La historia “enterrada” de Villa Constitución. La disputa por el cementerio. Entre la secularización, los registros parroquiales y la memoria de una familia
Alberto A. Grassi y Nina A. Seremczuk(*)
(ISP Nº 3; grassi_alberto@hotmail.com; laserem_216@hotmail.com)
Introducción
Cuando hablamos de la instauración liberal en nuestro país a partir de
la formación de
Bartolomé Mitre después de vencer en 1861
a las tropas de
Las fuerzas políticas provinciales, en donde se destacó la figura de
Nicasio Oroño, creyeron que la riqueza y la prosperidad de la región se
lograban por medio de la producción de los bienes de la tierra. Ésta convicción,
conjugada con las bases ideológicas que servían de apoyo a las fuerzas
políticas provinciales, debió necesariamente ser acompañada por un proceso
paralelo de enajenación de las tierras públicas, base material de este proceso.
Pero obviamente no todos los terrenos eran públicos o fiscales y muchas
propiedades estaban en manos de corporaciones que ejercían poder sobre las
mismas. Una de esas corporaciones era
A nivel provincial, los primeros embates seculares de esta clase
dirigente sobre
Avanzando en el emergente de esta nueva etapa de organización civil en
la provincia y la región, las ideas liberales sustentadas desde el poder
político en la construcción de un nuevo orden social, enfrentó definitivamente
a
Frente a este panorama general nos iremos introduciendo en el caso
particular del distrito de Villa Constitución. Aquí el punto máximo de roce
entre
Sin embargo, una vez que finalizó la administración de Nicasio Oroño en la provincia como gobernador, la cuestión de la secularización no volvió a tener la misma relevancia hasta llegada, años más tarde, la etapa liberal con envergadura nacional.
Lo expuesto precedentemente se puede corroborar por medio de la
consultas de diferentes materiales bibliográficos. Por ejemplo, Daniel Omar de
Lucia, nos brinda un desarrollo de cómo se
establecieron las diferentes desavenencias del Estado con
Además nos permite realizar un breve paneo de cómo fueron sucediéndose
las diferentes rupturas entre el Estado y Iglesia a lo largo de nuestra
historia. Remontándonos a la etapa de dominación española, el orden colonial
había impuesto que fuera
Acercándonos más a nuestro período de estudio, vemos cómo Justo José de
Urquiza y seguidamente Bartolomé Mitre, fueron conformando un proyecto de
desarrollo capitalista orientado desde el Estado, primero lo fue por parte de
Berta Wexler y Oscar Videla analizaron la gestión de Oroño dentro de la provincia, como un proceso secularizador que no avanzó sobre todo el territorio nacional, sino que se circunscribió a la provincia, para ampliarse dos décadas más tarde bajo el mandato presidencial de quien fue el “vencedor” de la denominada campaña al desierto contra los pueblos originarios del sur de nuestro país, Julio Argentino Roca. De esta manera, se buscó mostrar la obra de Oroño, como una experiencia regional que diese por descartada la versión historiográfica simplista y lineal de la secularización.
Más allá de los embates secularizadores sobre la provincia y la región,
y posteriormente la nación,
Nuestras inquietudes comienzan a partir de observar la escasez de interpretaciones históricas que se aboquen al período intermedio entre la etapa pre-liberal y la etapa liberal en sí, en relación a la problemática de la secularización y en particular a la creación de los cementerios públicos, destacando la región del Pago de los Arroyos como una región importante en el proceso de las guerras civiles y que dentro del proceso de secularización se transformó en un lugar de conflictos sociales y religiosos.
A medida de nos introdujimos en el tema, surgieron surgir múltiples y
variados interrogantes, como por ejemplo, ¿Cómo eran las relaciones
Iglesia-Estado, entendido, este en una etapa de formación? ¿Quién se encargaba
de lo enterratorios y hasta cuándo? ¿Porqué hubo resistencia por parte de
Nuestro trabajo intenta esbozar un aporte historiográfico que interrelacione concernientemente los procesos internacionales, nacionales y provinciales desde lo regional. Para ello, nos posicionamos desde una perspectiva dentro del desarrollo historiográfico en torno al proceso de secularización y sus consecuencias en el distrito de Villa Constitución, sus polémicas y sus conflictos, ya que no se trata de explicar el desarrollo desde el punto de vista político o jurídico sino más bien desde un punto de vista social-político que involucre la experiencia de los sujetos implicados activamente en el proceso.
Partiendo de las problemáticas que enunciamos y conociendo en gran
medida las transformaciones de la historia Argentina, expondremos nuestra
hipótesis. Con ella intentamos demostrar las relaciones que se establecieron
alrededor de los manejos de los cementerios públicos en particular el de Villa
Constitución. Por otro lado, buscamos materializar la resistencia que realizó
Para el desarrollo de la presente investigación, fue necesario el uso
de fuentes variadas que nos permitieron extraer de ellas diferentes datos que
echaran luz sobre los interrogantes surgidos. Recurrimos primeramente a
realizar un entrevista a Don Alejo Ernesto Almirón (19/04/1919-31/05/2010)
nieto de quien donó las tierras destinadas para la creación de un cementerio
municipal en Villa Constitución. A partir de esa fuente oral, sondeamos en la
memoria familiar, buscando saber cuál era la relación de Don Pascual Bailón
Almirón (bisabuelo de Don Alejo E. Almirón) y Faustino Almirón (abuelo de Don
Alejo E. Almirón) con
Para finalizar, nuestro objetivo en el presente trabajo apunta a introducir a los potenciales lectores en la problemática de la secularización como contenido histórico puntual, mostrando su impacto a nivel regional. También ofrecer una nueva selección de fuentes y recursos pocos examinados hasta ahora, como los registros parroquiales y municipales. El desarrollo temático se centra en las connotaciones locales de las leyes de secularización, en particular la de los cementerios públicos, en relación a la resistencia de las ideologías conservadoras predominantes en la construcción de un nuevo modelo político-ideológico a partir de 1860. Nuestro trabajo se completa finalmente, con la inclusión de fuentes escritas, orales y un registro de imágenes pensados para ampliar y mejorar conocimientos teóricos involucrados en la problemática escogida.
