Enseñanza
de la historia y dilemas de la periferialización
permanente. Comentarios (in)consistentes sobre la provincia de Formosa
Javier Maximiliano Núñez(*)
y Sergio Omar Sapkus(**)
Resumen
En este trabajo hacemos
una primera aproximación a los andariveles de los procesos de neoliberalización en una jurisdicción sub-nacional
argentina, periférica, y la manera en que los entrepreneurs
políticos intentan diseñar una política educativa adecuada a ello, con sus
demandas no siempre congruentes con la consolidación de una nueva elite
política configurada desde el retorno de la democracia política en Argentina. La edición oficial de materiales curriculares escolares,
se enmarca en el escenario de las reformas educativas emprendidas por el
gobierno provincial, desde el año 2005. En esta línea, la exacerbación
instrumental en desmedro de la complejización de los saberes disciplinares,
será la nota característica de las trasformaciones. Los
contenidos de los textos distribuidos por el Instituto Pedagógico Provincial,
ofrecen un abordaje del pasado formoseño que no supera los límites de una
historia monumental, localista y presentista, sin
contraejemplos ni actualización de las perspectivas historiográficas más
actuales. El discurso de las capacidades, se orienta a organizar el currículum,
la enseñanza y la evaluación, poniendo el foco en una serie de capacidades
centrales, minimizando la labor intelectual del docente y ubicándolo como un
simple organizador de procesos. No se trata de un educador que desarrolle un
talante crítico y transformador de la sociedad, sino de un inocuo acompañante
capaz de asegurar el cumplimiento de “metas” medibles de enseñanza.
Palabras claves:
Formosa; historia monumental; capacidades; medición.
Teaching
history and dilemmas of permanent peripherialization.
(In)consistent comments about the province of Formosa
Abstract
In
this paper we make a first approach to the lofts of neoliberalization
processes in a sub-national Argentine jurisdiction, peripheral, and the way in
which political entrepreneurs try to design an educational policy appropriate
to it, with their demands not always consistent with the consolidation of a new
political elite configured since the return of political democracy in
Argentina. The official edition of school curricular materials, is part of the
educational reforms undertaken by the provincial government since 2005. In this
line, the instrumental exacerbation at the expense of the complexity of
disciplinary knowledge, will be the characteristic note of the transformations.
The contents of the texts distributed by the Provincial Pedagogical Institute
offer an approach to the Formosa past that does not exceed the limits of a
monumental, localist and presentist
history, without counterexamples or updating the most current historiographical
perspectives. The discourse of the capacities, is oriented to organize the
curriculum, the teaching and the evaluation, putting the focus in a series of
central capacities, minimizing the intellectual work of the teacher and
locating it like a simple organizer of processes. It is not an educator who
develops a critical and transforming spirit of society, but a harmless
companion able to ensure the fulfillment of measurable ‘goals’ of teaching.
Keywords:
Formosa; monumental history; capabilities; measurement.
Enseñanza de la historia
y dilemas de la periferialización permanente.
Comentarios (in)consistentes sobre la provincia de Formosa
Introducción
El
ingreso de la economía capitalista mundial en una onda larga de crecimiento
débil hacia los setenta modificó sustantivamente el escenario que permitió la
configuración durante toda una época histórica de un régimen internacional de
“liberalismo enraizado” y sus versiones de “estado de bienestar” en los países
centrales y “amigable para el desarrollo” en el resto de la
orbe. Como se sabe, y en medio de confrontaciones sociales que, en
líneas generales, fueron desventajosas para las fuerzas del trabajo, se dio
inicio a la contraofensiva global del capital que se conoce como
“neoliberalismo”, esto es, un régimen internacional que alienta la
mercantilización desenfrenada de las relaciones sociales. Un aspecto clave de
esta contraofensiva fue el ataque a las conquistas sociales logradas por el
trabajo en la etapa anterior, y, dentro de estas conquistas figura el mayor
acceso a la escolarización por parte de diversos grupos de la población
mundial. Ball teoriza este proceso en términos de una
redefinición del significado de la autonomía de la educación. Dice que en el
arreglo educativo de posguerra la educación era relativamente autónoma de la
esfera de la producción, pero que ahora ha sido subordinada a la lógica de la
circulación mercantil, dando lugar a una nueva definición de autonomía para
escuelas individuales dentro de la esfera de la producción.[1]
Así, entre los ochenta y los noventa las reformas educativas neoliberales se
repitieron en muchos países de modo que hacia mediados de los noventa se podía
afirmar que en todos lados los sistemas educativos han sido organizativamente
reestructurados y convertidos para satisfacer los propósitos del capitalismo
internacional.
