El primer peronismo en La Rioja. Derechos, conflictividad social y (nuevos) sentidos en torno a las demandas por el agua (1945-1951)

 

 

Marilina del Valle Truccone(*)

 

 

Resumen

 

El presente trabajo analiza las dinámicas de la relación Estado-sociedad civil durante el primer peronismo, a partir de la conflictividad social por el agua en La Rioja. La problematización adquiere especificidad para pensar la emergencia de nuevos derechos en el marco de la experiencia política del peronismo. Asumiendo que las interacciones sociales durante estos años fueron delimitando la escasez de agua como una conflictividad social y su acceso como una forma de recomposición en términos de justicia social. Desde el análisis de notas de la prensa riojana como de cartas escritas a autoridades estatales, se reconstruyen los sentidos sobre las demandas por el agua y su desigual distribución a través del ferrocarril y sobre las demandas por obra pública. Este trabajo constituye una contribución a las discusiones sobre la emergencia del peronismo en el interior del país, y específicamente, en la provincia de La Rioja. Por otro lado, este trabajo aporta una arista analítica al respecto de las dinámicas sobre lo comunitario, atravesadas por conflictividades sociales. Lo cual es una vía para complejizar los análisis sobre los mecanismos de democratización del bienestar durante los años peronistas.

 

Palabras clave: Córdoba; Primer peronismo; La Rioja; Conflictividad social; Agua.

 

 

First peronism in La Rioja. Rights, social conflictivity and (new) senses around demands for the water (1945-1951)

 

Abstract

 

The actual report analyzes the dynamics of the State-civil society relationship during the first Peronism, based on the social conflicts over the water in La Rioja. The problematization acquires specificity to think about the emergence of new rights in the framework of the political experience of the Peronism. Assuming that the social interactions during these years were delimiting the scarcity of water as a social conflictivity and its access as a form of recomposition in terms of social justice. From the analysis of notes from the Riojan press and written letters to state authorities, senses are reconstructed on the demands for water and its unequal distribution through the railroad and on the demands for public works. This paper constitutes a contribution to the discussions on the emergence of the Peronism in the interior of the country, and specifically, in the province of La Rioja. On the other hand, this work provides an analytical edge regarding the dynamics of the community, crossed by social conflicts. This is a way to complicate the analysis on the mechanisms of democratization of well-being during the Peronist years.

 

Key words: First peronism; La Rioja; Social conflictivity; Water.

 


 

El primer peronismo en La Rioja. Derechos, conflictividad social y (nuevos) sentidos en torno a las demandas por el agua (1945-1951)

 

Introducción

 

La emergencia del peronismo sin lugar a dudas, significó una nueva forma de pensar las relaciones socio-políticas en nuestro país. Una arista que gira en torno a esta experiencia política tiene que ver con un inusitado nivel de presencia estatal en diversos aspectos de la vida social. En general, puede apreciarse un Estado -definido en sus contornos por la presencia de su líder-, y una sociedad en constante cambio. A partir de la emergencia de nuevos derechos, surgieron dinámicas de representación como un proceso de democratización del bienestar, según Torre y Pastoriza (2004), referido a los mecanismos estatales desplegados a partir de la ampliación de la ciudadanía impulsada por el peronismo. Por lo cual, las vías del acceso al bienestar social tuvieron que ver con la redistribución de los ingresos y la expansión de los consumos; significando una verdadera transformación social impulsada por el Estado.

A partir del carácter disruptivo de nuevos derechos, se vuelve importante repensar la porosidad variable de la relación Estado y sociedad civil, en el establecimiento de una sociedad política peronista (Acha, 2004). Relación que puede matizarse sobre la intensidad en que efectivamente se dio ese traslado de la frontera desde la sociedad civil hacia esta sociedad política (Marcilese, 2009). Así, especificamos nuestra pesquisa en las interpelaciones de la sociedad civil hacia el Estado, en escenarios provinciales como La Rioja. Las cuales se encontraron atravesadas por diversas conflictividades que marcaron las interacciones entre actores y sus demandas hacia las administraciones peronistas, tanto a nivel provincial como nacional. De esta manera, cobran relevancia los análisis extra céntricos sobre el peronismo (Macor y Tcach, 2003), para rastrear la emergencia de formas de ciudadanización, en territorios donde no tuvo lugar un marcado desarrollo industrializador.

La problematización del agua puede rastrearse en trabajos centrados en el Estado peronista y en las implicancias en torno a su necesidad y a las formas políticas de estas conflictividades. Por su parte, Ortega (2016) especifica la gestión del recurso hídrico en Mendoza, a partir de la postura del Estado provincial. La novedad del estudio reside en que las decisiones alrededor de la problemática no se encuentran relacionadas a las soluciones de índole técnicas, sino con las cuestiones políticas propias de la política pública orientada a su solución. Así, hay una articulación entre las conflictividades por el agua, las decisiones estatales y los sectores productivos, representados en los bodegueros. Por lo tanto, se observa la relación entre las políticas públicas en torno a la irrigación y la alianza formada con el Centro de Bodegueros de Mendoza. Teniendo este último una importante presencia “(…) ya que, a través de las demás organizaciones con las que mantenía vinculaciones, fortificó sus reclamos convirtiéndolos en temas de interés general” (Ortega, 2016, p. 39).

Otro trabajo sobre la cuestión del agua durante el primer peronismo es el Vargas (2019) en Santiago del Estero. La autora afirma que la inestabilidad en cuanto a la disponibilidad del agua en la provincia fue generando una particular sensibilidad en torno al recurso hídrico. Desde allí, el trabajo avanza en el encuentro de las experiencias del problema del agua y del peronismo, analizando las transformaciones subjetivas en el imaginario provincial sobre estas demandas. Así, queda establecida la relación con el peronismo como una operación en la que el sujeto puede “(…) re-imaginarse en la provincia, viviendo, trabajando y resituándose de un nuevo modo en su territorio” (Vargas, 2019, p. 148). Siguiendo esta idea, para la autora, el Estado fue colocado en un nuevo lugar en el que los santiagueños pudieron esgrimir sus demandas. En tanto hubo un reconocimiento de una desigualdad; pero también esas demandas recrearon el horizonte de lo posible en la provincia.

Teniendo en cuenta nuestro escenario provincial, “Larga y trabajosa ha sido la marcha de La Rioja por obtener y aprovechar el agua” (Bravo Tedín, 1987, p. 5), en tanto la provincia presenta una escenificación angustiosa en los intentos de hacer frente a su escasez. Así, Bravo Tedín (1987) afirma que el peronismo supuso la posibilidad de encarar soluciones definitivas por el problema del agua. Haciendo hincapié en las gobernaciones de los Ingenieros Melis y Zuleta, el historiador especifica esta etapa de gobernación peronista como la más prolífica al respecto de las gestiones en materia hídrica. Medidas que tuvieron que ver con la construcción de obras (diques, embalses, perforaciones de pozos y defensas); como también el despliegue del Plan de Activación Económica, les han valido el título a estas administraciones como los gobiernos hidráulicos. La delimitación de la conflictividad por el agua en nuestro caso provincial genera sentidos específicos sobre la vida comunitaria, por lo que nos preguntamos: ¿En qué términos se da la persistencia de la escasez de agua como una conflictividad social en La Rioja? ¿Qué articulaciones se aprecian en la delimitación de conflictividades para pensar el peronismo y la emergencia de nuevos derechos, en nuestro contexto provincial?

