“Todavía habrá más penas y olvidos” Las
transformaciones económicas en el noreste de Chubut (Argentina): 1990-2005
Gonzalo Pérez Álvarez(*)
(UNPatagonia-Trelew-CONICET; gonzaloperezalvarez@yahoo.com)
En este artículo abordamos las transformaciones de la estructura
económica y social que se producen en el noreste del Chubut desde 1990 hasta
alrededor de 2005. Entendemos a la “estructura económica” como parte de la
totalidad en movimiento que constituye una sociedad y, por ello, consideramos
que está profundamente relacionada con los procesos de lucha social. La
estructura de una sociedad es una relación de fuerzas[1]
que se encuentra en permanente transformación.
En esta estructura se
produjeron importantes cambios a partir de la imposición de la hegemonía del
capital financiero, que abandonó el antiguo modelo de planificación estatal
vinculado a los programas de “polos de desarrollo”, propios de la fase de
dominio del capital industrial, para pasar a otra planificación, ahora desde el
interés del capital financiero ya dominante a nivel nacional. Se produjo un
nuevo marco social y de relaciones de fuerzas que determinaron un fuerte
proceso de pauperización de la población trabajadora.
Nos ocuparemos centralmente de
la estructura económica del NE del Chubut, o sea del ámbito de esta sociedad
que se refiere a las relaciones necesarias e independientes de la voluntad de
los hombres que viven bajo ellas, relaciones que los hombres contraen en la
producción de su existencia y que se corresponden con un determinado grado de
desarrollo de sus fuerzas productivas materiales.
Un recorrido
Los cuestionamientos a la
promoción industrial comenzaron a crecer desde principios de los años ‘80[2].
Esta dinámica avanza con el fortalecimiento de los sectores ligados al capital
financiero dentro del gobierno de Alfonsín. Hacia 1985 ya encontramos las
primeras caídas en la producción industrial de la provincia de Chubut. A partir
de 1986-1987 los sectores neoliberales imponen su política con respecto a este
tema y se interrumpe la promoción a nuevos emprendimientos[3].
A esa decisión se suma la
problemática financiera y estructural del Estado provincial. Desde 1988 Chubut
comenzó a recibir menor porcentaje de la coparticipación y se congelaron sus
recursos, al igual que otras provincias como Santa Cruz, Jujuy, Tucumán o Santa
Fe. Ese marco llevó a una crisis del Estado provincial y al atraso en el pago
de los sueldos estatales. Se produjeron protestas en las provincias
mencionadas, adquiriendo mayor profundidad en Chubut, Santa Cruz y Jujuy. Para
las provincias patagónicas estos procesos son expresión de la crisis de la
estructura económica y social del capitalismo de estado en enclaves y de las
disputas que se desarrollaban en torno a cual sería la continuidad del proceso[4].
La agonía en la que ya había
entrado el parque industrial de Trelew se aceleró al permitirse la libre
importación de productos, especialmente con la entrada a precio de dumping de las exportaciones asiáticas.
La curva de evolución del PBG provincial muestra que tras un ciclo de
crecimiento económico casi sin interrupciones entre 1970 y 1986, se inicia un
período de estancamiento entre 1986 y 1989 y una fuerte caída a partir de ese
año.
Comienza un período de
estancamiento, con bajos niveles que continúan hasta 1996, cuando empieza una
recuperación que lleva a que ya en 1997 se recupere el nivel de producción del
“ciclo dorado” de los años ‘80. Tras esto hay nuevas caídas en 1999 y más
claramente en
Gráfico N° 1: Evolución del Producto
Bruto Geográfico entre 1970 y 2005, Base 1970 = 100.
Fuente: Elaboración propia en
base a Beinstein, Jorge (1993), Laveglia,
Fernando (2004)[5] y datos de
Esta curva se constituye en un
indicador de varios procesos que provocan una profunda transformación de la
estructura económica y social. Esa transformación se desarrolló, centralmente,
entre fines de los años ‘80 y los primeros años de la década del ‘90. La
estructura económica y social pre-existente fue destruida, disolviéndose aquel
territorio social[6] atacando
las relaciones sociales que le habían dado forma y sustento. Por eso es lógico
que en esos años se refleje una caída y crisis de la economía, que al mismo
tiempo estaba consolidando las bases para el desarrollo de la economía en el
marco de nuevas relaciones de fuerzas.
Una vez que los cambios más
profundos estaban consolidados, la construcción de las relaciones sociales que
darían forma al nuevo territorio social se hacían evidentes. El dominio del
capital financiero sobre la estructura económica replanteaba las condiciones de
acumulación de capital, transformando las condiciones de venta, compra y
explotación de la fuerza de trabajo.
En otros trabajos destacamos dos
hitos en este proceso de cambio. El primero fue entre los textiles, hacia 1991,
en sintonía con el proceso nacional y en el marco de las derrotas de grandes
huelgas como las de telefónicos y ferroviarios[7].
El segundo fue el de ALUAR hacia principios de 1994, relacionado con los
últimos estertores de la resistencia desarrollada por los trabajadores ante la
privatización de YPF[8]. Es
tras este segundo hito cuando el capital financiero puede relanzar la
acumulación capitalista sobre las nuevas bases construidas y recuperar los
niveles productivos del pasado.
La recuperación del PBG se basa
en la explotación de recursos naturales no renovables (petróleo y pesca[9])
y en la buena cotización coyuntural de alguno de estos recursos (básicamente
del petróleo). Pero debemos observar que el ciclo de crecimiento posterior a la
caída del 2002, ya muestra un nuevo movimiento orgánico de la economía. Hay un
crecimiento sostenido del PBG que supera a los momentos más altos del modelo de
polos de desarrollo. Dicho crecimiento se sustenta en el aumento de la
explotación de los trabajadores ocupados, la creación de un ejército industrial
de reserva y el desarrollo y consolidación del régimen de gran industria.
Cuando tomamos sólo la
producción industrial vemos que la caída comienza en 1985 y se derrumba desde
1989, con el consiguiente cierre de fábricas, pérdida de puestos industriales y
de múltiples puestos en actividades que giraban en torno a la
industrial. La mayor parte del parque industrial textil quiebra o frena su
producción, así como muchas plantas pesqueras de procesamiento en tierra.
Gráfico N° 2: Evolución del Producto
Industrial entre 1970 y 2005, Base 1970 = 100.
Fuente: Elaboración propia en
base a Beinstein, Jorge (1993), Laveglia,
Fernando (2004) y datos de
Tras una caída pronunciada a
partir de 1986 (que continúa y se profundiza hasta 1992), comienza allí una
paulatina recuperación que durante los ‘90 no consigue recuperar los niveles de
producción industrial de los ‘80. La producción industrial de la región vivía
el peso de la obligación de acomodar su proceso productivo a la competencia
internacional, debiendo avanzar en las condiciones que aseguraran la competitividad
de sus productos en un mercado cada vez más ceñido a la ley del valor operando
sin mayores condicionamientos a nivel internacional[10].
El piso en 1992 también
expresa el momento en que ya se hacía evidente para gran parte de la clase
obrera de la región que se estaba ante una nueva situación estructural.
Aparecen los primeros rasgos de conciencia acerca de la situación de
desocupación masiva. Pero aún no había fuerza para luchar contra esa situación:
la intención de la mayor parte de los trabajadores es adaptarse a la misma,
negociando a la baja los salarios que aceptaban como precio para la venta de su
fuerza de trabajo[11].
