superior.

[7] De hecho, en el caso de la provincia de Santa Fe, Historia y Geografía se dictan de manera autónoma en 8º y 9º. Lo único que se unifica es la calificación final del área.

[8] Todavía no se han aprobado los correspondientes a Polimodal. Los NAP tienen el objetivo declarado de “promover la integración de nuestro Sistema Educativo Nacional que, como todos compartimos y conocemos desde diferentes lugares y experiencias, es altamente heterogéneo y fragmentario”, Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de Argentina, “NAP 3º Ciclo EGB/ Nivel Medio, Ciencias Sociales”, 2006. Disponible online en http://www.educ.ar/educar/nap/

Véase la crítica a la fragmentación que realizó la CTERA (2004) en su documento “Consecuencias de la implementación de la estructura «definida» por la Ley Federal de Educación. Los pedazos del sistema o un sistema hecho pedazos”, 2004, disponible en http://www.ctera.org.ar/iipmv/areas/Coyuntura/iipmv_julio_04.pdf

[9] Ministerio de Educación de la provincia de Santa Fe, Tercer Ciclo EGB. Diseño Curricular Jurisdiccional, Santa Fe, 1999, pp. 109 a 113.

[10] Ministerio de Educación de la provincia de Santa Fe, Educación Polimodal. Diseño Curricular Jurisdiccional, Santa Fe, 2003, pp. 187 a 195, 373 a 376.

[11] Véase una posición diferente en ENRIQUEZ, Pedro, “La historia local: Una estrategia de investigación y de enseñanza, en Docencia e Investigación”, Revista de la Escuela Universitaria de Magisterio de Toledo, Toledo, 2003, Nº 3, disponible en http://www.uclm.es/profesorado/ricardo/Docencia_e_Investigacion/3/Pedro.htm

También FOLCHI DONOSO, Mauricio, “La Incorporación de la Historia Local a la Enseñanza Formal de la Historia: Desafíos y Oportunidades”, en Revista Enfoques Educacionales, Universidad de Chile, Santiago, 1999- 2000, Nº 2, disponible en http://www.facso.uchile.cl/publicaciones/enfoques/04/docs/enfoques_04_1999.pdf

[12] DE AMÉZOLA, Gonzalo, “Los historiadores proponen cómo cambiar la enseñanza: La reforma educativa argentina en las Fuentes para la transformación curricular”, en Revista de Teoría y Didáctica de las Ciencias Sociales, Universidad de los Andes, Mérida, Venezuela, 2005, Nº 10, pp. 78, 79, 85. Disponible en

http://www.saber.ula.ve/db/ssaber/Edocs/pubelectronicas/TeoriaydidacticaCS/revista10_05/articulo4.pdf

[13] MATA DE LÓPEZ, Sara, “Historia local, historia regional e historia nacional. ¿Una historia posible?”, en Revista Digital de la Escuela de Historia, Universidad Nacional de Salta, 2003, Nº 2, disponible en http://www.unsa.edu.ar/histocat/revista/revista0203.htm

Ver también LÓPEZ SÁNCHEZ, Roberto, “La crisis de paradigmas en la Historia, las nuevas tendencias historiográficas y la construcción de nuevos paradigmas en la investigación histórica”, en Espacio Abierto, Asociación Venezolana de Sociología, Maracaibo, 2000, Nº 3, disponible en http://redalyc.uaemex.mx/redalyc/src/inicio/ArtPdfRed.jsp?iCve=12290306&iCveNum=1986

[14] FAVARO, Orieta y ARIAS BUCCIARELLI, Mario, “Historia nacional- historia provincial. Un falso dilema”, en Revista Clío y Asociados. La historia enseñada, Universidad Nacional del Litoral, Santa Fe, 2002, Nº 6, pp. 7 y 18.

[15] Diario El Litoral, “Proponen que Historia vuelva a ser una materia autónoma”, Santa Fe, 5 de enero de 2005.

[16] MEGÍAS, Alicia; Ob. cit., p. 4.

[17] Así lo ve Alicia Megías: “En general, el discurso predominante no se asoció a lo local sino a lo provincial. Las autoreferencias están frecuentemente en el pasado y casi indefectiblemente aluden o reivindican su carácter de ciudad antigua y pionera del poblamiento en el Río de la Plata o su condición de capital de la «Provincia Invencible» y por lo tanto, a su carácter de motor y conducción de la más heroica de las gestas santafesinas: la conquista de la autonomía provincial que permitió la constitución de la antigua ciudad en Estado provincial. (…) La fuerza y la identidad de la ciudad de Santa Fe aparecen estrechamente vinculadas a la «dignidad» de la autonomía y sus instituciones, a las de la provincia.”, Ob. cit., pp. 15 y 16.

[18] A.A.V.V., Santa Fe, rastros y memorias, Diario El Litoral, Santa Fe, 2000- 2001. La mayoría de sus autores pertenecen a la Junta Provincial de Estudios Históricos, el Archivo General de la Provincia de Santa Fe y el Museo Histórico Provincial Brigadier General Estanislao López. Consta de 49 fascículos y fue auspiciada por el Gobierno de la Provincia.

[19] Véase por ejemplo FABBRONI, María y MARTÍNEZ DE ALEGRÍA, María Isabel, “Las moradas y sus tiempos”, en A.A.V.V., Ob. cit., fascículo 2. Cuando se habla de la historia de la vivienda, se resalta el papel de las influencias migratorias europeas. Se mencionan los graves problemas sociales de finales de siglo pero no se caracteriza a los habitantes de las villas de emergencia, y no se aportan hipótesis explicativas sobre su aparición. Tampoco se hace referencia a su procedencia.

[20] Por ejemplo la obra de GIANELLO, Leoncio, Historia de Santa Fe, Plus Ultra, Buenos Aires, 1986, citada en varios fascículos.

[21] Véase TOCHI, Julio, “De las autonomías a la organización”, en A.A.V.V., Ob. cit., fascículo 12. En éste, se hace un rápido recorrido por los hitos fundamentales de la autonomía santafesina. En un lenguaje claro, sencillo y preciso se pretende ofrecer al lector un relato informativo (colabora en esto la presencia de una minuciosa cronología de tenientes gobernadores y gobernadores, delegados e independientes). Es fuerte la intencionalidad de dejar claro que mientras en el país se producía una etapa de anarquía o crisis institucional, se lograba una gradual organización interna de la provincia.

[22] A.A.V.V., Ob. cit., presentación de la obra, p. 2.

[23] La temática de las Jornadas fue “Nuestra Provincia ayer y hoy: viejos problemas bajo nuevas miradas. Política, cultura, sociedad, economía”, San Lorenzo, 9 al 11 de agosto de 2001.

[24] BARRIERA, Darío (director), Nueva Historia de Santa Fe, Prohistoria Ediciones y Diario La Capital, Rosario, 2006.

[25] Diario La Capital, “Ciencia para las escuelas en una revista de la UNL”, Rosario, 19 de noviembre de 2005.

[26] Idem. Véanse los números de 11 y 18 de marzo, y 28 de junio de 2006.

[27] FERNÁNDEZ, Sandra, Identidad y vida cotidiana (1860- 1930), en: BARRIERA, Darío., Ob. cit, tomo 8.

[28] Veáse: ÁGUILA, Gabriela y VIDELA, Oscar, El tiempo presente, en: BARRIERA, Darío, Ob. cit., tomo 12.