Ubicación histórico-espacial de Villa Constitución
A fin de establecer el marco geográfico y los límites de Villa
Constitución, nos remitimos a la región denominada por entonces “Puerto de
las Piedras”, un paraje inscripto en el Pago de los Arroyos, que
recibió ese nombre por la cantidad de cursos de agua que lo atravesaban.
Diferentes registros dieron cuenta de una región que iba desde el norte de la
provincia de Buenos Aires hasta el sur de la provincia de Santa Fe. A partir de
1730, se hizo una extensión de la zona hasta el Río Carcarañá al norte,
En la actualidad el pago de los Arroyos es ocupado por los Departamentos Rosario, San Lorenzo y parte del Departamento Constitución en Santa Fe y por el lado de la provincia de Buenos Aires por los partidos de Ramallo, Pergamino y San Nicolás.
En referencia a la ubicación geográfica del “Puerto de las Piedras”,
Santiago Lischetti, en su libro Historia de Villa
Constitución (1857-1978), expuso: “el Puerto de las Piedras, Rincón de
las Piedras o Las Piedras, situado entre el Arroyo Pavón y el Arroyo del Medio,
perteneciente a
Podemos aceptar todos estos datos geográficos como datos certeros, lo que no podemos hacer, es reducir la región a una “delimitación anticipada”. La región debe ser entendida como una totalidad, un complejo territorial “donde los actores cobran un rol protagónico tanto en relación al proceso de producción, apropiación y distribución del excedente económico, como en cuanto a la conformación de redes sociales y estructuras de poder”.
Atendiendo a esta última definición, consideramos a nuestra región en relación al proceso económico, como una indiscutible zona de producción agrícola y con una ubicación espacial estratégica dentro del proceso de guerra civil durante el siglo XIX. A su vez, en ella se desarrollaron múltiples redes sociales con intereses de por medio, que dieron origen a las posteriores clases gobernantes.
En esta región, no reducida a límites imaginarios, es en donde se desplegaron diferentes procesos históricos. En lo concerniente al contexto histórico-fundacional de la ciudad, distinguimos dos explicaciones en cuanto al proceso de desarrollo institucional de Villa Constitución. Por un lado, Lischetti propuso una villa que desde 1851, el Puerto de las Piedras, fue visto por su ubicación, sus puertos naturales y la proximidad a los caminos como una futura zona de producción agropecuaria dentro de la provincia de Santa Fe. “En tanto en mayo de ese año el Jefe Político de Rosario convocará a su despacho a todos los hacendados de su jurisdicción a fin de formar una comisión permanente en la defensa de la seguridad y sus intereses, hacía mucho tiempo que se deseaba en esa zona formar una Villa o población convencidos de las ventajas que reportaran como así también por el poco valor que tendrán los terrenos”.
La batalla de Caseros inició una etapa donde se forjó un nuevo modelo:
En cuanto a las características del asentamiento de grupos humanos del Puerto de las Piedras, Lischetti referenció como: una “gran estancia en constante lucha contra el indio y habitados por un escaso número de personas que vivían holgadamente de la pesca, la caza de algunas ovejas y vacunos y de la escasa siembra de “tabaco para los vicios””.
Por otro lado, Fabiana Galano y José Hugo Goicoechea, refutaron esta explicación, mostrando a la fundación de Villa Constitución, dentro de un encuadre “táctico-militar-geo-defensivo de crisis” en el proceso de guerras civiles. De esta manera pusieron en duda, tomando en cuenta el año de fundación de la cuidad, la “matriz ferro-agro-portuario de exportación” debido a la tardanza con la que se instauró el mismo en la zona, y en el país en general.
Más allá de estas dos posturas en torno a los motivos de la fundación de nuestra ciudad, y con el fin de remitirnos a la problemática que estructura nuestra investigación, destacamos la presencia de un sujeto clave, tanto para la fundación de Villa Constitución, como para el desarrollo del proceso de secularización dentro de la provincia de Santa Fe, dos décadas antes que a nivel nacional. Este sujeto fue Nicasio Oroño, quien fue descripto por Susana Simian de Molinas como:…“un hombre de múltiples facetas, con un afán de progreso y auténtico liberalismo que lo convierten en un precursor de la generación del 80”.
Oroño como Jefe Político de Rosario concretó varios proyectos comerciales en beneficio de la ciudad. En su actuación como gobernador fue más allá de la colonización del Chaco y la legislación agraria. Su función como legislador nacional estuvo marcada por la lucha por un verdadero federalismo. Él fue quien encaró un proceso de secularización en la provincia de Santa Fe, y también fue quien miró a la región como un gran mercado disponible de tierras.