Ahora
bien, como han señalado ciertos autores, el neoliberalismo suele ser conceptualizado
de manera monolítica, cuando bien visto es, como forma regulatoria de
transformación, “constitutivamente desigual, institucionalmente híbrido, y
crónicamente inestable”.[2]
En este trabajo hacemos una primera aproximación a los andariveles de los
procesos de neoliberalización en una jurisdicción
sub-nacional argentina, periférica, y la manera en que los entrepreneurs políticos intentan
diseñar una política educativa adecuada a ello, con sus demandas no siempre
congruentes con la consolidación de una nueva elite política configurada desde
el retorno de la democracia política en Argentina.
El
enfoque de desarrollo de
capacidades: concepciones epistemológicas
y derivaciones para la enseñanza de la historia
La edición oficial de materiales curriculares escolares,
se enmarca en el escenario de las reformas educativas emprendidas por el
gobierno provincial, desde el año 2005. En esta línea, la exacerbación
instrumental en desmedro de la complejización de los saberes disciplinares,
será la nota característica de las trasformaciones.
La matriz de las nuevas metodologías y programas que se
implementaron en las diferentes niveles educativos de
la provincia, estuvo a cargo de un actor privado, la Asociación Civil
“Educación Para Todos” -ACEPT-, ligada a Unesco y al Banco Mundial, dedicada a
ofrecer -vender-, asistencia técnica, capacitación y elaboración de “productos”
educativos. En
el año 2006 y como parte del Proyecto
Provincial de Políticas para la niñez, la adolescencia y la juventud, el
Ministerio de Cultura y Educación estableció un convenio con ACEPT, una
organización integrada por especialistas –expertos en estadística educativa,
analistas en plataformas informáticas, especialistas en gestión escolar,
sociólogos y psicólogos-, y por ex funcionarios del Ministerio de Educación de
la Nación y de diversas provincias –devenidos en consultores educativos-, la
asociación opera como una empresa que brinda servicios y ayuda a monitorearlos
e implementarlos.[3]
En
sus textos institucionales, ACEPT señala como inspiración liminar para su
creación, la agenda de reformas neoliberales planteada por la “Conferencia Mundial de Educación para Todos” realizada en Jomtien, Tailandia en 1990.[4] Las conferencias realizadas por la UNESCO -Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la
Cultura-, tienen como resultado declaraciones en las que los países adherentes
se comprometen a desarrollar distintos objetivos, y estrategias y marcos de
acción para alcanzarlos.
Desde
entonces, la ACEPT intervino decididamente en el sistema educativo provincial,
a través del diseño de programas y capacitación para los docentes formoseños.
El gobierno implementó uno de los programas diseñados por ACEPT, “Todos Pueden
Aprender” –TPA-, aprobado por Resolución del Ministerio de Cultura y Educación
de Formosa N°1754/2006, y declarado de interés educativo por la Secretaría de
Educación del Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de la Nación. El
programa TPA consta de tres metodologías: Promoción Asistida -primer ciclo de
la escuela primaria-, Progresión Asistida -segundo ciclo de la escuela
primaria-, y transición asistida -primer tramo de la escuela secundaria-.
Dichas metodologías plantean el “tránsito fluido” de los alumnos, como una
estrategia para asegurar la inclusión y la calidad educativa. Para la
mencionada empresa, el “fracaso escolar” reside en las propuestas de enseñanza,
vale decir, en el plano metodológico.
En
sus documentos institucionales, ACEPT establece que para remediar el rezago
escolar de los sectores más vulnerables –expresado en la repitencia y sobreedad- se debe “adecuar lo pedagógico al contexto”.
Según esta lectura, el abandono escolar sería el resultado de la subestimación
cultural que realiza la escuela sobre los marginados. Por ello es necesario
reformar el rol de los docentes y sus enfoques didáctico- pedagógicos,
enfatizar en los resultados y en el registro estadístico, capacitación
permanente en las premisas de TPA, y evaluación continua para potenciar los
resultados. Con el acceso y la permanencia escolar se estaría asegurando la
equidad, mientras que con las reformas institucionales se lograría la
eficiencia y la calidad de los sistemas educativos.
