La prensa periódica en las pequeñas localidades santafesinas

 

 

Una parte significativa de la historia argentina (por lo menos desde los inicios del siglo XIX en adelante) ha sido construida recurriendo a una fuente fundamental, clave, indudablemente imprescindible, y en ocasiones largamente privilegiada: la prensa periódica, qué duda cabe, está en el corazón de muchas interpretaciones sobre nuestro devenir histórico. Pero, más cercano en el tiempo, los estudios históricos no la consideraron solo como “una fuente”, sino como un actor concreto, en el juego político, como múltiple constructor de representación, como emprendimiento económico, y otras importantes estrategias que hacían énfasis en su doble faceta. Ahora bien, hasta también hace poco, la prensa periódica más transitada era aquella que correspondía con unas escalas de investigación predominantes, así los grandes diarios nacionales, como también los de las capitales provinciales y de algunas que otra gran ciudad, han sido centrales tanto para la investigación como objeto de esta. Esta circunstancia dejaba una parte importante de la producción periodística fuera de la consideración de la historiografía académica, circunscripta a los usos exclusivamente memorialistas de la historiografía localista, o al excepcional uso de un estudio de caso dentro de la comunidad científica.

Ahora bien, más allá de la importancia de aquellos grandes diarios, y sólo a nivel ilustrativo, un recorrido por los reservorios de la hemeroteca de la Biblioteca Nacional (no sin cierta paradoja) evidencia la magnitud, diversidad y extensión del fenómeno periodístico en las pequeñas localidades de la Argentina toda. Circunstancia que se multiplica (pero también se dispersa) si consideramos aquella que espera su consulta allí donde se produjo, en las pequeñas localidades argentinas. De ello podríamos derivar una iniciativa: centralizar la información sobre la existencia de estas publicaciones todavía en resguardo de bibliotecas, museos, escuelas, etc. a la espera de un trabajo más sistematizado.

Desde Historia Regional, como una modesta contribución a tan excesivo objetivo y en consonancia con el dossier de este número, nos propusimos editar una breve selección de primeras editoriales (y un raro caso de un editorial de cierre) de periódicos locales santafesinos de la primera mitad del siglo XX. Metas y principios, lugares comunes y fuertes identidades localistas, son los ejes de lectura que caracterizan a estos documentos aquí seleccionados. La mayor parte han sido extraídos de la prensa local villense (extremadamente rica y dinámica entre finales de los veinte y mediados de los cuarenta) y de otras pequeñas localidades santafesinas. Ahora bien, la selección no tiene más pretensión que ser disparadora, mera indicación de una riqueza potencial que le espera a una historiografía más atenta a una escala de análisis que en lo inmediato puede proveer más de una novedad puntual al campo y tal vez en un mediano plazo, una vez producida la necesaria llegada a un punto de saturación mínima donde confluyan los aportes individuales o grupales, confluya en una nueva visión de conjunto de la historia argentina a la que la perspectiva local ha seguramente de contribuir significativamente.

 

Comité Editorial

Historia Regional

Sección Historia

ISP Nº 3

 

 

* Una breve aclaración formal, los textos han sido reproducidos sin cambios, de tal manera que conservan hasta los errores tipográficos.

 

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El Correo de Firmat, Firmat, 11/10/1914, Año I, Nº 1, p. 1

 

“DOS PALABRAS

 

No conocemos por experiencia las dificultades que hay que vencer para presentar al público un periódico del carácter del nuestro, pero nos imaginamos que la tarea será sumamente difícil. La senda que tenemos que recorrer para conseguir nuestro deseado propósito, estamos seguros que la encontraremos sembrada de ingratas vicisitudes, pero, al lanzarnos á la arena del periodismo, lo hacemos llenos de entusiasmo y firmemente convencidos de que, apesar de todos los escollos que encontremos á nuestro paso, sabremos vencer.

Nuestro programa está desarrollado en pocas palabras: INDEPENDENCIA y CULTURA absolutas.

Cumpliendo esta difícil parte del periodismo, cumpliremos un programa que, aunque lacónico, en su fondo es grande.

Nuestra misión nos impondrá una série de dificultades, pero estas esperamos verlas recompensadas con la expontánea y unánime cooperación del culto pueblo de Firmat, cooperación que será  la más alentadora para llegar á la meta de nuestras aspiraciones.

Esta única, pero poderosísima palanca, es la que nos llevará á la victoria.

