Los
trabajadores en la Argentina. Perspectivas teóricas y elecciones metodológicas
en un estudio de caso
Sofía Aragno[1]
Si bien este trabajo se
propone examinar los principales lineamientos teóricos y metodológicos
aplicados por Mirta Zaida Lobato en “La
vida en las fábricas. Trabajo, protesta y política en una comunidad obrera,
Berisso (1904-1970)”[2],
es esta una excusa para invitarlos a una reflexión aún más amplia en torno a
problemas centrales vinculados al ejercicio de nuestra disciplina.
En este sentido, creemos
imprescindible en primer lugar hacer mención a otras producciones
historiográficas de la autora, toda vez que dicho contexto nos posibilitará una
aproximación más acabada al libro en cuestión.
Sus investigaciones y
publicaciones tienen como objeto de estudio, fundamentalmente, a la industria
frigorífica de nuestro país, privilegiando el análisis del mundo del trabajo y
del espacio fabril como punto de encuentro entre la historia del movimiento
obrero y de la industria.[3]
El origen y la composición de la mano de obra, las relaciones y condiciones de
trabajo, la movilidad ocupacional, el trabajo femenino, el funcionamiento del
mercado laboral y aspectos vinculados al estudio de la arqueología industrial,
tales las principales cuestiones de las que se ocupa. Desde una perspectiva
orientada, en lo fundamental, hacia la historia social, sus análisis se
enmarcan dentro de la historia de
empresas[4],
enfoque que en los años ochenta comenzó a cobrar creciente relevancia al
interior de la historiografía argentina.
La multiplicación de
estudios ligados a esta última corriente coincidió con la renovación que se dio
por esos años. La crisis de los grandes modelos teóricos –marxismo británico y Annales- que se inició en la década del setenta agudizándose
en la siguiente, fue de algún modo el escenario que nos permite explicar las
profundas transformaciones acaecidas a nivel local con el retorno de la
democracia en 1983. Es en este contexto que los análisis regionales, locales y
los estudios de caso (por ejemplo, la historia de empresas) adquirieron una
relevancia inusitada.
Ahora bien, no faltaron
aquellos que, desde con una perspectiva más local, supieron incorporar en sus
investigaciones los aportes teóricos y metodológicos de los grandes paradigmas explicativos.
No obstante, no podemos negar que se produjo un desplazamiento en el eje del
debate académico. Para la gran mayoría, la defensa de la profesionalización de
nuestra disciplina se convirtió en el desafío más inmediato al que debían
abocarse los historiadores de los ochenta. Es quizás este alejamiento
momentáneo respecto del “debate de ideas”, que había caracterizado a las
décadas previas a la última dictadura militar, lo que fue percibido por algunos
sectores en términos de una falta de compromiso.[5]
En esta particular coyuntura
historiográfica, fuertemente signada por la proliferación de nuevos temas,
problemas y abordajes, debemos ubicar el trabajo de Lobato. Ya en la
introducción a “La vida en las fábricas…”,
la autora nos adelanta que la suya es una “mirada histórica renovada”, toda vez
que se aleja de las visiones tradicionales de la clase obrera argentina. Éstas,
a su juicio, se centraron en el estudio de las organizaciones sindicales y los
principales dirigentes del movimiento obrero peronista.
Según sostiene Lobato, las
primeras aproximaciones científicas a los problemas del trabajo se articularon
con el interés que suscitara, al interior de los espacios académicos, el
fenómeno “peronismo”. En su opinión, el hecho de que el eje de
estas investigaciones fuese la identidad política peronista de los trabajadores
habría implicado la multiplicación de estudios socio-históricos sobre los
sindicatos y Perón[6] y, en
menor medida, la aparición de otros que examinaron las manifestaciones de
ruptura con la hegemonía del modelo de acción sindical peronista[7].
