La lucha de clases racializada. Un análisis del conflicto por la inseguridad en la historia reciente de Villa Constitución

 

 

Darío Nicolás Moroni(*)

 

 

Resumen

 

El ascenso de la problemática llamada inseguridad devino en el auge de un nuevo tipo de conflictividad social que logró una importante capacidad de movilización, asociado siempre a un discurso que identifica determinados sectores de las clases populares con la delincuencia y levanta las banderas de la “mano dura”. El caso que en este artículo nos proponemos desarrollar es la consolidación de una nueva ciudadanía, como así también de su consecuente antagonismo, que maduró a causa de la problemática de la inseguridad y se evidencia en el accionar de determinados actores sociales en la ciudad de Villa Constitución, en el pasado reciente.

Trataremos de centrarnos en un plano del análisis, muchas veces olvidado, que plantea la importancia de tener en cuenta la problemática del racismo que se extiende por toda América, y del cual Argentina no está exenta. En otras palabras, lo que queremos ver en este trabajo es qué papel tiene la racialización de las relaciones de clase en la configuración de identidades y clasificaciones sociales que se evidencian en la etapa estudiada.

 

Palabras clave: racismo; racialización; inseguridad; antagonismos; clases.

 

 

The class struggles racialized. An analysis of the conflict over insecurity in the recent history of Villa Constitución

 

Abstract

 

The rise of the problem called insecurity became in a new type of social conflict, which arrived an important mobilization capacity, always associated with a discourse that identifies sectors of the popular classes with crime and raises the flags of "hand hard ". The case that we propose to develop in this article is the consolidation of a new citizenship, as well as its consequent antagonism, which matured because of the problem of insecurity and is evident in the actions of certain social actors in the city of Villa Constitución, in the recent past.

We will try to focus on that level of analysis, often forgotten, that raises the importance of considering the problem of racism that extends throughout the Americas, and of which Argentina is not exempt. In other words, what we want to see in this paper is the role of the racialization of class relations in identity’s configuration and the social classifications that are evident in the studied stage.

 

Keywords: racism; racialization; insecurity; antagonisms; classes.

 


 

La lucha de clases racializada. Un análisis del conflicto por la inseguridad en la historia reciente de Villa Constitución

 

Introducción

 

La etapa neoliberal comenzó en Argentina con el arribo de la dictadura cívico-militar al poder, el 24 de marzo de 1976; su desarrollo y profundización llegó de la mano del gobierno menemista en el período 1989 - 1999. La desocupación estructural, el desmantelamiento de la industria, el cambio en la forma y el objetivo de la intervención estatal y la flexibilización laboral son solo algunos de los hitos de este proceso que arroja, para fines del gobierno de Menem, enormes problemáticas sociales y económicas reflejadas en la conflictividad ascendente.[1]

Una de esas problemáticas es la llamada inseguridad, concepto no muy preciso que surge para denominar el aumento de los casos de delincuencia, en particular robos y puntualmente los robos violentos en las grandes urbes del país. Asociado siempre a un discurso que identifica determinados sectores de las clases populares con la delincuencia y levanta las banderas de la “mano dura”; dicho discurso se impuso como interpretación hegemónica, a través de los partidos tradicionales y los grandes medios de comunicación.[2] El ascenso de la problemática devino entonces en el auge de un nuevo tipo de conflictividad social, que logró hacia el año 2004, con las movilizaciones por la seguridad del falso ingeniero Blumberg[3] como punto de inflexión, una importante capacidad de movilización.[4] A partir de aquí se producen en nuestra sociedad diversos momentos de auge y movilizaciones bajo la consigna seguridad en las diferentes ciudades del país.

El caso que en este artículo nos proponemos desarrollar es entonces la consolidación de una nueva ciudadanía,[5] como así también de su consecuente antagonismo,[6] que maduró a causa de la problemática de la inseguridad y se evidencia en el accionar de determinados actores sociales en la ciudad de Villa Constitución en el pasado reciente. Específicamente haremos foco en el proceso de organización, y la discursividad dominante que lo acompaña, tanto de los actores referenciales como de los medios de comunicación. Tomaremos en cuenta también el cambio cualitativo que se da en la problemática a partir de la aparición del “sujeto inmigrante”[7] como el principal “enemigo interno”[8] del problema de inseguridad.

La situación por analizar tiene varias particularidades que la distancian un poco de otras que se sucedieron en el resto del país. Primero, Villa Constitución no es una gran urbe[9], es una ciudad industrial, principalmente enfocada en la metalmecánica y la exportación agroindustrial, con cincuenta mil habitantes y una gran desigualdad económica y social. Segundo, en esa localidad, el problema de la inseguridad ha generado niveles de organización y capacidad de movilización que no parecieran seguir la dinámica del resto del país. Y tercero, este discurso que se ha logrado instalar como hegemónico en el grueso de la población de Villa Constitución, está dirigido centralmente hacia los nuevos inmigrantes internos que arribaron a la ciudad, no de países limítrofes ni de provincias vecinas, sino de otras ciudades, particularmente de Rosario y de Santa Fe.

Por otra parte, pensamos como meta de esta investigación aportar al debate planteado por Ezequiel Adamowsky[10] sobre la importancia de la dimensión racial en el estudio de la historia argentina. En este sentido trataremos de centrarnos en ese plano del análisis, muchas veces olvidado, que plantea la importancia de tener en cuenta la problemática del racismo que se extiende por toda América, y del cual Argentina no está exenta. Veremos al final del trabajo si esto nos ha permitido arribar a explicaciones más complejas, y por tanto más útiles.

Además, es parte de los objetivos de este trabajo poder ver qué reconfiguración se produjo en la etapa estudiada en la ciudad, que abarca el período 2001-2014, y cuál es la relación entre las racializaciones[11] estructurales heredadas y la construcción de estos nuevos antagonismos sociales que presuponemos. En otras palabras, lo que queremos ver en este trabajo es qué papel tiene la racialización de las relaciones de clase en la configuración de identidades y clasificaciones[12] sociales que se evidencian en la etapa estudiada. Por lo tanto, trataremos de comprender la aparición de una identidad vecinal[13] en detrimento de la identidad de clase y cómo los antagonismos de clase son opacados por “nuevos antagonismos”.[14]

Nuestra hipótesis sostiene que el proceso de auge de la inseguridad y la migración interna, que vivió la ciudad de Villa Constitución en el pasado reciente, consolidó una determinada reconfiguración de las identidades sociales. Partiendo desde una base histórica de racialización de las relaciones de clase, se fue transformando en hegemónica una “identidad vecinal” en oposición a los “sospechosos –más aún si son inmigrantes- habitantes de las villas”.

La identidad de clase obrera, que predominó en el campo de los sectores populares de Villa Constitución en el pasado, atravesó un proceso de destrucción” a causa de las derrotas de los 70 y los 90.[15] Durante esos procesos se crearon las condiciones de fragmentación, vacío ciudadano y disciplinamiento de los sectores populares. En este marco se produjo un proceso de reclasificación social, donde una nueva identidad de “clase media” con conciencia vecinal -asentada en la vieja racialización de clase- alcanzó un carácter hegemónico. Como parte del proceso de reclasificación, el conflicto por la inseguridad produjo una consolidación de esa nueva identidad, aportando novedosas características con graves consecuencias políticas.

Por último, usamos en esta investigación, el en marco de una metodología de diseño flexible, una serie de fuentes diversas que analizamos mediante técnicas fundamentalmente cualitativas, pero también utilizamos técnicas cuantitativas para el estudio de determinadas fuentes. Dichas fuentes son diversas: en particular se usó sistemáticamente el diario local, no solo en términos cualitativos, sino que por ejemplo las tapas del mismo nos permitirán establecer ciertas cuantificaciones que explicaremos más adelante, mientras que las noticias que seleccionaremos nos van a permitir avanzar en la interpretación de los procesos; por otra parte también analizamos documentos públicos, fundamentalmente estadísticas y censos; además de notas televisivas, con similares características que las notas periodísticas de los diarios; y, finalmente realizamos entrevistas a los principales referentes de los medios locales, donde buscaremos deconstruir los imaginarios que son parte del proceso.

 

La “racialización de las relaciones de clase” como categoría de análisis

 

Recurrimos en este trabajo al concepto de racismo porque entendemos que es la mejor forma de describir y conceptualizar una serie de procesos que se viven en el cotidiano de las relaciones sociales de la región estudiada. Sin embargo, es necesario hacer algunas aclaraciones sobre el concepto de racismo y de raza.

En primer lugar, tenemos que decir que la utilización de la idea de raza está aquí despojada de su ya perimida pretensión biológica.[16] No se piensa en la idea de raza en tanto una serie de caracteres genéticos que condicionan aspectos morales, psicológicos o sociales. En realidad, ni siquiera tiene sentido esta idea en la especie humana, como dice Margulis: “la antropología física, le negó toda relevancia a la noción de razas humanas, indicando que carece -en el campo científico actual- de entidad alguna en tanto instrumento clasificatorio.”[17]

Por esto es que pensamos que, si bien el concepto de raza es una construcción imaginaria, no deja de ser real en el plano de lo social. Sobre todo, en el sentido de que se utiliza como mecanismo de construcción del otro.[18] Y como dice Margulis “La raza y todo lo que se invoca respecto de ella puede corresponder a mitos y productos ideológicos, a predicados imaginarios e irreales. Pero el racismo es y ha sido un hecho real que conlleva importantes consecuencias.”[19] Y es que el racismo no consiste en el mero señalamiento de diferencias sino en la clasificación de grupos y atribución de características negativas, “en la negación del derecho a ser diferente y, además, en colocar la diversidad, que se observa en los grupos humanos, dentro de escalas sociales jerarquizadas que se estructuran sobre lo legitimo/ilegitimo, bueno/malo, igualdad/desigualdad.”[20]

Por eso en este trabajo tomaremos la conceptualización teórica de Margulis en cuanto a pensar, “en una suerte de Heteroglosia”[21], a los procesos de racismo, discriminación y xenofobia como parte de un mismo mecanismo de justificación y construcción de desigualdad social, que configura “social, cultural, histórica e ideológicamente la estructura social y de clases”[22] y está ligado siempre a procesos de construcción y reproducción de hegemonía. Hacemos hincapié entonces en la dimensión histórica de la construcción de estos procesos sociales.

Esto es lo que Margulis llama racialización de las relaciones de clase, una particular dialéctica latinoamericana entre cultura y modo de producción, que permite explicar por qué las relaciones de clase se conformaron históricamente en nuestro país, relegando a posiciones de inferioridad y subordinación a toda la población existente en el territorio considerada “no blanca”, hablamos de nativos, africanos mestizos y sus descendencias. Construyendo configuraciones de sentido, valores y jerarquías se sostuvieron estos procesos de segregación y discriminación que se prolongan a nuestros días incorporando influencias del racialismo de la Europa imperial.[23] Sintetiza este concepto el autor: “Rasgos de índole corporal (mestizaje), étnico y nacional, en los que arraigan fenómenos culturales (dialectos, costumbres, comportamientos), han intervenido históricamente en la constitución y reproducción de las relaciones de clase en América latina.”