Al terminar estas breves líneas, enviamos un caluroso y sincero saludo al público en general y en particular á nuestros colegas.

 

LA REDACCION”

 

 

 

La Semana, Villa Constitución, 02/06/1933, Año I, Nº 1, p. 1.

 

“NUESTRA PALABRA DE PRESENTACIÓN

 

Al iniciar nuestra labor representando la prensa periódica, en esta progresista y laboriosa Villa Constitución, nuestra primera palabra de presentación es de saludo cordial para sus instituciones representativas, culturales, de beneficencias y deportivas, comercio e industria y pueblo en general, a cuyas manifestaciones de vida nos adherimos en la acción inmediata y sellamos nuestra colaboración en lo futuro en la acción social y de beneficios colectivos que se realiza.

Nuestros propósitos claros, concretos de bien público que anima nuestra gestión se verán expuestos diariamente en nuestra labor de control y crítica con la serenidad y altura que cuadra a nuestra condición de periodistas.

Recogemos en nuestras columnas toda iniciativa de adelanto y de progreso tendiente al engrandecimiento moral y material de la sociedad en que vivimos.

Además pretendemos materializar un anhelo común –que flota en el ambiente- no cristalizado hasta el presente de manera efectiva, si exceptuamos las generosas expresiones transitorias que se han visto desaparecer con la tristeza que provocan en el espíritu las cosas bellas y trascendentes.

Ante las enseñanzas que las mismas ofrecen y siempre respetuosos de la obra ajena, nos inclinamos ante ella recogiendo los frutos dejados, al emprender nuestra labor con el entusiasmo que aletea en nuestros espíritus y que nos empelen a la lucha con una canción de optimismo a flor de labios.

Pero antes de finalizar estas líneas de presentación, es necesario que puntualicemos nuestra más sincera y entusiasta adhesión a los festejos realizados conmemorando el 75º aniversario de la fundación de Villa y que fueran realizados en el día glorioso de la Patria, bajo el sino de un día lluvioso y despiadado que sirviera de acicate –hoy como ayer- para que el pueblo se volcara en las calles fervoroso de patriotismo y trémulo de emoción ciudadana.

75 años en la vida de un pueblo, podemos decir con propiedad, significan su primer período constructivo en el cual las líneas generales presentan esbozos sin firmeza que el tiempo encarga de transformar fundamentalmente. De ahí que su historia primitiva adquiera relieves propios y trascendentales, hasta llegar a convertirse en fuente prodigiosa de alta moral cívica en donde las generaciones venideras, necesariamente beben el verbo augusto del más puro y acendrado patriotismo.

Villa Constitución al cumplir su 75º aniversario, lega un pedazo de historia al acerbo común y señala a sus hijos las huellas de sus mayores, como un ejemplo a seguir, para la conquista de su porvenir.”

 

 

 

El Liberal, Villa Guillermina, 09/02/1935, Año I, Nº 1, p. 1.

 

Los pueblos, en sus constantes evoluciones y en sus diarias luchas de mejoramiento y perfeccionamiento, en todos los órdenes de sus actividades, han menester del periodismo, como único puntal para la obtención de sus ideales de solidaridad social y como verdadera escuela de saber y de civismo.

En nuestro país, donde su población constituye un confuso conglomerado de razas y de ideologías en constante pugna, el periodismo ha sido firme sostén de nuestra nacionalidad y a su prédica serena y vidente ha podido desenvolver el país un amplio programa tendiente a perfeccionar sus instituciones y a desterrar costumbres que jamás se avinieron con nuestra psicología.

El periodismo ha sido, pues, sin disputa, la cuna donde surgieron las más plausibles iniciativas, inspiradas siempre en el bien común, y donde la libertad, hacia cuya completa obtención todos marchamos, encontró su más ardiente propalador. Demoledor de tiranías, ha sido el eje directriz en la evolución constante y ascendente de los pueblos, en su marcha triunfal hacia sus grandes destinos, y el regulador matemático del alma popular, en sus horas de triunfos o de angustias. Nuestro primer grito de libertad fué la savia que inyectara en el espíritu del pueblo de Buenos Aires la prédica de la hoja periodística que apareciera después de las invasiones y el enemigo implacable y pertinaz que amargó al tirano Rozas y que culminó en Caseros.

Innúmeros son los acontecimientos en que la prensa, reflejando el sentir de los pueblos, dieron el empellón inicial.