En relación a las demandas por el recurso hídrico y en la conformación del peronismo en la provincia, nuestro objetivo principal es problematizar los sentidos desplegados en las interpelaciones de la sociedad riojana al Estado peronista, en torno a la escasez de agua. Teniendo en cuenta las consideraciones sobre el alto grado de presencia estatal en las relaciones sociales, avanzamos en el supuesto de que las demandas generadas a partir de la escasez del agua en La Rioja dan cuenta de una nueva mirada al respecto de las interacciones de los ciudadanos, marcadas por un contenido conflictivo que le dio forma a la relación entre Estado y sociedad civil.

En una serie de notas de la prensa escrita riojana, como en cartas escritas a figuras gubernamentales rastreamos las demandas por la escasez de agua, en las cuales resaltan dos aspectos: el mecanismo de distribución de agua a través de los Ferrocarriles del Estado y las demandas por obra pública hídrica para la provincia[1].  De esta manera, nos interesa avanzar sobre las condiciones particulares de la emergencia del peronismo riojano en relación a la consolidación de la justicia social en la provincia. En segundo término, analizar las formas de exclusión a partir de las demandas por los mecanismos de distribución del agua. Por último, es nuestro objetivo escrutar los petitorios por la necesidad de racionalización de la solución a la escasez de agua, a través de la obra pública.

En el presente trabajo realizaremos una lectura de trabajos que refieren a las discusiones sobre el peronismo en contextos extra céntricos y específicamente sobre la emergencia del peronismo en La Rioja. Luego, abordaremos el marco de problematizaciones sobre la distribución del agua a través de los ferrocarriles. En última instancia, nuestro análisis avanzará sobre las demandas por obra pública hídrica, teniendo en cuenta la discursividad del aprovechamiento integral del agua, enunciada por las administraciones provinciales peronistas.

 

El surgimiento del peronismo riojano

 

Más allá de las condiciones que a nivel nacional se dieron en la emergencia del peronismo, es interesante volver tras las huellas que llevaron a su consolidación en diversos espacios subnacionales y que, como el caso de La Rioja, han llevado a que ostente el título de la provincia más peronista. Esta cuestión se vio en la tradición de refrendar al peronismo en la posición de representante en el gobierno, permaneciendo sin alternancia partidaria (Bravo Tedín, 1995; Quevedo, 1991). De estas consideraciones, se observa la particular articulación del lazo social entre los sujetos y el peronismo en La Rioja, dado que la mayoría de la población riojana se relaciona personalmente con sus líderes y dirigentes, en un acceso fácil y continuo con quienes detentan cargos públicos (Álbarez Gómez, 2012).

Al respecto del surgimiento del peronismo en el interior del país, Macor y Tcach (2003) destacan que la emergencia y consolidación se encontró marcado por una doble diversidad: en primer lugar, por las diferencias con las modalidades de las zonas donde hubo una mayor densidad obrero-industrial y en segunda instancia, por las singularidades en el procesamiento local de las conflictividades sociales. Entonces, la hipótesis sugerida es que la constitución extracéntrica del peronismo se encontró atravesada por factores tradicionales que, en gran medida, fueron centrales en la configuración del peronismo originario; en tanto en las provincias la clase obrera era débil y el fenómeno inmigratorio casi nulo (Macor y Tcach, 2003).

 

A partir de estas observaciones, se anudan al análisis de los casos extracéntricos del peronismo otros actores tradicionales como la Iglesia Católica, el Ejército, caudillos conservadores como también fracciones de las élites provinciales. Todo ello refuerza la idea de los mecanismos por los cuales expresiones tradicionales abrazaron al peronismo como una forma de “(…) conciliarse con el ‘pueblo’, obtener nuevos espacios de poder y ofrecer una respuesta conservadora a la crisis político-ideológica de la época” (Macor y Tcach, 2003, p. 31). En estas afirmaciones, puede observarse una suerte de escenario previo que involucraba a actores sociales establecidos anteriores al peronismo y que persistían en sus prácticas políticas aún en el momento de su emergencia.

Ahora bien, más allá de los factores preexistentes a la conformación del peronismo en nuestro espacio provincial, Macor y Tcach aluden acerca de la particularidad que tuvo esta experiencia política en cada escenario provincial, en tanto esta particularidad devino de la capacidad de gestionar las conflictividades específicas de cada escenario. Esta idea constituye nuestro marco de indagación sobre el peronismo en La Rioja, para pensar sobre el lugar de la conflictividad social en la relación entre el Estado y los actores sociales.

Mirando de cerca la emergencia del peronismo en La Rioja, esta se encuentra relacionada a la presencia inusitada de la Secretaría de Trabajo y Previsión (STP) (Bravo Tedín, 1995). Al respecto, Bravo Tedín (1995) afirma que la STP tuvo una presencia casi obsesiva en la provincia, inaugurando la era social en La Rioja a través de la instrumentalización de mejoras sociales en la vida cotidiana de las personas. La Secretaría sostuvo el rol de la expansión de derechos social en torno a ver al peronismo y a los interventores como los solucionadores de problemas. De este modo, el autor resalta la intervención del Dr. Ocampo Giménez, que dejó una impronta insoslayable en el escenario riojano, como el primer articulador del peronismo en La Rioja y representante del bienestarismo social. El trabajo de la Intervención fue leído como la predominancia de escuchar las demandas del pueblo riojano y la búsqueda de soluciones, siendo ello el significado que se le imprimió a la justicia social. Entonces, para una sociedad en la que el radicalismo tuvo una fuerte presencia en la tradición política, la novedad del peronismo supuso que venía, en breves palabras, a resolver problemas.

Como continuación de estas reflexiones, Bravo Tedín (1995) alude que el preludio del peronismo en La Rioja se valió de aquellas herramientas que gobiernos anteriores no habían optado: escuchar, dialogar, hablar y convencer. El instrumento para la realización de todas estas acciones fue entonces, la Delegación Regional de la STP que, en la provincia, era lo mismo que decir Perón. De esta manera, la justicia social fue una piedra angular en el gobierno de la intervención, en tanto la justicia social se practicó en toda su amplitud. El autor analiza como una presencia obsesiva de la Secretaría de Trabajo y Previsión, mostrando y haciendo extensiva su presencia hacia el interior.  Para el autor, una práctica que se volvería habitual, fue el despliegue de subdivisiones de la Secretaría de Trabajo y Previsión en diversos departamentos de la provincia.

Entonces, en la configuración del peronismo en La Rioja se puede advertir que la recepción de la discursividad de la justicia social se condensó en los términos de escuchar a un pueblo desoído y excluido. En esta imagen, se destaca la solvencia del peronismo de no solo compenetrarse, sino también de interrelacionarse con los problemas de la realidad. En este sentido, Bravo Tedín afirma que la justicia social no pudo haber tenido un lugar de mayor pregnancia que en La Rioja, aduciendo en primer lugar, una presencia importante de las diversas instituciones que se hacían eco de los principios justicialistas; y en segundo lugar, una pasividad de los actores sociales que vieron en el peronismo una forma de reivindicar su situación de exclusión.

Esta lectura apunta a condensar ciertas concepciones preexistentes sobre la adhesión de sectores sociales excluidos y el peronismo, que toman referencia en las matrices interpretativas que intentan explicar sobre la identificación de sectores sociales determinados con el peronismo. Reforzando así una vez más el autor, la lectura sobre un Estado activo que articuló nuevos mecanismos de reconocimiento social, frente a una sociedad dispuesta a recibir nuevos derechos.

 

En torno a repensar las significaciones sociales que el peronismo en La Rioja implicó, Álbarez Gómez (2012) retoma la idea de solucionadores de problemas, para repensar los diversos contenidos ónticos que fue tomando la justicia social a lo largo de la hegemonía peronista en La Rioja. De esta manera, los solucionadores de problemas se constituyeron como el nombre por el cual el peronismo se adentró en La Rioja, dando por ello una visión ampliada sobre la noción de justicia social. En este accionar, la autora reconoce que cuando se habla de solucionar problemas resulta como parte relevante del discurso peronista y que, a lo largo de los años, la justicia social fue tomando distintos contenidos y significados.