El desarrollo de las ideas liberales a nivel mundial. Un análisis
de la historia de Iglesia para reflejar su función eclesiástica
En el presente apartado, expondremos brevemente las categorías
generales que estructuraron teóricamente la investigación. Para ello,
realizamos un pequeño recorrido histórico sobre el proceso de secularización
iniciado por las fuerzas liberales. Éstas debieron enfrentar la resistencia de
los sectores que buscaron conservar las estructuras tradicionales, prestando
particular importancia, a la función de
Por tanto, la secularización entendida como: un “fenómeno de independización de la sociedad y del Estado de la sujeción a lo religioso o la Iglesia…”, fue una de las herramientas que la burguesía utilizó para hacerse con el poder político. Pero la secularización debe entenderse dentro de un marco ideológico más amplio, que fue el principal fundamento de dicha clase: el liberalismo.
Éste último, se transformó en el programa que se impuso en Europa a mediados del siglo XIX, una vez consolidadas las fuerzas del capitalismo. Torcuato Di Tella señala que el liberalismo se transformó en “un paradigma o ideología que trasciende a todo partidismo o sistema socioeconómico, (…) que pretende justificar la propiedad privada, la economía de mercado y el individualismo adverso a transformaciones estructurales en profundidad”. El mismo era considerado la fuerza progresista con mayor prestigio, y en consecuencia, la única fuerza capaz de desplazar los resabios del tradicionalismo.
Sin embargo, las fuerzas tradicionalistas-conservadoras, aún mantenían posiciones en el sistema de poder, y todas ellas se alinearon para presentar batalla al liberalismo, por considerarlo una doctrina errónea que conducía a la destrucción del orden social.
Los fundamentos básicos del conservadurismo, giraban en torno al origen divino del poder político, el orden social establecido y la legitimidad del derecho tradicional. Fue la justificación perfecta de aquella sociedad tradicional que se buscaba conservar, por medio de un dogma religioso.
Pronto el conservadurismo comenzó a encontrarse en retroceso frente al
avasallador avance del liberalismo.
Sin embargo,
En nuestro país a finales de la década de 1880,
Las clases dirigentes y su relación con
Después de la caída de Rosas, con la instalación de una Confederación a
nivel nacional-territorial, a excepción de Buenos Aires, las clases dirigentes
se abocaron a su consolidación definitiva. Dentro de este marco político en la
construcción de un nuevo Estado, uno de los problemas que debió solucionar la
gestión del vencedor de la batalla de Caseros, el General Justo José de Urquiza, era el restablecimiento de las relaciones con la Santa Sede. Este estanciero entrerriano había desarrollado intensas
actividades políticas y económicas. Su participación en las luchas civiles lo
llevó a ocupar la gobernación de Entre Ríos en dos oportunidades. Con su
designación como presidente de
Una vez lograda por Bartolomé Mitre la
gobernación de Buenos Aires, dio su apoyo a la burguesía litoraleña, buscando
dar el empuje necesario al proceso de expansión agrícola ganadera de la región.
Las clases confederadas del interior de pensamiento liberal, se unieron al
dirigente bonaerense para formar parte dentro de las acciones comerciales de
contexto nacional. Dentro de esta elite se destacó Nicasio Oroño, que admitido
al nuevo régimen comercial, se convirtió a través de su particular forma de
dirigir ciertos lineamientos, como árbitro necesario entre
La provincia de Santa Fe, por medio del gobernador Cullen, quien fuera ministro de gobierno del gobernador Crespo, y luego elegido como su sucesor en febrero de 1862 y hasta 1865, desarrolló un gobierno "progresista", dedicado a la construcción de ferrocarriles y escuelas, y al establecimiento de colonias agrícolas. Además llevó a cabo una reestructuración administrativa de gran importancia. Las ideas iluministas que profesaban algunos dirigentes santafesinos, hicieron lo demás. La proyección de leyes y decretos mostraron la creencia en la utopía moderna que iba de la mano con la utopía liberal.
Las leyes liberales se fueron mezclando con los negocios de la
colonización. Los nuevos pueblos fundados respondieron a una lógica de
ubicación estratégica que integró a la región. A través de este proyecto
civilizador se promulgó el desarrollo de las burguesías litoraleñas. Además,
existía la firme necesidad de atraer colonos en especial de
Dentro de este proyecto civilizador, Nicasio Oroño sostuvo que la riqueza y la prosperidad de la región se darían por medio de la producción de bienes de la tierra. Pero obviamente, no todos los terrenos eran fiscales, muchas de estas propiedades estaban en poder de la Iglesia. El otro punto de inflexión, fue lograr establecer una nueva organización civil manejada desde el Estado y orientada hacia una enseñanza laica, funcionamiento de los registros civiles y el control de los cementerios. Es allí, donde se insertaron las modificaciones liberales que provocaron la ira de la Iglesia Católica.
Un breve recorrido histórico por la función de los cementerios:
del camposanto a los cementerios públicos
En los comienzos de la colonia americana los difuntos eran enterrados en la parte posterior de las Iglesias, recibiendo este lugar el nombre de Camposantos. Aquellas personas que tenían cierta importancia a nivel social o grupo de pertenencia, eran enterradas dentro de las mismas Iglesias, gozando de un lugar privilegiado de acuerdo a su jerarquía como derecho adquirido. El agotamiento de los lugares dentro de las Iglesias, hizo necesariamente que se entierren a los difuntos en tierra bendecida por esta institución.