La preocupación por lo metodológico, es un aspecto medular
de las reformas. De esta manera, se busca la ajustar enseñanza a los
requerimientos económicos del “mundo del trabajo”. En la publicación oficial
“Modelo Formoseño” se plantea una
explícita alianza entre la educación, la producción y el trabajo: “Las exigencias
del mundo actual, donde se compite casi despiadadamente, obligan a la persona a
una mayor formación para el trabajo (…) la educación aumenta las posibilidades
de empleabilidad del formoseño y, a su vez, incrementa la eficiencia de los
procesos económicos”.[5]
El
sesgo economicista e instrumental de las reformas, reduce drásticamente la
complejidad integral de la enseñanza para supeditarla a las “necesidades” de un
indeterminado “sector productivo”: “Los esfuerzos del Modelo Formoseño están
firmemente dirigidos a redefinir los objetivos y los contenidos educativos,
para impulsar y la gran empresa del desarrollo productivo”.[6]
La
exacerbación de la jerga empresarial permea la normativa, desplazando el
lenguaje didáctico-pedagógico por los principios de una racionalidad técnica
elemental. Tales son los parámetros planteados en la resolución 314/2012: “En
el Proyecto Político impulsado por el Sr. Gobernador, se destaca la profundización de la calidad educativa en las dimensiones
de la eficacia, eficiencia, equidad,
relevancia y pertinencia” (la cursiva es nuestra).[7]
Uno
de los supuestos centrales de estas reformas, se basa en la imagen de una
educación escolar, capaz de tender puentes unilaterales con los mercados
laborales. Esto permitiría que la escuela pueda anticiparse a las fluctuantes
dinámicas de una economía capitalista en crisis. No queda claro a qué tipo de
mercados laborales, cuáles puestos de trabajo y en beneficio de qué sectores
sociales debería ajustarse la educación provincial. El reduccionismo del
enfoque instrumental, lleva a suponer que a cada certificación le
correspondería –educación mediante-, un puesto laboral equivalente: “El Modelo Formoseño propone identificar con
claridad aquellos perfiles profesionales y laborales que se definen como
indispensables para consolidar el aparato productivo, todo lo cual le permitirá a nuestros jóvenes afrontar con éxito los
problemas que el trabajo y la producción generan” (la cursiva es nuestra).[8]
En
esta línea, la educación debe sintonizar con la producción y visibilización
cuantificable de resultados de aprendizaje –materializados en la “adquisición”
de competencias y habilidades- para afrontar eficazmente los acelerados e
“inevitables” cambios de la “sociedad del conocimiento”. La Ley de Educación
Provincial N° 1613 establece en su Capítulo I, Artículo 1° que la educación
formoseña debe establecer “g) Una alianza con los pilares estratégicos del
desarrollo provincial: agrícola, ganadero, forestal, hidrocarburífero,
industrial y turístico”.[9]
Para
esta perspectiva, la educación debe responder al “llamado” de los cambios
globales, poniendo el foco en el principio de “aprender a aprender”. En esta
deriva, el ministro de educación, el médico Zorrilla sostiene: “…la educación
tenía que estar ligada estratégicamente a la producción y al trabajo (…) había
que cambiar rotundamente, salir de los contenidos, de abarrotar de contenidos
sin una clara relación y sin comprender el porqué de esos contenidos”.[10]
El
tono de la interpelación sugiere que el acento debe ubicarse en la eficacia y
la utilizabilidad de la educación. Siguiendo a Simons y Masschelein, este tipo
de argumentos arguye que “…lo que motiva a los jóvenes es la información acerca
de la utilidad de lo que aprenden, junto a la capacidad para tomar sus propias
decisiones respecto de lo que aprenden”.[11] El sujeto
de este enfoque neoconservador, es un hombre de familia, ceñido a las leyes,
productivo, eficaz y adherente a valores tradicionales. El documento “Para que
la educación siga siendo el nuevo rostro de la justicia social”, publicado por
la Asociación de Docentes de Formosa, explicita los objetivos educativos a
largo plazo: “Fortalecer la función de la educación para viabilizar la
formación integral del hombre formoseño, rescatando los valores de vida,
libertad, bien, verdad, paz cooperación, solidaridad, tolerancia, igualdad y
justicia. Afirmando la visión humana y cristiana de la nueva concepción
política que se desarrolla en nuestra provincia, hacia la realización del nuevo
hombre formoseño”.[12]
Frente
a un imaginado ciudadano leal, los intelectuales afines a la retórica “formoseñista”, advierten sobre la presencia de potenciales