Con esta reflexión, hay un intento por matizar la acción bienestarista del peronismo en La Rioja. Sin dejar de poner el acento en la acción estatal en relación al despliegue de la justicia social, se intenta hacer pie en la especificidad de la articulación hegemónica del peronismo, en sintonía con la intervención en áreas donde el Estado era necesario en su presencia.

La autora prosigue así, acerca de la relación entre la discursividad de derechos del peronismo y los años de injusticia social:

 

El discurso peronista de la justicia social en La Rioja, significó resolver problemas que eran invisibles para los gobiernos anteriores, situaciones de la población que no eran tenidas en cuenta, así mismo como los sujetos que las vivían. Estos sujetos comienzan a ser escuchados y sus reclamos comienzan a convertirse en derechos. (Álbarez Gómez, 2012, p. 11)

 

En la idea de que había problemas que eran invisibles a gobiernos anteriores -los cuáles se referencian en la sucesión de gobiernos radicales que gobernaron a la provincia durante décadas-, se pone de manifiesto un movimiento en el escenario político riojano desde la emergencia del peronismo. Movimiento que, rastreamos en este trabajo, se desarrolló en dos frentes: en la toma desde el Estado de las formas de darle contenido a la justicia social y, por el otro, la relación casi directa entre Estado y la sociedad riojana. Así, el peronismo riojano “Solucionó los problemas de la gente, y ello formó parte de su ideología, de la justicia social. Desde el Estado, un Estado paternalista, se escuchaba a la gente y a partir del conocimiento de sus problemas se buscaba la solución” (Álbarez Gómez, 2012, p. 24).

Por lo tanto, sin descartar de su análisis la caracterización del Estado como un Estado paternalista, Álbarez Gómez aduce una relación intrincada entre las diversas demandas expresadas de un pueblo que históricamente había carecido de un lugar para hacerse escuchar, y una apelación discursiva desde la institucionalidad misma del Estado por hacer un lugar a esos reclamos que adquirieron formas diversas de inteligibilidad durante el peronismo. Por lo tanto, “En este contexto emergió la lógica de ‘solucionadores de problemas’ que estará relacionada con la justicia social y que irá tomando distintos contenidos ónticos a lo largo de la historia” (Álbarez Gómez, 2012, p. 79). De esto se desprende el un intento por complejizar las caracterizaciones paternalistas del peronismo en La Rioja, para acudir a la composición de una discursividad de impartir justicia social en el territorio riojano, que se encontraba en un atrasado social y económico de años.

De estas consideraciones, el peronismo en La Rioja estuvo caracterizado como un solucionador de problemas, a partir de la presencia intensiva de la STP y sus mecanismos para arbitrar soluciones (Bravo Tedín, 1995). De igual manera, en estas lecturas recabadas se habla sobre cómo el peronismo vino a definir las soluciones en los términos de justicia social, sin por ello ahondar en esos problemas; bajo nuestra mirada, sin ahondar en esas conflictividades que marcaron el día a día de esas personas. De aquí en más, la recuperación de conflictividades sociales en el escenario riojano constituye una manera de abordar las formas de pregnancia del peronismo en la provincia, como también en las dinámicas sociales marcadas por la emergencia de nuevos derechos. Particularmente, el problema del agua en La Rioja se constituye en una conflictividad social que es ineludible durante el primer peronismo.

 

La (desigual) distribución del agua a través del ferrocarril

 

La historia de nuestro país se encuentra ligada a la existencia del ferrocarril. La visión extendida de sus ramificaciones congregadas en el centro constituido por Buenos Aires y dirigidas hacia las diversas provincias del interior, es una imagen que traemos a colación en nuestro trabajo, teniendo en cuenta el rol de sostenimiento de las poblaciones del interior de la Argentina. El Ferrocarril General Belgrano es el más extenso de la red ferroviaria argentina, uniendo los puntos de la Estación Retiro en Buenos Aires, pasando por las provincias de la pampa húmeda y recorriendo el noroeste argentino hasta Jujuy. Además del transporte de cargas y pasajeros, los ferrocarriles ampliaban su rol a partir de los servicios sociales que proporcionaba.

Así, los trenes aguateros abastecían de agua a los poblados, como también se ocuparon de la realización de perforaciones y de la instalación de cisternas o tanques. La función social del ferrocarril se destaca en estas actividades complementarias, que además de regular las relaciones socio-económicas, generó mecanismos de solidaridad e integración regional a lo largo y ancho de todo el país. A partir de la década del ’40 en el contexto de los inicios de la planificación estatal, se consolidó un interés en el desarrollo de infraestructura (Cena, 2005). De esto, se desprende la creación de la División de Servicio de Agua del Ferrocarril Belgrano, bajo la cual se planificaron los diversos puntos de bombeo de agua de los trenes aguateros en todo el país.

La distribución del agua a través de los trenes aguateros marcó las interacciones cotidianas de los pobladores, ya que supuso los mecanismos en que el Estado estaba presente en los poblados riojanos, como respuesta al problema del agua. A continuación, trazaremos una imagen sobre la distribución del agua, recuperando una serie de solicitadas publicadas en la prensa riojana. Desde Chañar, los vecinos escriben:

 

Motiva la consiguiente alarma unánime en Chañar (Dpto. Gral. Belgrano), el hecho de que se acentúa, día a día, la escasez de agua en esa localidad. En efecto: las represas se encuentran agotadas y resulta insuficiente el agua que suministraron en tanques, los FF.CC del Estado. (La Rioja, La escasez de agua en Chañar, se intensifica día a día, La Rioja, 26/09/1945)

 

La alocución prosigue, a instancias de la solicitud del aumento de los tanques de suministro de agua:

 

En consecuencia, Chañar atraviesa por un momento excepcionalmente grave en la actualidad urgiendo que la Intervención Federal intervenga con toda premura gestionando, por lo menos, ante los FF.CC. del Estado, el aumento de los tanques de agua que le suministra.

Toda demora aumentara la angustia de un importante núcleo de población del sur de La Rioja, que, carente de vertientes naturales y de benéficas precipitaciones pluviales, espera, con ansiedad, que las autoridades la pongan a cubierto de nuevas y sombrías zozobras. (La Rioja, La escasez de agua en Chañar, se intensifica día a día, La Rioja, 26/09/1945)

 

Así es que los vecinos avistan como insuficiente la distribución de agua por los ferrocarriles estatales, pidiendo la protección de las autoridades. Frente al problema grave de la sed, los trabajadores observan como necesaria la participación de la Intervención.

 

Por otra parte, desde Patquía, los pobladores le escriben al Interventor Federal Ocampo Giménez:

 

Los que suscriben, los vecinos de Estación Patquía, Dpto. Independencia, tienen el honor de dirigirse al Sr. Interventor Federal, solicitando quiera interesarse por la favorable solución de un viejo problema de esta zona: la dotación de agua desde los Mogotes, reiterando así el pedido que formulara la delegación de vecinos ante el gobierno de la Intervención en noviembre del año ppdo. (La Rioja, Ante la total carencia de agua vecinos de Patquía solicitan la canalización de “Los Mogotes”, La Rioja, 03/12/1945).

 

Los vecinos reclaman a la Intervención Provincial la solución de un viejo problema, que es la dotación de agua. Un viejo problema, una recurrencia problemática: la falta de agua. Así, la solicitud prosigue:

 

No dudamos que ha de ser de conocimiento de su gobierno, la importancia del manantial antes citado, que hace indiscutibles sus ventajas, así como el resultado de esta obra, que ha de dar impulso y progreso a un pueblo retrasado por tantos años y que vive esperanzado en las reiteradas promesas formuladas en los distintos periodos de gobierno.