Es sobre ese piso que comienza
la leve recuperación de la competitividad. Sin embargo siguen dándose
fluctuaciones, teniendo caídas hacia 1999 y en 2002, aunque ya todo este
período se desarrolla en torno a un nuevo nivel de producción industrial,
semejante al de fines de los ‘80. Es tras la devaluación cuando se consolida el
régimen de gran industria. Allí registramos un rápido aumento del producto
industrial que supera ampliamente los niveles de mediados de los ‘80. Estamos
ante un nuevo marco. Menos obreros en menos fábricas con mejores niveles
técnicos producen mucho más que una mayor cantidad de trabajadores en mayor
cantidad de fábricas.
El personal empleado en el
parque industrial de Trelew pasa de unos 4200 empleados de planta en
La recuperación de la competitividad de algunas industrias gracias a la
devaluación de la moneda y la fijación de aranceles a la importación, impacta
en la recuperación del empleo. Entre todas las empresas se pasó a 2438 puestos
hacia fines del 2003 y a 2743 para julio del 2004. A su vez las textiles
sintéticas pasaron de 979 a 1116, las laneras de 696 a 717 y las barracas de 155
a 171. Hacia fines de 2005 los obreros y empleados que trabajaban en el parque
industrial sumaban alrededor de 3400.[12]
Es claro que, aún en una fase
de recuperación, son 3 mil puestos de trabajo por debajo del nivel de empleo
registrado quince años antes. Para el 2003, y con esos miles de trabajadores
menos ocupados, la industria logra superar ampliamente los niveles productivos
de 1985. Nuestra hipótesis es que datos semejantes se podrían encontrar si se midiera
la situación de empleo en las pesqueras, aunque es una tarea muy compleja dada
la enorme cantidad de empleo en negro y la fluctuación del personal ocupado de
acuerdo a los ciclos del recurso natural. Tanto en esa actividad como en otras
(metalúrgicas, petróleo, etc.) se ha reducido la cantidad de trabajadores,
aumentando pese a ello la cantidad de producto generado.
Solamente la única gran
industria de la región, ALUAR, permanece casi sin problemas durante todo el
período, excepto por una crisis de corto alcance a comienzos de los ‘90 que es
resuelta mediante el despido de parte de sus empleados y la intensificación de
la explotación sobre el personal ocupado. ALUAR es una gran empresa formadora
de precios a nivel nacional que establece una relación privilegiada con el
Estado, logrando mantener y hasta acrecentar los subsidios recibidos. La
recuperación de la producción industrial que se observa después del pozo de
1992 tiene fuerte relación con el proceso de crecimiento de esa empresa, que
aumenta su capacidad de producción y su dominio sobre la estructura general de
la región.
Hacia mediados de la década
del ‘90 también observamos, como parte central de la estrategia patronal, la
acentuación del proceso flexibilizador para buscar
una mayor explotación de la fuerza de trabajo. En la producción textil hubo un impulso
al ingreso de nuevo personal, bajo modalidades precarizadas, que reemplazan al
personal más antiguo. En ALUAR se desarrolló una profunda reestructuración del
proceso productivo. También en otras ramas de la economía hubo avances hacia la
profundización de la explotación de la fuerza de trabajo ocupada: la aparición
masiva de cooperativas fraudulentas (conocidas popularmente como “truchas”),
especialmente entre los trabajadores de la industria del procesamiento pesquero,
es quizás la más evidente de las situaciones que un trabajo que se enfocara en
investigar los procesos productivos podría observar.
Para
el 2002 el ciclo de descenso se mantiene con nuevos cierres y suspensiones
constantes del personal. Recién con la devaluación del 2002 empieza una
posibilidad de recuperación que se comienza a expresar durante el 2003 y tiene
efectos importantes en la dinámica del conflicto social, especialmente
evidenciados para el 2005. Esa recuperación de la producción industrial se
realiza con un número mucho menor de empleados y con menos de la mitad de los
establecimientos manufactureros que estaban en producción en los años ‘80.
Será
motivo de la continuidad de nuestra investigación observar si esta recuperación
económica expresa un movimiento orgánico de la estructura o si solamente es
expresión de una situación coyuntural sin perspectivas de continuidad. Lo que
sí aparece como un movimiento orgánico es el cambio de la estructura económica
social y su transformación hacia un régimen donde la gran industria ha
acentuado su control sobre el proceso productivo a nivel global.
Un análisis desde los datos censales
Otra aproximación la buscaremos en las distribuciones de la población
que nos brindan los datos del INDEC, tomando los Censos Nacionales y las Encuestas
Permanentes de Hogares (EPH)[13].
Trabajaremos con los criterios de “categoría económica” y de “sector
económico”, que, aunque son inexactos y nos dan una versión acotada de los
procesos, nos permitirán hacer observables algunos elementos. Luego avanzaremos
en la profundización de estos datos, con la recurrencia a otro tipo de
distribuciones a partir de otro marco conceptual, teórico y metodológico.
Cuadro Nº 1: Depto. Rawson,
distribución de ocupados por categoría económica.
|
Asalariados/Empleados u obreros |
Cuentapropista |
Patrón o Socio |
Familiar sin remuneración |
1980° |
79,3% |
13,8% |
5,2 % |
1,7% |
1991° |
73,2 % |
18,2 % |
6,1 % |
2,5 % |
1994* |
68,2 % |
28,1 % |
3,3 % |
0,4 % |
2001° |
76,2 % |
17,2% |
4,8 % |
1,8 % |
2002* |
77,3 % |
17, 8 % |
3,8 % |
1,1 % |
2003* |
79 % |
17,1 % |
3,2 % |
0,7 % |
2004* |
79,7% |
16,1% |
3,5% |
0,7% |
2005* |
79,3% |
16,7% |
3,2% |
0,8% |
Fuente: Censo Nacional de Población y Vivienda 1980–1991-2001. EPH 1994–2002-2003-2004-2005. °Datos sobre Depto. Rawson. *Datos sobre aglomerado urbano Rawson-Trelew.
Cuadro Nº 2: Distribución PEA
por ocupación en Rw-Tw
|
Ocupados |
Desocupados |
1994 |
86,5 % |
13,5 % |
2001 (Depto. Rw.) |
76,1 % |
23,9 % |
2001 (Trelew) |
74,8 % |
25,2 % |
2002 |
82,7 % |
17,3 % |
2003 |
83,4% |
16,6 % |
2004 |
86,2% |
13,8% |
2005 |
90,2% |
9,8% |
Fuente: Censo Nacional de Población y Vivienda -2001. EPH 1994–2002–2003-2004-2005.
Cuadro Nº 3: Total Dpto. Rawson,
distribución de asalariados por sector
|
Sector Público |
Sector Privado |
Sector Doméstico |
1980° |
37,1 % |
55,8 % |
7,1% |
1991° |
38,1
% |
51,7
% |
10,2
% |
1994* |
44,3 % |
51,1 % |
4,6 % |
2001° |
43,8 % |
56,2 %* |
|
2002* |
47,5 % |
44 % |
8,5 % |
2003* |
48 % |
43,7 % |
8,3 % |
2004* |
40 % |
52,9 % |
7,1 % |
2005* |
34,7 % |
55,9 % |
9,4 % |
Fuente: Censo Nacional de Población y Vivienda 1980 –1991-2001. EPH 1994 – 2002 – 2003 – 2004 - 2005. *Unificado con el sector doméstico en la fuente.