Los lugares de enterratorios eran una cuestión de Fe y honor. Con el avance del crecimiento poblacional, las epidemias y la influencia de las ideas iluministas de la clase dirigente en nuestro territorio se dictaron las primeras leyes, que prohibieron o limitaron los entierros dentro de las Iglesias. Se debía sepultar a los difuntos en terrenos alejados de la urbanización existente (primeros cambios en la relación Iglesia-Estado). “Mas allá de las atendibles argumentaciones de carácter sanitario que se esgrimieron entonces, prohibir o limitar al máximo los entierros en las iglesias creando cementerios fuera de ellas permitía simbólicamente separar el ámbito de lo religioso”.
“No obstante no debemos olvidar las medidas borbónicas que a fines de siglo XVIII intentaban limitar los entierros al interior de los templos, por razones sanitarias. Lo cierto es que la promulgación de leyes a favor de la tolerancia o libertad de cultos es parte de un camino de ruptura del poder religioso. Esquemáticamente el recorrido atraviesa varias etapas: de la intolerancia se pasa a tolerar la celebración del culto disidente a puertas cerradas en casa de familia”.
Por tanto, en el territorio de la ex-colonia surgió, además, el
problema con aquellos muertos que no profesaban la religión católica de rito
romano. En un principio fueron enterrados en lugares alejados cerca de los
ríos. De esta manera, se crearon, en forma precaria, los primeros cementerios
para disidentes a orillas del Río de
En 1820, Bernardino Rivadavia, fue designado como Ministro de Gobierno. En su gestión elaboró las primeras leyes para modificar la estructura del Estado Bonaerense. Su actuación como militar durante las invasiones inglesas y su rol protagónico en la semana de mayo de 1810 le dieron una activa participación en la vida política del país.
En su paso por Europa en misión diplomática, tomó contacto con los círculos intelectuales de España e Inglaterra. Éstos influyeron notablemente en su pensamiento. De regreso a Buenos Aires, aplicó las primeras leyes secularizadoras que sirvieron como antecedente a nivel nacional.
A través del decreto 2109 de 1821 se limitó la función de
Posteriormente el régimen rosista alineó nuevamente al orden clerical en función del Estado, utilizando profusamente la demagogia clerical e integrando al clero como correa de transmisión en su relación con el pueblo. Juan Manuel de Rosas en respuesta a la persecución religiosa realizada por los unitarios repuso la legalidad y legitimidad de la religión católica. “El suyo es una novedosa forma de republicanismo mesiánico, cuyo lema es el Orden y por otro lado las bases del entendimiento serán los preceptos de la moral cristiana”.
La fuerza de la secularización y sus consecuencias locales. El
conflicto por el cementerio de Villa Constitución
En 1865, más precisamente el 22 de febrero el entonces diputado nacional Nicasio Oroño, casado con Joaquina Cullen, hermana del gobernador, le sucedió a éste en el cargo. Una vez instaurado en el poder, Oroño comenzó en la provincia de Santa Fe la instauración de un nuevo orden: el orden pre-liberal, etapa precedente al clima de organización que se dio luego a nivel nacional.
En efecto, Oroño era uno de los dirigentes provinciales más firmemente convencido en que se debía aplicar un programa civilizador que incluyera, no solo a los desposeídos, sino también a los inversionistas que se interesaban en el negocio de la colonización.
El Sur y centro de de la provincia se indicaron como zonas por
excelencia para recepcionar a una gran masa inmigratoria proveniente de los
países europeos, en particular de
La organización de las primeras colonias preocupó a los dirigentes regionales. Cómo constituir una identidad ciudadana, ya que si bien la formación comunitaria estaba garantizada, quedaba por resolver por parte del Estado cómo se establecerían dentro de la pluralidad, diversidad política, lingüística y religiosa de esos grupos humanos, la asistencia y la extensión de los derechos y deberes garantizados.
La formación de estos centros poblados era una preocupación permanente para la legislatura. Se debía resolver, en consecuencia, la cuestión de la tierra pública. “la tierra era el más poderoso instrumento que estaba dentro del alcance del gobierno santafecino”. Las leyes provinciales establecieron que la tierra se daría gratuitamente a aquellos que la cultivaran.
El 31 de agosto de 1867,
El resentimiento que había experimentado
Los planes sistemáticos del avance liberal ahora se direccionaron hacia la enseñanza laica. La sanción de esta ley estuvo orientada a la formación de ciudadanos fuera de la instrucción religiosa y sus dogmas, para introducir la educación pública y mixta como cimiento de la vida republicana.
A través de sus leyes secularizadoras, el gobierno santafesino avanzó
sobre otro de los bienes en posesión de
Tanto
Art. 1: Los Cementerios Públicos de
Art. 2: Los derechos de que habla el artículo anterior comprenderán: el boleto de entierro y los gastos de sepultura; no pudiendo éstos exceder en ningún caso de la suma de cuatro pesos.
Art 3: En los Cementerios Públicos se enterraran todos
los cadáveres de los habitantes de
Art 4: el PE, queda encargado de reglamentar la presente Ley, debiendo las Municipalidades dictar las Ordenanzas en conformidad a los derechos establecidos en el artículo segundo.
