REVISTA DE LIBROS

 

 

 

VEGA CANTOR, Renán y AGUILERA PEÑA, Mario. Obreros, colonos y motilones. Una historia social de la Concesión Barco (1930-1960). Corporación Aury Sará Marrugo- Unión Sindical Obrera (USO), Bogotá, 2021. 436 pp.

 

ARK CAICYT: http://id.caicyt.gov.ar/ark:/s24690732/7u36pbltc

 

 

En este libro está clara la influencia de la historiografía marxista británica en la que sus principales líneas de interés académico y político resaltaron los estudios sobre el paso de modelos económicos de producción, el nacimiento de la clase obrera, las condiciones de vida de los trabajadores y los estudios subalternos. Ahora, esta concepción de historia por su vinculación a la izquierda, puede ser considerada como militante por parte de los tradicionalistas o historiadores que no se autodefinen o perciben dentro de una corriente de pensamiento en particular. Bajo la influencia de la historia social británica se acoge el escrito de Renán Vega Cantor y Mario Aguilera Peña titulado Obreros, colonos y motilones. Una historia social de la Concesión Barco (1930-1960). A lo largo de su carrera como militante y académico, Vega Cantor se caracteriza por historiar sobre las condiciones de vida de la clase obrera y la violencia antisindical por parte del Estado colombiano y la constante intervención de Estados Unidos en asuntos de soberanía nacional y recrudecimiento de la acción paramilitar. Por su parte, Aguilera Peña, ha concentrado sus esfuerzos académicos en contribuciones al entendimiento del conflicto social armado en Colombia, especialmente lo referente a los procesos políticos de las apuestas subversivas.

El libro aquí presentado es complementario a una serie de investigaciones que se venían adelantando desde los años ochenta sobre las condiciones de los trabajadores y sus luchas organizativas en la industria del petróleo. Anteriores estudios se centraron sobre lo acontecido en Barrancabermeja como si la experiencia del puerto representara las generalidades del movimiento obrero a nivel nacional, tal es el caso de Historia de los Trabajadores Petroleros de Gustavo Almaro, que salió a la luz en 1984 pero no abordó lo acontecido en El Catatumbo. Si bien el libro Obreros, colonos y motilones… fue publicado en 2021 por la Unión Sindical Obrera y la Corporación para el Fortalecimiento de la Función social bajo la Biblioteca Diego Montaña Cuellar, desde 1992 se contaba con una primera versión. El intento inicial de escritura fue una solicitud del Centro de Investigaciones Socioeconómicas de Fedepetrol (CISF) en 1989. En 1995, en la conmemoración de los cincuenta años de la Federación de Trabajadores del Petróleo (Fedepetrol), se logró publicar una serie de ejemplares. Se desconoce el paradero de los mismos debido al traslado de los archivos de Fedepetrol con la creación de un sindicato de industria y la desaparición del CISF.

Ante la falta de producción historiográfica sobre los obreros en El Catatumbo, este libro es un intento de realizar una historia total de los trabajadores de la industria del petróleo en la región, tal como lo expresa Renán Vega en la presentación de la segunda edición: “los grandes temas que han preocupado sobre los trabajadores: el intento de escribir una historia total de índole social, en la que se interconectan cuestiones económicas, sociales, culturales, políticas, simbólicas en un esfuerzo de integrar múltiples miradas y de escuchar diversas voces del mundo del trabajo”. (2021, p.15)

La estructura general del libro es la siguiente: presentación de la segunda edición, introducción, cinco capítulos y una antología documental. Los primeros capítulos se titulan “El medio geográfico y la resistencia motilona” y “La Concesión Barco”. En esta sección son expuestas las particularidades de la región de El Catatumbo como vías de acceso, tipo de recursos naturales y fuentes hidrográficas, su delimitación territorial, todo esto para tener un marco contextual. Una vez manifestado estos elementos, se profundiza sobre el nacimiento de la concesión bajo el acuerdo de Roberto de Mares y Virgilio Barco en 1905, la presencia de los motilones con su actitud de resistencia frente a aquellos que se dedicaban a profanar sus tierras ancestrales. Además, los autores enfatizan sobre los problemas de delimitación internacional entre Venezuela y Colombia que es aprovechado por Estados Unidos para crear tensiones entre los dos países. En este sentido, el proceso de organización y ataques contra los trabajadores no puede verse sin reflexionar sobre la intromisión de los Estados Unidos que, mediante acciones políticas y militares, buscaba asegurar que tal concesión fuese explotada por empresas de su nacionalidad.