No es posible, Sr. Interventor, que un caudal tan miserable como el de “Los Mogotes” no sea aprovechado en mejor forma, más en nuestra provincia donde tanto escasea el agua y mientras allí no se la aprovecha hay un pueblo que se muere de sed: Patquía. (La Rioja, Ante la total carencia de agua vecinos de Patquía solicitan la canalización de “Los Mogotes”, La Rioja, 03/12/1945).

 

En este extracto, se evidencia una notoria y urgente problemática: Patquía se muere de sed. Entreviendo que la única oportunidad para disponer de agua es la canalización del manantial, en este petitorio se pone a consideración la falta de adecuación a las formas de distribución del agua. Detallándose en palabras la desesperación por la sed:

 

La falta de este elemento hace insostenible la vida en este pueblo, donde conseguir una bordalesa con agua, sobre todo en verano, es poco menos que una proeza, teniendo que treparse a los trenes en maniobras, cuando no pelearse con el vecino, para lograr la colocación en el pico público. Bastan estas consideraciones para dar una idea al Sr. Interventor de que la realización de esta obra se hace impostergable y de solución inmediata ya que de ella depende el bienestar general y el progreso de este vecindario. (La Rioja, Ante la total carencia de agua vecinos de Patquía solicitan la canalización de “Los Mogotes”, La Rioja, 03/12/1945)

 

De este modo, la falta del agua desencadena formas de (des)organización en la distribución del recurso disponible en los tanques. La proeza por recolectar agua se hace evidente en la vivencia de estos vecinos, una constante sucesión de penurias por conseguir agua para beber.

En otra nota se detalla en forma particular las luchas para conseguir agua de los vagones del ferrocarril:

 

Se hace notar que anualmente el ferrocarril provee a la población de Patquía de dos tanques por semana, cantidad insuficiente si se tiene en cuenta que el líquido es consumido por cerca de 900 personas y que no hay otra fuente de provisión de agua para beber, pues la que se obtiene de las perforaciones no es recomendable por ser demasiado salada. Recalcan, además, que hay días en que los habitantes no disponen de un jarro de agua registrándose casos en que los hombres tienen que hacer abandono de sus trabajos rurales, las mujeres de sus quehaceres domésticos, los niños de la escuela, para invadir los trenes en procura de agua, oportunidad en que se producen escenas de hondo dramatismo, si se tiene en cuenta que se registran verdaderas batallas campales para conseguir un balde o un tarro de agua.  Este es en síntesis el drama que vive una población del sur de la provincia que carece de agua.

Es urgente que las autoridades se aboquen al estudio de este problema gestionando antes los Ferrocarriles del Estado la dotación de seis tanques semanales, por lo menos, durante la época estival. En una forma se vendría a solucionar siquiera transitoriamente la apremiante situación que apuntamos. (La Rioja, La falta de agua para beber inquieta a los pobladores de Los Llanos. El caso de Patquía, La Rioja, 27/09/1946)

 

La lucha entre vecinos por conseguir agua se observa como una condena a los habitantes de la localidad. La distribución de agua a través de los ferrocarriles se configura como un paliativo, en tanto los infructuosos intentos por conseguir agua, no son más que sucesivas crisis que los habitantes de los llanos van atravesando.

En esta recopilación observamos la necesidad de presencia del Estado en la resolución del conflicto por el agua. Teniendo en cuenta que estas notas se ubican en los años formativos del peronismo[2], se puede observar una redefinición sobre los alcances de injerencia del Estado y los modos en que fue tomando parte del conflicto social (James, 2006). De esta manera, se puede sintetizar que la presencia del Estado a través de sus ferrocarriles no alcanza para paliar la angustia que se vive en La Rioja. Como señala la nota que retomamos a continuación, esta situación de escasez es uno de los más serios problemas del norte argentino y que se extiende en el tiempo:

 

Uno de los más serios problemas que deben enfrentar los habitantes de ciertas provincias del norte argentino es el relacionado con la falta o escasez de agua, aspecto éste que ha sido profundamente debatido por la prensa del país, buscando la solución correspondiente por parte de las autoridades nacionales y la de los propios Estados afectados.

La cuestión que nos ocupa no es de ahora, desde que su origen se remonta a muchos años atrás, sin que en ningún momento se le hubiera dado condigna solución, tal como fuese anhelada por los interesados y de conformidad a la obra social que todo gobierno debe desarrollar en procura del mayor bienestar de todos los habitantes.

Lugares hubo en que la desesperación de los pobladores ante la falta de tan preciado elemento les llevo a procedimientos de fuerza, como aquellos de detener los trenes que arrastraban vagones tanques para suministro de las locomotoras, para apropiarse del mismo, a efecto de cumplir sus propias necesidades. Es de imaginarse la angustiosa situación a que se encuentran abocados esos pobladores, para justificar la razón que les asiste en adoptar procedimientos de esa naturaleza que, por más drásticos que se los considere, son los que corresponde en una emergencia como la mencionada. (La Rioja, La falta de agua en el norte, La Rioja, 24/02/1947)

 

La falta de agua se operativiza en el derecho a su acceso, una forma de bienestar para los habitantes del norte. Ante tal situación de desesperación y angustia, el asalto a los vagones aguateros no deja de ser una solución viable ante tal estado de “injusticia”. A partir de esta contextualización, resulta interesante repensar las demandas por la distribución del agua, en relación a la presencia de este nuevo Estado que el peronismo vino a inaugurar.

La nota continúa:

 

Dentro de las grandes concepciones que figuran en el plan de obras a llevarse a cabo dentro de las especificaciones del plan quinquenal, figuran las que se refieren a la ejecución de obras encaminadas a resolver definitivamente una de las situaciones angustiosas de sectores importantes de población del interior del país, como resulta la enunciada. (La Rioja, La falta de agua en el norte, La Rioja, 24/02/1947)

 

En estas imágenes trazadas, quedaron visibilizadas las formas de distribución del agua y su relación con los pedidos a los gobiernos tanto nacionales como provinciales. Esta relación incipiente avistada entre agua, sujetos y peronismo, se vuelve una dimensión para pensar los sentidos desplegados en torno a la sed de La Rioja profunda.

De este modo, indagamos en una doble exclusión con la que estos riojanos del interior profundo conviven[3]. A continuación, recuperamos una carta dirigida al Dr. Miguel Revestido, Gerente General de los Ferrocarriles Gral. Belgrano:

 

Los que suscriben, autoridades escolares nacionales y provinciales; policiales y municipales, vecinos de Est. Patquía (Pcia. de La Rioja), tienen el agrado de dirigirse a Ud. para llevar a su conocimiento la situación angustiosa porque está atravesando este vecindario (compuesto por más de ochocientos habitantes, con Escuela Nacional y Complementaria Provincial con más de doscientos niños, por la escasa provisión de agua que se hace en vagones-tanques desde La Rioja o Nonogasta.

Días hay en que no hay agua para beber y los pobladores tienen que corretear los trenes para conseguirse un balde de agua; los niños no pueden hacerse la higiene y tampoco la escuela puede cumplir con ella, creando una situación desesperante, que se agrava con la época de fuertes calores que se están registrando. (La Rioja, El pueblo de Patquía clama por agua, La Rioja, 26/11/1951).

 

Con los diversos actores de la autoridad pública, los vecinos resaltan la situación angustiosa: los niños no tienen agua para beber. Son casi doscientos niños que se quedan sin agua y sin higienizarse. El conflicto se particulariza en los niños que no tienen agua para vivir. En un pequeño renglón, se retratan las dinámicas a las cuales los pobladores tienen que someterse para conseguir un poco de agua.

