Tiempos
de demandas de las mujeres neuquinas[1]
Norma Noemí Amarilla y Julia Edith Amarilla[2]
(UNCo, rostro@argentina.com;
juliaamarilla@argentina.com
El contexto político
neuquino y las demandas de las mujeres
Dentro del escenario argentino, la región neuquina[3] lleva consigo una larga historia de luchas y
resistencias que lo caracteriza como un espacio muy activo en estas prácticas.
Pero en contraposición, esta provincia se constituyó conjuntamente con una
fuerte estructura partidista profundamente dominante. El MPN[4] en la
actualidad se desenvuelve como un Partido-Estado[5]
inmerso en políticas neoliberales y patriarcales[6] sirviéndose de políticas sociales dentro del marco
tradicional. Es decir, conviven dos posturas diferentes, en una constante puja.
Es difícil no preguntarse como en un escenario con estas
particularidades, las demandas de los sectores feministas[7] no hayan tenido lugar en otros momentos de nuestra
historia. Esto se debe que si bien, con la vuelta de la democracia en los ‘80
retornaron formas y prácticas de protestas sociales, los ejes de discusiones
fueron las huelgas sindicales, la normalización universitaria, el movimiento
por los derechos humanos, los repudios y denuncias a los militares. La década
de los ‘90 la protagonizaron los desocupados(as), los(as) trabajadores
estatales y docentes, cuyas peticiones se centraron en mayores salarios y
mejores condiciones de trabajo. Tampoco la izquierda neuquina fue la excepción
a la postergación de las demandas de las mujeres[8]. En
pocas palabras, las demandas feministas, fueron asfixiadas entre el tradicional
partido hegemónico y una resistencia que hacia caso omiso de las peticiones de
las mujeres.
La llegada del 2001, vigoriza los aires de cambio y de protestas que se
venían dando, la crisis nacional no dejo afuera este particular escenario. Los
distintos sectores de resistencia se acrecientan y fortalecen. Las demandas
feministas encuentran la coyuntura política y social adecuada desde principios
del año para manifestarse y organizarse como una instancia superadora de la
crisis. De esta forma, se comienza a materializar las agrupaciones de mujeres,
que van a derivar en una nueva sujeta política. En este punto, es necesario
resaltar que su proceso de organización no se limita al punto de inflexión del
19-20 de diciembre, sino que esta sujeta comienza a germinar en el ánimo de
cambio de ese año.
Este sector lo conforman mujeres independientes y agrupaciones feministas,
además de otras personas con perspectiva de género. Las cuales, al aunar sus
fuerzas conforman una incipiente sujeta política que surge en los espacios
informales, con protestas y demandas no formuladas anteriormente. Es
interesante observar como a pesar de ser de diferentes sectores se complementan
para dar respuestas a sus propias necesidades. La necesidad de
crear espacios en común se da debido a la resistencia solapada dentro de los
propios grupos de lucha y la inexistencia de ámbitos alternativos. Este motivo
las llevó a aglutinarse en convocatorias giran en torno del cumplimiento de los
derechos, la visualización de la violencia hacia las mujeres, la real
democratización, la libre elección sexual, el derecho al aborto el control de
sus cuerpos, sus mentes y su tiempo.
En síntesis, las
expresiones de las feministas neuquinas son productos de la necesidad misma de
expresión política de las mujeres que las componen y se crean como una visión
superadora a la crisis política enmarcada en el 2001.
Las agrupaciones
Por lo ya explicado, algunas
mujeres decidieron agruparse, en busca de sus propios espacios de discusión.
Por ende, los colectivos de mujeres “Conciencia VIHda Travestis Feministas”, “Fugitivas
del Desierto Lesbianas Feministas”, “Las K@s@ndr@s
Feministas Anarquistas”, “Colectivas Feminista
Un párrafo aparte exige la
identificación de un gran número de adherente a estas agrupaciones que no se
pueden catalogarse como integrantes de las colectivas. Es decir, nuestra
investigación se piensa en un primer momento a partir de agrupaciones
feministas claramente distinguibles y perceptibles como las mencionadas. Pero,
en una mirada más detallada, notamos que existe un sector numeroso lindante a
las agrupaciones feministas declaradas públicamente. Este sector periférico
forma un colchón de mujeres independientes partidarias de las ideas feministas
que rompe con la antigua idea de la mujer militante de una determinada
agrupación. Estas sujetas autónomas se reconocen en rebeldía y se manifiesta
desde un lugar alternativo y no legitimado políticamente, si no alternativo-clandestino.