Cotejando 1991 con 1980 vemos
fuertes tendencias hacia la transformación de la estructura económica social de
la región. De todos modos estas transformaciones se harán más patentes en los
siguientes años, ya que es en 1991 cuando comienzan las reformas fundamentales.
Del análisis de
La caída de la cantidad de
patrones aparece como un indicador del proceso de concentración de la propiedad
y la riqueza. Pese a algunos cambios coyunturales este proceso se presentaría
como un movimiento orgánico de la estructura. Este indicador debe profundizarse
con otros datos (referidos a volumen de negocios y a la propiedad de las
empresas) para consolidar la hipótesis expuesta.
Por otra parte el gran aumento
de los cuentapropistas no presenta, como planteaba el discurso del
neoliberalismo, la supuesta movilidad social de los obreros o la disolución de
la clase obrera. En su gran mayoría esos “cuentapropistas” son obreros
despedidos que con sus indemnizaciones intentan desarrollar actividades por su
cuenta. Para los siguientes años estas personas pasan a ser desocupados o
vuelven a ser asalariados en condiciones de precarización. Con la figura del cuentapropismo se encubre parte de la subocupación y la
sobreexplotación que genera la nueva fase del capitalismo.
Ante
el aumento de la desocupación evidenciado por el censo del 2001, el gobierno
decidió tomar nuevos parámetros para medir esa condición. Por esta razón es
difícil evaluar su descenso en las EPH de 2002 y 2003. Además la caída de la
desocupación tras el 2001 se produce por la entrega masiva de planes sociales a
partir de la asunción de Eduardo Duhalde.
La
recuperación posterior de la tasa de desocupación ya presenta un contenido
basado en una recuperación de la actividad económica de la región. Esto se
evidencia en la recuperación de los valores históricos de la categoría de
asalariado (que a partir del 2003 recupera los registros de 1980) y en el
cambio en la distribución de los asalariados por sector económico.
Vemos
entonces que en la distribución de
Si,
como afirmamos, una parte no fácil de cuantificar de los cuentapropistas son en
verdad asalariados en condiciones de precarización, el porcentual de
asalariados aumenta por encima de los índices previos a las transformaciones
provocadas por el neoliberalismo. Las afirmaciones acerca de un proceso de
“desaparición” o “debilitamiento” de la clase obrera, que se sustentaban en
análisis esquemáticos de las distribuciones por categorías económicas, muestran
la falta de profundidad de esas miradas, así como el sobredimensionamiento de
procesos coyunturales.
En
la división por “sectores” de empleo de los asalariados ocupados podemos
encontrar otros elementos. Durante el 2002 y 2003 puede observarse que por
primera vez el sector público sobrepasa en porcentaje de asalariados ocupados
al sector privado. Sin embargo esto no se presenta como un movimiento orgánico,
sino como algo coyuntural, que tiene relación con el aumento de la
desocupación. Tras la recuperación de los años siguientes los porcentuales
recuperan valores donde el Estado pasa a emplear un menor porcentaje de
asalariados que en 1980. En este sentido el Estado provincial parece funcionar
como un elemento amortiguador en momentos de agudización de la crisis,
encubriendo parte de la población sobrante.
Ahora
bien, estos datos son sólo una aproximación a la realidad de la estructura
económica, ya que son datos que parten de la dimensión de categoría ocupacional
y de la distribución por “sectores económicos”. Desde allí en general se
realizan lecturas a partir de incorporar a la población económicamente activa
en tres grandes grupos por “aproximación”, tomando a los asalariados como
aproximación a proletariado, a los empleadores como aproximación a burguesía y
a los cuentapropistas como personas que estarían por fuera de las relaciones
capitalistas plenas (no serían ni patrones ni asalariados), y donde se incluyen
grupos y situaciones muy heterogéneas.
Pero
esto en verdad es sólo una “suposición” que nos permite aproximar datos pero
que implica una limitación de la realidad, donde se puede estar mezclando en la
misma categoría al gerente, al técnico, al supervisor y al obrero de una
fábrica. También la recurrencia a los sectores económicos nos impide desagregar
esa información, observar quiénes son proletarios y quiénes no, quiénes
realizan una actividad productiva y quién improductiva, etc. La observación de
la realidad adquiere una mayor profundidad con la división de la población
según los grupos sociales fundamentales[14]
y con el recurso a la distribución de la población según la división social del
trabajo.
Los
grupos sociales fundamentales
Para desarrollar la
división según grupos sociales fundamentales debemos realizar el análisis sobre
el total de la provincia ya que la distribución se desarrolla a partir de los
datos censales y estos no permiten un mayor nivel de desagregación. Se utilizan
como fuentes los censos de 1960, 1980, 1991 y 2001, partiendo de los criterios
metodológicos de distribución planteado para los censos de 1960 y 1980 por
Iñigo Carrera y Podestá en “Análisis de
una relación de fuerzas sociales objetiva: caracterización de los grupos
sociales fundamentales en
La forma en que se presenta la información censal de 1970 no permite
construir la distribución de la población, al menos no de un modo que garantice
la fidelidad de los datos. A su vez los demás censos nos posibilitan ejecutar
esta división solamente sobre la población considerada “económicamente activa”
más jubilados y pensionados, y no sobre el total de la población.
Desde nuestra perspectiva teórica consideramos que los grupos sociales
se conforman a partir de conjuntos de personas que se encuentran en una misma
situación en la estructura económica-social, con relación al conjunto de las
relaciones de producción, cuya materialización político-jurídica son las
relaciones de propiedad existentes. Estos conjuntos de población constituyen
los grupos sociales fundamentales de la sociedad capitalista, cada uno de los
cuales desarrolla una función y tiene una posición determinada en el marco de
las relaciones sociales de producción.
Por ello tomamos como indicadores generales para delimitar a los grupos
sociales tanto: “…la posición respecto de la propiedad o
no propiedad de las condiciones materiales de existencia (incluyendo el
reclutamiento como posición que ha ocupado históricamente un grupo social
determinado)”, como “…la función que representan en la
producción y reproducción social, distinguiendo entre quienes cumplen o no
funciones intelectuales de mando o auxiliares del grupo social dominante”[16].
Esta
tarea no es simple. La distribución en grupos sociales fundamentales presenta
problemas y se desarrollan alrededor del mismo diversas discusiones.
Delimitamos una distribución en gran burguesía, pequeña burguesía acomodada,
pequeña burguesía pobre y proletariado y semiproletariado[17].
Sabemos que el desarrollo del capitalismo genera que las funciones sufran permanentes
mutaciones que modifican la situación de conjuntos de personas, que por esta
razón deberían modificar su encuadramiento. Diversos elementos del proceso
social genera la discusión acerca de que esta dinámica estaría desarrollándose para
con los docentes y técnicos, entre otras profesiones que hoy son agrupados por
nosotros dentro de la pequeña burguesía acomodada.
El
primer cuadro que presentamos muestra la evolución de la distribución de la
población según los grupos sociales fundamentales para la provincia del Chubut
desde 1960:
Cuadro Nº 4: Población según
grupos sociales fundamentales para Chubut: gran burguesía (GB), pequeña
burguesía acomodada (PBA), pequeña burguesía pobre (PBP) y proletariado y semiproletariado (PYS).