sujetos alternos. Así lo entiende el Rafael Rumich,
periodista, poeta y ensayista formoseño: “…tenemos que ser cautelosos y
precavidos, pues siempre está presente la amenaza de los que ejercen la acción
que conduce a la deformación, primero, y luego, a la dominación cultural (…)
esta acción puede provenir del exterior o del interior de un país, de afuera o
adentro de una provincia”.[13]
El
vector fundamental en la circulación de estos principios, es el Instituto
Pedagógico “Justicia Social”, creado en diciembre de 2011 a través del decreto
N°19. Encargado de la capacitación docente, y en coordinación con la Dirección
de Nivel Superior, el instituto diseña y ejecuta acciones de capacitación,
basadas en los principios medulares de la educación tecnicista
dominante. En esta saga instrumental, la enseñanza de la historia, prefigurada
por el “Modelo Formoseño” pasa a un
plano decididamente subsidiario de banalizaciones didascálicas y presentistas: “En orden a consolidar nuestro patrimonio
identitario, la educación debe apuntar a
la identificación y legitimación de las figuras paradigmáticas de nuestra
historia, de nuestra vida cultural, social y política, apuntalando así a la
formación y a la consolidación de valores colectivos” (la cursiva es nuestra).[14]
Para
esta discursividad, la esencialidad del “ser
formoseño” solo puede concretarse mediante una educación en clave confesional: “La educación en Formosa es humanista y es
cristiana (…) todo lo cual no hace más que impulsar también una formación que permita descubrir la
maravillosa y sobrecogedora armonía del orden natural, reconociendo en ella la
obra de Dios”.[15]
La
impronta confesional, proviene de la Ley de Educación Provincial N° 1316/14,
cuando establece en su Artículo 1, inciso i), que la educación debe ser: “Formadora en el descubrimiento de la armonía del orden natural,
reconociendo en ella la obra de Dios”.[16]
Anclado en premisas
neoconservadoras, el proyecto educativo provincial enarbola la libertad como
eje nodal de sus fundamentos. Sin embargo, y siguiendo a Ball,
en aquellas perspectivas el concepto de libertad es subordinado a otros como
nación, naturaleza humana o alguna otra forma de autoridad.[17]
Acorde con ello, la ley provincial de educación solo admite la libertad
educativa, en tanto pueda ser articulada a los principios de un impreciso
“Modelo Formoseño”. En el Art.1°, se especifica que la educación es:
“e) Parte constitutiva
e indisoluble del Modelo de Provincia cuyo centro es el hombre y la mujer
formoseños.
f) Formadora del
desarrollo pleno, armónico y trascendente del Hombre Nuevo, consciente del ejercicio
responsable de su libertad y de sus posibilidades de realización personal,
en familia y en comunidad, que le permita vivir y trabajar con dignidad. (…)
h) Esencial en la
construcción de la identidad formoseña; defensora de la causa federal, de la
causa Malvinas, de la causa Río Pilcomayo, del Río Bermejo; del 8 de abril, día
de la Fundación de Formosa; del 28 de junio, día de la Provincialización de
Formosa y del 28 de Mayo, día de la
Reparación Histórica; en el marco de una conciencia nacional, popular,
humanista y cristiana. (…)
k) Formadora de la
conciencia nacional y de la soberanía; del aprecio por la historia, del respeto
a los símbolos patrios y a las instituciones; así como de la valoración de las
tradiciones y particularidades culturales de las diversas regiones del país.
(…)
p) Promotora de
ambientes de convivencia armónica que privilegie el respeto, el orden, la
disciplina, la participación, el diálogo, la tolerancia, el compañerismo y la
formación de hábitos saludables, asignando valor al esfuerzo personal
y al trabajo grupal en su justo equilibrio. (…)
y) Formadora de
vínculos saludables en la escolarización total, oportuna, sostenida y plena,
desde el paradigma de la educación basada en el desarrollo de capacidades”.[18]
La educación deseada y
“admitida”, es aquella considerada funcional a los marcos de la racionalidad
gubernativa. Así, las prácticas educativas son pensada como una parte
“indisoluble del Modelo de Provincia”, “…esencial en la construcción de la
identidad formoseña”, “…formadora de la conciencia nacional; del respeto a los
símbolos patrios y a las instituciones; valoración de las tradiciones”, “…que
privilegie el respeto, el orden, la disciplina, la participación, el diálogo,
la tolerancia”, “desde el paradigma de la educación basada en el desarrollo de
capacidades”.