En pocas palabras, nos encontramos con un sector que participa de forma
desencajada de cualquier estructura verticalista. Por lo expuesto, las
encuadramos dentro de una gama de mujeres feministas independientes, aún más
alejadas de toda formalidad, con un fuerte posicionamiento ideológico.
Algunas
cuestiones a considerar
Cuando nos
propusimos estudiar el accionar de estas mujeres partimos de la idea inicial de
que no responden a las estructuras de resistencia conocidas. No obstante, el
proceso de investigación nos permitió percibir una realidad diferente. Es
decir, advertimos que existen precedentes importantes como también elementos de
organizaciones formales que influyeron fuertemente en la conformación de esta
nueva sujeta política en un proceso histórico de deconstrucción-construcción.
Entre los dispositivos que se ha tratar para entender este fenómeno, se
encuentran el aval cedido por las Madres de Plaza de Mayo, la conciencia de género que germina en el encuentro de mujeres realizado
en Neuquén (1992) y en los encuentros nacionales de mujeres; las demandas de
algunas académicas, la valentía de las primeras las piqueteras de Cutral Co, el
cambio de posicionamiento con respecto a la problemática de los partidos de
izquierda, sindicatos y gremios pensados dentro de la lógica de los derechos
humanos.
Las Madres…
La ruptura del
orden constitucional de 1976, produjo un retraimiento de la población en sus
actividades políticas. Sin embargo, fue resistida por un grupo de mujeres (que
al igual que en el escenario nacional) se conocieron como “Las Madres de
Plaza de Mayo”. Éstas realizaron sus actividades en compañía de Don
Jaime de Nevares, Obispo de la diócesis neuquina. Por su lucha, consideramos sumamente importante, el
accionar heroico de las madres, pues reubica a las mujeres en un peldaño
político que antes no tenían.
En la actualidad
la delegación Alto Valle, está compuesta por Lolín
Rigoni e Inés Ragni. La honestidad y fidelidad fue la
base de sus principios; esto hizo que las madres neuquinas se ganen el respeto
de la población. Es espontáneo y casi obligatorio el cántico, “Madres de la
plaza el pueblo las abraza”, cuando alguna de ellas se hace presente en alguna
manifestación. La aprobación o desaprobación (de las madres) tiene una fuerte
carga simbólica para todos los sectores que plantean alguna resistencia al
estado y sus políticas.
En esta
perspectiva se entiende el valor del hecho que las madres hayan abrazado las
causas de las feministas. Pues legítima el discurso de las agrupaciones y las fortalece
frente a los otros grupos que intentan desanimarlas en su lucha.
Los encuentros
nacionales y el encuentro neuquino
Los Encuentros
Nacionales de Mujeres se realizan todos los años desde 1986. Por tres días
miles mujeres tienen un espacio donde debatir sus inquietudes políticas. El VII
Encuentro Nacional de Mujeres (1992) que fue realizado en Neuquén visualizó
conflictos sufridos específicamente por las mujeres de la sociedad neuquina[9].
Sus integrantes, fueron mujeres feministas, militantes de izquierda,
independientes, intelectuales, con o sin experiencia partidaria y/o conciencia
de género, que compartieron por igual este espacio para expresar sus opiniones.
Por lo expuesto
sostenemos que el ENM[10]
de 1992 puso en evidencia que Neuquén a pesar de ser una sociedad de apenas un
siglo de vida, económicamente pujante y muy “progresista” con una población
mayoritariamente joven, donde predomina el sexo femenino, no rompió con las
tradiciones androcentristas. De manera que el encuentro neuquino irrumpe con un
planteo que estaba invisibilizado pero latente y si bien, no se dio una
continuidad en el empoderamiento colectivo que se alcanzó durante el evento;
este va a formar parte de la memoria activa de las protagonistas neuquinas un
precedente importante.
Las piqueteras
A estos hechos precursores hay que adicionarle, la innovadora estrategia de las piqueteras de Cutral Co (1996). El “cutralcazo” fue iniciado y dirigido por mujeres y si bien sus
participantes no tenían conciencia de género, este suceso dejó una experiencia
importante en la apropiación de los espacios públicos por parte de las mujeres.
Esta acción, abre la puerta a nuevas estructuras de pensamientos donde las
mujeres son partícipes y protagonistas activas de cambios en los sistemas de
dominación. Por otro lado, es importante resaltar como influye en el imaginario
popular el hecho que sean mujeres las que hayan llevado a cabo esta estrategia
tan arriesgada.