Por otra parte, Eduardo Menéndez aporta a la particularidad del racismo latinoamericano, deconstruyendo las ideas tradicionales y eurocéntricas del racismo: “…. Toda relación social que significa “cosificar” a los otros, es decir, negarle categoría de persona, da igual: toda relación que permita la interiorización y uso de los otros es racismo.

Toda nuestra historia latinoamericana está montada sobre relaciones raciales: la relación con el indio, con el negro, con los inmigrantes europeos, con los migrantes latinoamericanos de Chile, Paraguay y Bolivia, con los migrantes de las provincias “pobres”. Con todos ellos y en su respectivo momento las formas oficiales culturales generaron un tipo de relación racial. Y esta relación es función de modos de producción que determinan la distribución y las opciones a esa distribución.”[24]

Sostendremos con este artículo que la racialización de las relaciones de clases es una categoría fundamental, que no puede ser obviada, para comprender muchos de los procesos sociales de la historia argentina. Coincidimos con Ezequiel Adamowsky cuando plantea que esta “desigualdad racializada”, donde condiciones socioeconómicas se superponen y combinan con los colores de la piel,[25] no se limita sólo a una herencia, “…sino que se reproduce junto con la propia opresión de clase. En Argentina, como en tantos otros sitios no puede entenderse la dinámica de clase sin incluir la dimensión étnica o racial.”[26]

Es importante tener en cuenta este proceso a la hora de analizar nuestro objeto de estudio con el fin de aportar soluciones a la problemática planteada. Tomamos el concepto de racialización de las relaciones de clases como marco teórico para explicar los procesos de racismo, xenofobia y discriminación que evidenciamos, en la dialéctica y particular relación entre modo de producción y construcciones culturales que se da en América latina.

 

Relevamiento de noticias

 

En la primera etapa del trabajo de campo realizamos una recorrida por las tapas de diarios de los períodos 2001, 2004 y 2008-2014[27] para tratar de comprender el proceso histórico que abarca nuestra problemática, poder establecer los momentos de cambio y las continuidades y finalmente, para tratar de entender en qué consisten esas transformaciones que se han producido durante este período.

La recolección abarcó todas las tapas del Diario El Sur encontradas. Entendemos que la tapa es fundamental para poder tener un termómetro de la agenda que se discute en la opinión pública, ya que es el elemento más difundido y por lo tanto el principal marcador de agenda que tiene un diario. Por lo tanto, analizar el lugar que ocupa la noticia de inseguridad en la tapa de los diarios será un fiel indicador de como varia esta problemática en el lugar que ocupa en la opinión pública. Este análisis se realizó teniendo en cuenta una serie de criterios para garantizar una buena cuantificación de la muestra. Se realizó una clasificación en tres tipos de noticias según su relevancia en la tapa del diario, en orden de importancia son: notas de tapa, notas de segundo orden y las notas de tercer orden.

Por otra parte, se contabilizo todas las tapas que se encontraron relacionada con a la problemática de inseguridad. Por lo que no se reduce el conteo a notas específicamente de robos y asaltos, sino que también involucra todas las actividades sociales y políticas que tengan como eje la problemática de inseguridad como también aquellas que se refieren a la problemática de los asentamientos. Esto se debe a que claramente, a lo largo de nuestra investigación, pudimos ver como la problemática de asentamientos estaba directamente relacionada con la problemática de la inseguridad.

A partir de estos criterios se realizó un conteo de la cantidad de notas que aparecían por tapa en todas las tapas encontradas de todos los años estudiados. Y se elaboraron varias curvas estadísticas para poder visualizar desde distintos ángulos como fue cambiando la importancia y la interpretación de la problemática de la inseguridad en el proceso analizado.

 

Una cuantificación global

 

La primera de las estadísticas que construimos consiste en la cuantificación porcentual del conjunto de las noticias de inseguridad en todo el período 2001-2014. Lo que se hizo fue contar todas las noticias relacionadas con la inseguridad que aparecían en las tapas de los diarios en cada año, para luego elaborar un “porcentaje de participación”[28] de dichas notas en la tapa. Construimos este porcentaje de participación porque nos permite tener una muestra clara del lugar que ocupa en la agenda del diario la problemática de la inseguridad.

 

 

 

Elaboración propia en base a las tapas del Diario El Sur.

 

La segunda tabulación consiste en la cuantificación porcentual con igual método que la anterior, pero recortando solo las noticias específicas de delincuencia, es decir, solo los hechos noticiados que refieran a delitos a la persona y a la propiedad, principalmente, robos y homicidios. Vale aclarar que, si bien la visibilidad mediática de los delitos no puede nunca representar una estadística delictiva real, puesto que no podemos saber quién decide, y en base a qué, la visibilidad o no de las noticias de robos y homicidios, si existe una relación ya estudiada por Kessler y mencionada en este trabajo.

 

 

Elaboración propia en base a las tapas del Diario El Sur.

 

Como vemos, esta cuantificación nos muestra resultados diferentes que la anterior. Podemos sacar algunas conclusiones de su análisis:

·                    Desde el año 2001 al 2008 se observa un descenso notorio de los casos de inseguridad en la participación porcentual de las tapas. Coincidente con el período de crecimiento económico continuado a nivel nacional.

·                    A partir del 2010 se ve si un aumento de la participación de estos hechos en la tapa de los diarios. Si bien este aumento no es regular, y hay una especie de “serrucho” entre 2010 y 2013, no es menos cierto que esta etapa muestra una ruptura con el período anterior. No solo se frenó su disminución, sino que aumento en promedio su participación en las tapas durante este período.

·                    Finalmente, el año 2014 se presenta como anomalía, nuevamente. No sabemos si este salto cuantitativo continuo o no, ya que no analizamos los años posteriores. Pero es evidente que este fue un año en el cual las noticias sobre robos y robos violentos y homicidios estuvieron presentes en 8 de cada 10 tapas de ese año.

 

Unas primeras reflexiones

 

Durante el período estudiado acontecieron determinados cambios en la agenda mediática estudiada, respecto del lugar que ocupaba la problemática inseguridad. Primero, el año 2001 nos muestra que la inseguridad ya era un elemento existente en ese momento en las tapas de los diarios. Claramente, visto en perspectiva, la dimensión en ese momento es mucho menor a la de los años finales del proceso.

Segundo, el tamaño en el “porcentaje de participación” desde al 2004 y la gran diferencia con la cantidad de robos que aparecen en la tapa ese año, nos demuestran que las transformaciones que plantean Kessler, Calzado, Martínez y Verdú en la forma y el contenido de la construcción mediática del problema ya están presentes para esta fecha en el diario estudiado. También es evidencia de que, la organización y movilización por inseguridad fue independiente del crecimiento real del problema. Es notoria la influencia de la agenda mediática nacional en dicho proceso. Comienza a verse un nuevo sujeto político que exige, independientemente de casos puntuales, un nuevo orden social.

Tercero, el aumento escalonado del “porcentaje de participación” que se da respecto de las noticias de inseguridad evidencian tres saltos cuantitativos que nos permiten un primer elemento de periodización. Así entendemos un primer salto en el período 2009-2011, otro de mayor importancia en el período 2012-2013 y finalmente una especie de excepcionalidad en el año 2014. Esta primera periodización nos facilitara la búsqueda y la tarea de interpretación del análisis de las noticias. Más adelante cruzaremos los datos aquí analizados con estos últimos.

Y, finalmente, Vemos que existe una clara diferencia entre la primera estadística y la segunda. Lo que nos demuestra que no hay una estricta relación directa (aunque también demuestra que existe una relación evidente) entre uno y otro elemento.

 

Migración

 

Durante nuestro trabajo entendimos la importancia que tuvo para el proceso estudiado el fenómeno migración. Decidimos entonces, llevar adelante un acotado relevamiento de los diferentes resultados estadísticos que encontramos sobre la migración en la localidad y la región. Lo desarrollamos antes del trabajo interpretativo para que el lector comprenda mejor la problemática.

En el año 2010 el Estado Nacional realizó el Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas 2010.[29] A partir de este se desprenden determinados datos migratorios que son significativos para nuestro estudio. En los cuadros P54-P y P55-P[30] nos encontramos con dos estadísticas significativas del período 2005-2010. La primera muestra la migración de dicho período hacia la localidad de Villa Constitución, desde las demás provincias del país y del exterior. La segunda muestra la migración interna en la provincia, es decir, los migrantes que llegaron a dicha ciudad desde otras localidades de la provincia.

Los primeros datos que obtenemos a partir de aquí son los totales. Podemos decir, basándonos en dichas estadísticas, que para este período se registra una migración acumulada de 937 personas provenientes de otras provincias, 133 personas provenientes de otros países y 598 personas provenientes de otras localidades de la provincia. Lo que nos da un total acumulado de inmigrantes para el período 2005-2010 de 1668 personas. Lo que no podemos afirmar con certeza es cuánto de esa migración corresponde al movimiento poblacional que generó el crecimiento de los nuevos asentamientos en Villa Constitución. Por otro lado, si podemos afirmar que plantear que esa migración es por completo migración hacia nuevos asentamientos es un error. Por lo tanto, podemos al menos inferir que la cifra es sin duda menor. Así y todo, este número representa el 3.4 % de la población.

Para tener una comparación en Santa Fe, durante el mismo período hubo un 2.55 % de migración acumulada sumando migración extranjera y migración interprovincial. Esto nos da un número más alto que el mismo porcentaje para la ciudad (ya que descontamos la migración inter-localidades) que sería de 2.23 % lo que está indicando una migración por debajo de la media santafesina.

Este indicador es el primer dato significativo que tenemos para demostrar que no hubo un proceso migratorio excepcional en dicha urbe. Ya que parece obedecer dicho proceso a los promedios provinciales y nacionales.

Otro indicador estadístico es la Encuesta Permanente de Hogares,[31] se trata de un relevamiento permanente realizado por la provincia de Santa Fe con periodicidad trimestral. Si bien no es un censo, por lo que tiene el carácter de estimación estadística, la periodicidad nos permite analizar tendencias y creemos que nos da una visión más clara de la realidad migratoria. El período estudiado es 2006-2011, sin embargo, al ser un estudio donde se registra la situación de residencia de los sujetos 5 años antes (es decir, donde vivían hace 5 años), entendemos que nos permite ver la migración de los años 2001-2011, por lo que tenemos un panorama más claro. Este estudio abarca el conglomerado Villa Constitución-San Nicolás, lo que nos arroja un resultado indirecto respecto de la localidad al agruparse ambas ciudades. Sin embargo, creemos que podemos establecer una proporcionalidad lineal en base a la diferencia poblacional al corroborar mediante el censo nacional que ambas ciudades se comportan de forma parecida respecto del flujo de migración.[32]

 

 

 

Elaboración propia en base a las tapas del Diario El Sur.