Grupo
Social |
1960 |
1980 |
1991 |
2001 |
||||
N° |
% |
N° |
% |
N° |
% |
N° |
% |
|
Gran Burguesía |
1189 |
2,3 |
807 |
0,8 |
672 |
0,5 |
745 |
0,4 |
Pequeña Burguesía Acomodada |
8727 |
16,8 |
10356 |
10,6 |
26094 |
17,6 |
28240 |
16,5 |
Pequeña Burguesía Pobre |
3913 |
7,5 |
13980 |
14,3 |
24439 |
16,6 |
23284 |
13,5 |
Proletariado y semiproletariado |
38093 |
73,4 |
72948 |
74,3 |
96443 |
65,3 |
120197 |
69,6 |
Fuente: Área de Estructura
Social del Programa de Investigaciones sobre el Movimiento de
Es evidente el descenso de la gran burguesía como grupo social. La
concentración económica y la centralización de la propiedad no sólo se refleja
en una caída del porcentual, sino también en la constante caída absoluta
(excepto en el período 1991-2001) del total de población agrupada en esta
categoría. Este dato se presentaría como expresión de un proceso concreto de
expropiación de sus condiciones materiales de existencia de una parte del
antiguo bloque dominante[19].
Por otro lado vemos que el proletariado y semiproletariado
crece en forma permanente en términos absolutos. Sin embargo su porcentual en
relación al conjunto de la población muestra que tras un ascenso pequeño entre
1960 y 1980, registramos un descenso importante entre 1980 y 1991 y una
recuperación significativa hacia 2001, que de todas maneras no recupera los
porcentuales de 1960 o 1980.
El primer resultado es que no hay evidencia de una “desaparición” del
proletariado. Al contrario registramos un ascenso de la cantidad de población
que debe vender su fuerza de trabajo como único mecanismo para poder reproducir
su existencia. Estos proletarios, además, deben vender su fuerza de trabajo en
cada vez peores condiciones, que en muchos casos dificultan hasta la
continuidad de sus posibilidades de existencia. El conjunto de la población que
ha sido expropiada de sus condiciones materiales de existencia siguió creciendo,
durante el período abordado, en Chubut y también a nivel nacional[20].
Pero al mismo tiempo hay transformaciones de importancia que modifican
la conformación de este grupo social. La primera evidencia es el crecimiento de
la población sobrante respecto a las necesidades inmediatas del capital. Otro
cambio es la reducción del peso relativo del proletariado agrupado en la
población industrial y comercial. A nivel nacional “…la población ocupada en la industria manufacturera pasa de
representar el 54% de la población inserta en la producción en 1960 al 29% en
También se destaca que, a pesar de observarse un aumento en términos
absolutos de las capas que componen el proletariado y semiproletariado,
en términos relativos esta población disminuye desde 1980 al 2001. Esta disminución
en términos relativos aparece como un proceso coyuntural, donde aumenta a un
ritmo llamativamente importante (específicamente entre 1980 y 1991) la
proporción de población agrupada como pequeña burguesía, ya sea pobre o
acomodada.
Tanto la pequeña burguesía pobre como la acomodada aumentan en términos
absolutos y relativos desde 1960 hasta 1991. De 1991 hasta 2001 bajan en
términos relativos, aunque la pequeña burguesía acomodada sigue aumentando en
términos absolutos, mientras la pobre cae de forma importante. Aquí retomamos
el debate acerca de algunos conjuntos agrupados como pequeña burguesía
acomodada, y de si es posible que estén sufriendo un proceso de
proletarización. Esto llevaría a un necesario cambio de la distribución de la
población según grupos sociales, cambio que conduciría a un incremento de la
población agrupada como pequeña burguesía pobre y como proletariado y semiproletariado.
Esta discusión ha estado planteada ya desde el trabajo que citamos de
Iñigo Carrera y Podestá en 1985. Ricardo Donaire[22]
ha centrado su investigación de doctorado en esta temática. Allí el autor
encuentra, sobre una muestra de docentes de
Cuadro Nº 5: Pequeña burguesía
acomodada según composición: asalariados (A), patrones (P) o independientes
(I), para Chubut
1980 |
|
1991 |
|
2001 |
||||||
A |
P |
I |
|
A |
P |
I |
|
A |
P |
I |
4.753 |
4.723 |
880 |
|
15.987 |
7.876 |
2.231 |
|
18.497 |
6.521 |
3.402 |
46% |
46% |
8% |
|
61% |
30% |
9% |
|
65% |
23% |
12% |
Fuente: Área de Estructura Social del PIMSA en base a Censos Nacionales de Población.
El dato de que la gran mayoría de la pequeña burguesía acomodada pasa a
ser asalariada, se constituye en un indicador que refuerza la hipótesis de que
estaríamos ante un proceso de expropiación de sus condiciones materiales de
existencia. Lo mismo puede observarse a partir de investigaciones acerca de la
situación de aquellos que figuran como “independientes”, encubriendo procesos
de proletarización bajo relaciones no formales. Podemos aquí registrar también
algunos cambios entre los asalariados a partir de los siguientes cuadros:
Cuadro Nº 6: Asalariados según
dependencia del sector público o privado para Chubut (excluyendo servicio
doméstico).
Absolutos |
|
Tasa Públicos * 100 /
Privados |
|||||||||
1980 |
|
1991 |
|
2001 |
|
||||||
Público |
Privado |
|
Público |
Privado |
|
Público |
Privado |
|
1980 |
1991 |
2001 |
29.655 |
44.677 |
|
35.290 |
53.806 |
|
37.798 |
56.712 |
|
66,4 |
65,6 |
66,6 |
Fuente: Área de Estructura Social del PIMSA en base a Censos Nacionales de Población.
Cuadro Nº 7: Asalariados de las
ramas “explotación de minas y canteras”, “industrias manufactureras”,
“electricidad, gas y agua”, “construcción” y "transporte, almacenamiento y
comunicaciones", según dependencia de sector público o privado para
Chubut.
Absolutos |
|
Tasa Públicos * 100 /
Privados |
|||||||||
1980 |
|
1991 |
|
2001 |
|
||||||
Público |
Privado |
|
Público |
Privado |
|
Público |
Privado |
|
1980 |
1991 |
2001 |
7.969 |
23.752 |
|
5.542 |
27.097 |
|
3.269 |
23.910 |
|
33,6 |
20,5 |
13,7 |
Fuente: Área de Estructura Social del PIMSA en base a Censos Nacionales de Población.
Como lo habíamos destacado no hay un cambio importante en los
porcentuales de empleados en el sector público en comparación con los empleados
en el sector privado. Pero podemos profundizar esa mirada con los datos
volcados en el último cuadro. Allí se hace observable que sí se produjo un
cambio cualitativo en la composición del empleo estatal, reflejado en que los
empleados en el Estado se centran ahora, casi con exclusividad, en las áreas de
administración pública, enseñanza y salud, mientras han perdido peso en minas y
canteras, industrias manufactureras, electricidad, gas y agua, construcción y
transporte, almacenamiento y comunicaciones. Para el caso de Chubut esta
diferencia se explica centralmente por la privatización de YPF. Esto demuestra,
a su vez, que sí hay un aumento del nivel de empleo porcentual en las áreas de
administración pública, enseñanza y salud.
Por último exponemos los datos de la distribución de los grupos
sociales fundamentales a nivel nacional, para desarrollar algunas líneas
comparativas:
Cuadro Nº 8: Población según
grupos sociales fundamentales para Argentina: gran burguesía (GB), pequeña
burguesía acomodada (PBA), pequeña burguesía pobre (PBP) y proletariado y semiproletariado (PYS).