La forma en que el Estado llega a Patquía supone una nueva interferencia en la adquisición de nuevos derechos. La doble frontera de exclusión se retrata en los niños que no tienen agua ni para higienizarse.  En este petitorio, la configuración del conflicto en relación a esos niños que no son privilegiados, aún a instancias de consolidación del gobierno peronista. Acerca de cómo se vive la falta de agua en la zona de los llanos, se puede observar que, son estas comunidades de los llanos que viven el desplazamiento por estar en el interior del interior, la falta de agua. Por otro lado, recuperamos una carta dirigida al gobernador Ing. Juan Melis, en la cual leemos:

 

El pueblo de Punta de Los Llanos tiene el alto honor de dirigirse a S. E. el gobernador de la Provincia a fin de solicitar se provea a este pueblo de un molino a emplazarse en la perforación de 52 m. de profundidad, realizada el año ppdo., dado que, puesta a prueba ante la fiscalización del pueblo, rindió abundante agua durante 8 horas consecutivas, suspendiéndose entonces la prueba por rotura de una pieza de la maquinaria perforadora.

Señor Gobernador, sabido es que el clima de La Rioja en verano es aplastante. En los Llanos la seca trae secuelas de suelo calcinado y polvoriento, con sus tormentas de tierra con la falta de carne, de verduras y de leche, tiene además un agregado trágico: la falta de agua para beber. No se trata ya de lavar o de regar o de higienizarse, se trata de apagar la sed desesperante, que los calores insoportables agudizan. (El Zonda, Justo pedido del pueblo de Punta de los Llanos, La Rioja, 09/01/53).

 

Quienes escriben, emiten un pedido que adquiere un carácter angustiante y trágico: la falta de agua para tomar, la necesidad de apagar la sed desesperante en la que se encuentran sumidos. La desesperación toma forma en la escasez del agua para beber. Entonces, el derecho al agua se delimita en lo más básico, en el consumo para la supervivencia. Se genera un espacio insalvable que es preciso destacar: un espacio entre aquellos que poseen agua para tomar, de los que no. Más adelante se desarrolla el nudo de la conflictividad:

 

Acosado por la sed, el pueblo enloquecido asalta los trenes nocturnos que arrastran tanques con el precioso líquido. En horas de la madrugada, la estación del ferrocarril ofrece un espectáculo dantesco, figuras infantiles se mueven en lo alto de los tanques mientras el tren efectúa maniobras, una viejecita casi invalida agobiada por el peso de los años, de las enfermedades y de las penurias hace rodar penosamente una bordalesa hasta el tren para regresar después de varias horas de inútil espera, con el tacho vacío y la desesperación retratada en el rostro. Y cuando, por fin, ha llegado un tanque de agua allí junto a la máquina que esperaban los muchachos, olvidados del peligro se traban en lucha para conservar un primer puesto, temerosos de que el agua se acabe antes de que puedan obtener su parte.

El agua que trae el ferrocarril es nuestra última esperanza, claramente defraudada. Pues la represa del Estado clausurada por desperfectos, no llega actualmente, el fin para el que fuera creada. (El Zonda, Justo pedido del pueblo de Punta de los Llanos, La Rioja, 09/01/53).

 

En esta intervención escrita identificamos ciertos anudamientos del conflicto por la escasez de agua. Por un lado, la carta expresa la necesidad del acceso al agua para beber, en relación a los derechos vulnerados de los niños y los ancianos.  Despertándose de manera imperceptible, el sentido de los derechos en torno a la niñez y a la ancianidad, lo cual lleva a una lectura sobre la ampliación de la esfera de representación social del peronismo. La articulación del derecho a tener agua exige de nuevo repensar cómo los privilegiados de la Nueva Argentina, niños y ancianos, componen ese orden riojano. Este lugar de privilegio se matiza en el acceso a nuevos derechos, expresados en diversas leyes.

En el caso de los niños, se delimita el derecho a la educación a través del otorgamiento de becas a estudiantes, el impulso a actividades deportivas y a los espacios de recreación, como la construcción de parques infantiles en las ciudades de La Rioja y Chilecito (Bravo Tedín, 2000). En relación a los ancianos, es importante el lugar que ocupó el bienestar relacionado a la previsión social, ya que “En extraordinarias, el 26 de enero de 1950 se crea la Caja de Previsión Social de la provincia” (Bravo Tedín, 2000, p. 76). Siendo esta medida la solución a una gran deuda que acarreaba la provincia con sus trabajadores y jubilados. Volviendo al retrato que nos acerca el petitorio, en la desesperación de los más vulnerados, los ancianos y niños de Punta de los Llanos siguen tensionando el lugar que como privilegiados tienen en la Argentina peronista.

Por otra parte, el funcionamiento de los puntos de irrigación para acercar agua a través de trenes, es una respuesta que no termina de satisfacer la demanda por agua. Advertimos que esta forma de distribución genera una nueva división social entre los pobladores. Es decir, entre aquellos más fuertes que sacan mejor provecho de aquella situación. Situación en la cual el temor a la falta de agua, abre paso a la discrecionalidad con la que se manejan los pobladores de Los Llanos al momento de aprovisionarse del mencionado recurso.

Este escenario que se describe en la carta se torna más desesperante aún, en tanto la imposibilidad de disponer de alimentos es un hecho que queda relegado a un segundo plano. Esa lectura se traduce en la lucha por la subsistencia, como se señala en el siguiente extracto:

 

Señor Gobernador, si la vida es dura, la lucha por la subsistencia, en Punta de los Llanos, se vuelve titánica. Ya no se trata de progresar, se trata solamente de seguir viviendo. Cuando se iniciaron los trabajos para efectuar un pozo en marcha de agua, el pueblo en masa siguió paso a paso la tarea, con la esperanza acumulándose en los ojos. Cuando surgió el primer chorro, de agua salada, si pero agua al fin, fue como si su frescura nos hubiera refrescado el alma. Y cuando la obra se paralizó, volvimos a caer en el desaliento pensando que, al fin, no están desencaminados, los que en otras partes, nos miran con un poco de conmiseración. (El Zonda, Justo pedido del pueblo de Punta de los Llanos, La Rioja, 09/01/53).

 

Frente a la desesperación por la obra de perforación paralizada, se edifica una significación colectiva del conflicto, depositando la esperanza en el Estado y en sus mecanismos de dirimir este conflicto social. Así, la escasez de agua deja de ser una circunstancia de la provincia, sino más bien, se constituye en una “injusticia” que se perpetúa en el tiempo.

En estas intervenciones se observa que se replica el límite de exclusión. En primer lugar, en relación al par Capital-interior que define a La Rioja en el interior de la Argentina. Por lo tanto, se dimensiona el conflicto por la persistente exclusión de las provincias del interior al acceso de los derechos de la Nueva Argentina. De manera sucesiva, el límite de la injusticia se vuelve a conformar dentro del escenario riojano, entre los habitantes del interior profundo de La Rioja. Dentro del orden de exclusión articulado en el límite que marca La Rioja como provincia del interior, hay dentro de ese interior, otra demarcación antagónica. Es decir, emerge un nuevo límite en relación a quienes efectivamente pueden conseguir agua de los ferrocarriles, de quienes no. En la distribución del agua, sigue replicándose un orden desigual: dentro de sus posibilidades, los más jóvenes y fuertes logran conseguir el preciado líquido.

En la significación colectiva por la conflictividad del agua, la garantía de la justicia social se encuentra mediada por el Estado, a través de la obra pública. Por lo que la recomposición de esa doble frontera de exclusión de los más vulnerados, es tarea del Estado y de su presencia en cada rincón del país.