Esta medida, más que a una cuestión política-religiosa obedeció a la
necesidad de extender los diferentes actos de gobierno a una población
provincial que había crecido por medio de la inmigración. En el centro y sur de
la provincia varias comunidades extranjeras y de diversos credos religiosos,
estaban creciendo de forma rápida por lo que se “consideraba justo asegurar
las condiciones de igualdad que
Dentro del análisis hecho por la administración provincial, también se
encontraba la cuestión de la recaudación que provenía de los enterratorios. Por
éstos,
La sanción de
Más allá de los ingresos que representaban, la fe religiosa de los
difuntos y la de su familia hacía que
El párroco de Villa Constitución, era por entonces el cura vicario
Elías Vossen. Él se negó entregar la llave del cementerio. El argumento y la
resistencia para no ceder el cementerio se basaba en que los terrenos les
pertenecían por Ley desde el momento mismo de la fundación del pueblo y para
ello contaban con la escritura de los mismos. Era cierto, que la empresa
fundadora de la comunidad villense destinó por escrito en la misma acta
notarial el solar que éste ocuparía y la superficie asignada a los
enterratorios, la suma de estos elementos fortaleció la posición eclesiástica.
Conjuntamente con el manejo de los enterratorios
El problema del cementerio de Villa Constitución no llegó a su fin tan
fácilmente, tensionó las relaciones políticas-religiosas entre el gobierno de
Oroño y el Arzobispado de Paraná, acusándose mutuamente por las diferentes
acciones tomadas por ambas partes. La caída del gobernador Oroño y la
restitución de Vossen a su cargo, no significó que la secularización haya
prevalecido sobre el poder eclesiástico, aunque tampoco
Las pasiones encontradas por este conflicto renacieron en el año 1872, más precisamente el día 10 de agosto. El restituido cura Vossen generó una nueva situación de roce con el poder público local. La comunidad de Villa Constitución no se mantuvo ajena al problema entablándose adhesiones y rechazos a las medidas de cualquiera de los dos lados. Vossen por medio de las autoridades eclesiásticas fue reemplazado de su cargo definitivamente el día 20 de febrero de 1873.
Los enterratorios se sucedieron a pesar del credo de cada difunto y se
sepultaron dentro del cementerio de Villa Constitución a pesar del reemplazo de
Vossen.
El Arzobispado designó para Villa Constitución como cura vicario al
sacerdote Tomas Ballesteros sucediendo en cargo al cura párroco Luís Córdoba.
Ballesteros se hizo cargo de la parroquia de Villa Constitución el día 3 de
octubre de 1882, plasmado de su puño y letra con
impecable caligrafía en una acta bautismal:”Villa Constitución, octubre 3 de
1882, en esta fecha me hago cargo de la parroquia y por consiguiente de este
libro de bautismos”. Firma Tomas Ballesteros, Cura Vicario. A él le cupo la tarea de sostener la administración del
cementerio junto con el poder político, en momentos que se reanudó el avance
secular sobre los cementerios por medio de la sanción ley nacional. En 1888 el
gobierno nacional legisló en forma definitiva
La situación de supuesta convivencia entre el Estado y
En este
aspecto en la comunidad villense la actividad de los enterratorios se compartió
entre
Mientras tanto, la región siguió experimentando un sostenido crecimiento demográfico en la zona de chacras como el casco urbano, donde se incorporó una importante red de vías y caminos que conectó a la aldea, con San Nicolás, Rosario, Theobald y la zona del hoy Departamento Constitución.
Si tenemos en cuenta el crecimiento de la localidad desde 1858 hasta 1880, veremos que el cementerio “viejo” estructuralmente no creció en la misma proporción. Éste no satisfizo las necesidades de una sociedad en constante expansión. En el tomo 4, del Registro de Defunciones del año 1895 expresó que sus dimensiones no sobrepasaban las 99 varas de largo y por otras 49 de ancho (76 X 46 metros). Encontrándose fuera de la urbanización existente se podía llegar por un camino de tierra (hoy calle Eva Perón, entre las calles Las Heras y Alberdi de la ciudad de Villa Constitución), a unos 1700 metros de la iglesia a la altura del actual barrio Jardín.
Esta falta
de proporción entre las dimensiones del cementerio (y su capacidad) con
relación al crecimiento poblacional de la región, provocó la toma de ciertas
medidas drásticas en los parroquianos. La práctica de los enterratorios en
Villa Constitución estaba empezando a causar cierta preocupación en la
población. La reacción de los parroquianos no dejaba de sonar. Entre las voces
más fuertes con respecto a la actitud de
En momentos de los homenajes que se les hiciera a los Almirón, Pascual y Faustino, justamente en el Cementerio local en el mes abril de 2001, Santiago Lischetti expresó en ese acto, que lo que motivó a los Almirón a ceder una porción de sus tierras sería la negativa del sacerdote a sepultar a un integrante de su familia, por no ser hijo legítimo de matrimonio consagrado por la iglesia. Sin embargo don Alejo Ernesto Almirón negó en la entrevista realizada oportunamente el día 19 de enero del 2009 lo expuesto por Lischetti. Según él, lo que motivó a don Faustino a ceder los terrenos fue que él era una persona de gran generosidad, que conmovida por la forma en que los cadáveres estaban siendo enterrados en el “viejo” cementerio decidió ceder parte de sus terrenos para la creación de un cementerio municipal.
