REVISTA DE LIBROS
BOHOSLAVSKY, Ernesto; Historia Mínima de las Derechas Latinoamericanas, Prometeo Libros, Buenos Aires, 2023, 269 pp.
ARK CAICYT: https://id.caicyt.gov.ar/ark:/s24690732/mgk8yjkr3
Historia Mínima de las Derechas Latinoamericanas de Ernesto Bohoslavsky, publicado en 2023, es de las últimas incorporaciones a la Colección Historias Mínimas del Colegio de México, en colaboración con la editorial Prometeo. En este volumen, por medio de un abordaje general de las derivas de las corrientes derechistas en el continente, el autor da cuenta del avance de las investigaciones en torno al tema, a la vez que propone preguntas y claves de análisis que permiten también reflexionar sobre los tiempos presentes. A partir de la reposición de la historicidad de las formas de organización, las prácticas políticas, la intervención en el debate público y la configuración identitaria, se consideran de modo amplio pero riguroso diferentes problemas sobre las derechas latinoamericanas, divisando distintas temporalidades y escalas de análisis.
Bohoslavsky sigue tres apuestas metodológicas íntimamente relacionadas. En primer lugar, adopta la perspectiva de la historia comparada, contrastando casos, buscando originalidades, recurrencias y experiencias comunes en las derivas de las derechas en las distintas historias nacionales. Por otro lado, se propone reflexionar en torno a la circulación transnacional de hombres e ideas derechistas en la región y en el escenario internacional, atendiendo al procesamiento local de los fenómenos transnacionales, los influjos ideológicos que atraviesan el continente y a las redes que se constituyen. En tercer lugar, apunta al estudio simultáneo de los discursos, las prácticas y las identidades, focalizando en las rupturas y las continuidades.
El libro cuenta con una introducción, seis capítulos, una coda, un apartado de conclusiones generales y un anexo bibliográfico en que comenta los trabajos consultados para la reconstrucción de los diferentes períodos. En la introducción, Bohoslavsky repone por medio de un denso andamiaje teórico, discusiones en torno al concepto de derechas y a las posibles formas de definirlas, entendiendo la multiplicidad de identidades clasificables como “derechistas”. Para una comprensión no esencialista de este heterogéneo universo, las derechas deben ser entendidas a partir de la dialéctica de la diferenciación, que permite la constitución de identificaciones comunes frente a diferentes actores, procesos que son indudablemente históricos. Posteriormente se pregunta por la posibilidad de pensar puntos compartidos entre las derechas latinoamericanas, “aires de familia”. En esta dirección el autor considera particularmente la importancia de la adopción y adaptación de ideologías extranjeras, y la influencia de Estados Unidos y las instituciones que responden a su gobierno y la Iglesia y la fe católica. Concluye que más allá de sus especificidades, las derechas latinoamericanas se enfrentaron a problemáticas relativamente similares, frente a las cuales ensayaron repertorios de acción que guardan relación en cada período considerado.
El libro está organizado a partir de cortes cronológicos que enmarcan los capítulos. En cada uno de ellos se caracteriza de forma general el período, atendiendo a los contextos sociales, políticos, económicos e institucionales. Dentro de cada marco general, se atiende al desarrollo de las corrientes dominantes y emergentes en el mundo de las derechas, los desafíos que les supone cada coyuntura y las novedades políticas y organizacionales que se imponen en cada período, estableciendo marcos comunes sobre los que posteriormente analiza algunos casos nacionales.
El primer capítulo, “De finales del siglo XIX a las noticias de la Revolución Rusa (1880-1918)”, se ocupa de un período signado por la rápida incorporación de América Latina al mercado mundial, fundamentalmente a partir de la exportación de materias primas y la acelerada modernización de las sociedades latinoamericanas. Esta época está caracterizada por la generalización de regímenes de dominación oligárquicos, que establecen —por diferentes vías— límites a la ciudadanía. En este marco, es el liberalismo —que había dejado de lado su tono emancipatorio— el que se constituye como la corriente dominante en el escenario de las derechas.
El segundo capítulo, “Las derechas y el origen del miedo rojo (1918-1930)”, Bohoslavsky pone el foco en las nuevas formas de organización de las derechas frente a la multiplicidad de desafíos al status quo y el predominio de las élites que se inicia con el período abierto por la crisis profunda y generalizada de los regímenes de dominación oligárquicos, producto de las crisis que significó en muchos de los países latinoamericanos el fin de la Gran Guerra. A esto se suma una tendencia a la democratización de la vida política y la intensificación de la conflictividad social. En el plano de los procesamientos de los fenómenos transnacionales, los influjos de la revolución bolchevique en Rusia contribuyeron a constituir un variado espectro conspirativo que mantuvo en estado de alerta a amplios sectores de la élite e inauguró un ciclo caracterizado por frecuentes episodios de violencia anti obrera, en los que habitualmente participaron activamente diferentes grupos de derecha.
El tercer capítulo, titulado “La era del fascismo (1930-1945)”, se inicia con los efectos de la crisis desatada en 1929, que aceleró una fractura profunda del consenso liberal. En este apartado la atención se centra en las derivas de las derechas radicales, las cuales, en un escenario de gran internacionalización de las identidades políticas, alcanzaron un notable protagonismo. Bohoslavsky revisa sus principios ideológicos, sus proyectos de sociedad, sus formas de interpelación a diferentes sectores sociales, los vínculos que establecieron con corporaciones como la Iglesia y el Ejército y la influencia que ejercieron sobre las derechas más tradicionales. Este capítulo cuenta con una sección que se ocupa de las derivas de las derechas radicales a partir de la descripción y análisis de los casos brasileño, cubano, mexicano y argentino.