 

Las demandas por obra pública hídrica

 

Las demandas por la distribución del agua se relacionan con las de obra pública hídrica. Como señalamos, las administraciones provinciales peronistas se caracterizaron por una constante intención de analizar y solucionar de manera integral, el problema del agua (Bravo Tedín, 1987). En consonancia con esto, la delimitación del Plan de Activación Económica en 1949 supuso la implementación de las obras planificadas en el Primer Plan Quinquenal en la provincia en tanto “(…) en este periodo abundaron las leyes sobre canalizaciones, defensas en ríos, pozos, represas como lo muestra –entre otras- la ley Nº 1239 de riego” (Bravo Tedín, 2000, p. 75).

Es interesante repensar la implementación de las obras del Plan Quinquenal en La Rioja, a través de la articulación del Plan de Activación Económica como una forma de paliar la crisis que tuvo lugar desde 1948, caracterizada por el estancamiento económico. A través del Plan se organizó la restauración de la economía riojana, destacándose el plan de obras hídricas basado en el aumento de las represas, las defensas para control del agua de lluvias, perforaciones de pozos de agua, construcción de represas para almacenar agua de desagües pluviales y también el mantenimiento de las represas ya existentes para mejorar su capacidad de almacenamiento (Bravo Tedín, 1987). Así, en las fuentes trabajadas sobresalen dos ejes desde los cuales anclamos nuestro análisis: la necesidad de racionalizar el agua y por el otro, la necesidad de obras pública. En primer término, recuperamos una nota del diario El Zonda, donde se hace referencia al agua que se desperdicia:

 

Cada vez que llueve en forma regular en nuestra ciudad se puede apreciar en nuestras calles el paso de una enorme cantidad de agua que siguiendo la pendiente pronunciada de las mismas corre hacia el Este, para ir a insumirse allá en la extensa campiña lejana en los guadales próximos.

Al mirarla pasar muchas veces hemos pensado que esa enorme cantidad de agua podría ser almacenada por medio de una represa de contención en forma de media luna y aprovechando el declive del terreno, serviría para el riego de muchas hectáreas a pocos kilómetros de nuestra ciudad… (El Zonda, Agua que se desperdicia, La Rioja, 01/02/1949).

 

La misma nota continúa:

 

El agua pasa a nuestro lado y la miramos con tristeza, para al poco tiempo oír decir que La Rioja carece del líquido elemento y que nadie quiere dedicarse a cultivos en sus tierras porque carece de agua.

De lo que se carece en nuestro medio es de visión para aprovechar las riquezas que el Todopoderoso nos brinda, sin que nos molestemos en hacer algo para usuarios en provecho de la colectividad.

Es de desear que para las actuales autoridades de nuestra provincia no pasen desapercibidas como verdaderas avalanchas de líquido elemento ¡tan necesario! En nuestro medio y encaren la obra que realice la contención de las mismas para su aprovechamiento en beneficio de todos y nuestro engrandecimiento material. (El Zonda, Agua que se desperdicia, La Rioja, 01/02/1949).

 

En la nota queda demostrada la preocupación y la necesidad de aprovechar el agua de lluvia. El agua de lluvia se singulariza en la apremiante necesidad de tener obras públicas para contar con esa agua. El agua que pasa y nada se puede hacer, es un hecho que articula la necesidad de los riojanos en la escasez por el agua. Por otro lado, retomamos una nota del diario El Zonda, sobre la necesidad urgente de represas:

 

Aunque las autoridades, ante la evidente gravedad del problema, adoptaron las providencias para conjurar situaciones doblemente dramáticas, motivadas por la falta de agua, aún el problema carece de solución definitiva.

Y a todo eso, las represas del Estado no están todavía construidas. Nos hemos informado a propósito, que en las inmediaciones de Chañar, jurisdicción del departamento de Belgrano, hace ya más de dos años, que se está en la tarea atinente a su construcción. Y los trabajos se ejecutan con tanta lentitud que no es aventurado presumir que la represa estará terminada de construir entre varios años, con la consiguiente desazón de los moradores de esa localidad y numerosos “puestos” adyacentes, pudiéndose estimar que ese verdadero embalse de agua, dado que no está terminado, no puede, a pesar de la extrema necesidad reinante, satisfacer los requerimientos de agua, pues hasta este momento los FF.CC. del Estado proveen a Chañar de agua en tanques semanales.

Insistimos, una vez más, en cuenta de lo que expresamos, que se debieran arbitrar los recaudos tendientes a que se dé urgente término a la construcción de represas en La Rioja. (El Zonda, La construcción de represas por el Estado, La Rioja, 23/01/1949).

 

En estas oraciones se deja evidenciada la consolidación del conflicto por el agua, bajo una gravedad trasladada en el tiempo. Y las represas aún no construidas se constituyen en un grito cansado y frustrado, que se repetirá sucesivamente.

Aquí nos detenemos, específicamente sobre la obra de diques, en tanto fue desplegada por parte de los gobiernos provinciales una discursividad acerca de la solución integral del agua. Sobre la construcción de diques, recuperamos una nota que trae a colación las medidas llevadas a cabo:

 

El aprovechamiento integral del caudal de los ríos argentinos, como fuente inagotable de energía y factor de mejoramiento en las condiciones de explotación de las riquezas naturales, ha sido encarada por el gobierno de la Revolución al adoptar una política de grandes realizaciones y a la cual ha dado en llamarse acertadamente, la “Política de los Diques”.

La construcción de grandes represas, que constituyen en sí mismas, verdaderos alardes técnicos ya sea para obtener energía eléctrica o mejorar las condiciones del riego en vastas regiones dedicadas a la producción agrícola o a la explotación ganadera, constituye uno de los principales fundamentos sobre los cuales descansa la ejecución del Plan Quinquenal como factor del progreso y prosperidad social y económica. (El Zonda, Los diques como factor de progreso, La Rioja, 04/02/1949).

 

Como se registra en la nota, el desarrollo del Plan Quinquenal evidencia el accionar de la Dirección General de Agua y Energía Eléctrica, en la consecución de una vasta planificación de obras de diques. Al respecto de la solución integral propugnada por las gobernaciones peronistas riojanas, resalta en la nota el factor de mejoramiento que la “política de diques” supuso para el desarrollo productivo de La Rioja, como provincia del norte del país. De esta manera, en la noción de “solución integral” enmarcamos las especificidades del caso riojano por el agua.

A continuación, recuperamos una serie de demandas escritas, tanto en la prensa riojana como en cartas de la campaña “Perón quiere saber lo que su pueblo necesita”, para adentrarnos en las especificaciones sobre las demandas de obras hídricas. En una carta del diario El Zonda se realiza un petitorio por parte de José Valdéz:

 

Una represa con capacidad para reunir la mayor parte de las aguas habrá que planear porque estamos en condiciones de no desperdiciar ninguna probabilidad ni posibilidad de tan codiciado y preciado líquido.

Tengo entendido que obra de mala naturaleza, no hay necesidad de emplear ni lamentar con toda amplitud por cuanto en cada lluvia intensa se pierden millones de metros cúbicos de agua. (El Zonda, ¡Por favor! Una represa, La Rioja, 13/04/1951).

 

La demanda adquiere especificidad en torno a la situación de la zona rural, y por tanto, el aprovechamiento del agua de lluvia frente a la escasa disponibilidad de agua, se concentra en la racionalización de la obra pública. Asimismo, el pedido se ampara en torno a que los gobernantes tienen que velar por los intereses de su pueblo y que, en todo caso, su accionar debe encontrarse guiado por los beneficios a la colectividad de la comunidad, imprimiendo ahí esta creencia de resguardo último de bienestarismo social que le pertenece al Estado. Por ello recuperamos este extracto:

 

Los gobernantes que velan por el mejoramiento y el bienestar de sus pueblos deben medir y calcular mejor los beneficios que tal obra si es factible puede reportar a la colectividad. Por de pronto, yo nada más me hago eco de numerosas ideas, opiniones y comentarios captados en diversos sectores de opinión pública. (El Zonda, ¡Por favor! Una represa, La Rioja, 13/04/1951).