 

Vale destacar que este estudio abarca tanto, migración interna de la provincia, migración interprovincial y migración internacional. Por lo tanto, en los resultados tenemos el acumulado de migración.

Destaca en primera medida la diferencia con los resultados anteriores. La migración para el período 2005-2010 en este caso sería del 1 por ciento, lo que nos da para Villa Constitución alrededor de 470 personas. Es un numero sensiblemente más bajo, y creemos, más cercano a la realidad, al realizar el estudio periódicamente y descontarse así, el tránsito de migrantes que no se asientan definitivamente en la ciudad. Por otro lado, el acumulado de los diez años del período 2001-2011, que obtenemos sumando los resultados del promedio del relevamiento del año 2006 y el año 2011 nos arroja un acumulado migratorio de los últimos diez años, de 3.49 %. Similar al acumulado de las estadísticas anteriores (con la diferencia que este abarca 5 años más). Entonces, a partir de este dato podemos decir que la migración acumulada de los últimos diez años en dicha ciudad se acerca a las 1675 personas. Un número que no es definitivo por tratarse de una estimación estadística sobre un conglomerado de dos ciudades.

El dato más importante que nos arroja esta recopilación estadística es sin dudas la tendencia descendente sobre el proceso migratorio. El índice de migración acumulada anual pasa de 2.36 en el 2006 a 1.13 en el 2011, por lo que es evidente que el proceso migratorio descendió significativamente. Si observamos la tabla podemos afirmar que comienza la pendiente descendente desde el año 2008.

Este es el dato más significativo porque, más allá de los errores en la estimación y el número exacto de cuantos migrantes hay en Villa Constitución, nos permite ver que el alarmismo y la supuesta explosión migratoria que se denunció desde el diario para los períodos 2007-2012, no tuvo lugar, sino que, por el contrario, la migración sufrió un fuerte descenso.

Creemos que este es uno de los elementos más fuertes que atenta contra el “mito de la migración” que sacamos de una fuente “neutral[33]” como es la estadística nacional.

Finalmente encontramos los relevamientos que se realizaron a nivel local. Nos referimos particularmente a dos correspondientes a estudios que llevo adelante el municipio en los años 2009 y 2012 mediante empresas especialistas y una mención de un relevamiento personal del senador provincial por la UCR, Germán Giacomino.

El primero de estos, el relevamiento municipal del año 2009[34] lo analizaremos profundamente cuando veamos el informe en el diario. Más allá del análisis en fino, que derriba barios mitos generales sobre la situación de los pobres y los asentamientos en Villa Constitución, nos limitaremos aquí a reproducir lo referente al tema migración.

En este informe se plantea que de un total de 531 familias que viven en los barrios que se han expandido en los últimos años, los que son considerados “nuevos asentamiento”, sólo 58 familias son migrantes. Lo que representaría un 12% del total de la población de los asentamientos.

Este dato derrumba definitivamente la idea de que los asentamientos crecen por la migración. Y teniendo en cuenta que se realizó mediante una tercerización, es decir que no se llevó adelante por funcionarios, no vemos motivos para sospechar una manipulación de los datos. Con lo cual nos parece un dato válido y muy significativo respecto del problema de la migración.

Luego, encontramos declaraciones de la entonces secretaria municipal, Gabriela Chiarioti, donde explica que en el año 2012 se hizo un relevamiento estadístico sobre 80 familias de los nuevos asentamientos de la ciudad.[35] En dicha entrevista Chiarioti explica que el resultado de este relevamiento arrojo un 10% de migrantes viviendo en los nuevos asentamientos. Nuevamente no encontramos razones para no validar esta estadística teniendo en cuenta que se realizó mediante una tercerización. Los errores que pueda tener no son más que los de cualquier estadística.

Este dato no solo derriba el mito de la migración, que para esa fecha comenzaba a ser instalado por los periodistas del Diario El Sur, sino que además es coherente, con el dato anterior y con la tendencia decreciente que revela la EPH sobre la migración.

Finalmente, una declaración del senador Giacomino arroja una cifra significativamente distinta[36]. En esta nota Giacomino declara haber realizado un relevamiento propio que le arroja que un 75 % de los ciudadanos de los nuevos asentamientos son oriundos de la propia ciudad, mientras que un 25% serían inmigrantes.

Si bien esta cifra duplica al relevamiento de la municipalidad, e incluso podría plantear un aumento de la migración en los últimos años que no han podido ser relevados en los estudios anteriores, entendemos que no se puede considerar a la migración como la causa de la aparición y el crecimiento de los nuevos asentamientos.

Este dato es lapidario, ya que proviene de un sector que, en el momento histórico donde se realiza la declaración, está en franca oposición con el oficialismo de la ciudad.

Por tanto, más allá de que se utilice el mismo dato para hablar de la gran inmigración, entendemos que no es una cifra que permita aseverar que esta es la causa de los asentamientos, sino más bien todo lo contrario. El hecho de que este dato haya sido usado para generar alarmismo y pánico solo se explica por el enorme problema de estigmatización y racismo que atraviesa transversalmente toda la problemática. Nuevamente, no se puede entender este proceso, sin tener en cuenta la racialización de las relaciones de clase.

 

Análisis interpretativo de las notas del diario

 

En la segunda etapa de nuestro trabajo de campo llevamos adelante un abordaje analítico de una serie de noticias recopiladas durante el período 2001-2015. El criterio para la selección de noticias se basó en dos elementos que se buscan aclarar en este trabajo. El primero es la problemática de la inseguridad, dentro de esta el criterio de selección de noticias apunto a la posibilidad de reconstruir fehacientemente en todo el período los diferentes discursos e interpretaciones que realizaron sobre el tema los distintos actores: obviamente el diario en primer lugar, pero también aquellos que mediante el diario expresaron su discurso e interpretación del problema, fundamentalmente los distintos actores políticos y sociales.

El segundo elemento fue la problemática de la migración. En este sentido se seleccionaron todas aquellas noticias que mostraban los discursos y las explicaciones que se tejieron durante el período respecto de la problemática. Tanto desde la perspectiva editorial del diario, como aquellas que reflejaban el discurso de los vecinos, organizaciones civiles y políticas.

Por razones de orden y espacio no expondremos aquí toda la cronología analizada, sino que nos concentraremos en lo que es el periodo más significativo del proceso, donde se consolidan las nuevas características producidas por el proceso de cambio estudiado.

El año 2012 evidencia varios cambios significativos en el proceso analizado que nos permiten pensar en el inicio de una nueva etapa en el marco de un largo proceso. Los cambios se pueden resumir en dos ejes. El primero es la aparición y consolidación de un espacio de vecinos “autoconvocados” a causa de la problemática de la inseguridad. Este grupo no es una continuidad con los espacios surgidos años atrás y se caracteriza por un alto grado de politización evidenciado en un programa claro de demandas: combatir los asentamientos, expulsar al juez y aumentar la planta policial.

Las reuniones de autoconvocados comienzan espontáneamente. La problemática se ha transformado en un tema de primera importancia y urgencia para un sector de la ciudad. Es la primera vez que vemos convocatorias tan grandes (hasta 800 personas). "Cuando la seguridad, que es el principio básico de las personas, está amenazada el resto no funciona…"[37] dijo un manifestante. Una muestra de cómo la seguridad empieza a transformarse en el derecho fundamental de los ciudadanos. Una evidencia del origen fundante de este “movimiento social”.

Horacio Vaquié, el intendente por la UCR en ese año, ya no asiste a las reuniones como lo hacía anteriormente. Por unanimidad es fuertemente criticado, y se lo acusa a él puntualmente de traer “gente de afuera a cambio de un voto”. El otro gran responsable señalado es el juez Bissio. El juez de la localidad. Acá vemos un cambio fundamental. No se busca colaborar con las autoridades como se hacía en años anteriores, no es un reclamo difuso. Este movimiento tiene objetivos concretos que evidencian otro nivel de organización y otro piso de politización de quienes lo dirigen.

Vimos también este año los límites de la identidad de “Vecinos autoconvocados”. En una de las reuniones, los vecinos de barrio de Lujan y 9 de julio que asistieron, se retiraron con una dura acusación: sus reclamos no eran tenidos en cuenta, no se tenían en cuenta "los derechos de la gente humilde". Acusaron al movimiento de "sectorial". Esta es tal vez una de las evidencias más fuertes de la racialización de las relaciones de clase. El mismo día esos mismos vecinos de 9 de julio hicieron una marcha por el asesinato de Acosta en un evento festivo nocturno. El movimiento de vecinos no se sumó a esta iniciativa.

En cuanto al rol de los medios resaltamos un dato elemental. En la marcha más importante del año 2012, quien leyó el comunicado fue el periodista Juan. En este sentido, es clara la participación que tienen los comunicadores en el proceso. Podríamos decir que se mueven como un actor político más dentro del movimiento.

Respecto de dicha marcha, sorprende la gran cantidad de adhesiones que reúne. Muchísimas cámaras empresariales, pero también gremios como la UOM y los empleados de comercio. Esto es una clara evidencia del cambio que tiene lugar en este proceso. La problemática toma una dimensión no vista en los años anteriores. Pasa a ocupar el primer lugar en la agenda.

Otra característica de este movimiento es su postura respecto de los asentamientos. Se da por sentado que crecen por migración, y se plantea su existencia como un problema de seguridad. El reclamo es para evitar que existan, para evitar su expansión. Queda en evidencia la reconfiguración de un nuevo antagonismo consolidado “ciudadanos VS usurpadores” son las identidades que van a definir “el conflicto social horizontal”.

Es claro como ya está consolidado el antagonismo entre Villeros-Villenses. Esto no es nuevo, lo nuevo es que se plantea el antagonismo en el marco de la inseguridad. En este sentido, se le dio una vuelta de tuerca a esta división, se lo piensa como el potencial delincuente, es decir sujeto peligroso. El antagonismo está ahora enfocado contra los "nuevos asentamientos", se corre del eje a las villas miserias tradicionales.

Con todos los elementos que vemos hasta aquí, podemos afirmar que hubo en este proceso una reconfiguración de un antagonismo tradicional, que tiene varias décadas, pero que ahora tiene un nuevo contenido, de peligrosidad y un nuevo sujeto antagónico, el vecino de los nuevos asentamientos.