Con la consolidación de nuevos actores, la lógica tecnicista avanza sobre la menguante autonomía docente,
crecientemente subsumida bajo múltiples formas de control y monitoreo
administrativo. En los modelos de enseñanza basados en competencias[19] y
capacidades, se ocluyen los intereses y valores que subyacen en la pedagogía, y
las relaciones de poder se presentan como naturales y legitimas. El denominado
“enfoque de desarrollo de capacidades”, representa un pilar central de las
reformas en curso. Basado en los aportes de las neurociencias, aspira a
desarrollar un conjunto de capacidades cognitivas, que pueda articularse a los
principios del “Modelo Formoseño”. En palabras del ministro Zorrilla: “…al
comprender mejor la neurociencia y otros saberes, se vio la necesidad de
desarrollar las capacidades que cada persona tiene (…) a partir de allí
empezamos a instalar un nuevo paradigma que es el desarrollo de capacidades (…)
cómo trabajo con los demás, cómo elijo lo que es bueno o malo, lo que me sirve
y lo que no, principalmente orientado a solucionar los problemas que la
comunidad tiene”.[20]
Estas
aseveraciones se encuadran en una serie de “neuromitos”,
es decir, un repertorio de sentidos comunes anclado en la “cerebralización”
de problemas educativos.[21]
En febrero de 2012, el Ministro de Cultura y Educación aprueba la Resolución N°
314, que incluye como anexo el documento “Líneas de política educativa
provincial para el enfoque de desarrollo de capacidades y escolarización
plena”. El texto define a las capacidades como: “…habilidades inherentes a las
personas, que se desarrollan a lo largo de toda su vida, dando lugar a determinados logros educativos; las capacidades
permiten aprender y están cimentadas en procesos cognitivos, socioafectivos y motrices relacionados entre sí” (la
cursiva es nuestra).[22]
El
sesgo innatista y biologicista
de esta definición, expresa uno de los lugares discursivos más transitados de
la neuroeducación. El determinismo biológico de dicha
concepción, define a las operaciones mentales como: “…conjunto de acciones
interiorizadas, organizadas y coordinadas, por las cuales se elabora la
información procedente de las fuentes
internas y externas de estimulación” (la cursiva es nuestra).[23]
De
este modo, el medio se presenta como pasivo restringiéndose a colocar escollos
a los individuos, quienes deberán sortearlos para integrarse a él.[24]
Profundizando en los leitmotiv de la
vulgata neurocientífica, el texto afirma: “El poder
identificar las operaciones mentales o procesos cognitivos que ocurren en
nuestra mente cuando hacemos uso de una capacidad, es de mucha utilidad para
mejorar los aprendizajes, así como para hacer más eficiente y elevar la calidad
del trabajo o actividad que nos proponemos realizar”.[25]
En
los términos de este reduccionismo explicativo, la mente es entendida como una
externalidad respecto del cuerpo, una entidad fantasmática
que debidamente estimulada, podrá optimizar el funcionamiento de la máquina
corporal. Los procesos neurales biológicos, son encomiados por sobre cualquier
tipo de subjetividad que no responda a la calidad y eficiencia de la acción. La
Resolución ministerial, parte de una mirada banal del campo neurocientífico
aplicado a la educación, toda vez que establece un relación
mecánica en el “identificación de capacidades” y la “mejora de los
aprendizajes”. De modo apriorístico, esta política curricular establece la
necesidad de derivar, sin mediaciones, una serie de prescripciones emanadas del
paradigma al terreno de las interacciones áulicas. Sugeridas para los
diferentes niveles del sistema educativo, las capacidades son presentadas como
una expresión universal, absoluta y estereotipada que parecieran independizarse
de las disciplinas a las que se relacionan.
La
organización del curriculum, la enseñanza y la evaluación giran en torno a un
conjunto de capacidades consideradas fundamentales para la comprensión lectora:
producción de textos, resolución de problemas, pensamiento crítico y trabajo
con otros. En esta serie, lo prioritario reside en el desempeño, vale decir en
una suerte de pedagogía por objetivos, donde prima lo observable.
El
enfoque de capacidades se articula con formas de secuenciación didáctica de los
contenidos disciplinares a enseñar, poniendo el foco en los diferentes momentos
y agrupamientos de esa forma de organizar la clase. La fetichización
de la secuencia didáctica, soslaya los abordajes estrictamente disciplinares,
en favor de la implementación de metodologías, que optimizarían las dinámicas
de enseñanza-aprendizaje.
No
se trata de invalidar las consideraciones del campo neurocientífico,
sino de poner a debate la traducción, sin mediaciones, de los resultados de
laboratorio a las prácticas educativas. Sobre todo, cuando ciertos neuro-mitos forman parte constitutiva de un paquete de
“servicios educativos”, brindados por una empresa privada y presentados como un
aséptico índice metodológico a “aplicar”. El supuesto de una “intervención
hipodérmica,” que vendría a paliar las razones de las asimetrías educativas, se
emparenta con la medicalización de las prácticas educativas.[26]
Criticando el “aplicacionismo” de las neurociencias a
los escenarios escolares, Castorina señala: “Pensar que el impacto de la
desigualdad social o, simbólica sobre el desarrollo depende de una inherente
inhabilidad neurológica es una equivocación, provocada por la aversión de
tantos científicos «naturalistas» a la condiciones sociales”.[27]
Tributario
de la neuroeducación, el enfoque de capacidades pone
el énfasis en la eficacia, la planificación detallada de secuencias didácticas
y el manejo preciso de los tiempos asignados a cada grupo de estudiantes, como
así también la tabulación de los datos y evaluación de resultados. Esta
pretensión de regularidad, ubica al profesor en el rol de “ejecutor” o
“facilitador” metodológico, que a partir de parámetros neoconductistas
y tecnicistas, debe asegurar un “producto de aprendizaje” auténtico.