Desde su punto de vista, fue este excesivo énfasis en dicho fenómeno lo que obturó,
por mucho tiempo, la reflexión sobre aspectos puntuales de la vida obrera
antes, durante y después de Perón. En este marco se proporcionaron, por lo
general, “visiones universalizadoras” de la clase
obrera, en las cuales los trabajadores de las plantas cárnicas habían concitado
para la autora, escasa e insuficiente atención de parte de los historiadores. Los
trabajos ligados a la industria nacional, las empresas y los empresarios tampoco
analizaron en profundidad, a su entender, los problemas específicos del trabajo
industrial.
En contraposición a estos
enfoques el libro que nos ocupa procura recuperar, en lo principal, al sujeto trabajadores y sus experiencias
ampliando las temáticas abordadas con el objetivo de incorporar la
cotidianeidad laboral como otra de las claves explicativas. Alejándose una vez
más de aquellas concepciones homegeneizantes del
movimiento obrero, la autora conduce la investigación hacia un sector
específico de la industria: los frigoríficos Swift y Armour
de Berisso. No obstante, las referencias al contexto nacional le resultan
imprescindibles y por lo tanto atraviesan cada uno de los capítulos de su obra.
En un intento por superar los alcances interpretativos de los abordajes
tradicionales, Lobato se propone periodizar su objeto de estudio en el marco de
una unidad temporal que recorre casi por completo el siglo XX. En su opinión,
las particularidades de cada sector industrial, las diferencias existentes entre
trabajadores y trabajadoras y aspectos vinculados a la problemática de las migraciones,
sólo habrían cobrado relevancia historiográfica en aquellos estudios que,
partiendo de una reducción en la escala de observación, se propusieron
incorporar estas temáticas.
En suma, “La vida en las fábricas…” nos brinda un
análisis del mundo del trabajo que integra líneas de investigación “novedosas”
y por tanto puede plantearse como una lectura renovada del pasado. Es
precisamente al examen de los lineamientos teóricos y metodológicos de este
libro, que se aboca el presente trabajo.
En torno al concepto de
clase. Algunas apreciaciones teóricas
Antes de adentrarnos en el
análisis metodológico creemos imprescindible hacer referencia a algunas
cuestiones teóricas implícitas en “La
vida en las fábricas…”. Teniendo en cuenta que es requisito inobviable de todo quehacer científico la definición clara
de los conceptos, comencemos entonces con el análisis del manejo teórico del
libro que nos ocupa.
A la hora de abordar la experiencia de los trabajadores de la
carne de Berisso, la autora remite a “La
formación de la clase obrera en Inglaterra”[8]
de Edward P. Thompson. Si bien recupera la ya conocida noción de clase que allí
aparece, no debemos olvidar que en un estudio posterior el historiador inglés
nos advierte acerca de la necesidad de “reformular” dicho concepto dejando
claramente de manifiesto que “La clase
[…] es inseparable de la noción de “lucha de clases”.[9]
Ahora bien, esta última categoría no se encuentra presente entre las
herramientas conceptuales utilizadas por Lobato. En las primeras páginas del
trabajo nos expone las razones por las cuales el empleo de “clase” y “lucha de
clases” requiere ciertas precauciones:
“Utilizar el concepto de
clase implica lidiar […] con enormes dificultades, sobre todo porque en el contexto actual se
encuentra en el cruce de múltiples tensiones: el anuncio de la muerte de la
‘clase’ como categoría de análisis, la crisis del marxismo, el colapso de
En relación a este tema, en
un trabajo previo Lobato y Suriano evalúan que el materialismo histórico, como
paradigma de interpretación, entraña dificultades para compagina la lucha de clases
en los estudios sociales. En opinión de los autores, este problema se hizo
mucho más evidente después de la segunda posguerra, cuando los procesos históricos
siguieron un rumbo distinto al de la transformación revolucionaria.[11]
A partir de ello se explicaría mejor porqué la autora adopta la definición de
clase expresada en “La formación...”,
en la cual Thompson no incorpora la categoría de lucha de clases de manera
explícita. En nuestra opinión, esta particular utilización del concepto podría
responder a la visión de quienes cuestionan los alcances interpretativos del
materialismo histórico.