Los subsiguientes “Las compañías petroleras de Estados Unidos en El Catatumbo” y “Yanquis, trabajadores, colonización y etnocidio” se encuentran intrínsecamente relacionados con una idea fundamental: el papel que juega el capital extranjero en la región. Por medio del lobby de diferentes miembros de la elite colombiana, las empresas norteamericanas como la South American Gulf Oil Company (SAGOC), se adueñaron del petróleo en El Catatumbo a través de amenazas a los gobiernos nacionales y una imagen favorable en general debido a la narrativa creada por medios de comunicación donde era expuesta tal actividad económica como una oportunidad de crecimiento económico en las rentas del país gracias a un sentido de filantropía y desinteresado tanto por J.P Morgan como por Rockefeller.

Por su parte, el capítulo final nombrado “Vida cotidiana en los campos petroleros” se concentra en las condiciones de salud e higiene de los trabajadores en los campos petroleros y las formas de presión por parte de las compañías estadounidenses para que los trabajadores se adentraron en territorio de los motilones sin importarle a la empresa la posibilidad de que los obreros fuesen asesinados en el marco de tales actividades laborales. Otros aspectos abordados son el acceso a vivienda, el uso del tiempo libre y los tipos de jornadas laborales. Para finalizar, se encuentra una antología documental donde se presenta una recopilación de elementos interesantes como reportajes y escritos sobre El Catatumbo para incrementar la comprensión de la región.

Para la construcción del libro se contó con diversas fuentes: la más relevantes fueron las entrevistas a los primeros trabajadores de la Concesión Barco donde se recopilaron datos sobre su cotidianidad en los campamentos, los procesos de exploración en la región, las formas de relacionamiento con los motilones, los tipos de jornada laboral y sus procesos organizativos dentro de la industria del petróleo, al igual que los tipos de violencia de los que fueron objeto por parte de las empresas estadounidenses y presión del Estado en el momento de reclamar sus derechos laborales. De manera complementaria se encuentra tanto la prensa burguesa, El Espectador, Vanguardia Liberal y El Tiempo a favor de los procesos de explotación y dominación económico-política por parte de Estados Unidos y la prensa obrera como El Combate, la cual sirvió para identificar las denuncias de la clase trabajadora sobre las condiciones de vida y la entrega de los recursos naturales al imperialismo norteamericano. El uso de esta fuente fue dar un contraste entre diferentes versiones de un mismo momento político. El registro fotográfico de los trabajadores del petróleo en la región de El Catatumbo fue empleado como insumo para comprender la vida privada y laboral de los trabajadores, entender los espacios de socialización, el uso de su tiempo libre y las formas de habitar un territorio considerado como inhóspito.

Las ideas centrales del texto son las siguientes: la presencia de enclaves petroleros trajo consigo transformaciones ambientales debido a la necesidad de habitar y conectar la región con los centros poblados más cercanos como Cúcuta; se denuncia el proceso de etnocidio contra los indígenas motilones cometido por las empresas petroleras quienes consideraban su presencia como un obstáculo a sus intereses económicos; se reivindica las formas de resistencia y organización de los obreros frente a la explotación; se indica la estrecha relación de las elites tanto liberales como conservadoras con empresas de Estados Unidos y su complacencia con los intereses del capital extranjero.

Vega y Aguilera, para explicar los procesos de explotación, plusvalía y demás, se basaron en una concepción marxista dando a entender el nivel de interiorización y formación en esta corriente de pensamiento. Con los aportes del marxismo analizaron la Concesión Barco y sus implicaciones para la economía nacional e internacional, los procesos de explotación, producción y reproducción del capital, los proceso de alienación y lucha de clases en diversas formas, no la vía de hecho armada sino en formas de reivindicación política como clase en sí y clase para sí; es decir, el incremento del impulso de clase a desarrollar conciencia de clase en los trabajadores de la industria forjada mediante la reclamación de sus derechos como trabajadores. Aunque como tal no es un documento teórico, sino que se concentra en una temática particular, en los capítulos 3 y 4 se encuentra una profunda reflexión con elementos analíticos de la teoría de la dependencia para reconocer las relaciones de explotación y sometimiento entre el norte y el sur.

 

 

Joseph Vicent Castillo Niño

Universidad Industrial de Santander

Email: joseph2238026@correo.uis.edu.co

ORCID: https://orcid.org/0000-0001-5576-038X