La nueva
visión de la izquierda
Paralelamente
en los partidos de izquierda, algunos gremios y sindicatos empiezan a dar lugar
a las demandas de las mujeres[11].
Esta nueva posición es mirada con recelo por las militantes feministas; algunas
lo toman como una estrategia de captación y otras un espacio interesante en el
que participar. Para esto, dichos partidos, tuvieron que deslizarse de su
tradicional oposición. Su nueva argumentación ya no contempla al feminismo como
una distracción de los verdaderos e importantes objetivos. De esta manera
reconocen que las mujeres tienen una doble explotación por clase y por género.
Esta
argumentación no implica que se requiera del permiso del pensamiento de
izquierda para accionar; simplemente que se ampliaron las estructuras de
pensamiento en cuanto a la aceptación del tema y en apoyo a las demandas.
Lo académico
Otro impulso al
cambio en las estructuras mentales se produjo dentro del ámbito académico local, muy lentamente se inicia el cuestionamiento a
las estructuras patriarcales, desde mediados de los noventa. En la casa de
altos estudios se comienzan a dictar cursos y seminario vinculados a la
problemática. La capacitación teórica también es impartida en otros espacios,
escuelas, hospitales, centros periféricos que abordan el tema desde distintos
ángulos según su ciencia. Si bien, este planteamiento no equivale a sostener
que se genere una inmediata conciencia de género, permite que la problemática
se visibilice.
En relación
con las agrupaciones podemos argumentar que militantes e intelectuales forman
construcciones de permanentemente tensión y estimulación. Sin embargo, no se
puede negar la división que existe entre el campo del feminismo militante y el
académico; con la salvedad de las académicas activistas. Pero en algunos
momentos es más acertado hablar de una suerte de alianza táctica.
Algunas
aproximaciones
Los grupos
estudiados poseen características particulares como también en sector que denominamos
“colchón de mujeres autónomas”. Sin
embargo, deben ser considerados una nueva
sujeta política a la hora de analizar el campo de protesta neuquino; ya que
su accionar las encuadra en un círculo común y las convierte en un frente de
batalla. Es decir, estas mujeres en casi todas las oportunidades suelen
accionar en conjunto[12],
cuestión que les concede una fuerza considerable.
Esta
articulación se logra debido a que comparten ciertos principios básicos en un accionan
son prosocialistas que conllevan inclinación política a las teorías clasistas.
Pero, consideran que estas doctrinas, no contienen herramientas teóricas
suficientes para plantear una visión superadora en lo que respecta a la
subordinación de las mujeres. En consecuencia, su mayor esfuerzo está vinculado
a la intención de difundir las ideas feministas al conjunto de la sociedad.
Todos los
grupos de mujeres trabajados funcionan de forma asamblearia para coordinar
esfuerzos. Dos son las tácticas utilizadas; asambleas cerradas sólo para sus
integrantes y asambleas multisectoriales para lograr coordinar las actividades
en común. Sus prácticas políticas están destinadas a provocar, molestar,
incitar, inducir, mover, estimular, hostigar, impacientar, enojar, como una
estrategia para visualizar la temática.
Sin embargo, todas
las colectivas tienen un pensamiento heterogéneo y se posesionan dentro de una
gama de la pluralidad de feminismos y perspectiva de género, con una amplia
base teórica; en algunos casos logrados a través de la autoformación. En este
sentido existe una gama de publicaciones panfletos, boletinas, etc., realizadas
por las militantes[13].
Es abierto y
manifiesto el hecho de que las colectivas neuquinas se desgaja, como también
las feministas y se nutren de las experiencias del movimiento de mujeres
ampliado; su interacción es constante, tal como lo evidencian sus actividades
más importantes; las campañas nacionales. Es también interesante resaltar que
su accionar no se reduce sólo a la ciudad de Neuquén, sino que su influencia se
evidencia en toda la región valletana.
En pocas
palabras, y considerando que las colectivas estudiadas, son un fenómeno
relativamente reciente y que aún pueden virar en sus prácticas no se puede
hacer generalizaciones certeras, sólo aproximaciones. Pero hasta el momento se
las puede considerar una nueva sujeta
política; en tanto se encuadran en un nuevo formato de interacción no
convencional que estimula vientos de cambios en todo el área de Río Negro y
Neuquén.
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SAU Victoria, 1990,
Diccionario ideológico feminista, Editorial
Icaria, Barcelona.