El segundo eje que analizamos refiere a la problemática de los asentamientos. En este año se consolida la idea de la migración. Para esto existe la combinación de dos elementos fundamentales. El primero es la aparición de vecinos auto convocados, que tiene como uno de sus principales objetivos frenar una migración que dan por hecho. El segundo es la aparición de Juan[38] como periodista dedicado a este tema. Juan, lleva adelante varios informes sobre asentamientos donde reproduce los mitos de la migración y les da legitimidad. Es tanta la fuerza de estos “hechos periodísticos” que lleva a cambiar la posición oficial respecto del problema de la inmigración. Atrás quedaron los estudios científicos que descartaban la idea de una migración problemática en la ciudad.

Para entender este cambio tenemos que tener en cuenta el rol que ocupan los medios de comunicación en la opinión pública. En el caso de Villa Constitución, el Diario El Sur aquí analizado es el único de la ciudad, y es el principal medio de comunicación a la hora de informarse de las cuestiones de la ciudad. No encontramos ninguna fuente radial ni televisiva, por lo que nos dedicamos a estudiar los medios desde la única fuente disponible.

El cambio en el encuadre de la problemática de los asentamientos nos permite entender el devenir del discurso en los diferentes actores sociales y políticos de la ciudad. Dicho cambio se da con la aparición de Juan como encargado de la cuestión de los asentamientos. Este periodista, a diferencia de la anterior (Ana[39]), realiza informes alejados de la metodología científica. En lugar de analizar estadísticas y censos, se dedica a recorrer los barrios y reproducir lo que rumoran los vecinos sobre el problema. Por lo tanto, no hace más que reproducir un mito y agrandarlo. Pero, además, fomentando el alarmismo por el crecimiento de los asentamientos.

Todos estos elementos los vimos en los informes sobre asentamientos que el periodista publica durante el año y se transforman en un punto central del debate público. Allí queda en evidencia que el encuadre del diario profundizó sus facetas más estigmatizante y alarmistas, y abandonó rigurosidad y el uso de una “lógica científica” para construir el conocimiento.

Pero en otro de sus informes Juan intenta otra mirada, tratando de darle voz a los vecinos de los nuevos asentamientos. Hay que decir que es la segunda nota en quince años que encontramos en este sentido. Allí se relatan los padecimientos y carencias de los vecinos. Sin embargo, al mismo tiempo se mantiene el alarmismo y la estigmatización del territorio. Además, se hace hincapié en el crecimiento de este y otro barrio lindante.

Finalmente, en el año 2012 tiene lugar un cambio del discurso del oficialismo municipal. Si antes negaba la migración y explicaba los nuevos asentamientos por crecimiento vegetativo, a partir de este año se va a dar por hecho la migración como factor determinante. Vemos aquí el triunfo del discurso de los medios de comunicación por sobre la realidad.

Los años siguientes muestran una consolidación de las transformaciones fundamentales que acabamos de describir. Por razones de espacio no podemos describir todos los hechos que recabamos. Nos limitaremos a desarrollar aquellos momentos donde se evidencian cambios novedosos en este proceso.

Uno de los elementos que pudimos ver en estos análisis, en una de las pocas notas realizadas a los vecinos de los nuevos asentamientos, es la evidente situación de emergencia habitacional en la que viven las clases populares. La verdadera causa del crecimiento de estos. La otra cara de este problema es el accionar del poder político que termina “administrando” el crecimiento de los asentamientos.[40]

Pudimos observar también otra característica del proceso gracias al análisis de un debate entre los ciudadanos que se publicó en el diario.[41] Allí vimos que la posición política sobre este tema no es unánime. La opinión pública está dividida. Y finalmente lo que evidencia es la existencia de un antagonismo entre dos tipos de "ciudadanía". En el debate no participa nadie de los asentamientos. El diario califica a los que debaten como vecinos, mientras los objetos del debate son usurpadores. La racialización de las relaciones de clases muestra así sus consecuencias. La configuración de dos tipos de ciudadanías.

Por otra parte, vimos durante las movilizaciones del año 2013 algunos elementos que es necesario resaltar. Primero que el movimiento va aumentando con el paso del tiempo, y ante la ausencia de respuestas a su programa, su enfrentamiento directo con la gestión de Vaquié. Segundo, que se volvió a los niveles históricos que tuvieron las marchas en años anteriores, unas 50 personas. Pero esto no desactivó al movimiento de vecinos autoconvocados, quedando claro así que su nivel de organización es claramente superior al de años anteriores.

Un elemento importante que vimos en estos hechos es el lugar en el cual se pone a la violencia como el punto más grave de la situación de inseguridad. Esto nos demuestra que la reacción a la inseguridad está motivada por la conmoción y el temor, como señalaba Martínez[42], antes de que por la defensa de la propiedad. Esto parece ser un cambio significativo respecto del pasado, cuando la Cámara de Comercio dinamizaba las movidas defendiendo fundamentalmente los intereses de los comerciantes del centro. En este sentido, es obvio que se corrió el eje principal de la problemática y esto parece ser una de las causas por las cuales la inseguridad moviliza ahora a un sector importante de la población.[43]

También en 2013 encontramos el único archivo audiovisual de todo el proceso, por lo que creemos es importante detenernos en éste y su análisis.[44] En la nota se observa una discusión del intendente con los vecinos, en el marco de una movilización contra la inseguridad. Del análisis del documento es importante destacar que se establece por parte de los manifestantes, y ya no solo de los dirigentes del movimiento de vecinos auto convocados, la asociación directa entre nuevos asentamientos y delincuentes. Y en relación con esto vemos también la negación de los vecinos a creer cualquier dato que contradiga el mito de la migración, aun cuando estos son demostrados con evidencia.

La multitud en una abrumadora mayoría, y esto queda fuera de discusión al ver el video, plantea que toda “esta gente” en referencia a los vecinos de los nuevos asentamientos “no tiene trabajo” o “no trabajan” en lo que podría entenderse como una alusión a su falta de voluntad para trabajar. “¡Chorros vinieron!” grita una señora en lo que es la más explícita demostración del prejuicio, la estigmatización y la criminalización sobre estos sectores de la población. Para la multitud, estos vecinos son o “desempleados” o directamente delincuentes, haciendo difusa la división entre unos y otros. En este marco se plantea lo que es una clara violación de los derechos constitucionales al exigir el bloqueo de la migración de ciudadanos argentinos y negarle el derecho a la vivienda.

Es claro que la brecha que divide este nuevo antagonismo, la esencia de la identidad de esta multitud está basada en la racialización de las relaciones de clase, en una nueva configuración que ahora apunta contra el migrante, cargándolos con la sospecha de ser criminal. La criminalización de los sujetos es la raíz de este cambio, y es el motor de los desplazamientos autoritarios y xenófobos tanto en el discurso de la multitud como en la práctica política que aquí expresa claramente el intendente.

En mismo sentido indicado es significativo indagar en un momento particular, aconteció en 2013 un hecho significativo que llamamos “los saqueos que no fueron”.[45] Y si bien se enmarca en un contexto nacional[46], entendemos que hay varios componentes endógenos que hacen al proceso aquí estudiado.

En definitiva, lo que parece haber sucedido, recopilando los hechos del diario, es que un periodista de la ciudad E.C.[47] en su programa de radio, a partir de un robo, empezó a generar pánico anunciando una supuesta ola de saqueos que en realidad no existió. En este contexto, se destaca una frase significativa que sintetizó el accionar de E. C. Este dijo: “La ciudad está sitiada”. Lo que a nosotros nos deja en evidencia es el imaginario colectivo que subyace en las mentalidades de los que se consideran interpelados como “vecinos”. Para que esta frase tenga el efecto de pánico y paranoia que tuvo tiene que existir en los “vecinos” una idea, un imaginario común compartido con el comunicador. ¿Sitiada por quién? ¿Sitiada cómo? Y es en ese marco, donde se entiende la vitalización de rumores que ya no vienen de E. C. sino de los propios vecinos. El más significativo es el que aseguraba quevenían camiones con gente de Rosario y San Nicolás para saquear”. Es importante destacar que al leer el relato del diario parece estar ante una invasión.

Siguiendo el análisis, vemos una serie de transformaciones que hacen de 2014 un año excepcional. Varios hechos significativos suceden este año que marcan la consolidación de una serie de procesos que venían manifestándose de los años anteriores. En primer lugar, aumenta significativamente las movilizaciones por la inseguridad. No solo del movimiento de vecinos auto convocados sino de los distintos barrios, vecinos que se organizan para reclamar por seguridad. El tema se coloca así en el primer lugar de la agenda pública, y parece mostrar un carácter de urgencia. Pero, al mismo tiempo, la problemática de la inseguridad queda hegemonizada por el debate sobre los asentamientos, el otro gran tema que venimos estudiando. Queda claro así la interrelación entre estos dos temas. Lo afirmamos ya que, en este año tiene lugar un gran “debate público” por la problemática de los asentamientos, donde intervienen los principales actores políticos, sociales e incluso el diario. A través de este debate se ve la consolidación de un antagonismo centrado en la oposición vecino/migrante que se basa, y al mismo tiempo reconfigura, una racialización de clases tradicional de negro-pobre-inmoral / blanco- clase media trabajadora-decente, donde el primer término es el gran enemigo de la ciudad.

En este año tiene lugar una marcha que, por su dimensión, podemos definir como un punto de ruptura en la historia reciente de la ciudad. Allí se ve la consolidación de todo el proceso que venimos analizando. Vemos claramente cómo se caen todas las máscaras progresistas de la editorial del diario y de los activistas del movimiento. Por eso resulta interesante pensar la enorme distancia que hay entre los activistas, “la vanguardia”, y el movimiento de masas que le da fuerza al reclamo. Este movimiento de masas no es otra cosa que reaccionario, xenófobo, racista, clasista y centrado en el derecho individual de propiedad y seguridad personal. Acá se ve toda la furia racista y se deshace casi por completo de la máscara de lo políticamente correcto, tanto de la editorial del diario como de los actores políticos y sociales.

En cuanto a la participación es importante resaltar que prácticamente todos los actores políticos y sociales de la ciudad participaron. No hubo gremio o institución ausente. No obstante, en el acto la palabra la tomaron las víctimas. En el análisis de los discursos podemos ver mucho del contenido ideológico de la marcha. Así comprobamos que un claro tinte antipolítico es el basamento de la marcha. Se critica a la clase política en general, pero el principal apuntado es el intendente Vaquié. Por otro lado, también queda claro que la movilización tiene un fuerte contenido de xenofobia en sus reclamos lo que demuestra el estado de la mentalidad de al menos este movimiento. Las voces contra los migrantes evidencian la asociación directa entre villero-pobre-extranjero-delincuente.

Como dijimos anteriormente, durante este año tiene lugar un debate muy importante sobre la problemática de los asentamientos, siempre relacionado con el problema de la inseguridad. Sin embargo, durante este año toma tanta trascendencia el tema de los asentamientos que parece por momentos estar por encima de la cuestión de la inseguridad. Esto lo vemos en los distintos espacios donde se dan las discusiones y en la diversidad de prácticas políticas que conllevan.