 

El final del pedido es sugestivo, en tanto quien escribe resguarda su demanda en lo que se constituye en la opinión pública, trasladando así su petitorio como el pedido colectivo de una sociedad. En el pedido suplicante por una represa, se condensan los sentidos compartidos por la sociedad riojana para la solución al problema del agua.

Avanzando en otras intervenciones, una riojana en Capital Federal, le expresa a Perón en una carta escrita en diciembre de 1951 en el marco de la campaña “Perón quiere saber lo que su pueblo necesita”, un pedido de construcción de un dique para su lugar de origen. Dice la carta:

 

Con el mayor respeto me dirijo a vuestra exelencia formulándole un pedido si es que ello fuera posible de acuerdo a los estudios y economia de la Nacion. Si podría figurar en el Plan Quinquenal una gran obra costosa por cierto, es un Dique que es de suma necesidad en el Departamento Pelagio B. Luna Pcia. La Rioja, donde muchas veces no se encuentra agua serca en donde estamos muy distantes para tomar, son lugares muy hermosos para cultivar toda clase de sereales cuando llega a llover, pero la mayoría de los años los ha pasado ver mover sus esperanzas porque no hay agua y todo su trabajo su semilla que con numeroso sacrificio recurrir para sembrar mueren con la sequia. De ai los trabajadores se ven decepcionados y abandonan sus hogares para caer aca a buscar un pedazo de pan para sus hijos, y eso hay que evitar que la vida no sea tan dura en estos campos de Dios. (AGN, ST, Leg. 332, Inic. 14369).

 

Quien escribe, genera una imagen de la ruta de vida del riojano: los esfuerzos por producir sembradíos aumentan a medida que aumenta la sequía; y a su vez, la imposibilidad de producir en los campos es la causa de la migración de riojanos hacia un lugar mejor. El conflicto por el agua desencadena otros efectos, como la imposibilidad de vivir en el lugar de nacimiento.

Atravesando el texto, la desesperanza por la falta de agua genera un pedido de mínima humanidad para los riojanos del departamento de Pelagio B. Luna. El conflicto por el agua se compone en la falta de la dignidad humana, que podemos leer en el siguiente extracto:

 

Por eso le pido exelencia que tome en cuenta mis palabras que e nacido y crecido en esos lugares donde hasta los niños mueren igual que las plantas por falta de agua de ignición muchas veces. Aun soy una mujer muy joven pero me siento con muchas inquietudes me siento muy Peronista al pedir lo que no a de los resabios para hacer sino para la humanidad. (AGN, ST, Leg. 332, Inic. 14369).

 

La justificación, como una riojana que tuvo que migrar a la Capital del país, se vuelve una voz con la suficiente legitimidad para describir la situación de angustia extrema, en la que niños y plantas mueren por igual. La carta emerge como una denuncia, urgente y desesperada, para recuperar la humanidad y dignidad de estos habitantes.

En la carta vemos enlazado el conflicto expresado por la obra hídrica y el pedido a Perón -en tanto que, para la autora de la carta, el gobierno hace de los resabios de la sociedad, parte de la humanidad- para que recuerde a aquellos olvidados de Pelagio B. Luna. En la situación de migrante y peronista, la mujer en la carta relaciona el bienestar social del justicialismo con la posibilidad de rearticular los resabios de la sociedad riojana, en el universo de la dignidad humana. De esta manera, el pedido de un dique supone el momento de la recomposición social para estos habitantes.

En otra carta enviada por mujeres de Chuquis, departamento Castro Barros, le escriben a Perón por varias obras públicas referentes a la disponibilidad de agua. Con fecha de diciembre del ’51, estas mujeres le escriben a Perón poniendo a consideración las demandas de esta localidad del norte de La Rioja:

 

Hacen muchos años se construyeron en este pueblo obras de irrigación a fin de facilitar la distribución del caudal de agua para regadío. Tales obras por la acción destructora del tiempo, han sufrido considerables daños que hacen casi imposible su uso, y a pesar de que se gestionó repetidas veces su reparación, hasta el presente no ha podido conseguirse nada.

En consecuencia, y por la disminución y perdida del caudal de agua que sirve a la población, se ha producido también una disminución de la extensión cultivada y una desmoralización de los pobladores que han emigrado en gran cantidad a otros lugares. Frente a tales hechos, e interpretando los anhelos del pueblo, recurrimos a Ud. a fin de solicitarle que poniendo su acostumbrado interés en la solución de los problemas que afectan al país, y teniendo en cuenta que es este el 3er petitorio que elevamos al Ministerio de Obras Públicas, se interese ante este a fin de que por intermedio de la Dirección de Irrigación se proceda a efectuar las obras que a continuación enumeramos y que son de gran importancia para nosotros, pues nuestro suelo es muy rico para los cultivos, y la construcción de los canales laterales conduciría el agua necesaria para regar las viñas. En la actualidad el agua escasea, como lo expresamos anteriormente por la falta de los canales, pero en realidad el pueblo se halla ubicado al pie de un cerro del que constantemente y en distintos lugares, brota abundante agua. (AGN, ST, Leg. 368, Inic. 14403)

 

En este pedido, se enlaza la pérdida de capacidad productiva con la inexistencia de las obras prometidas. Años tras años, relatan estas mujeres, la falta de obra pública prometida fue contribuyendo al desgaste productivo de la región. Resultando la ampliación del horizonte de subsistencia de sus habitantes en la migración. Además, en este despliegue de argumentos, es interesante observar que son estas mujeres las que interpretan los anhelos de su pueblo, escribiéndole a Perón. Escribiendo e instando a que se realicen estas obras. En tanto que el agua brota y corre por la tierra riojana, pero no se puede detener; sino a través de las obras solicitadas.

En esta instancia, la obra pública es imaginada de formas diversas a partir de la existencia del recurso, pero de la imposibilidad de hacerse con el mismo. Entonces, se abre un panorama de sentidos en el cual la obra pública es un paso fundamental para pensar la disponibilidad de agua.

Hacia el final de la carta, estas mujeres recuperan su condición como tales, para ejercer una forma de presión hacia la construcción de estas obras:

 

Como fieles peronistas que somos, y como premio a tantos hijos que hemos dado y damos a esta Nueva Argentina que Ud ha sabido darnos, esperamos que nuestros deseos se vean por fin materializados, aprovechando la oportunidad para presentarle nuestros más respetuosos saludos y rogar para que el Señor derrame sus bendiciones sobre Ud y su dignísima esposa. (AGN, ST, Leg. 368, Inic. 14403).

 

La relación entre peronistas y mujeres se enuncia desde el primer momento, pero aquí se especifica en relación al pedido de obra pública con su capacidad de dar hijos. Hay un momento de reconciliación entre las mujeres peronistas como sujetos desplazados y la obra pública en torno al agua. Por lo que ronda la idea de que estas mujeres “paren” a esta Nueva Argentina. En esto, el petitorio no solo se construye a partir del reclamo del acceso al bienestar, sino además que se observa el reclamo por un lugar que estas mujeres creen merecer (Barros et. Al., 2016).