Era cierto, que el pequeño terreno habilitado oportunamente no era lo suficientemente amplio para absorber la demanda de personas fallecidas que se producía en el distrito. La más clara preocupación que movilizó a Don Faustino Almirón, según lo referenció su nieto, Don Alejo en la entrevista, fue que: “… se estaban sepultando los cadáveres unos arriba de los otros…”. Más aún durante los primeros años de la década de 1890, una serie de enfermedades infecciosas acecharon la zona, motivo por el cual Faustino Almirón, en representación de su padre Don Pascual Bailón Almirón, gestionó la cesión de parte de sus propiedades para que instale allí definitivamente un nuevo cementerio con carácter público, hecho ocurrido el día veinticuatro de diciembre de 1892.
No queda claro cuál fue la verdadera motivación de los Almirón al momento mismo de la cesión de parte de sus tierras para la creación del cementerio público. No sabemos cuál de las dos explicaciones en torno a la cesión es cierta, ni mucho menos por qué son tan diferentes entre sí. Quizás exista algo de verdad en la explicación dada oportunamente por Lischetti, y que Don Alejo Almirón no la haya avalado al momento mismo de la entrevista solo por el deseo de magnificar su propia memoria familiar.
Más allá de los problemas que pudieron haber existido en el ámbito personal, todavía queda por ver de qué forma se soluciona el tema del cementerio de Villa Constitución. En la escritura 57 del año 1892, con registro Nº 81 de la propiedad del Departamento Constitución, registro fechado en el año 1894 expresa claramente la cesión de los derechos y fin de los terrenos hechos por don Faustino al bien público. Al avanzar en su lectura, confirmamos otra vez las cualidades que resaltó precedentemente don Alejo en referencia a su antecesor, “era una persona muy generosa”. En efecto las tierras para el nuevo cementerio fueron dadas para su uso en forma totalmente gratuita. Ninguno de los herederos de Pascual y Faustino Almirón recibieron por el erario público una suma de dinero por la sesión de los terrenos, únicamente, se reservaron para su uso familiar una parcela dentro de los mismos, ubicada a unos veinticinco metros de la entrada principal sobre la mano izquierda. Al momento en que entrevistamos a Don Alejo, nos manifestó que todavía seguían reclamando ante las autoridades municipales la parcela que se reservara en la escritura para su uso familiar, a pesar de que en el plano del cementerio y la escritura hay registro concreto de ello.
El documento notarial deja constancia de la superficie total que ocupó el nuevo cementerio público, el cual fue de una “cuadra cuadrada” (150 X 150 metros). Ubicado en los suburbios de la aldea en la zona de chacras a la mano izquierda yendo hacia las localidades del Departamento, por lo que hoy es el actual camino a Chapuy o Ruta Provincial 177 a la altura del km 3. Acorde a las exigencias de la época, se lo distribuyó para que tenga cierta armonía. Contaba con una zona para indigentes o pobres de solemnidad, parcelas de tierra paga, una galería de nichos que daba a espalda de la zona de chacras y lotes reservados para las familias tradicionales de la región. El cementerio de Villa Constitución, hasta mediados del siglo XX fue el único erigido en el distrito.
La existencia de estos lugares, todavía se pueden ver cuando uno recorre las instalaciones de la parte original del cementerio, pese a las reconversiones que se le hicieron al lugar.
El “nuevo” cementerio público municipal fue librado para su uso oficialmente por la comuna villense el 20 de diciembre de 1894. Aunque al momento de actualizar esta investigación, hemos hallado en registros municipales a los primeros cuerpos sepultados en el nuevo cementerio, fechados con anterioridad a su apertura oficial. La deficiencia del funcionamiento del viejo cementerio, más la necesidad de dar una rápida solución a los enterratorios, y en particular a los de aquellos inmigrantes fallecidos en esta zona, obligó a las autoridades locales a autorizar el uso de las tierras cedidas por los Almirón, antes de su apertura oficial. La búsqueda de información en los “viejos” registros municipales, nos llevó a poder referenciar, en parte, los primeros difuntos ubicados en los terrenos cedidos por los Almirón. El primero de los registros data del 27 de febrero de 1890, con el fallecimiento de Don Francisco Bassidalupi.
El
“primitivo” cementerio dejó de funcionar definitivamente junto con el registro
de
Nuestro avance en la investigación nos ha llevado a ver la conformación social cosmopolita de la región a fines del siglo XIX y plasmada como testimonio silencioso de épocas pasadas en las pocas lápidas existentes hoy en el Cementerio de Villa Constitución. Muchas de ellas reflejan en su idioma de origen el recuerdo de sus seres queridos. Recorriendo el mismo sector, encontramos placas de inmigrantes, alemanes, ingleses, franceses, españoles, hebreos e italianos, llegados a estas tierras buscaron su lugar en el mundo, sirviéndose de las posibilidades que les brindaba la región al incorporarse al nuevo modelo de acumulación capitalista.
Anteriormente, como habíamos expresado con el cese de los terrenos para
el funcionamiento del cementerio público no terminaron las luchas iniciadas
años atrás por los Almirón con
El día 7 de abril del año 2001, Don Alejo Almirón recibió en parte a sus reclamos por medio de las autoridades locales la construcción de un monolito recordatorio donde fueron ubicados los restos de su bisabuelo, Don Pascual Almirón. De los restos de Faustino, los registros no son claros, y se suponen que su destino final fue el osario general, no quedando constancia de ellos en ningún libro de actas.