RESUMEN
Tiempos
de demandas de las mujeres neuquinas
El siguiente
artículo da cuenta de las actividades políticas
por parte de un sector de mujeres neuquinas que imponen vientos de cambios en
toda la región. Como también evidencia que estas acciones son novedosas y se
dan a partir de sus propias demandas; ya que cuestionan el rol tradicional que
se le asignan.
Este proceso toma notoriedad a partir de la desidia del proceso sufrido
durante el 2001 y de las desigualdades propias de una sociedad patriarcal. En
consecuencia, consideramos, que existen precedentes ineludibles de tratar;
entre ellos las acciones de las Madres de Plaza de Mayo filial Neuquén, los
Encuentros Nacionales de Mujeres y el VII encuentro neuquino (1992), la nueva visión
de la izquierda, las piqueteras (1996), las voces disidente desde lo académico
y el propio contexto neuquino.
Poseedoras de esta impronta, distintas prácticas son llevadas a cabo por
pequeñas agrupaciones feministas en conjunto con mujeres autónomas. Las cuales
pasan a conformar una nueva sujeta política en la región valletana,
puesto que se fusionan en sus prácticas para lograr sus metas.
Palabras claves: mujeres – política – feminismo – género
ABSTRACT
Times of demands of women from Neuquén
The following article is about the political
activities by a group of women from a women's sector Neuquén who encourage
winds of change in the whole region. This is also evidence that the above
mentioned actions are new and arise from their own demands, due to the fact
that they question the traditional role that is assigned them results.
This process from the laziness from the
process suffered during 2001 and from the inequalites
of a patriarchal society.
In consequence we believe there exist
unavoidable precedents that must be dealt with amongthem
the actions of the Mothers of Plaza from Neuquén, the Women's National VII
Meetings in the meeting neuquino (1992), the new
vision of the left side, the femane pickts (1996) and dissident voices from the academic world
and from Neuquén.
Smail grupos
of feminists carry out these activities together with a number of autonomous
women, which gives birth to a new female political subject in the valley area.
Key Words: women – politics – feminismo - gender
Recibido: 30/03/09
Aceptado: 24/07/09
Versión final: 01/07/10
Notas
[1] Este artículo es una síntesis de la tesis realizada
para obtener
[2] Ambas
autoras son Profesoras y Licenciadas en Historia (UNCo)
y Especialistas en Estudio de las Mujeres y de Género. E-mail: Norma Noemí
Amarilla: rostro@argentina.com;
Julia Edith Amarilla: juliaamarilla@argentina.com
[3] En este punto
consideramos útil tomar el sustento teórico proveniente de
[4] Movimiento Popular Neuquino.
[5] Para
ampliar este concepto véase, FAVARO, Orietta y ARIAS
BUCCIARELLI, Mario. “Historia nacional - historia provincial. Un falso dilema”.
CEHEPYC, en: http://bibliotecavirtual.clacso.org.ar/ar/libros/argentina/cehepyc/interescuelas.doc
[6] El concepto de patriarcado consiste en el poder de los padres: un sistema familiar y social,
ideológico y político con el que los hombres -a través de la fuerza, la presión
directa, los rituales, la tradición, la ley o el lenguaje, las costumbres, la
etiqueta, la educación y la división del trabajo- determinan cual es o no es el
papel que las mujeres deben interpretar con el fin de estar en toda circunstancia sometida al varón.
SAU, Victoria, Diccionario ideológico
feminista, Icaria, Barcelona 1990.
[7]
Feminismo: es un movimiento social y político que se inicia formalmente a
finales del siglo XVIII que supone la toma de conciencia de las mujeres como
grupo o colectivo humano, de la opresión, dominación, y explotación por parte
del colectivo de varones en el seno del patriarcado bajo sus distintas fases
históricas de modelo de producción, lo cual las mueve a la acción para la
liberación de su sexo con todas las transformaciones de la sociedad que aquella
requiera. SAU Victoria, Ibídem.
[8] Más adelante algunos partidos de izquierda
incorporaran las demandas con perspectiva de género.
[9] Propios de una estructura que impone jerarquías basadas en supuestos
naturales y biologicistas.
[10]
Encuentro Nacionales de Mujeres.
[11] Estos
espacios son creados en función de la demanda interna y externa pero se ven
vapuleados por las pervivencias de representaciones androcentristas.
[12] Ese
accionar no implica una agenda en común y/o una unidad compacta.
[13] Este
material es sólo para la divulgación; y sus producciones no respectan las
reglas de la oratoria científica.