Por último, recuperamos una carta escrita en diciembre de 1951, por las autoridades del Gremio Obrero de Schaqui, de la zona de los Llanos. La solicitud se basa en la canalización del sistema de riego, como mostramos a continuación:

 

Al hacerle llegar a sus conocimientos de la situación desesperada por la que atrabiesa este pueblo distrito Schaqui con mas de mil docientos habitantes y con una amplia zona de agricultura que castigados por una seca que hace barios años, se ha perdido gran parte de su agricultura y amenasa perderse mas. Pedimos para su segundo plan quinquenal la canalización de nuestro sistema de riego. Schaqui no cuenta con ninguna obra de regadío de carácter técnico, siendo posible todavía en las tomas de agua conformarse con los canales de tipo anticuado; es decir del tiempo indígena que además de resultar un contraste con el presente sibilisado es el agua antigenica he insalubre ocasionando también innmumerables gastos de trabajo de poca utilidad a la comunidad. (AGN, ST, Leg. 322, inic. 9028).

 

Es importante rastrear la acepción otorgada al saber técnico, para justificar la necesidad de la obra que se solicita. Lo mencionado constituye un rasgo particular en esta carta: el pedido se enlaza a la racionalidad de la técnica para avanzar en el proyecto civilizatorio del pueblo, en la inserción de Schaqui a la Nueva Argentina justicialista. En la carta queda retratada la “injusticia” de vivir en un tiempo atrasado, por lo que el discurso de la justicia social en la mencionada población aún no llega. Es un presente en el que se sigue articulando un tiempo indígena, representado materialmente en la imagen del sistema de riego antiguo.

A partir de esto, en la carta se abre un abanico de justificaciones técnicas sobre la factibilidad de concretar la mencionada obra hídrica, que se vuelven cercanas y palpables a las autoridades de este gremio, para el aprovechamiento del agua. Como se expresa a continuación:

 

Abiendose hecho recientemente estudios por algunos ingenieros geologos sea constratado de que en rio de los Sauces de este lugar, se encuentra abundante agua debajo o la superficie terrestre siendo a consegable construir una galería de captacion o un dique de afloramiento tanto la topografía del terreno como su subsuelo se presentan favorables para una de las dos cosas según versión genuina. Siendo esto de suma importancia para aflorar y aprobechar dicha agua que se pierde por falta de la obra que ha de hacer surgir dicho liquido. (AGN, ST, Leg. 322, inic. 9028).

 

En los diversos ejes que harían posible la construcción del dique, se articulan imágenes variadas sobre la vivencia del conflicto por la falta de agua: la desesperación, el interés comunitario por el agua potable, la discursividad de la Nueva Argentina justicialista y el saber técnico. Dando cuenta esto por un lado de que resalta una imagen de injusticia en tanto persiste un panorama de atraso que poco tiene que ver con el proyecto de modernización del peronismo, con los obreros como sus principales protagonistas. Por el otro, desde este diálogo establecido con el Estado peronista a través de la escritura de demandas, se condensaba una significación de lo moderno, desde el interior del país (Comastri, 2018).

El petitorio toma pregnancia a partir de este nuevo tiempo representado en la Nueva Argentina. El pedido de incorporación de nuevas técnicas sobre la obra pública se enuncia desde la necesidad de la justicia de ser parte de esta Argentina y de tener agua, para subsistencia y para el desarrollo económico. La configuración provincial que articulan los obreros de la zona de Schaqui hace inteligible la modernización en torno a la obra pública, a través del mandato de la justicia social que no se concreta aún en su zona.

En estos espacios entre Estado y sociedad, aunamos en las articulaciones que los mismos actores hicieron de estos mecanismos estatales, un horizonte posible de representación social. Más aún, se especifica la construcción del Estado como un lugar de referencia simbólica para los sectores sociales que encontraron representación en el peronismo (Acha, 2014). Dando cuenta así, de la mediación de los sentidos a partir de conflictividades sociales.

 

Comentarios finales

 

A partir del objetivo de problematizar las interpelaciones de la sociedad al Estado durante el primer peronismo en La Rioja, investigamos las interacciones conflictivas de los habitantes del interior riojano, en relación a este Estado que puso en escena principal el bienestar social en un formato de nuevos derechos. Así, apreciamos que la emergencia del peronismo en La Rioja se encontró atravesada por hacer efectiva la justicia social, a través de instituciones nuevas, como las delegaciones de la Secretaría de Trabajo y Previsión.

De este modo, hacemos hincapié en las formas en que se pusieron en entredicho las mediaciones con las que el Estado, tanto provincial como nacional, se hizo presente en la gestión de la conflictividad mencionada. Por un lado, la distribución de agua a través de los trenes aguateros expresó una doble frontera de exclusión. Por el otro, las demandas por obra pública se encontraron atravesadas por el discurso de las administraciones provinciales peronistas sobre la solución integral del problema al agua. Esto dio pie a los pedidos en torno a la racionalización del agua, del aprovechamiento de los recursos disponibles, de la necesidad urgente de obras hídricas, como también de la necesidad de la implementación de avances técnicos para contribuir a la solución del problema del agua.

Considerando estas afirmaciones, damos cuenta que la escasez del agua se hizo inteligible como un problema de “injusticia social”, a resolver por el Estado. Por lo tanto, en las demandas recuperadas hay un marcado sentido de lo comunitario, en las cuales se hace hincapié en la necesidad de la presencia del Estado como una forma de saldar esta “injusticia” histórica. Esto contribuye a repensar la compleja interrelación que se dio entre sujetos y Estado durante los años peronistas, complementando la mirada sobre las formas en que el Estado desplegó sus mecanismos de democratización del bienestar.

 

Bibliografía

 

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Fuentes

 

Archivo Provincial Histórico La Rioja.

Diario La Rioja, La Rioja. 1945-1951.

Diario El Zonda, La Rioja, 949-1953.

Archivo General de la Nación – Fondo Secretaría Técnica.

Legajo 322, Iniciativa 9028.

Legajo 332, Iniciativa 14369.

Legajo 368, Iniciativa 14403.

 

 

Recibido: 02/02/2021

Evaluado: 03/05/2021

Versión Final: 01/06/2021

 



(*) Licenciada en Ciencias Políticas (Universidad Nacional de Villa María). Doctoranda en Ciencia Política (Universidad Nacional de Córdoba. Becaria Doctoral (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas / Instituto Académico Pedagógico de Ciencias Sociales, Universidad Nacional de Villa María (CONICET). Argentina. Email: maritruccone@gmail.com. ORCID: https://orcid.org/0000-0001-6199-1002

[1] Los petitorios y cartas constituyen una fuente novedosa y significativa para analizar al peronismo y particularmente el surgimiento de nuevos derechos, en tanto se advierte en la escritura epistolar la vocación cívica de participar en la construcción de la Nueva Argentina (Acha, 2004; Elena, 2005).

[2] Previa a esta etapa, el gobernador radical De la Fuente envió a través de los legisladores nacionales iniciativas sobre el problema del agua, como “Autorizar la canalización de las corrientes de agua de los ríos Amarillo y Negro en Chilecito; construcción de represas en los llanos; construcción de obras de riego en Chamical; provisión de agua a Patquía; canalización para el agua del dique Anzulón; construcción y reparación de tomas en Pelagio B. Luna (Castro Barros)” (Bravo Tedín, 1987: 30). En suma, teniendo en cuenta la sequía del año ’43, Farrell a través de la Administración Nacional del Agua puso en marcha un plan de provisión de agua potable, a través de la instalación de surtidores públicos en la provincia (Bravo Tedín, 1987).

[3] La idea sobre la doble frontera de exclusión proviene de las reflexiones acerca de la constitución de fronteras antagónicas que dividen al espacio comunitario en dos, a partir de un antagonismo irreductible en la sociedad. En esta dirección, el límite constitutivo a toda identificación posible deviene en una división en los términos de un ellos y un nosotros (Laclau y Mouffe, 1987).