Convencidos, pues, de la obra altamente social que el periodismo puede hacer en pro de los intereses de un pueblo, hemos pensado que también Villa Guillermina en especial y los demás del Departamento tuvieran una hoja ante la cual la opinión sensata, culta y honesta pudiera recurrir y no hemos trepidado, sin ahorrar sacrificios, en editar EL L1BERAL, periódico semanal que estará siempre al servicio del pueblo y para el pueblo por que de él surge, lleno de optimismo y buena voluntad.

Queremos que nuestra hoja tenga el auspicio moral de todos sus habitantes bajo cuyo amparo y amplia colaboración nos colocamos y que refleje en sus columnas todas las actividades de esta industriosa población.

Queremos hacer periodismo por que ello es signo de progreso y como ya lo expresáramos es escuela de saber y de civismo. Queremos que sea la hoja del pueblo y habremos obtenido con ello el más completo éxito en nuestras aspiraciones.

Queremos que de EL LIBE¬RAL se diga: «nuestra hoja» y merezca la consideración popular! No queremos ser el blanco de expresiones agraviantes por que ello significaría que nuestro periódico ha caído en la categoría del «pasquín» cuyo modus vivendi» es la calumnia, la ofensa o la diatriba.

Bajo tales auspicios y confiando en la favorable acojida del vecindario de Villa Guillermina y del Departamento General Obligado en general, EL LIBERAL desde sus columnas y en su primer número saluda cordialmente a todos y cada uno de los habitantes de esta Villa, inspirado en el deseo de servir los intereses de los pueblos del norte santafecino, que laboran en silencio la grandeza de la patria toda.”

 

 

 

El Comercio, San Justo, 06/06/1936, Año I, Nº 1, p. 1

 

“PROPOSITOS

 

Es costumbre que al aparecer un órgano periodístico se haga una enunciación de propósitos, se dé conocer un programa de acción.

No hemos nosotros de hurtarnos al hábito y muy por el contrario hacernos gustosos nuestra profesión de fe.

Nuestro propósito es simple. Nos hemos propuesto fundar un periódico que se ocupe de todo lo nuestro, que encare todos los problemas que afectan a nuestra colectividad y por eso ve luz pública "El Comercio".

En la senda que emprendemos y que sabemos difícil, nos hemos hecho también el propósito firme do no aceptar ninguna clase de banderías, conservando así la independencia de criterio necesaria para poder juzgar las cosas sin prejuicios de ninguna naturaleza y sí solo de acuerdo con los intereses generales de la población.

De acuerdo con las características del medio en que hemos de actuar, además de la información noticiosa amplia del departamento prestaremos preferente atención a los temas de interés rural, tales como información del estado y perspectivas del mercado agrícola y ganadero, valor de la propiedad inmobiliaria, etc. Esta información de negocios ha de tener toda la amplitud que nuestros medios permitan.

La información de carácter social y noticiosa ha de ser también minuciosa y amplia.

Periódico del departamento y para el departamento, nada de lo local ha de sernos indiferente y toda iniciativa de provecho ha de merecer nuestro más amplio auspicio.

Nuestra hoja, además, ha de emprender una campaña de sano localismo, tendiente a mejorar todo lo nuestro, convencidas como estamos que ésta y no otra es la mejor política.

Como […] programa, que es lo suficientemente amplio si se […] cumplirlo dignamente, nos presentamos al público de San Justo; del que esperamos el apoyo necesario […] él pueda convertirse en realidad.

Mientras, vaya nuestro cordial saludo a los colegas.”

 

 

 

La Opinión, Villa Constitución, 06/06/1941, Año I, Nº 1, p. 1

 

“Nuestro Programa de Acción

 

Iniciamos esta nueva jornada periodística con la esperanza puesta en la fecundidad de nuestro esfuerzo y en la generosa comprensión de nuestros lectores y favorecedores que han de saber perdonar nuestros errores, si los cometemos, en la seguridad que nuestra pluma siempre estará guiada por la pasión del bien público y la ratificación de los principios argentinistas exaltados en nuestra Carta Magna.

Alguna experiencia hemos recogido a lo largo de una vida entregada con entusiasmo al mejoramiento de nuestras instituciones, que habrá de servirnos para saber sobrellevar los sinsabores de la lucha y capear las tormentas que provoca la pasión, que por muy sincera que sea, siempre ofusca y limita la visión objetiva de las cosas.