Grupos
sociales fundamentales |
1960 |
1980 |
1991 |
2001 |
Gran burguesía |
2,8% |
0,7% |
0,5% |
0,5% |
Pequeña burguesía acomodada |
17,9% |
12,9% |
18,6% |
16,5% |
Pequeña burguesía pobre |
11,0% |
16,2% |
19,5% |
14,0% |
Proletariado y semiproletariado |
68,3% |
70,2% |
61,5% |
69,0% |
Fuente: Área de Estructura Social del PIMSA en base a Censos Nacionales de Población.
Nos interesa observar aquí las correspondencias entre ambas
distribuciones en los distintos momentos históricos. La absoluta similitud de
los datos de distribución de la población en grupos sociales fundamentales en
2001 contrasta con las importantes diferencias que se podían observar en 1960. Se
expresa un avance hacia una mayor homogeneización de la distribución según
grupos sociales fundamentales entre Argentina y Chubut. Esto es parte y
demostración de la hipótesis que sostenemos acerca de que el proceso general
avanza hacia una mayor homogeneización de la estructura económica social de
Chubut con la formación económica social de Argentina.
Una mirada desde
Un ejercicio
que nos permitirá observar el proceso con mayor profundidad es la evaluación
del cambio que se produce en la división social del trabajo durante el último
medio siglo. La división social del trabajo es un indicador del grado de
desarrollo de las fuerzas productivas y del sentido que va tomando ese
desarrollo. Permite hacer observable la fase por la que transita el
capitalismo, posibilitando comprender las especificidades de las distintas
estructuras concretas.
¿Cómo desarrollar
esta tarea? Lo fundamental para comprender la evolución del desarrollo
capitalista es agrupar a la población según la actividad económica que realiza
para asegurarse la producción y reproducción de su vida material. Desde esa
perspectiva comenzamos por agrupar a la población en los siguientes tres grandes apartados:
población agrícola (PA), población industrial y comercial (PIC) y población no
productiva (PNP)[23].
Al igual que para la distribución según grupos sociales fundamentales,
para estudiar este proceso debemos realizar el análisis sobre el total de la
provincia ya que los datos censales no nos permiten un mayor nivel de
desagregación.
Cuadro Nº 9: División social del
trabajo para la provincia de Chubut. 1947-2001.
|
1947 |
1960 |
1980 |
1991 |
2001 |
|||||
Pobl Total |
92456 |
142412 |
263116 |
357189 |
413237 |
|||||
Mayor de 14 |
61356 |
93394 |
168626 |
238057 |
294563 |
|||||
Pobl. distrib. |
38989 |
59238 |
108710 |
163616 |
199853 |
|||||
Pob. Agríc |
13811 |
35,42% |
14996 |
25,31% |
12760 |
11,73% |
14176 |
8,66% |
12336 |
6,17% |
Ind y Com |
16816 |
43,13% |
32344 |
54,60% |
66097 |
60,80% |
94417 |
57,7% |
91586 |
45,96% |
Minas y Canteras |
5187 |
30,84% |
7758 |
23,98% |
5562 |
8,4% |
5894 |
6,24% |
5743 |
6,27% |
Ind. Manuf. |
2174 |
12,92% |
7040 |
21,76% |
14002 |
21,18% |
19118 |
20,24% |
12081 |
13,19% |
Electricidad, gas y agua |
71 |
0,42% |
508 |
1,57% |
1592 |
2,41% |
1869 |
1,97% |
1535 |
1,67% |
Construc. |
1449 |
8,60% |
3623 |
11,20% |
12837 |
19,42% |
11983 |
12,69% |
10645 |
11,62% |
Comercio |
3973 |
23,62% |
4729 |
14,62% |
14071 |
21,28% |
25883 |
27,41% |
24314 |
26,55% |
Transport. |
1626 |
9,60% |
4016 |
12,41% |
3745 |
5,6% |
6529 |
6,91% |
7375 |
8,05% |
Finanzas |
- |
- |
- |
- |
2547 |
3,85% |
4805 |
5,1% |
7269 |
7,93% |
Servicios |
2336 |
13,89% |
4670 |
14,43% |
11741 |
17,76% |
18336 |
19,42% |
22624 |
24,7% |
No
prod. |
8362 |
21,44% |
11898 |
20,08% |
29583 |
27,46% |
55023 |
33,63% |
95901 |
47,98% |
Servicios |
3332 |
39,84% |
6660 |
55,97% |
16740 |
56,58% |
29784 |
54,13% |
27383 |
28,55% |
No especif. |
2814 |
33,65% |
3970* |
33,36% |
5711 |
19,30% |
794 |
1,44% |
5385 |
5,6% |
Jub y Pens. |
874 |
10,45% |
1268 |
10,65% |
6829 |
23,08% |
15781 |
28,68% |
24107 |
25,13% |
Rentistas |
173 |
2,06% |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
|
Desoc. |
1169 |
13,97% |
- |
- |
303* |
1,02% |
8664 |
15,74% |
39026 |
40,73% |
Desconoc. |
1796* |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
|
* no se toma para distribución |
* incl desocupados |
*Nuevos trab |
|
|
|
|
Fuente: elaboración propia sobre datos censales. Porcentaje de cada división sobre PEA más Jubilados (desocupados sólo en caso en que esta relevado), porcentajes de cada rama sobre total de cada distribución. Para 1960 distribución de servicios según porcentual de 1980 como aproximación, por no presentar el censo datos desagregados.
Observaremos,
además del cuadro de distribución para Chubut, la distribución social del
trabajo para Argentina, elaborada por Cavalleri,
Donaire y Rosati[24]
para 1960, 1980, 1991 y 2001. Esto nos permitirá comparar los datos y
desarrollar una hipótesis explicativa de la aparente contradicción que se
plantea entre una situación donde ya para los ‘70 se va imponiendo el dominio
del capital financiero a nivel nacional y un modelo que a nivel regional
impulsa en esos años un proyecto propio de la fase de dominio del capital
industrial (proyecto de polos de desarrollo).
Cuadro Nº 10: División social
del trabajo para Argentina. 1960–2001.
|
1960 |
1980 |
1991 |
2001 |
||||
Población
Agríc. |
1351869 |
16,20% |
1200992 |
10,10% |
1364870 |
8,50% |
910982 |
5,00% |
Pobl.
Industrial y Comercial |
4639832 |
55,70% |
6884917 |
57,70% |
8486696 |
52,80% |
7885984 |
43,10% |
Pobl.
No produc. |
2343500 |
28,10% |
3848245 |
32,20% |
6214807 |
38,70% |
9489509 |
51,90% |
Fuente: Cavalleri, Donaire y Rosati (2005). Área de Estructura Social del PIMSA en base a Censos Nacionales de Población.
Los resultados que nos presentan
estos cuadros nos permiten elaborar varias lecturas sobre el proceso de
transformación de la estructura económica social. En primer lugar realizaremos
el análisis de la evolución de Chubut para después compararlo con el proceso
general de Argentina.
Un primer dato del cambio en el
sentido del proceso, lo marca el aumento de la población de Chubut.
Cuadro Nº 11: Evolución población Chubut.
|
1947 |
1960 |
1970 |
1980 |
1991 |
2001 |
|||||
Pobl. Total |
92456 |
142412 |
189735 |
263116 |
357189 |
413237 |
|||||
Crecimiento intercensal |
54% |
33% |
39% |
36% |
15% |
||||||
Fuente: elaboración propia sobre datos censales.