En suma, en “La vida en las fábricas…” el concepto
de clase es una categoría válida pero al mismo tiempo acotada analíticamente,
puesto que no da cuenta, en palabras de la autora “omite”, ciertos aspectos de
la realidad. A su juicio, las fronteras de las clases son inestables y las
experiencias desiguales, razón por cual la capacidad explicativa de dicha
noción se torna insuficiente en lo que refiere a la constitución de identidades
colectivas. El suyo es un intento por utilizar una noción que juzga limitada,
abriendo “otros caminos” e intentando otorgar un sentido propio a la idea thompsoniana de clase.[12]
Si bien entendemos que en la
práctica de nuestra disciplina una de las cuestiones principales reside en no forzar la
utilización de los conceptos, nos permitimos disentir con aquellas visiones que
homologan el retroceso del comunismo a nivel mundial con la imposibilidad de introducir
categorías marxistas en los análisis históricos.
Género y etnia. Otras
variables explicativas
Las coordenadas de género y
etnia permiten a la autora una ampliación temática que posibilita a su vez una
comprensión más profunda de los fenómenos abordados. A lo largo de su trabajo,
Lobato comprueba que las experiencias de los trabajadores de Berisso se
encuentran atravesadas por diferentes identidades: de clase, de género, étnica
y nacional. En su planteo, las antedichas categorías analíticas gozan de igual
valor explicativo, no hay una que subordine a la otra. De este modo se confirma
que dentro de las variables en juego en “La
vida en las fábricas…”, si bien el concepto de clase es necesario, no
resulta suficiente en el marco de una explicación que se propone “renovada”.
En nuestra opinión, la
utilización de las coordenadas género y etnia resulta sumamente fructífera
puesto que implica un modo de acercarse al pasado que permite visualizar otros
aspectos de la realidad.[13]
Ahora bien, dichas categorías por sí solas no logran explicar acabadamente los
procesos históricos y por tanto deben necesariamente enmarcarse dentro de un
contexto más amplio determinado a su vez por otras variables explicativas. Como
señalara Reyna Pastor:
“Considero
esta relación entre los sexos importante y en cierta medida definitoria, pero
creo que es necesario enmarcarla en conceptos más globalizadores y
determinantes como los de formación
social y relaciones sociales de producción.
Los
roles o relaciones entre los sexos varían según las formaciones en que estén
inscriptos. Los roles no determinan una formación, ni las relaciones de
producción, ni determinan una cultura, son parte de esas formaciones, de esa
cultura y son distintos justamente porque se inscriben en cada una de ellas.
