REVISTA DE LIBROS

 

 

 

CANDIOTI, M., Una historia de la emancipación negra. Esclavitud y abolición en la Argentina. Siglo XXI Editores, Buenos Aires, 2021, 272 páginas.

 

ARK CAICYT: https://id.caicyt.gov.ar/ark:/s24690732/eookoreke

 

“Es importante rearmar la historia de los áfricanos y sus afrodescendientes en Santa Fe, volver sobre las historias que nos relataron, ponerlas bajo la lupa para tender otros hilos hacia el presente y comprenderlo nuevamente, porque todos somos un poco negros”.[1]

 

Vamos a comenzar esta reseña, por perfilar a la autora del libro, Magdalena Candioti es Doctora en historia por la Universidad de Buenos Aires (UBA), Magíster en historia por la Universidad Nacional de San Martin (UNSAM) y Licenciada en ciencias políticas por la Universidad Nacional de Rosario (UNR). Actualmente se desempeña como profesora adjunta ordinaria en la Universidad Nacional del Litoral (UNL) y es investigadora adjunta del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), donde ha explorado los campos de la historia política y la historia social. Su trayectoria profesional denota un compromiso con la divulgación científica, que se observa tanto en sus apariciones en medios de comunicación como en su participación en la producción del documental “Negros. Descendientes de africanos en Santa Fe” difundido por el canal TV Pública. En este sentido, su libro “Una historia de la emancipación negra. Esclavitud y abolición en la Argentina”, se enmarca en la colección “hacer historia” de la editorial Siglo veintiuno, y ofrece una lectura amena que lo hace factible de estar dirigido tanto a los expertos como a un público no especializado, aunque si interesado.

La obra se interroga sobre un tópico poco explorado por la historiografía nacional: la abolición de la esclavitud en el Río de la Plata, un proceso que comprendió desde las primeras medidas tomadas al respecto, en la inmediatez de la revolución de mayo, hasta la proclamación de su abolición total, en las constituciones nacionales de 1853 y 1860.

El problema se enfoca a partir de una mirada desde abajo, que apunta a recuperar las experiencias de resistencia de las y los esclavos de origen africano y su lucha por la emancipación. En este sentido, se trata de una perspectiva indispensable para sostener su tesis principal, que la libertad no les fue otorgada sino conquistada.

El libro inicia con una sugerente cita de Saidiya Hartman que pondera la autoridad del archivo en la construcción de los sujetos históricos,[2] se trata de una advertencia en tanto las voces de los esclavos y esclavas no sólo fueron silenciadas en la historiografía, sino también en las fuentes. Candioti se acerca a ellas a través de una lectura a contrapelo de los registros judiciales, que apunta a reconstruir no tanto los hechos como lo pensable y lo posible. Con este objetivo en la mira, apela al “paradigma indiciario” de Ginzburg (2004), que propone deducir lo ausente a través de una imaginación controlada.

El trabajo se destaca tanto por su rigurosidad académica como por su potencia narrativa. A través de breves relatos biográficos, la autora traza una serie de imágenes que impugnan la única figura del afroargentino permitida hasta entonces, aquella que desaparece en la revolución de mayo -ya sea en el campo de batalla o partir de su (des)integración democrática-. Así, invita a abandonar toda ingenuidad frente a los silencios del discurso historiográfico, para aprehender su significado: un borramiento de las identidades negra y afro, una operación de blanqueamiento de la historia nacional.

En este sentido, el problema inicial dispara, a su vez, otra serie de preguntas con respecto a la narrativa de la identidad nacional, la cual, al mismo tiempo que declara poseer una supuesta neutralidad racial, se presenta como predominantemente blanca y europea.

A lo largo del libro, la autora reconstruye distintas vías hacia la emancipación, que responden a una misma lógica de manumisión, es decir, a distintas formas de pago por la libertad. De esta forma, Candioti desmonta la tesis que afirma la benignidad de la esclavitud en el Río de la Plata. La abolición habría sido más un proceso gradual, marcado por negociaciones y disputas entre sujetos con intereses contrapuestos, que resultado de un sentido de clemencia y lazos cuasi familiares.