Sea, entonces, nuestra palabra de saludo cordial para todos nuestros amigos y favorecedores; para nuestras instituciones culturales, benéficas y deportivas; para nuestro comercio e industrias; para nuestras organizaciones gremiales y representantes del periodismo, con los cuales hemos de compartir las fatigas y desvelos que demanda el engrandecimiento de la Patria y el basamento del edificio social del porvenir.

 

LA DIRECCION”

 

 

 

La Calle, Villa Constitución, 06/11/1943, Año I, Nº 1, p. 1

 

“La Calle

 

Respondiendo a las profundas convicciones que ilustran nuestra vida pública, retomamos a ocupar el puesto que abrazamos en horas inolvidables de nuestra tierna ádolecencia, firmemente convencidos en la necesidad de colaborar en ésta hora crucial de nuestra historia por el afianzamiento de nuestras instituciones republicanas, representativas y federales y por el imperio de la CONSTITUCION NACIONAL.

He, ahí, nuestro programa de ayer, de hoy de mañana y de siempre, que trataremos de cumplir desde las columnas de éste nuevo vocero del periodismo; cuyo sujestivo nombre, «LA CALLE», aspira traducir las inquietudes y necesidades económicas del pueblo; de éste pueblo que nos ha visto nacer, y que puede estar seguro que no hemos de defraudar sus aspiraciones y sus esperanzas.

Al iniciar la nueva jornada reafirmamos nuestras convicciones democráticas y nuestra posición irreductible contraria a todas las corrientes espirituales que no se enrraigan con nuestras mejores tradiciones.

«LA CALLE», bajo nuestra dirección, estará como siempre para servir los altos y permanentes intereses del pueblo.”

 

 

 

El Imparcial, Villa Constitución, 17/05/1952, Año I, Nº 1, p. 1.

 

“Nuestra palabra al iniciar la tarea

 

Vencidas la dificultades iniciales de toda empresa, y cumpliendo la palabra empeñada ante ese grupo de amigos que conocieron por anticipado nuestro proyecto, sale a la luz pública de Villa Constitución y de todo su departamento “EL IMPARCIAL”. No fué éste, por cierto, el nombre primigenio que debía llevar esta hoja. Pero ese pequeño tropiezo no hará mella en nuestro espíritu, aunque sí será, debemos confesarlo con toda franqueza, el permanente acicate que impulse nuestra acción en pro de una superación constante en la presentación y en el contenido de estas páginas que hoy ponemos a disposición de nuestros convecinos sin exigirles nada, sin pedirles nada, exigiendo, tan sólo el respeto y la consideración que nosotros mismos guardaremos para todos.

No es EL IMPARCIAL producto de un capricho momentáneo, ni vehículo propicio para el envanecimiento de nadie. Será, sí, una hoja impresa con lealtad cristalina, destinada pura y exclusivamente a servir los legítimos intereses de nuestros convecinos, cooperando con todo nuestro entusiasmo y dedicación a favor de todas las actividades culturales, sociales y deportivas de Villa Constitución, sin olvida, por ello, agregar nuestro granito de arena en pro de la solución de los problemas de orden provincial y nacional que reclamen nuestro concurso.

Es nuestro firme propósito mantenernos equidistantes de toda tendencia política, aplaudiendo y alentando toda iniciativa que tienda a beneficiar a nuestra colectividad, venga de donde venga. Para nosotros, desde este mismo instante no habrá más norte para dirigir nuestra acción que el que nos marque el legítimo interés general sin tomar en consideración si con ello lesionamos nuestros intereses propios. Nuestra ciudad, nuestro departamento, la provincia y la Nación toda, en la medida de nuestras posibilidades dictarán nuestras palabras, orientarán nuestro pensamiento y nutrirán nuestras columnas.

En lo que se refiere a nuestros convecinos; a las entidades locales; al comercio; a la industria, a todas las actividades lícitas y útiles, tendrán en EL IMPARCIAL a su más desinteresado defensor. Seremos -como fe pregona nuestro título- imparciales en el elogio y en la crítica, y veraces en la información. Jamás emplearemos las palabras con doble o torcida intención, y en ningún caso rozaremos el fuero moral de nadie.

Las autoridades locales tendrán en nosotros, es nuestra formal promesa, a los más leales colaboradores, ya sea estimulando las mejores iniciativas o señalando los posibles errores que en toda acción humana puede acontecer.