A nuestro entender, la actitud de la familia Almirón, fue la propia de personas comprometidas socialmente. Nunca abusaron de ser los propietarios originales de los terrenos, reclamaron y agotaron todas las instancias legales-administrativas para que se les retirara todo lo plantado de manera inconsulta en sus terrenos.
Don Alejo Ernesto Almirón, falleció el día 31 de mayo de 2010
a los noventa y un años. Con su muerte se cierra un período de intereses y
luchas políticas religiosas que comenzaron más allá de la mitad del siglo XIX.
Al último de los Almirón, le sucedieron dos hijas, y murió sin ver reconocidos
sus derechos sobre las tierras de sus antecesores, siendo sepultado en un nicho
de una galería perteneciente a
Conclusión
Con el presente trabajo de investigación histórica, esperamos proporcionar aportes reveladores para comenzar a reconstruir una nueva visión de nuestro pasado regional, incorporando a aquellos actores sociales descuidados o no difundidos por otros trabajos de investigación.
En este caso en particular se intentó acercar nuevos aportes al
problema de la secularización de los bienes de
Vemos que las leyes secularizadoras alentadas por el Estado Liberal inauguraron una larga etapa de enfrentamiento entre liberales y conservadores. Estas leyes necesitaron un marco adecuado para poder implementarse y llevarse adelante, que no fue precisamente la etapa pre-liberal, sino lograron materializarse durante la etapa liberal; pero sí, las posturas de la época oroñista fueron las antecesoras de un nuevo modelo de acumulación capitalista y reforma del Estado.
Localmente el tema de la disputa Estado–Iglesia no termina con la instalación y funcionamiento del nuevo cementerio público en Villa Constitución, el conflicto se prolongó en el tiempo hasta nuestros días.
Por supuesto,
Por último, el buceo de información no ha sido agotado, el trabajo deja
la posibilidad de seguir investigando a nivel nacional sobre el proceso de
secularización de los bienes de
RESUMEN
La historia “enterrada” de Villa Constitución. La disputa por el cementerio. Entre la secularización, los registros parroquiales y la memoria de una familia
El presente trabajo tiene por objeto, demostrar las relaciones que se establecen alrededor del proceso de secularización, que se dará en la etapa pre-liberal, en particular durante la gestión como gobernador de la provincia de Santa Fe de Nicasio Oroño y sus consecuencias en el Distrito de Villa Constitución. Durante el desarrollo del trabajo, veremos cómo este proceso de secularización avanzará sobre los bienes y el manejo político-religioso de la Iglesia Católica. Será el manejo de los cementerios el punto máximo de inflexión del conflicto en el ámbito provincial, y será la conducción del Cementerio de Villa Constitución uno de los puntos de mayor resistencia de la Iglesia ante este avance secularizador y el más importante de los conflictos destacado a nivel regional y provincial. La disputa generada involucrará necesariamente a nuevos actores sociales que defenderán la posición de libertad e igualdad.
Palabras clave: secularización – liberalismo – cementerio - Iglesia
ABSTRACT
The “buried” history of Villa Constitución. Argument over the cemetery. Secularization, parish records and a family´s memory
This work aims, demonstrate the relationships established around the process of secularisation, which will be in the pre-liberal, stage in particular during tenure as Governor of the province of Santa Fe in Nicasio Oroño and its consequences in the District of Villa Constitución. During the development of the work, we'll see how this process of secularization will move on the goods and politic-religious management of the Catholic Church. Cemeteries management the maximum turning point of the conflict at the provincial level, and is driving Villa Constitución Cemetery one of the increased resistance of the Church points highlighted at regional and provincial levels before this secularized progress and the most important conflicts. Generated dispute will necessarily involve new social actors who will defend the position of freedom and equality.
Key words: secularization – liberalism – cemetery - Church
Recibido: 01/03/2011
Aprobado: 02/06/2011
Versión final: 25/07/2011
Notas
(*)Profesores de Enseñanza Media en Historia. Egresados del Instituto Superior del Profesorado Nº 3.
GOICOECHEA, José Hugo y GALANO, Fabiana, “La villa del medio de la guerra civil”; EN: Historia Regional, Sección Historia, ISP N° 3, N° 18, 2000, p. 63.
Bartolomé Mitre (Buenos Aires, 1821-1906) Político e historiador
argentino, presidente de
“La
secesión de Buenos Aires del resto de
DE LUCIA, Daniel Omar, “Iglesia, Estado y secularización en
PASQUALI, Patricia, “
VIDELA Oscar y WEXLER, Berta (comp), Conflicto y Gobierno, acerca de la gestión de Nicasio Oroño en Santa Fe, Sección Historia, ISP N° 3, Villa Constitución, 2004.
ÁLVAREZ GILA; Oscar, “La historia de la iglesia: posibilidades y problemas”, EN: Prohistoria, Rosario, Año VI, Nº 6, 2002, p 169.
Santiago
Lischetti, 5 set 1911 – 5 oct 2011. Maestro rural, Secretario de Gobierno y
Director de Cultura de
Al margen de la historia, previamente publicó “Cincuenta
temas de lenguaje de
2º grado, en versos para la fijación de los
conocimientos” y “Versos para mis
niños”. En cuanto a su obra literaria caben destacarse
“Vibraciones”, “Pétalos
dispersos”, “Sonetos” y “Antología
poética” como así también la letra del
“Himno a Villa Constitución” compuesto con motivo de
conmemorarse el centenario
de la ciudad. Su labor como historiador le valió ser aceptado
como miembro de
LISCHETTI, Santiago, Historia de Villa Constitución (1857-1978), Gobernación de Santa Fe y Municipalidad de Villa Constitución, Santa Fe, 1980, pp. 13-18.