En el primer capítulo, “Esclavitud y revolución: una agenda para la abolición”, se sumerge de lleno en el nuevo escenario abierto a partir de la revolución de mayo. Da cuenta del importante peso demográfico de los esclavos en el Río de la Plata, cómo la ruptura del lazo colonial movilizó una retórica antiesclavista y las distintas expectativas en torno a ésta, que, sin embargo, se vieron limitadas por la ponderación del derecho a la propiedad. Elementos que se condensan en las primeras medidas tomadas por la Asamblea de 1813, principalmente en el principio de “suelo libre” y la libertad de vientre, que más adelante serán matizadas y reguladas. De tal manera, el capítulo expone el carácter contradictorio de la libertad proclamada.

En el siguiente capítulo, “Libertos. Reglamentación, interpretación jurídica y usos políticos”, analiza la figura jurídica correspondiente a aquellos niños y niñas nacidas luego de la proclamación de vientre libre. A partir de una disputa judicial entre doña Ana Monterroso y su esclava Petrona, la autora expone no sólo las distintas sujeciones que sufrieron los libertos en aquel régimen de libertad controlada, sino también cómo esto moduló las posibilidades de maternar y paternar de morenos y pardos, ya fueran esclavos o libres -como demostrará más adelante-.

En el tercer capítulo, “Patronato. Entre la protección infantil y el trabajo no remunerado”, problematiza la contracara de la figura del “liberto”. Vislumbra el carácter paternalista del patronato y sus resignificaciones, y cómo las ambigüedades legales en torno al estatus de las y los libertos fueron utilizadas en provecho de los amos, pero también disputadas por sus familias en pos de ampliar sus márgenes de autonomía. La autora apela a breves casos para sostener que “Las disposiciones de los reglamentos eran reescritas en la práctica y en los tribunales.” (Candioti, 2021, pp. 92), y recuperar la agencia y algunas estrategias de pardos y morenos.

En el cuarto capítulo, “Manumisiones negociadas: garantizar labores y cotizar amores”, discute el corazón de la tesis de la benignidad de la esclavitud rioplatense: las manumisiones. Bucea entre cartas de libertad, testamentos y el lenguaje de amor movilizado en las instancias judiciales. Sostiene que las manumisiones respondían a una doble lógica, a la vez que constituían estrategias señoriales para estabilizar la fuerza laboral, también respondían a estrategias esclavas, largamente cocinadas. La autora recorre distintos tipos de manumisión -pagas, contratadas, condicionales, graciosas-. En el telón de fondo de este nuevo abanico, descubre turbulentos cambios en el ámbito laboral y social, que dieron como resultado la creciente valorización de la fuerza laboral cautiva y su pseudosalarización, es decir, su tasación indirecta.

En el quinto capítulo, “Libres por la patria. Historia y microhistoria de la emancipación por las armas y de las estrategias de movilidad social”, haciéndose eco de las reivindicaciones que la comunidad afrodescendiente hace de los sacrificios de sus antepasados, Candioti recupera la centralidad de la participación negra a la hora de definir y disputar proyectos políticos a través de la lucha armada.

En primer lugar, analiza el reclutamiento de esclavos. Sostiene que si bien ponía en tensión el derecho a la propiedad de los amos, no lo negaba. Pues los “rescates de esclavos” no se hacían en nombre de los derechos naturales, sino que al pagar por ellos, el Estado reconocía como legítima su propiedad y usufructuaba de ella.

Cambiando su nivel de análisis, realiza una biografía colectiva de Antonio Porobio y sus allegadas con el objeto de reconstruir las solidaridades diaspóricas. Rastrea los orígenes de Antonio a través de su apellido, y mediante las distintas etiquetas raciales con las que fue clasificado, reflexiona sobre cómo fue construyendo para sí mismo su ascenso social. A continuación, reconstruye la vida de su esposa, María Maza, y su compañera, Francisca, enfrentadas judicialmente por la libertad de la última. Y a partir de ello, analiza cómo aquellas mujeres tejieron lazos con otros africanos y esclavizados.