Mientras entre 1947, 1960, 1970,
1980 y 1991 se denotan aumentos importantes de población, el período entre 1991
y 2001 evidencia un freno del crecimiento. Entre 1947 y 1991 la población se ha
cuadruplicado, con el consiguiente aumento de la población económicamente
activa y con índices de crecimiento porcentual intercensal
de: 54% entre 1947 y 1960, 33% entre 1960 y 1970, 39% entre 1970 y 1980, 36%
entre 1980 y 1991 y de sólo el 15% entre 1991 y el 2001.
La población agrícola crece en
términos absolutos hasta 1960, bajando en
Creemos que este problema se
debe a que los datos censales incorporan a casi toda la actividad pesquera
dentro del apartado, siendo que en 1991 y 2001 es una actividad ya más cercana
a la población industrial y comercial que a la agrícola. Si eliminamos la pesca
de
Cuadro Nº 12: Evolución PA sin sector pesca. Chubut 1947 – 2001.
Porcentaje sobre PEA.
1947 |
1960 |
1970 |
1980 |
1991 |
2001 |
||||||
13811 |
35,4% |
14996 |
25,3% |
14109 |
17,4% |
12760 |
11,7% |
12773 |
7,8% |
9970 |
4,98% |
Fuente: elaboración propia sobre datos censales.
Este cuadro muestra claramente
que ya para 1960 hay un fuerte descenso en términos relativos de la población
agrupada en esa actividad, para empezar a caer también en términos absolutos
desde ese momento. El porcentaje de 1980 ya muestra un alto grado de desarrollo
de la división social del trabajo y, a la vez, un alto grado de desarrollo
capitalista. El leve aumento de
En Chubut la población
industrial y comercial se duplica entre 1947 y 1960 y vuelve a hacerlo entre
1960 y 1980. Este dato es un claro indicador de la importante difusión del
trabajo asalariado. La rama que más crece entre 1947 y 1960 es la industria
manufacturera, comenzando allí a caer en términos relativos y absolutos la rama
de minas y canteras, que agrupaba hasta
Este cambio en el sentido del
desarrollo muestra que el enclave de Comodoro Rivadavia no crece desde 1960,
desarrollándose en cambio los nuevos enclaves industriales de Trelew y Puerto
Madryn. El proceso de formación de industrias financiadas por el Estado, genera
la “creación” de nuevas ciudades a partir de estos proyectos, ya que Trelew y
Puerto Madryn sufren rápidas mutaciones, sin la adecuada previsión social y aún
menos con la necesaria planificación urbana.
Es interesante observar cómo el
freno del proceso de crecimiento no se muestra en 1991 en la rama que impulsa
este proceso (manufacturera, que mantiene su porcentaje de 1980) sino en la
construcción, que cae de representar el 19,42% de
El otro dato fundamental lo
presenta el descenso global de la población industrial y comercial y el fuerte
aumento de la población no productiva.
Para el 2001 debemos tener en
cuenta que fue un año de profundo impacto recesivo, por lo cual si bien los
datos son indicativos del proceso por el que transita el capitalismo quizás
aparecen sobredimensionadas algunas de sus características. La caída en la rama
manufacturera no sólo es pronunciada en términos relativos sino también en
términos absolutos. La construcción también cae, al igual que minas y canteras
y hasta el comercio. Dentro de
El crecimiento de la rama de
enseñanza, salud y servicios sociales nos plantea el problema de si una parte
de esta población no forma en realidad parte de la población no productiva, en
tanto su función en esta fase del capitalismo parece ser cada vez menos la
tradicional formación y conservación de la fuerza de trabajo y se traslada hacia
las tareas de asistencia pública y contención de superpoblación relativa.
Este elemento, junto al proceso
de proletarización que consideramos se da en parte de este grupo social, se
constituyen como posibles indicadores de un cambio en la función y posición de
estos conjuntos de personas en la sociedad. Otro indicador de ese cambio es el
creciente peso que estos grupos van adquiriendo en el conflicto social,
generando una importante proporción de hechos de rebelión que toman las
características propias de la clase obrera[26].
Sin dudas el dato fundamental
para el 2001 es el aumento de la población no productiva en relación a la
estructura económica y social a nivel general. Para este año
Hay un incremento de los
pauperizados y de los desplazados de la actividad económica. El proceso de
transformaciones económicas y sociales fue conformando una gran proporción de
población sobrante para las necesidades del capitalismo actual, población que
se estructura como desocupación estructural o se encubre como empleo estatal
superfluo. Este desarrollo y crecimiento de una miseria consolidada se presenta
como una nueva realidad para la región. Además el alto índice de desocupación
no se reparte en forma homogénea en las ciudades, sino que se concentra en los
barrios más pobres, donde habitan la mayoría de los obreros que formaban parte
de las principales actividades en el auge del proyecto de promoción industrial
(industria y construcción).
Vemos
entonces que
Ninguna
rama de la actividad económica crece en el volumen que lo realiza la
administración pública (exceptuando a los desocupados, pero no los podemos
considerar una rama económica). El gran salto en el crecimiento de empleados
públicos se da en los años ‘80, en especial a mediados de la década, cuando
empezaban a hacerse inocultables los límites del proyecto de polos de
desarrollo. Se hacía necesaria una manera de encubrir la crisis que de todas
maneras llegaría. El Estado provincial absorbe parte de la población sobrante
para las necesidades del capitalismo y los nuevos asalariados estatales son,
fundamentalmente, población no productiva.
Completamos
estas reflexiones con el cuadro 13, que muestra el aumento de las ramas de
educación, servicios sociales y salud, y el descenso de la industria
manufacturera desde 1991.
Cuadro Nº 13: Población inserta
en la producción según ocupación en industria manufacturera (IM), educación,
servicios sociales y salud (EyS) o resto de las ramas
para Chubut.
1980 |
|
1991 |
|
2001 |
||||||
IM |
EyS |
Resto |
|
IM |
EyS |
Resto |
|
IM |
EyS |
Resto |
14.002 |
7.530 |
23.736 |
|
19.118 |
16.304 |
26.275 |
|
12.081 |
17.007 |
25.298 |
31% |
17% |
52% |
|
31% |
26% |
43% |
|
22% |
31% |
47% |
Fuente: Área de Estructura Social del PIMSA en base a Censos Nacionales de Población.
El otro rasgo fundamental de
transformación cualitativa en la estructura económica y social es el mayor peso
de la proporción de población industrial y comercial agrupada en las ramas de
circulación, cayendo en forma permanente las ramas de producción:
Cuadro Nº 14: Población
industrial y comercial según inserción en ramas de la producción (Prod.) o de la circulación (Circ.) para Chubut. 1947 –
2001.
PIC |
1947 |
1960 |
1980 |
1991 |
2001 |
en la circulación |
3973 – 30,9% |
4729 – 19,9% |
19475 – 30,1% |
30688 – 33,2% |
31583 – 36,7% |
en la producción |
8881 - 69,1% |
18929 - 80,1% |
45268 – 69,9% |
61697 – 66,8% |
54386 – 63,3% |
Nota: no se distribuye la población de la rama “otros servicios sociales, comunales y personales” ya que varía su composición según los censos. Fuente: 1947 y 1960 elaboración propia. 1980–1991–2001 área de Estructura Social del PIMSA.