El cuarto capítulo, “Desarrollo democracia y anticomunismo (1946-1964)”, se aboca a un contexto que, sin estar exento de tensiones, está signado por ciertos consensos alcanzados tras la victoria aliada en la Segunda Guerra Mundial. Si bien el autor insiste en la necesidad de no hacer análisis simplistas y lineales sobre la influencia de los Estados Unidos, es cierto que la geopolítica de la segunda posguerra y de la Guerra Fría dio a la época sus rasgos distintivos. Se trata, según el autor, de un período atravesado por un importante consenso democrático que giraba en torno a la exclusión del centro a los extremos, tanto a las derechas radicales como a la izquierda. En este escenario se asiste a la proliferación de organizaciones de “anticomunismo civil”, así como profundización, por medio de distintos resortes, de las prácticas estatales de persecución y represión.
En quinto capítulo del libro, ““Seguridad nacional”, fin de la hegemonía y dictaduras (1964-1989)”, se aborda el último ciclo de dictaduras en el continente inaugurado con el golpe de Estado brasileño en 1964, y que culmina con el restablecimiento generalizado de las democracias hacia fines de la década de los ochenta. Una de las marcas distintivas de este período es un despliegue de proporciones sin precedente del aparato represivo, influenciado por el paradigma de la Doctrina de la Seguridad Nacional. Bohoslavsky se pregunta sobre si este ciclo de dictaduras militares defensoras y restauradoras del status quo es signo de fuerza o de debilidad por parte de los proyectos hegemónicos derechistas. El autor entiende estos gobiernos dictatoriales como un modo de restablecimiento autoritario de la dominación social y la rentabilidad capitalista frente a un escenario de alta conflictividad social y política, que tomaban forma en desafíos que suponían la fuerza de los sindicatos y de los partidos políticos de izquierda, la influencia y “amenaza” de la revolución cubana y el triunfo de la Unidad Popular Chile, y los cuestionamientos a la moral burguesa por parte de movimientos juveniles y de mujeres.
El período trabajado en el último capítulo, “Democracia, derechas y neoliberalismo (1989-2015)”, se inaugura a fines de la década de los ochenta en una coyuntura en que cierran simultáneamente tres ciclos de diferentes duraciones: el fin de la Guerra Fría, la clausura de las dictaduras y la restauración del orden democrático y la economía de industrialización por sustitución de importaciones. El autor analiza este período, en el cual el ideario neoliberal adquiere una posición hegemónica, generando un consenso transversal en el arco político gobernante. Considera la adopción de políticas económicas y sociales neoliberales durante la década de los noventa y los efectos sociales inmediatos que estas producen. Por último, analiza las nuevas estrategias organizativas de las derechas a partir del inicio del nuevo milenio frente a los gobiernos de la llamada ‘marea rosa’.
En la coda se ensaya una reflexión sobre procesos en curso, y se plantean algunos interrogantes sobre los motivos y los alcances del crecimiento experimentado por las fuerzas políticas derechistas en la última década y media. Este auge, según el autor, no solo redunda en el éxito electoral de las opciones de derecha sino en una transformación en las formas organizativas, las sensibilidades y los modos de movilización.
En las conclusiones el autor propone un trabajo de síntesis y reflexión a partir de dos claves analíticas sugeridas en la introducción. En primer lugar, apunta a la identificación de cuál de los cinco grupos de recursos de las élites —identificados por Barry Cannon como Fuerzas Armadas, poder económico, esfera de la cultura y la comunicación, partidos políticos y socios en el exterior— fueron utilizados en los diferentes períodos para reproducir las condiciones de dominación. Por último, atendiendo al carácter relacional y posicional de las identidades políticas, sintetiza a los principales “otros” que, en distintos momentos, las derechas consideraron como sus principales adversarios y frente a los cuales constituyeron elementos identitarios comunes.
En sintonía con el espíritu de la colección de Historias Mínimas el libro se trata de un excelente trabajo de síntesis, nutrido de una gran variedad de bibliografía especializada y escrito con un estilo accesible, lo que da cuenta de la experiencia de su autor tanto en términos historiográficos como en la calidad de la escritura. Encontramos cierta disparidad, en tanto variables de registro, entre los diferentes períodos abordados, lo que resulta comprensible en un trabajo de estas características y no va en desmedro de la calidad del volumen. El abordaje desde una dimensión latinoamericana se articula, de modo general pero contundente, a través de diferentes tramas que articulan dimensiones regionales, nacionales e internacionales en un juego de escalas destacable.
Por último, queríamos remarcar la importancia de la publicación de este libro en el actual contexto latinoamericano. Esta se expresa, quizás de modo más lineal, en las discusiones e interpretaciones vertidas en la coda. Pero a su vez, y en esto reposa a nuestro entender la fuerza del trabajo, habilita a posicionar la mirada sobre una perspectiva de más largo aliento, divisando la historicidad de los elementos constitutivos de las fuerzas de derechas y contribuyendo a pensar los desafíos del presente.
Universidad Nacional de Rosario
Email: pedrocuelloetcetera@gmail.com
ORCID: https://orcid.org/0009-0007-1201-0192