FERNANDEZ, Sandra y DALLA CORTE, Gabriela (comp.); Lugares para
SIMIAN DE MOLINAS, Susana, “Contribución al estudio al Gobierno de Don de Nicasio Oroño (1865-1868)”; EN: VIDELA Oscar y WEXLER, Berta (comp), op. cit., p. 9.
Nicasio Oroño: nace en julio de 1825 en la localidad de Coronda, provincia de Santa Fe; hijo del coronel unitario Santiago Oroño y Juana Ávila Baigorria. A los
16 años participa de las campañas dirigidas por Juan Lavalle y José
María Paz. Se casa en 1839
con Joaquina Cullen, hija de Domingo Cullen, gobernador de Santa Fe. En 1852 participa de
DI TELLA, Torcuato y otros, Diccionario de Ciencias Sociales y Políticas, Punto Sur, Bs. As., 1989, pp. 534-8.
“Eso quería decir que el príncipe solo era el responsable ante Dios y como delegado de Dios, tenía una plena autoridad jurisdiccional.” GALLEGO, Andrés José, “Algunas claves para entender el papel de la iglesia en el mundo moderno” EN: Prohistoria, Rosario, Año IV, Nº 6, 2002, pp. 254.
Justo José de Urquiza (1801-1870). Presidente de
“Para entender por qué
“Pero no debe considerarse al liberalismo como sinónimo de anticlericalismo, dado que Mitre se preocupó sobremanera por la iglesia”, LIDA; Miranda; op. cit., p. 30.
“En la antigüedad greco-romana, y antes de la aparición del cristianismo, el lugar donde se enterraban los muertos se lo denominaba Necrópolis, del griego: Ciudad de los muertos. En tanto, los cristianos, denominaron a los lugares de enterratorio como Koimeterión, proveniente del griego: que significa dormitorio. Esta palabra, era utilizada en función de la esperanza de la vida eterna, por tanto, existía la creencia de que los muertos estaban descansando en paz esperando la resurrección”. CARBALLO, Cristina; BATALLA, María Rosa y LOREA, Nancy Analía; “Ciudad, segregación y cementerios: análisis de los cambios en los patrones históricos de localización (Argentina)”. EN: Scripta Nova. Revista electrónica de geografía y ciencias sociales. Barcelona: Universidad de Barcelona, 1 de agosto de 2006, vol. X, núm. 218 (42). <http://www.ub.es/geocrit/sn/sn-218-42.htm>.
“Es conveniente, por lo tanto analizar cómo y en qué circunstancias aparecen los primeros enterratorios en la ciudad de Bs. As.. En la época colonial la “iglesia colonial” no había desarrollado todavía un perfil institucional desvinculado de la sociedad misma y su hegemonía en el campo religioso era indiscutible”. CARBALLO, C. T., BATALLA, M. R., LOREA, N. A., op. cit..
DI STEFANO, Roberto y ZANATTA, Loris, Historia de
Bernardino Rivadavia nació en 1780 en Buenos Aires. Fue presidente de
las Provincias Unidas del Río de
VINACOUR, Ezequiel; “El rosismo y el discurso religioso”, http://www.elinterpretador.net/rosismoydiscursoreligioso.htm.
Ley sobre Cementerios Públicos. Santa Fe, 16 de setiembre de 1867. Sala de Sesiones, Santa Fe, setiembre 16 de 1867. Alvarado- Meyer. Citado en SIMIAN DE MOLINAS, S., op. cit, p. 52.
VIDELA, Oscar y WEXLER, Berta; “Orientaciones y materiales para la confección de propuestas didácticas para el tratamiento del proceso de secularización desde una perspectiva local (Argentina – Santa Fe – Villa Constitución); EN: VIDELA Oscar y WEXLER, Berta (comp), op cit., p. 81.
“Articulo 7, de la empresa Fundadora de Villa Constitución del día 18 de julio de 1858, “que se dejara una manzana completa para Cementerio en el lugar que se crea mas conveniente” el lugar elegido para plantar el viejo cementerio fue por la hoy calle Eva Perón entre Las Heras y Alberdi, actual Barrio Jardín. LISCHETTI, S., op. cit.
Registro General de Nacimientos. Parroquia San Pablo, Villa Constitución. Acta notarial 173. Tomo 6. Año 1882.
“… 18 de julio de 1857, Estancia de San José, “que se apartaban y desistían desde ahora y para siempre de todo y cualquiera de los derechos que les compitiese sobre el área mencionada y los transfieran a los expresados señores aclarando que esta cesión era irrevocable y para que tuviese su más cumplido efecto, renunciaban a todas las leyes y derechos que pudieran obrar a su favor y en defensa. Así lo dijeron ante mi y testigos; Pascual Almirón Comisario de Distrito”. LISCHETTI, S., op. cit, p. 24.
Entrevista realizada al Sr. Alejo Almirón, el día 19 de enero de 2009, en calle Almafuerte 1169, Villa Constitución, Santa Fe.
Segmento del plano del Cementerio Público de Villa Constitución. Municipalidad de Villa Constitución.