El diario incluso le dedica dos ediciones a “investigaciones” especiales sobre los asentamientos. Vemos allí la misma metodología de trabajo que se viene dando desde el 2012, declaraciones, especulaciones y rumores usados como base para confirmar la tesis de la migración. De estadísticas no encontramos nada. El único dato de la realidad consiste en una serie de fotos cronológicas que muestran claramente el crecimiento de los asentamientos. Podemos ver como a esta altura, todos los mecanismos de tergiversación mediática son utilizados por este diario. La foto, es “encuadrada” de tal forma que se transforma en prueba irrefutable de la migración. Queda claro entonces que el autor termina, no sólo reproduciendo, sino reforzando ese antagonismo construido entre el migrante-negro-peligroso / ciudadano-blanco-decente.

Finalmente, el autor de la nota termina caracterizando por el delito a los asentados. Los define como usurpadores. Esto nos parece uno de los elementos más importantes de la última etapa del proceso. Desde hace un tiempo se los califica como usurpadores. Creemos que aquí se consolida la criminalización más aguda de la pobreza que vimos en el proceso. No solo son potencialmente peligrosos, los vecinos de los nuevos asentamientos, sino que ante todo se los define por un delito.

En el plano netamente político, 2014 refleja la definición de varias posiciones. La derrota política de Vaquié en esta problemática, evidenciado en el rechazo unánime que sufrió en aquella movilización histórica, el posicionamiento del diario, que pasó a ser oposición dura al intendente y también el cambio en la posición del senador Giacomino. Esto refuerza la afirmación de que, la politización creciente del tema dio lugar a una diferenciación de estrategias donde el senador es uno de los que salió mejor parado. Giacomino comienza entonces, a tener un accionar político tratando de abordar la problemática. Realiza una reunión por la inseguridad en la que no involucra a los vecinos de los nuevos asentamientos.

No hay forma más clara de dibujar la brecha que separa a unos ciudadanos, con derecho a voz y voto, de otros. Es claramente una práctica autoritaria que se decida sobre la vida de personas que no tienen ni si quiera el derecho a opinar acerca de su propia realidad. En la coyuntura titula el Diario El Sur: “Proponen que la comunidad se apropie de terrenos para evitar usurparlos”[48]. Y ya desde aquí queda en evidencia que todo el proceso que venimos analizando tiene como consecuencia un accionar político regresivo y violatorio de los derechos constitucionales más importantes.

 

Análisis de las entrevistas realizadas

 

Para completar el trabajo de campo nos interesaba tener una idea un poco más certera sobre diferentes percepciones subjetivas, tanto grupales como colectivas, respecto del imaginario que se ha construido en torno a la problemática de la inseguridad y fundamentalmente a la cuestión de los nuevos asentamientos. Es por esto que decidimos realizar una serie de entrevistas a los integrantes del “Movimiento de auto convocados por una ciudad segura”, ya que entendimos que este espacio es el principal actor social del conflicto y el que funciona como “vanguardia” o dinamizador de movilizaciones y demás expresiones que ha tenido una parte importante del pueblo de Villa Constitución.

Entender cómo piensan el problema los “dirigentes” de este espacio nos parecía la forma más certera de tratar de reconstruir las percepciones subjetivas del espacio que más influencia ha tenido como actor social en los últimos años. Para ello seleccionamos los referentes más diversos posibles, entendiendo que el movimiento de auto convocados encierra una diversidad ideológica muy grande. Buscamos entonces representar a todo el arco ideológico que se contiene allí, desde los más progresistas hasta los más reaccionarios. Buscamos también obtener diversidad de género y territorial. Dos hombres y una mujer de diferentes barrios de la ciudad fueron los seleccionados para esta entrevista. Principalmente, los activistas del movimiento son adultos y adultos mayores, nos movimos en ese marco ya que entendemos que no es un movimiento donde participen jóvenes activamente. Al menos no lo era hasta el 2014, año donde finalizamos nuestra investigación.

 

Migración: origen y características

Respecto del origen de la migración todos los entrevistados nos ofrecieron distintas interpretaciones sobre el proceso. Por lo tanto, podemos ver cierta ambigüedad en la explicación sobre la problemática lo que nos indica que no existen ni estudios ni elementos materiales certeros para afirmar el origen ni la importancia de la migración.

El entrevistado uno[49] nos habló sobre una migración por goteo, desde el año 2002. La importancia de este relato reside en que el sujeto vive en contacto territorial con algunos de los nuevos asentamientos, por lo que fue testigo del proceso de crecimiento de estos.

Lo destacado de este relato es que hace hincapié en la supuesta ilegalidad del acto migratorio basándose en el argumento de la usurpación de terrenos: “Al día de la fecha nos invadieron. Se fue usurpando. En el 2002 yo hice una denuncia que estaban usurpando los terrenos.”

Además, este entrevistado nos plantea que el mismo problema continúa, linealmente hasta hoy: “Todo esto siguió y la medida fue avanzando. Se siguieron haciendo denuncias...[50]

Por otro lado, el entrevistado dos, nos cuenta un relato diferente: “…acá el problema es que vino un montón de gente del casino. Donde vivía el casino que eran todos… indigentes. Y entre esos indigentes había ladrones, había vendedores de droga y todo eso. Entonces esto se habló en Rosario … Y ese fue Vaquié el que arreglo con ellos. Que es lo que le dieron o que no es no lo sé.”

Vemos que la interpretación sobre el problema de la migración es totalmente distinta. La gran diferencia entre un relato y otro es lo que nos permite evidenciar una enorme debilidad en la interpretación sobre el problema de los nuevos asentamientos. Ya que queda claro que el movimiento auto convocados, a quienes estamos entrevistando aquí, no posee ninguna investigación estadística para fundamentar sus afirmaciones.

Finalmente, el tercer entrevistado, nos desarrolla un origen similar al primero: “Y después empieza un crecimiento de algunos asentamientos muy acelerado y con personas que no son de la ciudad. Esto empieza a ocurrir después del 2003, cuando hay una recuperación económica y como la ciudad de Villa recaba algunos servicios importantes...”.

No hay dudas de que hubo un proceso migratorio en la ciudad que no es más que la manifestación de un proceso que se dio en todo el país. Pero las diferencias en las interpretaciones y la ausencia de elementos estadísticos para fundamentarlas nos permiten concluir que estos relatos son muy débiles.

En cuanto a las características, vemos como comienzan a aparecer los primeros prejuicios.

El entrevistado uno nos dice “…. Porque muchas veces nos mienten diciendo que son todos familiares y no. No son todos familiares, es gente de afuera. Tenemos mucha gente de Paraguay, mucha gente de Santa Fe, de Rosario, de Córdoba”.

El entrevistado dos nos dice “porque nosotros hemos recibido gente de la villa 31, de un montón de villas de Buenos Aires y de acá de las villas de Rosario. Cuando venían de todos lados eh, no es solamente ahí. ...Nosotros en este momento debemos tener más o menos un asentamiento de 25 mil personas… Asentamientos donde están viviendo sin los títulos de propiedad ni nada por el estilo… Viviendo así, como yo te digo. Vivian en ranchos donde llovía y se les desplomaba el techo y los mojaba todos. Vivian todos en una pieza, los chicos y los grandes, o sea que se acostaba la mujer y el hombre ahí, con el acto sexual y no le importaba un carajo los chicos”.

Finalmente, el entrevistado tres nos dice: “Y viene de todo, viene gente que quiere tratar de sobrevivir y trabajar, pero también viene gente con un prontuario bastante importante. Eso en los lugares donde se asienta empieza a traer problemas...”

Vemos como todos los entrevistados coinciden en destacar aspectos negativos e incluso peligrosos en los migrantes allí mismo tiempo que resaltan su origen. Entonces existe una relación entre lo negativo y lo peligroso con la condición de migrante, pero también de extranjero. Esto es claramente una práctica discriminatoria, se estigmatiza al sujeto e incluso se lo criminaliza a partir del prejuicio de su origen. No se puede negar que la racialización de las relaciones de clase es un elemento fundamental, ya que el principal punto de “sospecha” del origen de los migrantes es su condición de oriundo de villas de las grandes ciudades.

Por otra parte, observamos también una asociación mecánica entre nuevos asentamientos y migración. Parece en estos relatos que los nuevos asentamientos crecieron en base a la migración. Aquí también vemos un proceso discriminatorio clásico, donde se exagera el tamaño de los sujetos estigmatizados. La más explícita y grave de estas reflexiones la produce el entrevistado numero dos cuando asegura que en las villas de la ciudad viven 25 mil personas, cuando según nuestro relevamiento esa cifra ronda los 8 mil.

 

Relación delincuencia y nuevos asentamientos

Creemos que queda en evidencia, con las citas arriba mencionadas, la asociación mecánica entre nuevos asentamientos y delincuencia. No decimos esto negando que pueda ser realidad en algún aspecto que hayan migrado delincuentes a la ciudad. Pero este hecho no puede ser utilizado para justificar una lógica discriminatoria. Es evidente que se ha estigmatizado y criminalizado a los vecinos de los nuevos asentamientos y a sobre todo a los migrantes, además que no se puede enfocar el problema de un grupo de delincuentes puntuales en la cuestión de la migración. Por otra parte, vemos que los entrevistados acuden a la irregularidad de las villas como fundamento de la peligrosidad potencial de estos territorios, ya que allí se esconderían más fácilmente los delincuentes. Esta argumentación es utilizada para justificar la asociación mecánica entre villas miseria y delincuencia, entre pobres-potencial delincuente. En estos términos, los más vulnerables padecen así todo el peso de la sospecha sobre sus hombros, y sus barrios corren con la misma suerte.

Finalmente, el último elemento que vemos es una descripción despectiva de sus hábitos y su forma de vida. Haciendo hincapié en aspectos negativos, desde una postura claramente etnocéntrica, los entrevistados reproducen una visión “salvajista” de estos sectores sociales. Creemos que se evidencia así que el problema no se reduce a la cuestión de la inseguridad, sino que cala mucho más hondo en el imaginario social.

 

Características del reclamo y propuestas políticas

A continuación, exponemos fragmentos de las entrevistas donde se aborda este plano del análisis. El entrevistado uno nos dice “…Hacer un todo de datos, un control y saber a qué vienen, con qué intenciones, si vienen al trabajo, si vienen… porque muchos dicen que vienen por la basura. Entonces tener un control. Y si tienen antecedentes, hacer un seguimiento y si fallaron, fallaron 2 o 3 veces trasladarlos de nuevo a su lugar. No dejarlos en la ciudad, para que sigan arruinando a la gente… Pero a estos que vienen, no dejarlos entrar tan fácil. Con esto, pidiéndoles todos los datos… Para que esta gente no llegue acá.”