Un
pasado, a medida del presente. La enseñanza de la historia en los textos
oficiales
Los
contenidos de los textos distribuidos por el Instituto Pedagógico Provincial,
ofrecen un abordaje del pasado formoseño que no supera los límites de una
historia monumental, localista y presentista, sin
contraejemplos ni actualización de las perspectivas historiográficas más actuales.
Los libros presentan la “realidad formoseña” como un dato, y al “Modelo
Formoseño” como una entidad objetiva que no admite relecturas. La supremacía de
este enfoque eficientista o tecnocrático, ocluye la
posibilidad de una intelección científica del pasado, toda vez que se promueve
un concepción epistemológica neopositivista, una perspectiva psicológica
mecanicista, y un posicionamiento pedagógico donde la educación debe ajustarse
a los requerimientos económicos, no existe análisis ideológico del curriculum y
las actividades áulicas deben basarse en una pedagogía por objetivos –eficacia
de las secuencias didácticas y evaluación como medición.
El
discurso de las capacidades, se orienta a organizar el currículum, la enseñanza
y la evaluación, poniendo el foco en una serie de capacidades centrales,
minimizando la labor intelectual del docente y ubicándolo como un simple
organizador de procesos. No se trata de un educador que desarrolle un talante
crítico y transformador de la sociedad, sino de un inocuo acompañante capaz de
asegurar el cumplimiento de “metas” medibles de enseñanza. Al dividir
taxativamente las tareas del docente, de las del alumno, se divide el trabajo
que ambos realizarán como si no fuera posible una retroalimentación que los
imbrique. De este modo, las propuestas de secuenciación de clases, solo buscan
el establecimiento de objetivos de conducta, sin avanzar al tratamiento
complejo de los contenidos. Así, en el texto oficial, Historia. Cuaderno 1, al
abordarse el tema “El proceso fundacional de Formosa: identidad-fundación”,
puede leerse:
“Tarea
del docente: el docente generará un diálogo interactivo, sobre la construcción
de la identidad de una persona o grupo, destacando fundamentalmente las
características identitarias de la sociedad formoseña,
y la influencia sustancial de la cultura, la historia y la geografía de
Formosa, en la construcción de la identidad del formoseño”.[28]
Más
allá de la noción funcionalista, de la cultura, como cosa que se posee, el
papel reservado a los educadores, consiste en la selección de capacidades a enseñar,
o el diseño de procedimientos de evaluación, para verificar si los alumnos han
desarrollado esas capacidades.[29]
En este esquema, la historia enseñada por los textos escolares, no trasciende
las miradas historicistas. El foco está puesto, de modo fetichístico,
en el desarrollo de capacidades, no en el ejercicio de historiar críticamente.
A lo cual debe sumarse, la articulación discursiva del texto, con el discurso encrático local. Al sugerir el tema de clase “El contexto
nacional en momentos de provincialización”, se sugiere al docente que ponga el
énfasis en: “…la decisión del gobierno nacional durante la presidencia de Juan
Domingo Perón, sus políticas de Estado, y su relación con la necesidad del
pueblo de Formosa…”.[30]
La
bibliografía que se incluye como lectura para el trabajo de secuenciación
didáctica, corresponde a fragmentos de otras publicaciones oficiales como la
revista Ser Formoseño, o el libro Modelo Formoseño. Fundamentos filosóficos y
doctrinarios. De esta manera, el despliegue de una enseñanza instrumental
de la historia, se amalgama con la exaltación del “Modelo Formoseño”, expresión
de las ansias legitimantes de las élites
gubernamentales locales.
Conclusiones
En
este trabajo hacemos una primera aproximación a los andariveles de los procesos
de neoliberalización en una jurisdicción sub-nacional
argentina, periférica, y la manera en que los entrepreneurs políticos intentan
diseñar una política educativa adecuada a ello. El desenvolvimiento de
políticas públicas vinculadas al despliegue neoliberal de las últimas décadas,
dio como resultado una serie de transformaciones educativas, convergentes con
las expectativas del capital, en relación a un espacio sub-nacional atravesado
por procesos de periferialización económica.
Uno
de los resultados más notables, fue la reconfiguración educativa marcada por
una racionalidad eficientista, donde los “logros” del
sistema estarían dados por la medición de resultados, y por una creciente “cerebralización” del discurso pedagógico. Al margen de las
múltiples impugnaciones que han recibido las posturas neurocientíficas
en educación –fundamentalmente, la reactualización del determinismo biológico,
convergente con las dinámicas neoliberales de las sociedades de mercado-, su
incorporación al sistema educativo formoseño parece responder a requerimientos
que trascienden las preocupaciones didáctico-pedagógicas: por un lado, atender
al “llamado” del mercado laboral del “desarrollo sustentable”, y por el otro,
fortalecer la adhesión al “Modelo Formoseño”. Entre la discursividad
del desarrollo, y la memorabilia formoseñista,
se produce la consolidación de enfoques técnico- instrumentales, problemáticamente
engarzados con la locuacidad romántica de una Formosa primordial.