En el penúltimo capítulo, “Ciudadanía y raza. Los contornos de la inclusión imaginada”, desmiente que los procesos de racialización se hayan limitado al período colonial. Por el contrario, propone que perduraron y se articularon con las nacientes instituciones políticas y la perfilación de la ciudadanía. Observa esto, por ejemplo, en el Estatuto Provisional de 1815 que si bien no hace referencias raciales, al ligar la ascendencia esclava con la ineptitud política, restringió el acceso a la ciudadanía a los afrodescendientes. En este marco, la autora advierte que pardos y morenos más bien se integraron en reivindicaciones más amplias. Pero también, a través de algunos casos trabajados por otros historiadores como Beatriz Bragoni y Gabriel Di Meglio, entre otros, da cuenta de la activación de redes y espacios de sociabilidad propios. Pues si bien el discurso revolucionario los integraba y eliminaba las diferencias raciales en el plano jurídico, subsistía una arraigada práctica de discriminación. La autora invita a investigar el desarrollo de dichas políticas a lo largo del siglo XIX, en el contexto propio de cada provincia.

Finalmente, en el último capítulo, “El debate abolicionista letrado y la abolición total”, la autora se centra en las elaboraciones intelectuales en torno a la esclavitud, desde la revolución hasta la incorporación del artículo 15 de la Constitución de 1853, que proclamó la abolición total. En primer lugar, identifica el predominio de un gran silencio público respecto al tema, y a continuación, a partir del análisis de tres intelectuales, da cuenta del nivel de conocimiento sobre el debate atlántico. Por lo que caracteriza este silencio como una política deliberada, y no resultado de la ignorancia.

Como bien advierte en la introducción, si bien Candioti no piensa un apartado exclusivo de los roles de género, este problema atraviesa su obra. Se hace presente, por ejemplo, en las distintas formas de acceso a la libertad que podían llegar a disponer esclavos y esclavas, unos mediante las armas, otras a través de la esfera doméstica y las tareas de crianza. Como también en las historias de Francisca y María, cuyas actividades en el campo de batalla y diversos negocios, respectivamente, rompen con los lugares donde se las podría imaginar. En todo caso, el libro abre una problemática pendiente a ser explorada.

Otra cuestión que merece la pena resaltar, es que a partir del análisis de la esclavitud, la autora da cuenta de cómo distintas disputas, previas y nuevas, se ven permeadas por el contexto social posrevolucionario. Ya sea en cómo “...esas leyes antiesclavistas contribuyeron a crear fronteras legales, morales y simbólicas entre los nuevos espacios políticos en construcción” (Candioti, 2021, pp. 50), o como se articularon las reivindicaciones de morenos y pardos con otras identidades políticas. Así, el estudio permite añadir capas de sentido al período posrevolucionario y abrir nuevas preguntas sobre las expectativas y los proyectos políticos en disputa, para pensar nuevos sujetos y problemas.

La obra constituye una contribución en el camino a la restitución de las identidades afro, borradas de la memoria social. Pues “...al ponerles nombres propios, al pensar desde sus posibles perspectivas y anhelos” la autora busca “...hacerla nuestra historia.” (Candioti, 2021, pp. 233). Se trata de una investigación que invita a repensar el presente, reconocernos “un poco negros”, pero que también, quizás sin buscarlo, expone tanto la violencia simbólica como el sometimiento físico sobre el que se apoyó la construcción de la identidad nacional y, en consecuencia, la maquinaria estatal.

 

Mariel Lucila Pasetto

Universidad Nacional de Rosario (UNR)

Email: marielpasetto@gmail.com

ORCID: https://orcid.org/0009-0006-5136-7488

 



[1] Artigues, M., Broguet, J., & Candioti, M. (Productoras). (2017). Capítulo II. Invisibilizados. Negros, descendientes de africanos en Santa Fe [Documental]. Litus TV (UNL).

[2] “Cada historiador de la multitud, de los desposeídos, de los subalternos y de los esclavizados tiene que lidiar con el poder y la autoridad del archivo y con los límites que éste establece con respecto a qué puede saberse, a qué perspectivas importan y a quién está dotado del peso y la autoridad del actor histórico” (Saidiya Hartman, 2019, citado en Candioti, 2021, pp. 13).