Por otro lado, el entrevistado dos dice “Y la propuesta era que se hiciera una ordenanza donde había que poner un predio para que todo aquel que venga tenga que venir a la municipalidad a venir a pedir permiso para vivir. No asentarse directamente y después que lo vayan a sacar. Cuando esos que venían a vivir no lo podían sacar porque tenían hijos chicos, entendés, hijos menores, entonces no los podían sacar por ley... Nosotros no queríamos que esta gente viva en las condiciones que viven ahí. Que vivan con dignidad, porque esta gente lo que menos tienen es dignidad…”

Finalmente, el entrevistado tres nos dice “El asunto era, lo que se pedía era, que hubiera un control de estos espacios públicos para que no continuemos con este desordenado crecimiento de la ciudad, y que se urbanizaran lo asentamiento que se puedan urbanizar. O sea, que pasemos integrar estos espacios a la ciudad y que podamos. …que no permitieran usurpaciones. …no hay una posición uniforme. Hay gente que quiere más mano dura eh. Que no los dejen, y que los echen”

Por un lado, es evidente que todas las resoluciones planteadas, desde las más progresistas hasta las más reaccionarias, tienen un fondo común: La estigmatización del sujeto migrante y de los nuevos asentamientos. Entonces tenemos un movimiento de vecinos que se propone desplazar a otro grupo de vecinos. En este sentido, es llamativo ver cómo incluso los más progresistas caen en esta lógica discriminatoria y policial de pensar la problemática, se trata siempre de evitar la existencia de estos nuevos asentamientos.

 

Contacto con los vecinos de los nuevos asentamientos

El entrevistado uno nos dice “Yo sí, tengo mucho contacto con ellos. Lo vivo el día a día. Yo vivo los tiroteos a la noche, tres noches seguidas tiros y tiros porque se quieren apropiar de una casa. Tiros porque el otro lo miro mal. Han matado a vecinos de un palazo porque se enojó, porque la defendió a la mujer. Gente que no era de villa.

…se invitaron (a las reuniones de autoconvocados) a los presidentes vecinales, con algunos sectores, con esta gente que viene a trabajar, inmigrantes que son gente que trabaja.”

Por otro lado, el entrevistado dos nos dice “Y, en el grupo había gente que estaba luchando permanentemente por los derechos de esa gente… Con ellos, sí, hubo reuniones con ellos y tal es así que se han hecho censos… pero como a la municipalidad no le importaban los censos.”

Por último, el entrevistado tres plantea “No, salvo M. que vive acá en un lugar cerca de los asentamientos no. Alguna vez se han convocado, alguna vez participan, sobre todo presidentes vecinales. Pero después no se mantiene. La gente tiene también la idea de que algunas de estas cosas se solucionan muy rápido”.

Otro de los elementos con los que demostramos el antagonismo que se ha construido es el hecho de que el movimiento que pelea por una ciudad segura no contiene ningún autodenominado vecino de nuevo asentamiento. Por lo tanto, vemos que existe una gran barrera entre unos vecinos y otros, evidencia del antagonismo que venimos mencionando. El silencio y la invisibilización son, además, la demostración de que este antagonismo no es entre dos elementos “horizontales” de la sociedad. Hay ciudadanos con voz y ciudadanos sin voz.

 

Jerarquización de clase racial y cultural

La asociación directa entre nuevos asentamientos y delincuencia encaja perfectamente en el concepto de racismo que en este trabajo utilizamos como categoría de análisis. Como dice Margulis “la caracterización negativa de un sector de la población” y la “cosificación” de estos sujetos son elementos que nos permiten hablar de racismo en el sentido amplio que mencionamos en nuestro análisis teórico. El hecho de que se haya transformado el problema de la migración en un tema central y directamente relacionado con la inseguridad expone claramente la relación que hay entre esa tradicional racialización de las relaciones de clases, donde los sectores pobres, y de determinadas características fenotípicas y culturales, son reclasificados como potenciales delincuentes.

 

Conclusiones

 

El proceso que analizamos en este trabajo está compuesto por distintos elementos, su periodización, por tanto, es siempre relativa a la importancia que le damos a cada uno. Sin embargo, sostenemos que se puede dividir en tres etapas más o menos claras, en base al entrecruzamiento de elementos del análisis cualitativo tanto como del análisis cuantitativo.

El primer período lo ubicamos entre los años 2001-2008. Esta etapa se caracteriza por evidenciar todos los elementos de las etapas posteriores respecto del cambio en la problemática de la inseguridad. La concepción de inseguridad, el conflicto social que despierta la problemática, incluso el problema de la migración y los nuevos asentamientos, ya aparecen en esta etapa; sin embargo, es claro que existe como un tema de segundo orden en la agenda pública. Esto lo demuestra el “porcentaje de participación” de las notas sobre inseguridad en las tapas de los diarios. Por otro lado, si bien ya desde este momento surgen denuncias sobre la cuestión de los nuevos asentamientos, no dejan de ser denuncias marginales y particulares de algunos vecinos. El tema no parece ser central en la agenda de los medios de comunicación ni del discurso político del período. No existe, en estos años, una gran política respecto de la problemática de la seguridad.

La segunda etapa la ubicamos en el año 2008 hasta el 2012, y tiene como punto de quiebre un hecho particular: el nacimiento del “mito de la migración”. Llamamos así al “debate” que se instaló en ese año sobre una posible llegada de grupos de personas oriundas de los barrios de Rosario por motivo de la construcción del casino en las afueras de dicha ciudad. Más allá del hecho puntual, que ya hemos comprobado como falso, entendemos que, a partir de este momento, la cuestión de la migración pasa a instalarse como un gran fantasma en la opinión pública de la ciudad. Hay un desarrollo del alarmismo, que es incrementado a partir de este momento, y una especie de consenso localmente xenófobo que plantea la problemática siempre desde el punto de vista del rechazo al migrante. Es decir, empieza a asociarse directamente migración con inseguridad, y en esta clave, el problema pasa a ser cómo evitar que nuevos migrantes, pobres –obviamente- arriben a la ciudad.

En esta etapa se da simultáneamente un salto en el “porcentaje de participación” de las notas periodísticas sobre inseguridad. Esto se evidencia en las tabulaciones que construimos y también en lo relativo a la praxis política. A partir de esta etapa, empieza a ocupar un lugar más importante en el discurso y el accionar político la cuestión de la inseguridad.

Entendemos que estos dos elementos (inseguridad y nuevos asentamientos) no pueden comprenderse por separado. El proceso de ascenso del problema de la inseguridad en la agenda pública está directamente relacionado con el ascenso del rechazo a los nuevos asentamientos y el mito de la migración. Esta es la principal demostración que tenemos para afirmar que todo el conflicto social que se generó a partir del aumento de la inseguridad o sensación de inseguridad está atravesado por la racialización de las relaciones de clase y reconfigura las “identidades ciudadanas” con nuevas características.

Finalmente, el último período de este recorte abarca del año 2012 hasta el 2014, donde concluimos nuestro trabajo de campo. Hay varios elementos que nos permiten evidenciar un cambio de etapa. En primer lugar, el aumento en el “porcentaje de participación” que sube otro escalón más y no vuelve a bajar, con el agregado de un excepcional año 2014 con tres notas de inseguridad cada dos tapas del diario. Un auténtico periodismo de guerra.

A partir de este período cambia también la caracterización sobre los migrantes y/o vecinos de los nuevos asentamientos. El concepto usurpador empieza a ser utilizado para caracterizar a los vecinos y, entendemos, marca un antes y un después en el encuadre del diario y la opinión pública sobre la problemática. Si bien la caracterización de usurpador podemos rastrearla desde los años 2008-2009, o incluso antes, entendemos que en esta etapa dicha caracterización se vuelve central. En todas las notas, en todos los comentarios y debates, a los pobres que viven en esos asentamientos no se los caracteriza de otra manera que no sea mediante la tipificación de un delito: la usurpación. Es decir, aumenta en esta etapa, de una forma muy significativa y agresiva, la criminalización de los pobres. Y, en consecuencia, queda desplazado casi totalmente del debate público “el problema de los derechos elementales” de las personas, que pasa a ser un obstáculo para realizar políticas demandadas.

Otro de los elementos que nos permite evidenciar un cambio de etapa es la línea editorial del Diario El Sur. Esta sufre una transformación, que como sabemos por la entrevista realizada a los dos periodistas del diario, parece ser involuntaria. El encuadre de la noticia cambia cuando un nuevo editorialista queda a cargo del tema de la inseguridad. El autor utiliza un mecanismo de pensamiento no científico para confirmar el mito de la migración, y termina funcionando como amplificador de mitos, rumores y odios de los vecinos de la ciudad. Entendemos que este es un punto muy importante en el cambio de etapa, ya que es el principal motor del ascenso en la agenda pública de la problemática de los asentamientos, encuadrada en un discurso de rechazo a los mismos y reclamo de medidas antinmigración.

Finalmente cabe mencionar que, si bien en esta última etapa ubicamos al año 2014, no deja por esto de perder su excepcionalidad. Es un año donde se consolida un proceso previo de desarrollo de la xenofobia, de reconfiguración del “nuevo antagonismo”, ese que se asienta sobre las racialización de las relaciones de clase. El proceso donde se construye un enemigo para la ciudad tiene su punto cúlmine en este año. Ese enemigo es el asentamiento irregular y la gente que vive en él.

Vemos entonces que el período analizado es atravesado por un proceso de conflictividad social originada a partir del problema de la inseguridad. Notamos también cómo ese conflicto construyó nuevas identidades y nuevos sujetos ciudadanos con demandas específicas. Además, advertimos cómo esas identidades se sostienen sobre racializaciones preexistentes y en consecuencia aumentan la brecha jerarquizada que existe entre los incluidos y los excluidos. Reparamos, también, cómo las identidades de clase quedan desplazadas ante esta nueva problemática que reagrupa diversos sectores sociales, reclasificándolos como “clase media blanca”. Obreros y comerciantes unidos contra los morochos pobres.

Un elemento debe ser corregido de nuestra hipótesis inicial, producto de las conclusiones que nos arrojó el trabajo de campo. Hablamos de la cuestión de las migraciones, cuando empezamos este trabajo dimos por cierto la existencia de un significativo e inusual proceso migratorio desde otras ciudades del país hacia Villa Constitución. Esto fue así por el abrumador consenso que ha existido en la sociedad civil, medios de comunicación y clases dirigentes de dicha urbe sobre este problema. Luego de este trabajo podemos afirmar que la mencionada migración es un mito.