Por lo tanto no estoy a favor de los que están ontologizando
esta categoría de las diferencias sexuales […]. Yo creo que es una categoría histórica operativa, pero dentro de un
contexto, de segunda categoría,
indispensable pero no definitoria. [...] creo que las sociedades están
estructuradas fundamentalmente en un contexto general de relaciones de
producción y de sistemas políticos, económicos e ideológicos donde los géneros
tienen un papel, no de definición pero sí de gran peso”.[14]
Un acercamiento documental
al análisis de “La vida en las fábricas…”
Indagar las experiencias de
los trabajadores de Berisso permitió a la autora, a partir de la elección de
una escala de análisis reducida, adentrarse en una realidad más amplia, la del
mundo del trabajo en
Por otra parte, los
interrogantes iniciales del trabajo habrían supuesto una búsqueda que condujo,
a su juicio, a una superposición de perspectivas teóricas y elecciones
metodológicas. Dilucidar las hipótesis de
trabajo le requirió de una ampliación de las fuentes que tradicionalmente
consultaron los historiadores del movimiento obrero. En este punto Lobato recupera la opinión de Luis González quien
señala que “cuando la estrechez geográfica contrasta con la amplitud
cronológica […] el ejercicio de la historiografía […] tiene que echar mano de los recursos de la metodología histórica y de
varias más”.[16] En este sentido, su tarea se abocó a la
revisión de un vasto universo documental.[17]
La decodificación de dicho material le abrió un nuevo escenario de
interrogantes y problemas. Fueron precisamente los archivos de empresas y los
testimonios orales las fuentes más relevantes para la autora a la hora de
reconstruir la historia de los trabajadores de Berisso. En el marco de los
estudios ligados a la historia de empresas, la información procedente de dichos
archivos se torna fundamental. No obstante, en nuestro país estas
investigaciones se encuentran limitadas por la falta de una adecuada política
de conservación de los mismos.[18]
En lo
que respecta a la esfera de las fuentes orales cabe mencionar que la
integración de entrevistas realizadas a grupos de ex trabajadores, constituye una
herramienta esencial en el desarrollo analítico del trabajo. Esta particular
elección metodológica condujo a la autora hacia el examen de la memoria social.
El modo en que interpreta estos testimonios se vincula con la vertiente
“hermenéutica” de la Historia Oral[19]
para la cual el eje está puesto en el desciframiento de los textos. Según esta
corriente, más importante que la observación de los hechos es la significación
que se les da a los mismos en el marco de una práctica que permite dilucidar
como la gente otorga sentido desde el presente a su pasado.[20]
En una entrevista realizada por Lobato, Portelli
señala que los relatos le interesan en tanto relatos imaginarios, esto es, como
expresión de la subjetividad más que como documentos históricos tradicionales.[21]
En suma, la utilización de fuentes orales podría vincularse con la inquietud
principal de “La vida en las fábricas…”,
la recuperación de las experiencias de los trabajadores de Berisso.
Por último, creemos
importante destacar que los restos materiales de las fábricas completan el
corpus de evidencias empíricas del libro analizado. Indagar al interior de los
edificios industriales –sus espacios laborales, planos, máquinas y fotografías-
permite recuperar gran parte del contexto laboral de los trabajadores. No
obstante, en la historiografía argentina actual los estudios
histórico-arqueológicos son escasos. Más allá de las dificultades derivadas del
abandono o demolición de los establecimientos industriales, Lobato insiste en la necesidad de que los investigadores de
este campo “rompan” con ciertos dogmas metodológicos recurriendo a nuevas
perspectivas que posibiliten generar otras miradas sobre nuestro pasado.[22]
Consideraciones finales
El
abordaje teórico y metodológico de toda investigación histórica remite siempre
a posicionamientos políticos, por ello no puede considerarse a
A lo
largo de este trabajo intentamos plantear precisamente el modo en que las
cuestiones previamente mencionadas aparecen en “La vida en las fábricas...”. Creemos que a través de su
investigación Lobato intenta articular ciertas categorías provenientes del
materialismo histórico, aún cuando señala las precauciones que requiere su
puesta en práctica, al tiempo que incorpora otras coordenadas que juzga
necesarias en función de su particular objeto de estudio. Concretamente la
autora considera que el concepto de clase se torna insuficiente a la hora de
analizar las experiencias de los trabajadores de Berisso e incorpora, de manera
adecuada, las variables género y etnia.
En
este punto, como ya afirmáramos, si bien remite a “La formación...” no recupera otra de las nociones claves en la
teoría del historiador inglés. La categoría lucha de clases es, en Thompson, la
que le permite explicar precisamente la experiencia de clase.[24]
Teniendo en cuenta que el objetivo de su libro es examinar las experiencias de
los trabajadores, entendemos que tal perspectiva debiera haber incluido de modo
más explícito una clave explicativa que juzgamos insoslayable para estudiar como
el cotidiano laboral es construido.