Vemos allí que
entre 1947 y 1960 se produce una transformación que modifica la centralidad que
hasta 1947 tenían las ramas vinculadas a la circulación. Después de 1960 el
aumento en términos relativos de la circulación es continuo, mientras los
porcentuales de las ramas de producción descienden y, ya entre 1991 y 2001,
caen hasta en términos absolutos. Observemos este proceso entre 1960 y 2001
para el nivel nacional:
Cuadro Nº 15: PIC según
inserción en ramas de la producción o de la circulación para Argentina. 1960 –
2001.
Población
ocupada en ramas industriales y comerciales |
1960 |
1980 |
1991 |
2001 |
en la circulación |
21,2% |
35,4% |
38,6% |
42 % |
en la producción |
78,8% |
64,6% |
61,4% |
58 % |
Fuente: Área de Estructura Social del PIMSA en base a Censos Nacionales de Población.
Hay una llamativa sincronía con
el proceso nacional, aunque en todo momento en Chubut es mayor el porcentaje de
población agrupada en la producción.
Es claro que, en el caso de
Chubut, los principales cambios en el sentido de la realización de la hegemonía
del capital financiero al nivel de la estructura económica y social, se
desarrollan durante los años ‘90. En ese período se conforma una gran masa de
población sobrante, se desarrolla la desocupación estructural (como nunca antes
había existido en la región), crece la población no productiva y caen las ramas
que motorizaban el antiguo crecimiento económico asociado al dominio del
capital industrial y al desarrollo en extensión del capitalismo.
La comparación con el orden
nacional nos presenta otros datos de gran interés:
Cuadro Nº 16: Distribución
social del trabajo según grandes apartados comparando Argentina y Chubut
1960-2001
|
1960 |
1980 |
1991 |
2001 |
||||
|
Argent. |
Chubut |
Argent. |
Chubut |
Argent. |
Chubut |
Argent. |
Chubut |
Pobl.
Agrícola |
16,20% |
25,31% |
10,1% |
11,73% |
8,50% |
8,66% |
5,00% |
6,17% |
Pobl.
Ind y Com |
55,70% |
54,60% |
57,70% |
60,80% |
52,80% |
57,7% |
43,10% |
45,96% |
Pobl.
No prod. |
28,10% |
20,08% |
32,20% |
27,46% |
38,70% |
33,63% |
51,90% |
47,98% |
Vemos en este cuadro que la
evolución de la división social del trabajo en la provincia y en el país,
presenta diferencias que nos permiten entender el proceso en forma más
profunda. Chubut para 1960 aún no tenía el grado de desarrollo capitalista que
presenta la Argentina a nivel global. Esto se demuestra en que más de una
cuarta parte de la población se encontraba ocupada como población agrícola,
dato que es indicador de un bajo desarrollo de las fuerzas productivas y una
escasa difusión del trabajo asalariado. Mientras a nivel nacional el
capitalismo ya había alcanzado los límites de su desarrollo predominantemente
en extensión, en la provincia aún quedaba la tarea de desarrollar el
capitalismo en extensión.
Estos rasgos también se muestran
en el poco peso que tiene la población no productiva de Chubut en comparación
con el alto porcentaje que ya tiene para Argentina, algo propio de la fase de
dominio del capital financiero. El crecimiento acelerado que impulsa el Estado
nacional durante estos años en la Patagonia se basa en la necesidad del
capitalismo de incorporar a todas las regiones al proceso que ya había
desarrollado la parte central del país. Ésta es la base explicativa fundamental
desde la cual consideramos que se resuelve esa aparente contradicción entre el
modelo que las dictaduras del ‘60 y el ‘70 impulsan para la Patagonia y el que
desarrollan para la región central de Argentina.
Todavía en 1980 la provincia no
había llegado a números semejantes al promedio nacional, presentando aún una
mayor cantidad de población agrícola y menor de población no productiva que los
datos observables a nivel país. En cambio para 1991 y 2001 esos números ya son
muy semejantes. La dinámica del período que va de 1991 al 2001 muestra la
continuidad de la similitud en el proceso, que impacta un poco menos en Chubut
que a nivel nacional (hay un menor porcentaje de población no productiva y por
lo tanto un mayor porcentual de población industrial y comercial),
probablemente debido al papel del Estado provincial como “encubridor” de una
porción de la población sobrante.
La diferencia que aún se mantiene
en el porcentaje de PA puede deberse al hecho de incluir la pesca en ese
apartado, o a que el capitalismo aún no haya agotado la forma de crecimiento en
extensión para la región patagónica, algo que sí pareciera haber realizado a
nivel nacional.
En definitiva el objetivo del
modelo de “polos de desarrollo” fue incorporar la región patagónica al
desarrollo capitalista argentino, haciéndole realizar un rápido pasaje por la
fase del capital industrial para luego pasar al desarrollo del capitalismo en profundidad,
en consonancia con el proceso nacional de realización hegemónica del capital
financiero.
En este sentido consideramos
demostrado que la región avanza hacia una mayor homogeneización con el proceso
del resto del país y justamente esa necesidad es la que explica la aparente
excepcionalidad del proceso de desarrollo industrial subsidiado de los años
‘60, ‘70 y parte de los ‘80.
Este resultado se inscribe en el marco de la hipótesis general
desarrollada por Nicolás Iñigo Carrera y Jorge Podestá en su trabajo de 1985,
donde destacan la tendencia de la formación económica social que constituye la
Argentina, de avanzar hacia una mayor homogeneización de las distintas
estructuras económicas sociales concretas, marcada por la dominación más
directa que desarrolla el capital financiero. A su vez esa conclusión discute
con la perspectiva que defiende Eduardo Basualdo
quién sostiene que los resultados claves del proceso de cambio en la Argentina
son “…no sólo la redefinición del Estado,
sino también una notable “desindustrialización” que se expresa en la caída de
la importancia relativa de esta actividad y en una generalizada reducción del
grado de integración nacional”[27].
Consideramos entonces que el proceso que realiza la estructura económica
social de la región avanza en el mismo sentido que la situación general de
Argentina, y que el proceso previo de crecimiento capitalista en el marco del
proyecto de polos de desarrollo no fue algo excepcional. La región está más
integrada que nunca a la formación económica nacional, aún cuando esta
integración sea sobre la base de una conformación regresiva para los intereses
de la mayoría de los habitantes de la región.
RESUMEN
“Todavía habrá más penas y
olvidos” Las transformaciones económicas en el noreste del
Chubut (Argentina) desde 1990
Buscamos estudiar el
proceso de fuertes cambios en la estructura económica social que se producen en
el noreste del Chubut durante los años noventa. En esta zona se encuentran tres
ciudades, Trelew, Puerto Madryn y Rawson, que fueron
parte del modelo de polos de desarrollo mediante la promoción industrial a las
empresas que se instalaron al sur del paralelo 42.
Consideramos que en esta estructura se produjeron importantes cambios a
partir de la imposición de la hegemonía del capital financiero, que abandonó
ese modelo de planificación estatal, propio de la fase de dominio del capital
industrial, para pasar a otra planificación, ahora desde el interés del capital
financiero. Se produjo así un nuevo marco social y de relaciones de fuerzas que
determinaron un fuerte proceso de pauperización de la población trabajadora en
la región, traducido en: pérdida masiva de puestos de trabajo, cierres de
fábricas, mayor explotación de los obreros ocupados y el desarrollo y agravamiento
de una miseria consolidada.