Hubo un proceso migratorio en Villa Constitución, eso es indiscutible, y también sabemos que existen serias dificultades para medir su dimensión. Sin embargo, como lo que buscamos es el criterio riguroso de los trabajadores de las ciencias sociales, entendemos que los relevamientos estadísticos que pudimos conseguir nos habilitan a plantear que el proceso migratorio en Villa Constitución no fue excepcional ni significativo y, principalmente, no se lo puede señalar como el causante del crecimiento de los nuevos asentamientos.

Entonces, corresponde hacer una división conceptual clara. Los asentamientos sí crecieron, en un tamaño considerable, aunque sostenemos que no es desproporcionado respecto del resto del crecimiento poblacional de la ciudad. No obstante, estos asentamientos no crecieron en base a la migración, sino evidentemente como resultado del crecimiento vegetativo de una población cada vez más imposibilitada de un acceso formal a la vivienda. Por consiguiente, la explicación de la existencia de nuevos asentamientos no es entonces la migración, sino la especulación inmobiliaria, la pobreza y la precarización laboral.

Luego, descubrir que la migración es un mito nos permite sacar conclusiones más importantes. Estamos convencidos de que la exageración y el foco que se puso sobre esta cuestión es la principal expresión de la reconfiguración de las racializaciones de clases que se dio en este proceso. La migración aparece como el elemento que justifica el acto discriminatorio. Pero además el mito en sí mismo es consecuencia de la discriminación. La invisibilización que se ejerce sobre los pobres de Villa Constitución torna inexplicable a los asentamientos por crecimiento vegetativo. Esta es la base del fundamento de todos quienes creen en el mito de la inmigración. Esa invisibilización es un elemento fundamental de la racialización de las relaciones de clase.

En este sentido, podemos confirmar la otra parte de la hipótesis inicial; lo que observamos durante todo el período es la consolidación de una ciudadanía –preexistente, pero que toma nueva características- que nosotros llamamos de clase media blanca en alusión a sus principales caracteres identitarios. Esta identidad reforzó durante el proceso analizado su etnocentrismo, su rechazo a lo material y culturalmente diferente. La estigmatización de los nuevos asentamientos y la exageración del proceso migratorio visto como elemento de alarma y peligrosidad son los dos pilares fundamentales de este acto de discriminación etnocéntrica que mezcla elementos de raza, culturales y de clase.

Desde esta perspectiva apreciamos un elemento importante: la estigmatización de los territorios. Durante todo el proceso vimos cómo se fue agravando la identificación del problema de la inseguridad con la aparición de nuevos asentamientos, asociación directa, de causalidad, que explicaría el origen de la delincuencia. Esta interpretación, positivista en el peor sentido, presenta la causa a partir de la superficie del hecho consumado y elimina así el análisis sobre el proceso de construcción de ese mismo hecho. Una lógica muy conservadora, ya que no se pregunta por las causas del cambio, sino que establece per se una normalidad y trata de combatir aquello que se escapa de la misma. La normalidad en este caso es la ciudadanía incluida, los vecinos de Villa Constitución; lo anormal son los asentamientos, los villeros. A ellos se los combate, no dejándolos existir. No hay distinción, a la hora de pensar prácticas políticas, todos los vecinos de los nuevos asentamientos son considerados potenciales delincuentes.

Decimos entonces que hubo una reconfiguración de la racialización de las relaciones de clases. Esto significa que se mantiene la estructuración jerarquizada de clase y raza, proceso histórico de largo plazo y de orígenes coloniales. Sin embargo, toma durante este periodo nuevas características que se expresan en una “reconstrucción” identitaria y una interpretación novedosa de las brechas sociales.

Podemos afirmar, a partir de este trabajo, que el catalizador de esa reconfiguración fue la problemática de la inseguridad y generó, en palabras de Kessler, un deslizamiento punitivo, una dangerización de la vida y una profunda criminalización de los habitantes de los nuevos asentamientos. No se entiende este proceso de marchas y movilizaciones, el descabezamiento de un intendente y la paranoia generalizada del día de los “saqueos que no fueron”, si no se tiene en cuenta esta criminalización de los nuevos asentamientos enmarcada en el mencionado proceso de racialización.

Así, se pasa de la dicotomía centro/bajo, donde el pobre/negro es visto como un vago, al antagonismo ciudadano/”extranjero[51] que también puede ser definido como villense/villero. La característica más importante de este cambio es el aumento de la peligrosidad en la caracterización despectiva del otro, como inferior. Para decirlo en otras palabras, se criminaliza la pobreza. La consecuencia es un aumento de la agresividad del sector ciudadano para con el sector “extranjero”, agresividad que se manifiesta en la praxis política.

Es este imaginario el que lleva a los ciudadanos de Villa Constitución a pensar que “la ciudad esta sitiada”, como supo decir un periodista nefasto de la localidad. El mismo imaginario que llevó a uno de los entrevistados a plantear que en las villas de la ciudad viven 25 mil personas, la mitad de la población y, según nuestros relevamientos, tres veces más del máximo posible estimado.

Por otro lado, en la hipótesis mencionamos la “destrucción” de la identidad de clase obrera. No podemos afirmar que exista tal destrucción ya que no lo estudiamos en este trabajo. No obstante, sí podemos afirmar que durante este proceso la identidad de clase fue dejada de lado. El actor central de este conflicto se auto identifica como “vecino auto convocado” y no nos referimos solo al movimiento que lleva su nombre. Lo que podemos aseverar a partir del análisis del trabajo de campo es que esta identidad, que antes mencionamos y llamamos de “clase media blanca”, con un fuerte contenido localista en oposición a lo “extranjero”, fue tomando centralidad en la sociedad de Villa Constitución simultáneamente al auge del conflicto de inseguridad. Sin embargo, tal identidad no es consecuencia de la condición material o estructural de los sujetos. Este movimiento engloba tanto a trabajadores como a comerciantes. El hecho más significativo es la adherencia de todos los gremios de la ciudad a la convocatoria de la gran marcha del año 2014.

En este sentido, se ha creado entonces un sujeto novedoso, no original porque se basa en una identidad preexistente, pero con características inéditas. La “clase media blanca” es algo así como la ciudadanía episódica de la que habla Mercedes Calzado en su trabajo. Aunque esta identidad no es efímera, como lo plantea esta autora, puede serlo su participación en la vida civil, siempre de carácter reactivo. Es una reconfiguración identitaria. La racialización de las relaciones de clase actúa como basamento de esta nueva reconfiguración. No se puede explicar el odio hacia estos nuevos asentamientos sin esta dimensión del análisis. Los medios no construyeron un sujeto de la nada. De hecho, los medios solo reprodujeron los prejuicios que emanaban de los vecinos de la ciudad y funcionaron como amplificadores de un odio y una interpretación que viene “desde abajo”.[52]

Así, los vecinos cargan con históricos prejuicios que justifican históricamente las desigualdades. Creados y recreados por los factores de poder, estos prejuicios son internalizados como realidad, reafirmados en el choque de culturas y las disputas de clase que existe en nuestra sociedad. Los incluidos odian a los excluidos, los consideran el origen de todos los males.

Los negociados inmobiliarios son los que arrastraron a la ciudad a esta situación. La liberalización absoluta del mercado ha producido una burbuja especulativa que impide el acceso a la vivienda a la gran mayoría de los habitantes. No obstante, en lugar de poner el acento en esta cuestión, la clase media blanca ha desatado su furia contra quienes habitan irregularmente el terreno de la ciudad porque no tienen otra alternativa. Todo el proceso que venimos viendo tiene como consecuencia un accionar político regresivo y violatorio de los derechos constitucionales más importantes como el derecho a la vivienda, el derecho a migrar, el derecho a la igualdad ante la ley, etc. Podemos afirmar, entonces, que Villa Constitución consolidó una mayoría reaccionaria, racista y clasista.

Para terminar el trabajo queremos agregar algunas cuestiones que, si bien no son centrales respecto de las tesis postuladas, no dejan de ser útiles para la comprensión del proceso. Cuando estudiamos el movimiento de vecinos autoconvocados (período 2012-2014), pudimos constatar que existe una clara brecha ideológica entre “dirigentes y dirigidos”. Esto lo sabemos al repasar las entrevistas que realizamos y compararlas con los pocos, pero significativos momentos donde pudieron escucharse las voces de la “multitud”. Lo que podemos corroborar en este sentido es que los ciudadanos son mucho más reaccionarios que los dirigentes, y en su discurso se desnuda el centro de la cuestión: el rechazo a los habitantes de los nuevos asentamientos.

Otra conclusión que debemos resaltar aquí se refiere al manejo y construcción de la información por parte de los medios de comunicación. El amarillismo y la falta de criterios científicos para construir la información son elementos que hemos comprobado en el trabajo de campo. Uno nos parece central: la ausencia de estadísticas sobre inseguridad. No hay nunca en el diario un solo dato estadístico de la inseguridad en la ciudad. Esto nos demuestra el rol que juegan los medios como amplificadores de odios y generadores de conmoción social, en palabras de Martínez.

Y terminamos este trabajo con una pequeña reflexión personal. Si los habitantes de los asentamientos son expulsados, ¿a dónde irán?, ¿qué será de ellos? Aún hoy nos resulta increíble que nadie se cuestione eso.

 

Bibliografía

 

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Recepción: 02/04/2018

Evaluado: 03/05/2018

Versión Final: 11/06/2018

 

 



(*) Profesor en Historia, Instituto Superior del Profesorado N° 3 “Eduardo Lafferriere”. Villa Constitución, Argentina. E-mail: dario.m@educ.ar

[1] KESSLER, Gabriel, Delito, sentimiento de inseguridad y políticas públicas. Ponencia presentada en las VI Jornadas de Sociología de la UNLP [en línea], 2010, Universidad Nacional de La Plata, La Plata. Disponible en: http://www.aacademica.com/000-027/26/802. [Consultado 25/10/2016]

[2] Cfr. MARTÍNEZ, Fabiana, “Pánicos sociales, ciudadanía episódica y exclusión”, en: Signo y pensamiento, N° 46, 2005, Vol. 24, p. 125-136. VERDÚ, María del Carmen, “De la Doctrina de la Seguridad Nacional a la doctrina de la Seguridad Ciudadana: la inseguridad del régimen”, en: Herramienta, N° 48. Año XV. Buenos Aires. Octubre de 2011. Disponible en: http://www.herramienta.com.ar/revista-herramienta-n-48/de-la-doctrina-de-la-seguridad-nacional-la-doctrina-de-la-seguridad-ciudada

[3] Blumberg fue presentado en sociedad como un ingeniero por los medios de comunicación. No es menor el detalle de esta mentira. Además de lesionar la credibilidad del personaje nos muestra la orientación ideológica de quienes llevaron adelante la campaña mediática. Puesto que se lo plantea como un profesional que presenta un programa de solución al problema de la inseguridad, desde una perspectiva técnica, por encima de la política. Esta interpretación fue reproducida por los medios de comunicación. Imponiendo la idea que el problema de la inseguridad se soluciona con técnicos, donde no tiene lugar la discusión política. Para un desarrollo del tema: CALZADO Mercedes, “Elementos para el análisis del tratamiento del caso Blumberg primera versión PBL”, en: Violencia, Delito, Cultura Política, Sociabilidad y Seguridad Pública en Conglomerados Urbanos [en línea], FLACSO, Consultado en octubre de 2015, en http://legacy.flacso.org.ar/uploaded_files/Publicaciones/Antropologia_Mercedes.Calzado.Doc.Nro5.pdf.