Para
finalizar, coincidimos con Lobato en que el concepto de clases sociales no
puede explicar por sí solo todas las problemáticas que se desprenden del
análisis de la sociedad capitalista, pero también lo es, como expresara Reyna
Pastor, que las restantes coordenadas analíticas deben enmarcarse en “conceptos
más globalizadores”, ya que son estos últimos los que en definitiva determinan
una formación social.
Bibliografía
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THOMPSON, E.
P., Miseria de la teoría, Crítica,
Barcelona, 1981.
Los
trabajadores en
El
presente trabajo intenta recuperar los principales lineamientos teóricos y
metodológicos aplicados por Mirta Zaida Lobato en su libro “La vida en las
fábricas. Trabajo protesta y política en una comunidad obrera, Berisso
(1904-1970)”. Desde su perspectiva que combina la historia de empresas con la
historia social, la autora propone un análisis de los trabajadores de los
frigoríficos Swift y Armour de Berisso que se aleja
de los estudios más tradicionales de las clase obrera nacional, a partir de un
conjunto renovado de temáticas e interrogantes escasamente abordados por la
historiografía local hasta bien entrada la década del ochenta. En relación a
ello es nuestra intención resaltar algunas cuestiones de naturaleza teórica
ligadas a la práctica histórica, en particular la rigurosidad conceptual que
debe exhibir todo estudio de carácter científico.
Palabras
clave: historia de
empresas – conceptos – experiencia - clases sociales – género – etnia
Workers in Argentina. Analysis of a specific case
based on a theoretical perspective and methodological choices
This article aims at going back to the main
theoretical and methodological guidelines applied by Mirta
Zaida Lobato in her book
“La vida en las fábricas. Trabajo, protesta y política en una comunidad obrera, Berisso (1904-1970)”. Providing a different perspective
that combines the history of enterprises and the social history, this writer
carries out a careful analysis of Swift and Armour de Berisso
meat processing plant workers. Unlike most traditional studies of the national
working class, her work explores a change in the topics and questions which
have been scarcely mentioned by the local historiography till the 80´s. It is
our principal aim to emphasize some theoretical matters closely connected with
our historical background, in particular, the conceptual strictness that should
exist in every scientific study.
Key words: history of enterprises – concepts – experience
- social classes – genus - ethnic
Notas
[1] Profesora de
Enseñanza Media y Superior en Historia. Adscripta desde
[2] LOBATO, M., La
vida en las fábricas. Trabajo, protesta y política en una comunidad obrera,
Berisso (1904-1970), Entrepasados/Prometeo Libros, Bs. As., 2001.
[3] LOBATO, M., El
taylorismo en la gran industria exportadora (1907-1945), CEAL, Bs. As. 1988; “Arqueología industrial. Los espacios de
trabajo en la industria frigorífica en la primera mitad del siglo XX”, en Anuario, Nº 13, Escuela de Historia,
U.N.R., 1988; “Una visión del mundo del trabajo: el caso de los obreros de la
industria frigorífica. Berisso, 1900-
[4] Para quienes estén
interesados en revisar estudios realizados desde esta perspectiva
historiográfica consultar: BARBERO, M. I., “Treinta años de estudios
sobre la historia de empresas en
[5] Para quienes estén interesados en el tema ver: BOTANA, N. y GALLO, E., “La
inmadurez de los argentinos”, en FLORIA,
C. A. y MONSERRAT, M. (comps.), Pensar
[6] Los trabajos mencionados por la autora son: GERMANI,
G., Política y sociedad en una época de
transición. De la sociedad tradicional a la sociedad de masas, Paidós, Bs.