Palabras claves: Transformaciones – Estructura económica-social –
Capital financiero - Chubut
ABSTRACT
"There
will be more sorrow and oblivion" The
economic changes in the northeast of Chubut (
We seek to study the process of profound changes in social economic
structure that occur in the northeast of Chubut in the nineties. In this area
there are three cities, Trelew, Puerto Madryn, Rawson, who were part of the model of development
zones by promoting industrial enterprises were set up south of latitude 42.
We believe that this structure underwent major changes since the imposition
of the hegemony of finance capital, which left the state planning model,
typical of the phase domain of industrial capital, to move to another plan, now
since interest financial capital. This produced a new social context and power
relations that led to a strong process of pauperization of the working
population in the region, resulted in: massive loss of jobs, factory closures,
increased exploitation of workers employed and the development aggravation of
poverty and consolidated.
Key words: transformations - economic and
social structure - financial capital –
Recibido: 01/02/2011
Aprobado: 20/06/2011
Versión final: 05/07/2011
Notas
(*) Dr. en Historia (UNLP). Becario postdoctoral CONICET – Docente de
[1] Seguimos a GRAMSCI, Antonio, Notas sobre Maquiavelo, sobre la política y
sobre el estado moderno; Nueva Visión, Bs. As, 1997.
[2] Desde algunos sectores de
[3] Ver BEINSTEIN, Jorge, Dinámica global de la economía patagónica, LUDEPA-SME / INTA-GTZ, 1993
e IBARRA, Horacio Patagonia Sur. La
construcción interrumpida de un proceso de desarrollo regional, Depto.
Historia, UNPSJB, Trelew, mimeo, 1997.
[4] Ver LUQUE, MARTÍNEZ, AVALOS Y AUZOBERRÍA “De
la génesis a la crisis de una estructura económica (Santa Cruz entre 1940 y los
90)”, en Contraviento, LaMadrid, Río Gallegos, 2000.
[5] LAVEGLIA, Fernando, Apuntes de la economía del Chubut, Dunken,
Bs. As. 2004.
[6] Entendemos a un territorio social como al entretejido
de relaciones sociales que, a través de generaciones, los hombres van creando,
destruyendo y reproduciendo en relación con otros hombres y con su medio.
[7] PÉREZ ÁLVAREZ, Gonzalo “Lucha y memoria obrera
en el noreste del Chubut. Una aproximación desde la fábrica Modecraft
1990-
[8] PÉREZ ÁLVAREZ, G. “Transformaciones económicas y
luchas de los trabajadores: el caso de ALUAR en Puerto Madryn”, en Actas VIII Jornadas Nacionales y V Latinoamericanas
Grupo de trabajo Hacer
[9] La pesca es en verdad un recurso renovable que
se transforma en no renovable por el tipo de explotación que de él se
desarrolla, sin cuidado de los ciclos de reproducción y concentrado en unas
pocas especies comerciales.
[10] Ver ASTARITA, Rolando, Valor, mercado mundial y globalización, Cooperativas, Bs. As. 2004.
[11] Ver PÉREZ ÁLVAREZ, G. “Con hilos rotos vamos
tejiendo otra historia” Lucha y experiencia obrera en el parque textil de
Trelew, en Sociohistórica Cuadernos del CISH, Revista de
[12] Datos de AOT (Asociación Obrera Textil),
SETIA (Sindicato de Empleados Textiles e Industrias Afines) y de
[13] Los datos de
[14] No hablamos de “clases”, ya que para nosotros
las clases se constituyen en los enfrentamientos. Por ello en este artículo, en
el que nos remitimos a la estructura económica, utilizamos el concepto de
“grupos sociales”.
[15] IÑIGO CARRERA, Nicolás y PODESTÁ, Jorge, Análisis
de una relación de fuerzas sociales objetiva: caracterización de los grupos
sociales fundamentales en
[16] DONAIRE, Ricardo y ROSATI, Germán,
“Aproximación a los cambios en la distribución de la población según división
del trabajo social y según grupos sociales fundamentales. Argentina, 1960-
[17] Citamos a DONAIRE, Ricardo y ROSATI, Germán, op. cit.:
“1. La
gran burguesía y altos
funcionarios constituyen la cúpula de la burguesía; los terratenientes, los
magnates financieros, los grandes industriales, los rentistas, etc., es decir,
la personificación del gran capital monopólico (…).
2. La pequeña
burguesía se encuentra constituida por propietarios de sus condiciones
materiales de existencia, que no venden su fuerza de trabajo. Este grupo se
encuentra en una situación de permanente diferenciación en dos grupos: 2.1. La pequeña burguesía acomodada constituida
por quienes, además de ser propietarios de sus propias condiciones materiales
de existencia, son a su vez propietarios de los medios de vida y de trabajo de
otros (…), pero también quienes cumplen funciones de mando propias del capital
aún bajo la forma del salario, ya sea que se encuentren insertos en la
actividad económica o en el aparato estatal. (…) 2.2. La pequeña burguesía pobre se encuentra
constituida por quienes son sólo propietarios de sus propios medios de vida y
trabajo. (…).
3. El proletariado
y semiproletariado, constituido por quienes se
encuentran expropiados total o parcialmente de sus condiciones de vida y de
trabajo y que, en consecuencia, se ven obligados a vivir principal o
parcialmente de la venta de su fuerza de trabajo, ya sea que logren venderla o
no (…).”
[18] Este cuadro, y los que desarrollamos hasta el
final del presente apartado, son tomados de: DONAIRE, R. y ROSATI, G. “Estructuras
económico sociales concretas que constituyen la formación económica de la
Argentina (1980-2001)” en IÑIGO CARRERA, N. (director), “Análisis de una relación de fuerzas sociales objetiva, 1960-
[19] Como ya lo marcamos esta hipótesis necesita de
otros datos para ser corroborada.
[20] Según DONAIRE y ROSATI, “Aproximaciones…” op. cit, 2007: “mientras que en 1960 4.447.935 de personas
se encontraban en esta condición, en el año 2001, su número ascendía a
[21] DONAIRE y ROSATI, op. cit., 2007.
[22] DONAIRE, R. La posición social de los docentes en la actualidad. Una aproximación a partir del estudio de
los docentes de
[23] Donaire y Rosati
sintetizan las características de estos agrupamientos: “…la producción de la riqueza material
comprende a toda la población vinculada a actividades de producción e
intercambio, incluidas las actividades de conservación y reproducción de la
fuerza de trabajo como mercancía (bajo la forma de servicios de salud y de
educación). Dentro de este conjunto de población es posible distinguir entre
dos grandes apartados:
[24] CAVALLERI, Stella; DONAIRE, R. y ROSATI, G.
“Evolución de la distribución de la población según la división del trabajo
social Argentina, 1960-
[25] Ver CAVALLERI, DONAIRE y
ROSATI, op. cit. 2005.
[26] Ver el capítulo 3 de nuestra tesis de
doctorado: PÉREZ ÁLVAREZ, G. Cambios en la estructura económica social y
conflictos sociales en el noreste del Chubut 1990-2005, FHACE, UNLP, www.memoria.fahce.unlp.edu.ar, 2010.
[27] BASUALDO,
Eduardo Concentración y centralización
del capital en la Argentina durante la década del ‘90, UNQ – FLACSO – IDEP,
Bs. As. 2000, p. 43. Vuelve a sostenerlo más adelante “La reestructuración industrial es acompañada por otra característica
de singular importancia: una profunda y generalizada regresión en términos del
grado de integración nacional” (Basualdo, 2000:
145).