[4] MARTÍNEZ Fabiana, “Pánicos sociales…”, óp. cit.

[5] Conceptos tomados de Sotelo, Martínez y Calzado. CALZADO Mercedes, “Elementos para el análisis…”, op. cit.. MARTÍNEZ, Fabiana, “Pánicos sociales…”, op. cit.. SOTELO Laura, “A propósito del linchamiento de David Moreira”, en: Herramienta, N° 55, Año XVII, Primavera de 2014. Disponible en: http://www.herramienta.com.ar/revista-herramienta-n-55/proposito-del-linchamiento-de-david-moreira

[6] Sostenemos que esta construcción de una “ciudadanía episódica” en términos de Calzado, conlleva la aparición de un antagonismo entre lo que aparece como el ciudadano legítimo, en oposición a un no-ciudadano, asociado a los sectores más pobres y expulsados de la sociedad en un acto estigmatizante de caracterización discriminatoria donde se los asocia directamente con los delincuentes.

[7] Construido como enemigo interno, su importancia real es altamente cuestionada por nuestro trabajo.

[8] Concepto tomado de: VERDÚ, María del Carmen; “De la Doctrina de la Seguridad Nacional…”, op. cit..

[9] Si bien veremos que, en el último tiempo, la inseguridad se ha vuelto un factor común en las ciudades de pequeñas dimensiones, no existen muchas investigaciones al respecto. Nuestro trabajo pretende ser un aporte original en este sentido.

[10] ADAMOWSKY, Ezequiel, “Encuesta: ¿Existe una dimensión étnica o racial desatendida en la investigación social en Argentina?”, en: Nuevo Topo, 2008-2009, Vol. 5 y 6, pp. 147-160 y 133-156.

[11] Hablamos de la racialización de las relaciones de clase. Concepto tomado de: MARGULIS Mario, “La racialización de las relaciones de clase.”, en: URRESTRI, Marcelo y otros, La segregación negada. Cultura y discriminación social, Buenos Aires, Biblos, 1998 p. 37-62.

[12] Idem, p. 24.

[13] SOTELO Laura, “A propósito del linchamiento de David Moreira”, op.cit.

[14] MARTÍNEZ Fabiana, “Pánicos sociales…”, op. cit., p. 130.

[15] No nos ocuparemos en este trabajo del proceso de “destrucción” de la clase obrera en los años neoliberales en la región de Villa Constitución. Sin embargo, nos parece importante mencionar un antecedente que expone, a partir de un análisis de caso, las consecuencias de la ofensiva neoliberal sobre la identidad y la subjetividad de los obreros de Villa Constitución. Este es el caso del trabajo realizado por Valeria Filippa, donde expone cómo la derrota de la lucha de los obreros de Acindar a principios de los ´90 en el marco de la gran reestructuración neoliberal, conllevó un fuerte impacto en la subjetividad de los trabajadores. Dice: “La ofensiva neoliberal sobre las formas de trabajo y, a su vez, sobre la subjetividad de los trabajadores de base de Acindar, produjo fuertes cuestionamientos que afectaron de manera negativa la tradición construida desde el primer villazo. El orgullo de ser trabajador de Acindar se trastocó en angustia y vergüenza…” FILIPPA, Valeria, “Neoliberalismo y flexibilización laboral. El conflicto del ´91 en la planta de Acindar de Villa Constitución. Sus efectos en la subjetividad de los trabajadores de base”, en Historia Regional, Sección Historia, ISP N° 3, N° 30, 2012, p. 233. Disponible en: http://historiaregional.org/ojs/index.php/historiaregional/article/view/49

[16] MARGULIS, Mario; “La racialización de las relaciones de clase…”, óp.. cit., pp.37-62.

[17] Ibidem.

[18] Ibidem.

[19] Ibidem.

[20] Ibidem.

[21] Ibidem.

[22] Ibidem.

[23] Ídem, p.103.

[24] MENÉNDEZ, Eduardo, "Racismo, colonialismo y violencia científica", en: Revista Transformaciones, 1972, Centro Editor de América Latina, Vol. 47, p.169-196.

[25] ADAMOWSKY Ezequiel, "Encuesta: ¿Existe una dimensión étnica…?”, óp.. cit., p. 147.

[26] Ibidem.

[27] Hemos decidido iniciar el estudio del período en el año 2001 y hasta el año 2014, por considerar que la gran marcha de fines de ese año, es un punto de quiebre, que nos permite pensarla como consolidación del proceso histórico que se desarrolla durante esta etapa. Los años que elegimos para analizar las tapas de los diarios buscan resolver por un lado la falta de fuentes, ya que no existe en Villa Constitución una hemeroteca, y no hemos encontrado todos los diarios publicados durante el período. Y, por otro lado, entendemos que los años seleccionados nos permiten construir una línea bastante representativa de los cambios que tuvieron lugar durante la etapa.

[28] Cuando decimos “porcentaje de participación” nos referimos al porcentaje que ocupan las noticias relacionadas con la inseguridad en la tapa del diario. Este porcentaje lo construimos estableciendo una relación entre la cantidad total de noticias relacionadas con la inseguridad y la cantidad de tapas de diarios que pudimos recolectar. Para aclarar diremos, por ejemplo, que el 100% significaría que todas las tapas recolectadas durante ese año tienen, o tendrían en promedio, una noticia de inseguridad.

[29] Disponible en: http://www.indec.gob.ar/nivel4_default.asp?id_tema_1=2&id_tema_2=41&id_tema_3=135

[30] Disponibles en https://www.santafe.gov.ar/index.php/web/content/view/full/126453

[31] Encuesta permanente de hogares tercer trimestre de 2006 a segundo trimestre de 2011 aglomerado Villa Constitución - San Nicolás en: https://www.santafe.gov.ar/index.php/web/content/download/133453/657521/file/IPoblaci%C3%B3nAglomVC.pdf

[32] De hecho, la migración en Villa Constitución es menor si se compara las jurisdicciones (Departamento y/o Partido) mediante los datos del INDEC. Si para el Partido de San Nicolás hay un 1.5 de población nacida en el extranjero, para el Departamento Constitución este número se reduce a 0.7. con lo cual podemos inferir sin afirmar, que los datos de la EPH para el conglomerado, de ser divididos en proporción a la población de cada localidad estarían dando una estimación mayor a la real para el caso de Villa Constitución. Fuente a partir del mapa dinámico de la nación en base a los resultados del censo del año 2010. En: http://www.sig.indec.gov.ar/censo2010/?_ga=2.74142162.1195737386.1504556975-1470936467.1496257102

[33] Decimos neutral, ya que los relevamientos hechos por la Municipalidad, que arrojan cifras ínfimas de migración, son tachados por algunos sectores, como falsos o mal hechos. Sin embargo, creemos que no hay herramientas serias para cuestionar estos análisis siempre teniendo en cuenta la imprecisión estadística que prima en todo relevamiento.

[34] Diario El Sur, Villa Constitución, 22/05/2009.

[35] Esta entrevista tuvo lugar en el programa El Elevador de la productora “El sur producciones” en el año 2013. Se puede ver en: https://youtu.be/Qy_AFPBY7Os?t=442

[36] Diario El Sur, Villa Constitución, 12/08/2014. Declaraciones de Giacomo.

[37] Diario El Sur, Villa Constitución, 15/06/2012.

[38] El nombre real del periodista lo evitamos. Se trata de un periodista que comenzó en este año a trabajar en el Diario del Sur dedicado al problema de la inseguridad y también a la problemática de los asentamientos.

[39] El nombre real lo evitamos. Ana trabajo el tema de los nuevos asentamientos y la migración entre los años 2009 y 2011. Realizó varios relevamientos indirectos en base a datos estadísticos de las instituciones y demostró que durante esos años no existió una migración significativa. Su método de trabajo es más cercano a lo que podríamos llamar científico.

[40] Diario El Sur, Villa Constitución, 2013.

[41] Diario El Sur, Villa Constitución, 2013.

[42] MARTÍNEZ Fabiana, “Pánicos sociales…”, op. cit.

[43] “…a lo largo del 2012 se incrementó en Villa Constitución la angustia ante sucesivos hechos de inseguridad de carácter cada vez más violentos." Diario El Sur, Villa Constitución, 03/05/13.

[44] En: https://www.youtube.com/watch?v=ku9MK9LAuF8 y https://www.youtube.com/watch?v=v8bwUYS3BUs

[45] Haciendo referencia al día en que la ciudad entro en pánico y se alteró su vida cotidiana debido a rumores de que “la ciudad estaba sitiada”, por gente que “venía a saquear”.

[46] El contexto de los saqueos tiene que ver con una protesta policial a nivel nacional que genero el caos en varias ciudades del país. En esta noticia (Diario El Sur, Villa Constitución, 10/12/13) se aclara que la policía de la ciudad está de protesta, pero sin dejar de trabajar. El diario defiende el reclamo de los policías. Para un análisis de los saqueos en ese contexto ver: PEREYRA, Sebastián y SEMÁN, Pablo; “Los saqueos de diciembre de 2013. Violencia, protesta, desigualdad social”; en: DI MEGLIO, Grabriel y SERULNIKOV, Sergio (compiladores); La larga historia de los saqueos en la Argentina. De la Independencia a nuestros días; Siglo XXI, Buenos Aires, 2017.

[47] El nombre real del periodista lo evitamos.

[48] Diario El Sur, Villa Constitución, 08/08/2014.

[49] Son tres los entrevistados que nombraremos aquí, para proteger sus identidades los mencionaremos como “entrevistado uno”, “entrevistado dos” y “entrevistado tres”. La primera entrevistada es una mujer, de aproximadamente 45 años, ama de casa, vecina de los nuevos asentamientos. El segundo, un adulto mayor, varón, de aproximadamente 65 años, jubilado y ex comerciante. El tercero un adulto de aproximadamente 50 años, varón, rentista.

[50] Todas las itálicas que destaco en las entrevistas son mías.

[51] El entrecomillado indica que nos referimos al ciudadano que no es reconocido como oriundo de la ciudad, no se trata, necesariamente, de extranjeros en el estricto sentido de la palabra, pero suele ser la denominación con la se los referencia.

[52] En base a una entrevista que realizamos a Ana y Juan.