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Documentos
- ASOCIACIÓN DE DOCENTES DE FORMOSA “ARTURO
JAURETCHE”; Para que la educación siga
siendo el nuevo rostro de la justicia social, Formosa, 2015.
- GOBIERNO DE LA PROVINCIA DE FORMOSA. Cuadernos para el fortalecimiento del
Desarrollo de Contenidos en Historia, Geografía y Formación ética y Ciudadana
de la Provincia de Formosa. Marzo de 2012.
- GOBIERNO DE LA PROVINCIA DE FORMOSA. Ley de Educación provincial 1613/2016.
- GOBIERNO DE LA PROVINCIA DE FORMOSA. MINISTERIO DE
CULTURA Y EDUCACIÓN, Resolución N°
314/2012 “Líneas de política educativa provincial para el enfoque de
desarrollo de capacidades y escolarización plena”.
- Modelo
Formoseño: fundamentos filosóficos y doctrinarios. Buenos Aires, CICCUS,
2009.
Recepción: 05/10/2018
Evaluado: 11/11/2018
Versión Final: 12/12/2018
(*) Profesor en Historia y Especialista en Docencia Universitaria (Universidad Nacional de Formosa); Especialista en Historia Regional (Universidad Nacional del Nordeste); maestrando en Historia Social Argentina y Latinoamericana (Universidad Nacional de Rosario). Escuela Provincial de Educación Secundaria N° 9 “Dr. Vicente López y Planes”/ Instituto Superior de Formación Docente y Técnica “Comandante Fontana”, Argentina. E-mail: javiermn797@hotmail.com
(**) Profesor en Enseñanza Media y Superior en Ciencias Antropológicas y Licenciado en Ciencias Antropológicas- orientación sociocultural- (Universidad de Buenos Aires). Magister en Antropología Social (Universidad Nacional de Misiones). Profesor Titular ordinario en la materia “Arqueología y Etnohistoria Americana” y Profesor Adjunto ordinario en la materia “Introducción a la Antropología” (Universidad Nacional de Formosa), Argentina. E-mail: sosapkus@yahoo.com.ar
[1] BALL, Stephen; Education Policy and Social Class: The Selected works of Stephen J Ball, Routledge, Abingdon, 2006.
[2] PECK, Jamie, THEODORE, Nik y BRENNER, Neil; “Neoliberalism Resurgent? Market Rule after the Great Recession”; en South Atlantic Quarterly, N° 111 (2); 2012, pp. 268.
[3] El Responsable de Planeamiento y Relaciones Institucionales de ACEPT, el Profesor Sergio España, fue Subsecretario de Gestión Educativa y posteriormente Secretario de Programación y Evaluación Educativa durante 1997. España es consultor de distintos organismos internacionales y de diversas provincias. Recientemente, integró el equipo de especialistas del think thank DAR, una fundación que diseñó las propuestas educativas para el ex candidato presidencial Daniel Scioli. La Lic. Irene Kit -Presidente de la Asociacion desde enero de 2000- ha sido consultora de organismos multilaterales de crédito y cooperación, y asesora parlamentaria especializada en legislación educativa. El Responsable de Desarrollo Pedagógico -entre 2003 y 2011- Hugo Labate es un consultor ligado a organismos internacionales, con una amplia trayectoria en el diseño y gestión de programas de capacitación de escala provincial , que se ha desempeñado como Coordinador del Área Curricular de Ciencias Naturales en el Ministerio de Educación de la República Argentina -2000 a 2002-, Coordinador de Proyectos Pedagógicos de ACEPT-UNICEF, Consultor asociado en formación de técnicos curriculares por la UNESCO-desde el 2000 hasta la actualidad-, Director Gerente de la empresa Al-Marifat dedicada a la producción de contenidos, capacitación y evalución continua para el ámbito público y privado. Desde el año 2016, Labate es el Director Nacional de Coordinación Pedagógica en el Ministerio de Educación y Deportes. Ver:< http://www.educacionparatodos.org.ar/aept/Institucional.asp>. La vigencia de grupos de consultores ligados a múltiples organismos intenacionales, muestra la férrea perdurabilidad de las recomendaciones del Banco Mundial para el sistema educativo argentino, tendencias que atravesaron diferentes momentos politicos y economicos del país.
[4] Lejos de iniciar su retirada, las premisas centrales de las reformas iniciadas durante los noventa no han perdido vitalidad. Para apreciar la profundidad de las adaptaciones sugeridas por los organismos internacionales de crédito- y sucesivamente implementadas por los gobiernos latinoamericanos durante la última década-, puede consultarse: BANCO MUNDIAL; La educación en América Latina y el Caribe: documento estratégico del Banco Mundial (versión borrador), Banco Mundial, Washington DC, 2004.