En el aspecto edilicio, lucharemos sin descanso para reflejar semanalmente las deficiencias que podamos observar y aquellas que nos trasmitan nuestros propios lectores. Queremos, en fin, hacer un periódico digno de Villa Constitución, y fiel portavoz de sus más nobles inquietudes. Tal es nuestra promesa y nuestro propósito. Quieran nuestros convecinos, nuestras autoridades, las instituciones locales y las fuerzas vivas de la ciudad facilitarnos la latea en todo aquello que esté al alcance de cada uno.

Con la secreta esperanza de que este primer número de EL IMPARCIAL, conformará la expectativa de nuestros convecinos, cuya opinión esperamos conocer, ponemos punto final a estas palabras de presentación, saludando cordialmente a toda la prensa del país y a quienes nos facilitaron la tarea que comportó la preparación de este nuestro número inicial.”

 

 

 

El Defensor, Villa Constitución, 25/11/1944, Año XXXIX (3º época), Nº 1982, p. 1.

 

“Punto Final

 

Después de haber permanecido en ésta localidad desde principios del año 1944 hasta la fecha en cuyo lapso de tiempo pusimos a disposición de sus vecinos las columnas de El Defensor, sin más ambiciones que la de velar por los intereses generales de la misma, prescindiendo para ello de toda tendencia ideológica o política que pudieran desvirtuar los sanos propósitos que guiaron a su fundador, Don Federico Lafranconi (QEPD) de que su hijo predilecto no DOBLARA SU CERVIZ ANTE NADA NI ANTE NADIE; es decir, la de continuar libre e independiente

Fué, como lo hemos dicho ya en otras oportunidades que, el que suscribe, al hacerse cargo de su dirección después del fallecimiento del Sr. Lafranconi lo hizo guiado con esos mismos propósitos de independencia y de superación por presentar a sus lectores un periódico culto, sano y sin genuflexiones.

Pero hoy, agobiado por el peso de los años, abandono esas tareas diarias, después de haber bregado en las filas del periodismo por más de cuarenta años, con algunos pequeños intervalos, lo hago también, para recuperar nuestra quebrantada salud; y luego, Dios mediante, tratar de continuar ganándonos el pan de cada día, ya que no pudimos acogernos a los beneficios que la ley acuerda a los periodistas en su ancianidad.

Al abandonar las letras, lo hacemos también de Villa Constitución, muy a pesar nuestro; pues, en él hemos tenido la más franca y cordial acogida de parte de una gran masa inteligente de su población, la que supo valorar en todo sentido nuestra titánica labor; como así también de parte del vecindario que sin tener necesidad de nuestros servicios, quienes nos han sabido dispensar el más sincero aprecio.

En nuestra trayectoria periodística por ésta, no han faltado los “golosos” de la política que pretendieron tentarnos a fin de que nos convirtiéramos en adláteres de sus credos; pero, felizmente, fueron desilucionados al recibir como respuesta nuestra sonrisa de «agradecimiento» hacia sus descabelladas pretenciones; sin que por ello se menoscabara la amistad personal que nos ligaba, por cuanto somos amigos de todos, pero correligionario político de ninguno.

Al suspender nuestra labor, solo nos apena el que, muchas de las obras de interés general, por las cuales hemos bregado en todo momento, no se hayan llevado a la práctica; cuyas obras, lo decimos sin jactancia. hemos sido los primeros en lanzar su idea, contándose las siguientes: El camino pavimentado Chapuy Villa Constitución, el edificio de la Sub Prefectura Marítima, la erección del monumento al General Urquiza, construcción del muelle para el Elevador Terminal (cuyo incansable propulsor lo fué nuestro malogrado compañero de Redacción Doctor Juan Esteban Milich QEPD), los cuales, estamos bien seguros, ya se habrían llevado a cabo algunos de ellos; pues todos conocíamos sus entusiasmos de ver a su pueblo natal grande y próspero.

Con la presente edición, damos por finalizada la aparición de nuestro periódico al cual le hemos dado todo lo que estuvo a nuestro alcance; para hoy, tomarnos una tregua bien merecida a cambio de la labor realizada durante cuarenta años en las lides del periodismo; dando a todos nuestros favorecedores el más cordial y sincero agradecimiento por habernos secundado en nuestra magna obra como así también a los colegas amigos que nos visitaron durante esa larga trayectoria.

A todos, muchas felicidades.

 

D. Derudi.”