As., 1968; “El surgimiento del peronismo: el rol de los obreros y de los
migrantes externos”, en Desarrollo
Económico, N° 51,
octubre-diciembre de 1973; DEL CAMPO, H., Sindicalismo
y peronismo: los comienzos de un vínculo perdurable, CLACSO, Bs. As., 1983;
MATSUSHITA, H., Movimiento obrero
argentino, 1930-1945: sus proyecciones en los orígenes del peronismo, Siglo
Veinte, Bs. As., 1983; MURMIS, M. y PORTANTIERO, J. C., Estudios sobre los orígenes del peronismo, Siglo XXI, Bs. As.,
1972; TORRE, J. C., La vieja guardia
sindical y Perón. Sobre los orígenes del peronismo, Ed. Sudamericana –
Instituto Di Tella, Bs. As., 1990; TORRE, J. C. (Comp.), La formación del sindicato peronista, Legasa,
Bs. As., 1988, JAMES, D., Resistencia e
integración. El peronismo y la clase trabajadora argentina 1946-1976,
Ed. Sudamericana, Bs. As., 1990. Sin embargo, Lobato no se detiene en plantear
las diferencias analíticas que distinguen a los mismos.
[7] Los trabajos mencionados por la autora son: BALVÉ, B. y
otros, Lucha de calles. Lucha de clases,
[8] THOMPSON, E. P. La
formación de la clase obrera en Inglaterra, Ed. Crítica, Barcelona, 1989.
[9] THOMPSON, E. P., Tradición, revuelta y consciencia
de clase, Ed. Crítica, Barcelona, 1979, p. 37.
[10] LOBATO, M., La
vida en las fábricas..., p. 29.
[11] LOBATO, M. y SURIANO, J., “Trabajadores y movimiento
obrero: entre la crisis y la profesionalización del historiador”, en Entrepasados, Año III, Nº 4-5, Bs. As.,
1993, p. 41.
[12] LOBATO, M., op. cit., p. 30.
[13] Al respecto ver:
LOBATO, M. y NARI, M., “Sueños de igualdad. La ‘generización’ de los estudios
históricos sobre el trabajo”, IV Jornadas Interescuelas
Departamentos de Historia, Simposio Problemas
teóricos y metodológicos en los estudios de la mujer, Mar del Plata,
octubre 1993.
[14] PASTOR, R., “Mujeres e historia de las mujeres, hoy”,
en Zona Franca, Centro de Estudios
Históricos sobre las Mujeres, Año I, Nº 1, Rosario, setiembre-octubre 1992, p.
4. El sombreado pertenece al texto original. En relación a este tema ver: BOCK, G., “La historia de las
mujeres y la historia del género: aspectos de un debate internacional”, en Historia Social, Nº 9, 1991.
[15] LOBATO, M., op. cit., p. 21.
[16] En ibídem., p. 33.
[17] Entre las fuentes
consultadas se encuentran: diarios y
periódicos, revistas, documentos oficiales municipales, sindicales y
judiciales, archivos de asociaciones étnico/nacionales, publicaciones
gubernamentales, memorias escritas, obras literarias, artículos y folletos.
[18] BARBERO, M. I., op.
cit., p. 198.
[19] Entre aquellos que adhieren a
[20] PORTELLI, A., “El tiempo de mi vida: las funciones del
tiempo en la historia oral”, en Lozano, J. (comp.), Historia Oral, Universidad Autónoma Metropolitana, 1993.
[21] LOBATO, M. y SCHWARZSTEIN, D., “El pasado debe
pensarse en términos éticos. Una conversación con Alessandro
Portelli”, en Entrepasados, Año IX,
Nº 17, 1999.
[22] LOBATO, M., “Arqueología industrial”, op. cit., p.
202.
[23]THOMPSON, E. P., Miseria
de la teoría, Ed. Crítica, Barcelona, 1981, pp. 67-84.
[24] Para ampliar los planteos teóricos de E. P. Thompson Ver:
MEIKSINS WOOD, E., “El concepto de clase en E. P. Thompson”, en Revista “Contra la corriente”, Año 1,
Nº 1, Bs. As., agosto 1990.