[5] Modelo Formoseño: fundamentos filosóficos y doctrinarios. Buenos Aires, CICCUS, 2009, p. 171.
[6] Idem, p. 174.
[7] Líneas de política educativa provincial para el enfoque de desarrollo de capacidades y escolarización plena. GOBIERNO DE LA PROVINCIA DE FORMOSA. MINISTERIO DE CULTURA Y EDUCACIÓN, Resolución N°314/2012. p. 4.
[8] Modelo Formoseño…, op. cit., p. 175.
[9] GOBIERNO DE LA PROVINCIA DE FORMOSA. Ley de Educación provincial 1613/2016, p. 1.
[10] Cfr. “Zorrilla amplió acerca del «nuevo paradigmo educativo»”; en Siempre Formosa.com. Disponible en: <http://www.siempreformosa.com/2015/10/zorrilla-amplio-acerca-del-nuevo.html>. [Consulta: 28/07/2018].
[11] MASSCHELEIN, Jan y SIMONS, Maarten; Defensa de la escuela. Una cuestión pública, Miño y Dávila, Buenos Aires, 2014, p. 18.
[12] ASOCIACIÓN DE DOCENTES DE FORMOSA “ARTURO JAURETCHE”; Para que la educación siga siendo el nuevo rostro de la justicia social, Formosa, 2015, p. 10.
[13] RUMICH, Rafael; El Ser Formoseño. Un cotidiano modo de sentir, querer y hacer, Ministerio de Cultura y Educación. Subsecretaría de Cultura, Formosa, 2007, p. 247. Rumich formó parte de la revista Ser Formoseño, financiada por la Subsecretaría de Cultura de Formosa. Por su amplia difusión en escuelas primarias y secundarias de la Provincia de Formosa, la revista vehiculiza las premisas ideológicas hegemónicas. Sus elementos intrínsecos (diseño, temas. iconografía) expresan la correlatividad de la línea editorial con el discurso encrático local. Para más información sobre las publicaciones del escritor ver <http://escritoresenformosa.blogspot.com.ar/2015/04/rumich-rafael.htm>.
[14] Modelo Formoseño…, op. cit., p. 169.
[15] Idem, p. 165.
[16] Ley de Educación provincial 1613/2016, op. cit., p. 1.
[17] BALL, S.; Education Policy…, op. cit.
[18] Ley de Educación provincial 1613/2016, op. cit., p. 1.
[19] Para una profundización de los alcances del enfoque de competencias, véase COUDANNES AGUIRRE, Mariela; “El enfoque por competencias en la enseñanza de la historia en Argentina”; en História & Ensino, vol. 21, N° 1; 2015, pp. 9-27.
[20] “Zorrilla amplió acerca…”, op. cit.
[21] Las políticas públicas educativas, implementadas en la provincia, deben ser enmarcadas en la dinámica más amplia de una tendencia general observable a nivel nacional. En palabras de Flavia Terigi “los discursos de las Neurociencias han adquiridos un estatus novedoso en la política pública cuya expresión más notoria es la creación por decreto 958/16 del Gobierno de l Provincia de Buenos Aires, de la denominada “Unidad de Coordinación para el Desarrollo del Capital mental”, dependiente del Ministerio de Coordinación y Gestión Pública”. En TERIGI, Flavia; “Sobre aprendizaje escolar y neurociencia”; en Propuesta Educativa, vol. 25, Nº 46; 2016, pp. 50-64.
[22] GOBIERNO DE LA PROVINCIA DE FORMOSA. MINISTERIO DE CULTURA Y EDUCACIÓN, Resolución N° 314/2012 “Líneas de política educativa provincial para el enfoque de desarrollo de capacidades y escolarización plena”, p. 11.
[23] Ibidem.
[24] LEVINS, Richard y LEWONTIN, Richard; El biólogo dialéctico, RyR, Buenos Aires, 2015, p. 20.
[25] Resolución N° 314/2012 “Líneas de política educativa provincial…”, op. cit., p. 11.
[26] DUEÑAS, Gabriela; Niños en peligro. La escuela no es un hospital, Noveduc, Buenos Aires, 2014.
[27] CASTORINA, José Antonio; “La relación problemática entre neurociencias y educación. Condiciones y análisis crítico”; en Propuesta educativa, N° 46; 2016, p. 35.
[28] GOBIERNO DE LA PROVINCIA DE FORMOSA. Cuadernos para el fortalecimiento del Desarrollo de Contenidos en Historia, Geografía y Formación ética y Ciudadana de la Provincia de Formosa. Marzo de 2012, s/d de página.
[30] Cuadernos para el fortalecimiento…, op. cit.